Portada » Filosofía » Introducción a la Filosofía: Kant, Marx, Nietzsche y Hannah Arendt
Kant es un filósofo ilustrado del siglo XVIII. Considerado por muchos como el filósofo más influyente de la filosofía moderna, su obra intenta, desde el criticismo conciliar las posiciones de racionalistas y empiristas dando un giro copernicano a la visión que tradicionalmente se tenía de la realidad y de la moralidad.
Ciertamente la experiencia precede a todo conocimiento, pero también el sujeto que conoce debe poner de su parte. En esto consiste precisamente la Revolución kantiana respecto a la teoría del conocimiento donde Kant propone que nuestro conocimiento se forma a partir de la experiencia sensorial y de estructuras innatas de la mente. Según él, nuestra capacidad de conocer no solo depende de lo que percibimos, sino también de procesos mentales previos que organizan y estructuran nuestras experiencias. Esta síntesis entre la experiencia y las formas a priori del entendimiento constituye el núcleo de la filosofía kantiana.
Kant argumenta que aunque podemos conocer los fenómenos, es decir, los objetos tal como aparecen ante nosotros, la cosa en sí misma, la realidad última detrás de las apariencias, permanece fuera de nuestro alcance. Esta idea limita el alcance del conocimiento humano y sugiere que hay aspectos de la realidad que están más allá de nuestra comprensión.
Este enfoque crítico de Kant hacia el conocimiento humano también cuestiona la posibilidad de conocer realidades trascendentales más allá de nuestras capacidades cognitivas. En resumen, Kant destaca que nuestro entendimiento se forma tanto por la experiencia como por procesos mentales innatos, pero reconoce que hay límites en lo que podemos conocer sobre la realidad.
Kant es un filósofo ilustrado del siglo XVIII. Considerado por muchos como el filósofo más influyente de la filosofía moderna, su obra intenta, desde el criticismo conciliar las posiciones de racionalistas y empiristas dando un giro copernicano a la visión que tradicionalmente se tenía de la realidad y de la moralidad.
En el texto, Kant establece una distinción fundamental entre los seres racionales y los seres irracionales, considerando a los primeros como «fines en sí mismos» y a los segundos como simples medios. Esta idea refleja su postura ética central, en la que sostiene que el valor humano radica en la capacidad racional y moral inherente a cada individuo. Kant argumenta que los seres humanos no deben ser tratados simplemente como herramientas para alcanzar objetivos personales, sino que deben ser respetados y considerados como fines en sí mismos.
Esta distinción entre cosas y personas forma la base de la ética kantiana y su imperativo categórico, que sostiene que debemos tratar a los demás siempre como fines en sí mismos y nunca simplemente como medios para nuestros propios fines. Así, Kant busca establecer una ética universal basada en el respeto por la dignidad intrínseca de cada individuo, independientemente de sus inclinaciones o deseos.
Por lo tanto, la relación entre las ideas del autor y su filosofía evidencia su preocupación por la fundamentación ética del comportamiento humano y su insistencia en el respeto por la autonomía y dignidad de cada individuo. La distinción entre cosas y personas en el texto se convierte en el punto de partida para la formulación de su imperativo categórico y su visión ética universal.
Pensador alemán del siglo XIX, su filosofía tiene como objetivo el análisis crítico de la sociedad capitalista y la instauración de una sociedad comunista.
En el texto, Marx aborda el concepto de enajenación del trabajo, donde destaca que el trabajador se encuentra separado de su propia actividad laboral y, por ende, de su esencia humana. Marx describe cómo el trabajo se convierte en algo externo al individuo, algo que no le pertenece realmente. Esta situación lleva al trabajador a sentirse desgraciado y a experimentar su labor como algo forzado, más que como una expresión de su voluntad.
Marx sostiene que la enajenación del trabajo no solo implica que el trabajador no se sienta a gusto con su labor, sino que también implica una pérdida de sí mismo. Esta alienación se manifiesta en la sensación de que el trabajo no es una expresión libre de la propia voluntad, sino más bien un medio para satisfacer necesidades externas, como un tipo de autosacrificio.
Esta idea de enajenación del trabajo es fundamental en la crítica de Marx al sistema capitalista. Para él, el trabajo bajo el capitalismo se convierte en una actividad ajena al individuo, donde este último se ve reducido a un mero instrumento de producción, despojado de su autonomía y dignidad. Así, Marx argumenta que la enajenación del trabajo es un síntoma de las injusticias y desigualdades inherentes al sistema económico capitalista, donde el trabajador se encuentra alienado de su propio ser y de la plena realización de su potencial humano.
Filósofo alemán de la segunda mitad del XIX, época de grandes transformaciones políticas, sociales y económicas en la que los ideales de la Ilustración comienzan a derrumbarse siendo Nietzsche uno de sus mayores críticos.
En el texto, Nietzsche presenta la idea de las tres transformaciones del espíritu: el camello, el león y el niño, como parte de su crítica a la cultura occidental y su búsqueda de la superación del hombre. Este pensamiento se sitúa en la segunda mitad del siglo XIX, una época de grandes transformaciones políticas, sociales y económicas, donde Nietzsche emerge como uno de los críticos más destacados de los ideales de la Ilustración que comienzan a derrumbarse.
En primer lugar, el camello representa al hombre que carga con el peso de la cultura occidental, humillándose a sí mismo y negándose en su deseo de seguir las normas impuestas. Luego, el león emerge como aquel que lucha por conquistar su propia libertad, rebelándose contra las imposiciones y buscando ser señor en su propio desierto. Sin embargo, el león no es capaz de crear, solo de destruir lo establecido.
Finalmente, el niño simboliza al superhombre que es capaz de crear nuevos valores. Es la inocencia, el olvido y el nuevo comienzo. Nietzsche postula que esta transformación es necesaria para la superación del hombre occidental y la creación de una nueva moralidad y sentido de la existencia.
Nietzsche critica la cultura occidental desde sus inicios, cuestionando las bases de la moral cristiana
y la filosofía racionalista. Su filosofía, caracterizada por el concepto de la voluntad de poder y la crítica a la moral tradicional, busca liberar al individuo de las restricciones impuestas por la sociedad y permitirle alcanzar su máximo potencial creativo y vital. En resumen, las tres transformaciones del espíritu según Nietzsche representan un camino hacia la liberación del hombre de las ataduras culturales y la búsqueda de una nueva forma de existencia y valores.
5. HANNAH ARENDT
Sitúa al autor en su contexto histórico.
Hannah Arendt (1906-1975), una de las más destacadas pensadoras del siglo XX y discípula de Heidegger, realizó importantes contribuciones, especialmente en el campo de la filosofía política. De origen judío y activa defensora del judaísmo, se refugió en EEUU para huir de la persecución nazi.
Ideas principales.
– La aniquilación de la “persona”, trae consigo la perdida de la individualidad.
– De hecho, deben existir leyes de la psicología de masas que expliquen la falta de acción ante las actuaciones de las SS, que expliquen por qué destruir la individualidad es destruir la espontaneidad.
– Este es el auténtico triunfo del sistema: la sumisión, la renuncia de las victimas a su propia identidad, lo que se convierte en el mejor modo de esclavizar a un pueblo pues logra terminar con la víctima entes de terminar con su vida.
– Quien observa esto, reconoce el poder de los torturadores y se aparta derrotado.
Explicación de las ideas.
Arendt expone el modo en que los totalitarismos invaden todas las dimensiones de la vida del hombre. Ahora bien, ¿qué lleva al hombre a esta situación? Arendt sugiere que
las leyes de la psicología de masas podrían explicar por qué millones de personas se sometieron pasivamente a los horrores del Holocausto, y cómo la destrucción de la individualidad lleva a la pérdida de la espontaneidad y la capacidad de iniciar algo nuevo. Este proceso, según Arendt, es el verdadero triunfo del sistema totalitario, ya que logra que las víctimas renuncien a su identidad y se sometan sin protestar.
La sumisión de las víctimas se convierte en el mejor modo de esclavizar a todo un pueblo, ya que el sistema totalitario logra destruir a sus víctimas antes incluso de que suban al patíbulo. La visión de seres humanos marchando hacia su propia muerte como marionetas sin rostro es un testimonio del poder oculto de los opresores.
A través de estas ideas, Arendt ofrece una crítica profunda de los totalitarismos y su capacidad para manipular y controlar a las masas. Su análisis invita a reflexionar sobre los mecanismos de opresión y sumisión en las sociedades modernas, y destaca la importancia de preservar la individualidad y la resistencia frente a la tiranía. En resumen, el texto de Arendt ofrece una reflexión inquietante sobre la naturaleza del poder y la resistencia en los regímenes totalitarios, y su relevancia perdura hasta nuestros días.