Portada » Derecho » Introducción al Derecho: Explorando las Ramas Fundamentales
El Derecho Constitucional abarca dos aspectos cruciales: la organización del poder político y los derechos y obligaciones de los individuos dentro de una nación. La Constitución, como norma fundamental, establece el marco jurídico que rige la sociedad. Su origen puede ser jurídico o revolucionario, y su historia se remonta a antiguas civilizaciones como Grecia y Roma. Las constituciones modernas, como las de Francia (1791) y Estados Unidos (1789), sirven como modelos para las actuales. Se clasifican por su forma (escritas o no escritas) y origen (impuestas, pactadas, otorgadas, soberanas). Su contenido se divide en una parte dogmática, que define derechos y deberes, y una parte orgánica, que establece la estructura del poder estatal.
El Derecho Administrativo, estrechamente vinculado al constitucionalismo, regula la organización y funcionamiento de la Administración Pública. Sus precedentes se encuentran en el Derecho Romano, pero su desarrollo moderno se inicia con la Revolución Francesa. Se basa en el principio de separación de poderes (legislativo, ejecutivo, judicial) y se configura en dos modelos principales: el anglosajón (Estados Unidos) y el napoleónico (Europa e Iberoamérica). El Derecho Administrativo define las instituciones, principios y características que rigen la actuación de la Administración Pública.
El Derecho Penal, como rama del Derecho Público, protege los intereses de la sociedad al establecer qué conductas son consideradas delitos y las sanciones correspondientes. Su objetivo es prevenir y reprimir los delitos, buscando la seguridad y el orden social. Su origen se remonta al Derecho Romano, y su denominación ha evolucionado de «Derecho Criminal» a «Derecho Penal». Sus funciones principales son la prevención y la represión de los delitos. El Ministerio Fiscal actúa en representación de la sociedad, mientras que los particulares pueden participar como acusadores particulares o populares.
El Derecho Procesal regula los procedimientos que se llevan a cabo ante jueces y tribunales para resolver controversias jurídicas. Se le conoce como «Derecho Adjetivo» porque establece las normas para la aplicación del Derecho Sustantivo. Su objetivo es garantizar un proceso justo e imparcial, basado en los principios de contradicción e igualdad entre las partes. En la antigüedad, la resolución de conflictos se basaba en la autodefensa y la venganza, pero con el tiempo se estableció la figura de un tercero imparcial (juez) para administrar justicia. El Derecho Procesal determina la jurisdicción (penal o civil) y las normas que rigen el proceso judicial.
El Derecho Internacional Público regula las relaciones entre los Estados y otros sujetos de derecho internacional. Su origen se remonta a las primeras civilizaciones, pero su desarrollo moderno se inicia con la aparición de los Estados modernos en los siglos XVI y XVII. Su denominación ha evolucionado de «Derecho de Gentes» a «Derecho Internacional». Su objetivo es establecer normas que rijan las relaciones internacionales, el funcionamiento de las organizaciones internacionales y la protección de los derechos humanos. Una de las críticas al Derecho Internacional Público es su falta de vigencia práctica, debido a la ausencia de un legislador, tribunales competentes y leyes que impidan su incumplimiento. Sin embargo, la doctrina internacionalista argumenta que el Derecho Internacional se basa en la costumbre internacional y en los tratados internacionales, y que organizaciones como la ONU contribuyen a su desarrollo y aplicación.
El Derecho Financiero regula la actividad financiera de los entes públicos, incluyendo la obtención de ingresos y la realización de gastos para cumplir con sus fines. Se deriva del Derecho Administrativo y se relaciona con el Derecho Tributario, que regula los tributos, y el Derecho Fiscal, que se encarga de la recaudación de los ingresos públicos. Sus orígenes se remontan al Derecho Romano, donde el «Fiscus» representaba el patrimonio del emperador y, posteriormente, la administración financiera del Imperio.
El Derecho Civil regula las relaciones entre particulares, abarcando desde asuntos de menor importancia hasta cuestiones de gran trascendencia, como el matrimonio y la herencia. Su origen se remonta al Derecho Romano («ius civile») y ha evolucionado a lo largo de la historia. El Código Civil francés y el español se basan en la sistematización del Derecho Romano realizada por la Escuela de Glosadores en el siglo XII. El Derecho Civil se divide en varias ramas, como el Derecho de las Personas, el Derecho de las Cosas, el Derecho de las Obligaciones, el Derecho de Familia y el Derecho de Sucesiones. Su contenido abarca desde los principios generales del derecho hasta las normas específicas que regulan las relaciones jurídicas entre particulares.