Portada » Magisterio » Teorías del Aprendizaje: Conductismo, Piaget, Ausubel y Bruner
Skinner, figura clave del conductismo, se centró en la conducta observable, considerando los estímulos y respuestas como base del aprendizaje.
El condicionamiento clásico, como el experimento de Pavlov con perros, implica la asociación de un estímulo incondicionado (comida) con un estímulo neutro (campana) para generar una respuesta condicionada (salivación).
El condicionamiento operante, como el experimento de Skinner con ratas, se basa en la asociación de una conducta con un refuerzo (positivo o negativo) para aumentar o disminuir su frecuencia.
Los refuerzos positivos fortalecen conductas deseadas, mientras que los negativos buscan eliminar conductas no deseadas.
Skinner criticó el castigo como método de control conductual, ya que solo inhibe temporalmente la conducta y puede generar efectos indeseables como ansiedad.
Este método implica dividir una conducta compleja en pasos más pequeños y reforzar cada uno de ellos para lograr el objetivo final.
En una clase conductista, el docente se enfoca en actividades que promueven la memorización y la repetición de ejercicios.
Conceptos como retención, extinción, transferencia y adquisición son fundamentales en el aprendizaje operante. La memorización y la atención contribuyen a la capacidad de almacenar y recuperar información.
El conductismo ha dado lugar a técnicas como programas de refuerzo, enseñanza programada, análisis de tareas y modificación de conducta.
Piaget, con su teoría psicogenética, estudió el desarrollo intelectual desde la infancia hasta la adultez. Para él, el conocimiento es un proceso continuo de construcción, donde el nuevo conocimiento se basa en el anterior.
El conocimiento no es innato ni adquirido pasivamente, sino que se construye a través de la interacción con el medio.
El conocimiento es relativo al sujeto y a su etapa de desarrollo, y se construye mediante la interacción con el entorno.
La inteligencia permite adaptarse a nuevas situaciones y está ligada a la construcción del conocimiento.
La adaptación busca un equilibrio entre el sujeto y el entorno. La asimilación incorpora nuevos conocimientos a esquemas existentes, mientras que la acomodación modifica esquemas previos para integrar nuevos conocimientos.
La organización permite construir y ordenar el conocimiento de forma coherente.
El aprendizaje es un proceso de construcción que implica un desajuste óptimo, un desequilibrio en los esquemas de asimilación que impulsa el aprendizaje.
El error es parte del proceso de aprendizaje y debe ser aceptado y analizado para superarlo.
Ausubel se centró en el aprendizaje significativo, donde el alumno relaciona la nueva información con conocimientos previos.
El aprendizaje memorístico se basa en la repetición, mientras que el comprensivo busca la comprensión del material.
Los organizadores previos son conceptos introductorios que ayudan a conectar la nueva información con el conocimiento existente.
Ausubel identificó diferentes tipos de motivación, como la motivación de logro, el mejoramiento del yo, el impulso afiliativo y el impulso cognitivo.
Bruner enfatizó el andamiaje, un proceso de apoyo donde un experto guía a un novato en su aprendizaje. La zona de desarrollo próximo es la distancia entre lo que un alumno puede hacer solo y lo que puede lograr con ayuda.
Bruner destacó la importancia del pensamiento narrativo para construir el mundo en base a intenciones y significados.
Bruner promovió el aprendizaje por descubrimiento, donde el alumno construye su propio conocimiento con la guía del docente.
Bruner propuso un currículo que parta de lo concreto y progrese hacia lo abstracto, buscando la profundidad del aprendizaje.
Bruner describió procesos para identificar atributos de conceptos y construir nuevos conocimientos.
Bruner creía que la educación debe promover el desarrollo óptimo de las posibilidades de cada alumno en cada etapa evolutiva.