Portada » Español » La Escuela Mallorquina: Poesía y Contexto
Desde el momento en que el Renacimiento fue introducido en Mallorca, la vida balear tuvo unas peculiaridades muy acusadas. En Mallorca había una sociedad agraria poco evolucionada y los intelectuales se inclinaron por un conservadurismo, que reivindica la tradición rural y no podía identificarse con las posiciones más combativas del Renacimiento en Cataluña. La actitud nacional de los renacentistas baleares fue siempre ambigua, con la utilización del español mayoritaria frente al catalán, que se reservaba para la poesía.
Escuela mallorquina es el nombre que se les da a los poetas mallorquines de la revista Nuestra Tierra de la primera mitad del siglo XX y los primeros años de posguerra. Esta escuela seguía unos precedentes marcados por Pons i Gallarza, cuya característica principal sería la raíz clásica, y la rigurosidad académica de la forma, de la temática y del tono expresivo. Estas dos características hacen que se acerque al Novecentismo.
La poesía se convirtió en el género más representativo de la literatura isleña y conservó durante mucho tiempo los rasgos de la Renaixença. Pero las características que distinguen esta poesía son su contención clasicista (no pone ningún tema desagradable), la perfección formal, la religiosidad y que además es monotemática: solo habla del paisaje de las islas.
Nació en Palma de Mallorca en el año 1854 y murió en el año 1926. Se le conoce por su obra poética, ensayística y política (no es que escribiera sobre política, es que lo fue). En contacto con el movimiento de la Renaixença, escribió buena parte de sus primeros poemas y narraciones en español y en catalán dialectal, desde el que evolucionó, pasando por una larga etapa en español, hasta la escritura en catalán con el éxito inesperado: La sierra y La reliquia.
Participó en los Juegos Florales de Barcelona (1909), en las conferencias que los intelectuales mallorquines dieron en el Ateneo Barcelonés (1904), en el Primer Congreso de la Lengua Catalana (1906). En pocos años se convirtió en una de las primeras figuras de la poesía catalana, que la aparición de Al atardecer (1909) confirmó. Los Poemas bíblicos (1918) son menos importantes. A partir del 1919, en que alcanzó el premio Fastenrath, las nuevas incorporaciones fueron escasas, a menudo reelaboraciones o traducciones de piezas anteriores. Cabe destacar los Haikai y chispas y el modelo que fue sobre numerosos poetas del Principado y los miembros de la llamada escuela mallorquina. Su obra, publicada en numerosas ocasiones, fue reunida en las Obras completas (1951). Correspondiente de la Real Academia Española (1904), de la Academia de Buenas Letras de Barcelona (1913) y del Institut d’Estudis Catalans (1916). En español, cabe mencionar Poesías (1887) y Poemas y Armonías (1894). Fue concejal (1879) y diputado a Cortes por el partido liberal (1893).
Nació en Pollença en el año 1854 y murió en Palma de Mallorca en el año 1922. Fue escritor y eclesiástico. De una familia aburguesada, fue alumno de Josep Lluís Pons i Gallarza (uno de los padres de la escuela). Desde 1872 hasta 1875 hizo parte de la carrera de derecho en Barcelona, allí conoció a Ramon Picó i Campamar, Jacint Verdaguer, Jaume Collell, Marià Aguiló y Antoni Rubió i Lluch. Publicó su primera poesía, El valle (1873), en la «Revista Balear», y en 1875, escribió El pino de Formentor.
Fue a Madrid para acabar la carrera y permaneció desde 1875 hasta 1877; allí las corrientes racionalistas debilitaron su fe, como se ve en Desfallecimiento. Intentó establecerse en Mallorca, y tras algún pequeño viaje, y de leer los clásicos antiguos y modernos, escribió la oda A Horacio, que iniciaba una nueva orientación. En 1885 apareció en Palma de Mallorca su primera colección Poesías. Se ordena sacerdote en 1888. El recuerdo de Italia permaneció presente, sobre todo en sus Líricas (1899) castellanas, y sufrió muchas dudas lingüísticas, como hace patente este último recopilatorio. En 1897 publicó su segundo libro, Del agrio de la tierra. Participó en los juegos florales de Barcelona (1900 y 1902) y fue proclamado maestro en gai saber en 1902 por el poema La deja del genio griego, el cual fue convertido en ópera por Antoni Massana (Nuredduna, 1947). En 1903 fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia Española. En 1903 publicó Tradiciones y fantasías. Presidió los juegos florales de 1904, 1906 y 1908. Su conferencia en el Ateneo Barcelonés sobre La forma poética (1904) alcanzó un gran éxito. En 1906 participó en el Primer Congreso Internacional de la Lengua Catalana y publicó Horacianes. En 1907 dio una segunda edición de Poesías, muy ampliada, e hizo el viaje del que surgieron las veinte y seis estampas poemáticas de Visiones de Palestina (1908). Fue miembro correspondiente del IEC (1918). Miquel Costa, representa, con Joan Alcover (líneas arriba llamado), el espíritu de esa modalidad poética que la crítica llamó Escuela Mallorquina.
Podemos perfilar la teoría estética de Joan Alcover a partir de las consideraciones siguientes sobre su obra: