Portada » Economía » Tipos de desempleo y medidas contra el paro
Desempleo friccional o transitorio. Se produce cuando las personas cambian de trabajo y están temporalmente en paro, o si se busca el primer empleo al terminar los estudios, o cuando se prefiere estar un tiempo sin trabajar para mejorar la formación profesional o para cuidar de los hijos.
Se genera en determinadas épocas del año. En España es frecuente en el sector hostelero de zonas turísticas al terminar el verano o después de la Semana Santa.
Es el provocado por las crisis económicas. Las economías pasan por épocas de expansión, en las que el PIB crece y aumenta el empleo, seguidas de épocas de recesión, en las que la producción disminuye, hay cierre de empresas y aumenta el paro, hasta que la economía se recupera y empieza un nuevo ciclo.
Lo causan los desajustes entre la cualificación de los trabajadores y las necesidades del mercado. Mientras unos sectores crecen, otros están en declive y necesitan reconvertirse.
La creación de empleo y la protección de los desempleados deben ser objetivos prioritarios de los gobiernos. medidas:
Sobre la demanda de trabajo. Potencian la actividad productiva facilitando la creación de empleo en las empresas y el sector público
Sobre la oferta de trabajo. se puede reducir la oferta de trabajo disminuyendo la jornada laboral, mediante jubilaciones anticipadas o eliminando las horas extraordinarias y el pluriempleo. También se puede fomentar el trabajo a tiempo parcial y temporal para personas que así lo quieran.
De mediación entre la oferta y la demanda. buscan adecuar la formación de los trabajadores a las exigencias del mercado.
Es una ayuda temporal concebida por el Estado al desempleado mientras busca un nuevo empleo. Su duración es proporcional al tiempo trabajado con anterioridad
La renta por habitante nos da una idea ‘media’ aproximada sobre el nivel de vida de un país. Pero, no significa que la situación de todos los ciudadanos de ese país sea la misma. Por tanto, el dato de renta por habitante debe complementarse analizando su distribución espacial y por grupos sociales.
La distribución espacial puede referirse al ámbito internacional, cuando se comparan las diferencias entre la renta de los distintos países, o al ámbito nacional, cuando lo que se compara son las rentas de las distintas comunidades.
Para España, tiene particular interés la comparación con los países de la Unión Europea.
Las amplias diferencias de nivel de riqueza entre los habitantes de los distintos países de la UE.
La importancia de estos datos está en que sirven de base para la distribución de los fondos de cohesión, para compensar las diferencias económicas entre los países de la UE, y de los que España se ha favorecido durante décadas, cuando nuestro PIB por habitante estaba muy por debajo de la media europea.
A partir de 2007, estas ayudas sufrieron un recorte drástico; la incorporación a la UE de países con menor renta per cápita, junto con el crecimiento de la renta en España, hicieron que los fondos se desplazaran hacia esos países.
Las estadísticas del PIB subestiman el verdadero nivel de la producción de un país, pues no tienen en cuenta los bienes que no pasan por el mercado:
Las cifras del PIB no distinguen entre productos ecológicos y contaminantes, ni valoran la utilización de los recursos no renovables.
Los avances tecnológicos mejoran significativamente la calidad de muchos bienes y servicios actuales, pero esta mejora no se refleja en las cifras del PIB.
Además, el PIB no considera el tipo de bienes que se producen En su cálculo suman igual alimentos, libros, armas o productos nocivos para la salud.
Tampoco contempla el mayor tiempo libre del que podemos disfrutar gracias a una mejora tecnológica.
Finalmente, el PIB nació en la era industrial, y es perfecto para medir objetos físicos que se puedan meter en el carro de la compra, pero resulta cada vez más inapropiado para que la era actual de digitalización de gran parte de los bienes y servicios que consumimos