Portada » Griego » Teatro Griego: De Esquilo a Aristófanes
Esquilo es el primero de los grandes tragediógrafos de Atenas. Se le ha llamado el creador de la tragedia no porque fuera el inventor dramático, ya que fue Tespis, sino porque es el autor del que se conservan obras y porque le dio al arte trágico: fuerza literaria y grandeza. Fue quien introdujo un segundo actor en escena y dio vigorosa expresión en cuanto al destino de los héroes. Recurrió a la trilogía dramática: a desarrollar un tema trágico a lo largo de tres tragedias. Sus obras principales son:
Esquilo murió en Sicilia, lejos de Atenas, es famoso por la lucha de la libertad, más que por su prestigio en el teatro. Sófocles y Eurípides simularon la maestría de Esquilo, siempre a la sombra de su poesía resonante y un tanto arcaica.
Sófocles fue un ciudadano de Atenas del siglo V, periodo de máximo esplendor debido a la Grecia clásica. A lo largo de este siglo, hay 3 etapas definidas intelectualmente y políticamente, están correspondidas con tres generaciones distintas de ciudadanía, cada una entendía de manera distinta la democracia.
Durante su vida participó activamente en la política y desarrolló una intensa actividad literaria, lo que se concretó en un gran número de tragedias, unas 123 piezas aproximadamente, compuestas de tragedias y dramas satíricos. Pero de todos estos solo han llegado a nuestras manos siete tragedias y del resto solo se conservan fragmentos, o incluso solo el título.
Sófocles representaba la moderación en todos los sentidos: política, social, religioso… Para él hay dos esferas: la divina y la humana, el destino y la capacidad racional. En este sentido para Sófocles la vida está llena de limitaciones humanas impuestas por el poder de los dioses. En cuanto al terreno político se da este mismo equilibrio, es partidario del igualitarismo entre ciudadanos y de las normas derivadas. Sófocles es un férreo defensor de la ley divina en cualquier momento y situación. Así los gobernantes siempre tienen que someterse a la virtud regida por los dioses, había un claro rechazo hacia la democracia radical, ya que la actuación humana está guiada por la capacidad racional del hombre.
Podría decirse que Sófocles inicia el teatro moderno a la vista de las innovaciones. Él fue quien introdujo el tercer actor a escena. Así los diálogos y las partes recitadas se hicieron más vivos. Todo ello se orientó hacia una riqueza escénica. Por otro lado las etapas cantadas correspondían a un coro, estos intervenían de forma aislada entre las escenas. Pero aun así el coro era un elemento central, fue disminuyendo con el tiempo por el protagonismo de los actores, hasta quedarse solo en un comentador. Esto contribuyó al rechazo de la riqueza escénica. Sófocles desempeñó en todo el proceso un importante papel.
Las comedias empezaron a representarse en las fiestas dionisíacas, cuyo actor era Quiónides, pero la comedia más antigua que tenemos conservada es la de Aristófanes, en el 425 a. C. Así para nosotros la comedia está representada por él como único autor. El coro siguió siendo un elemento esencial de la comedia. El coro aquí tiene un papel más activo que en las tragedias, suele aparecer con disfraces pintorescos y a menudo da nombre a la comedia. Los temas de la comedia son muy variados. En principio no recurre a los mitos. Expone un personaje imaginario y audaz que pone en marcha su propio plan. A este se le llama el héroe cómico, que concibe un remedio revolucionario para salvarse de una situación agobiante. En la comedia se mezclan alusiones a la realidad política de la época y vida cotidiana. Distinguimos diferentes partes:
Esto se divide en varios episodios y escenas menores. Resaltamos que en la comedia se burlan de las incompetencias políticas y ridiculizan a los dioses. Las principales obras de Aristófanes son: Acarnienses, Caballeros, Nubes, Avispas, Paz, Aves, Ranas, Asamblea de las mujeres, Pluto, Tesmoforiantes, Lisístrata.
A la comedia aristofánica le sucede la comedia media (400-323 a. C.) y la comedia nueva a partir del 323 hasta el 265 a. C. Por ello vemos como el teatro se alejó de la ática social transformándose en un espectáculo distinto que representa un conflicto de la vida cotidiana, familia, burguesa. Ya no incita al público a carcajadas sino a una sonrisa inteligente. Ya no se presenta al coro como un personaje pintoresco sino son personajes de la vida corriente.