Portada » Historia » La Dictadura de Primo de Rivera: Auge y Caída de un Régimen Autoritario en España
El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de estado en Barcelona, instaurando una dictadura que duraría hasta 1930. Los principales objetivos de este régimen autoritario eran:
La población española, cansada de la inestabilidad política y social, vio el golpe como una solución temporal a la crisis. El rey Alfonso XIII aceptó el levantamiento como un intento de resolver los problemas del país, considerando que la vía constitucional era inviable.
El gobierno de Primo de Rivera se caracterizó por:
El Directorio Militar fue un gobierno formado exclusivamente por militares, con Primo de Rivera como presidente. Entre las medidas dictatoriales más importantes que se llevaron a cabo durante esta etapa destacan:
Para combatir el caciquismo, se reemplazaron los ayuntamientos por juntas y se elaboraron estatutos municipal y provincial. Se implementó una política de orden público represiva contra la CNT, prohibiendo manifestaciones y huelgas, y persiguiendo a los dirigentes obreros.
En 1925, Primo de Rivera intervino militarmente en el Rif, colaborando con Francia para poner fin a la guerra de Marruecos y derrotar al líder rifeño Abd-el-Krim.
Durante esta etapa, también se llevó a cabo una legislación social que popularizó a Primo de Rivera, basada en la regulación del trabajo de las mujeres, la reducción del paro y la construcción de viviendas para familias obreras.
El Directorio Civil buscó abandonar la «excepcionalidad política» del golpe militar, dando protagonismo a los civiles. El gobierno estuvo formado por militares y miembros de la Unión Patriótica, un partido creado para dar apoyo social a la dictadura.
Durante esta etapa se reorganizaron las instituciones del Estado y se crearon:
Con el tiempo, la dictadura de Primo de Rivera se enfrentó a una creciente oposición:
A partir de 1929, el régimen se deterioró por el aumento del paro, el descontento social y la pérdida de apoyos políticos. En 1930, Primo de Rivera dimitió y Alfonso XIII intentó volver al régimen constitucional, nombrando al general Berenguer («dictablanda»).
Los republicanos se opusieron y firmaron el Pacto de San Sebastián (1930) para poner fin a la monarquía. Se creó un comité revolucionario que llevó a cabo un pronunciamiento militar.
En 1931, Berenguer dimitió y el rey nombró al almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República Española y el Comité Revolucionario se convirtió en el Gobierno Provisional. Alfonso XIII abandonó el país. El paso a la República se realizó de forma pacífica, con el respaldo de las urnas.