Portada » Historia » La Segunda República Española
El 14 de abril de 1931 se proclama la segunda república, que traía consigo la democracia y las libertades individuales y sociales, y más tarde tensión, violencia y enfrentamientos. La república originó actitudes de apoyo y rechazo que dividieron la sociedad y crearon un ambiente de tensión que fue en aumento hasta desencadenar la Guerra Civil. Varios factores contribuyeron a crear esta situación:
Que produjo un estancamiento de la producción y un incremento del paro. En varios países de Europa avanzaban las soluciones fascistas y dictatoriales.
En el campo había un gran desequilibrio, y en las ciudades aumentaron las clases medias y el proletariado, grupos a favor de la república, pero con fuertes diferencias. Como consecuencia, empeoraron las condiciones de los trabajadores.
Durante la segunda república, podemos diferenciar 3 etapas:
Se convocaron elecciones, que dieron el triunfo a la alianza republicano-socialista, por lo que el Gobierno no se modificó.
Julián Besteiro fue elegido presidente. Se redactó y aprobó una constitución democrática, reformista y de izquierdas, que defendía la soberanía popular, derechos individuales, laicismo, autonomía de los municipios y regiones y economía mixta. Quedó establecida la república parlamentaria. Las Cortes tenían el poder legislativo. El presidente de la República era elegido por los diputados para un mandato de seis años. El presidente del Gobierno y sus ministros ejercían el poder ejecutivo. Se incorporaron los derechos de libre asociación, reunión y sindicación, además de derechos sociales relativos a la familia, a la educación y al trabajo.
Una vez aprobada la Constitución fue elegido presidente de la República Niceto Alcalá Zamora y jefe de Gobierno Manuel Azaña. Zamora se caracterizó por su actividad reformista a través de innovadoras leyes. Estas reformas provocaron una fuerte oposición.
La mayoría de la jerarquía eclesiástica era muy conservadora, pero existía una fuerte corriente anticlerical, que se manifestaba en ataques violentos a iglesias y conventos.
Azaña emprendió la reforma del ejército debido a las graves deficiencias en la estructura. Las nuevas medidas tomadas formaron la Ley de Azaña. Tenía tres objetivos básicos: eliminar el poder político de los militares, reducir el número de oficiales, cuerpos y unidades y aumentar la eficacia. Se creó un nuevo cuerpo: la Guardia de Asalto, una policía nacional republicana destinada a controlar las manifestaciones y asegurar el orden público.
España seguía siendo un país básicamente rural. El Gobierno provisional tomó una serie de medidas para aliviar la pobreza de algunas zonas campesinas y se creó el Instituto de Reforma Agraria.
Se desarrolló una intensa actividad educativa, destinada a disminuir las tasas de analfabetismo, mejorar el nivel cultural y modificar la mentalidad general. En la nueva Constitución se defendía la enseñanza obligatoria, gratuita y laica. Se crearon numerosas escuelas y centros de investigación.
Desde el verano de 1931 aumentó la tensión política y social. Se organizaron diversos actos de protesta contra el gobierno de Azaña. En 1932, Sanjurjo encabezó un levantamiento militar contra la República. El Gobierno pudo controlar la situación y los participantes fueron detenidos y condenados.
Las medidas reformistas del Gobierno para mejorar la condición social de los trabajadores del campo fueron obstaculizadas por los grandes y medianos propietarios. Los sindicatos convocaban huelgas y manifestaciones.
Las elecciones de 1933 fueron ganadas por las fuerzas de derechas. El presidente Alcalá Zamora nombró jefe de Gobierno a Lerroux.
Las medidas adoptadas por los gobiernos de Lerroux fueron contrarreformistas. La reforma agraria fue desmantelada, el sistema de las autonomías fue paralizado y los créditos para la construcción de escuelas disminuyeron. No se reformó la Ley de Azaña sobre el ejército. Las huelgas y conflictos aumentaron considerablemente. La tensión social en el campo fue en aumento.
Gil Robles condicionó el apoyo parlamentario a la entrada en el Gobierno de miembros de la CEDA. Lerroux accedió, lo que provocó diversos actos de protesta:
La inestabilidad del Gobierno fue en aumento. Se convocaron nuevas elecciones para febrero de 1936. Se produjo la reorganización de las fuerzas políticas. Los monárquicos y conservadores formaron el Bloque Nacional. Los partidos republicanos de izquierdas se unen formando la Izquierda Republicana, presidida por Azaña. Se firma el pacto de creación del Frente Popular. La campaña electoral fue muy agitada y de elevada violencia verbal.
Las elecciones de 1936 dieron el triunfo al Frente Popular. Azaña formó un gobierno compuesto solo por republicanos de izquierda, con el objetivo de retomar las reformas emprendidas en el primer bienio. Zamora fue sustituido por Azaña, y Casares Quiroga fue nombrado presidente de Gobierno. A pesar de la rapidez con la que el Gobierno inició la aplicación de reformas, los sindicatos y partidos obreros creían llegado el momento de poner en práctica la esperada revolución social. Aumentó la violencia. El problema del desorden público fue empleado por los grupos de derechas para desacreditar al régimen republicano y al Gobierno del Frente Popular.
Aumentaron los proyectos golpistas de carácter militar con la intención de acabar con el Gobierno de izquierdas. El único medio que podía hacer frente a esto era el ejército. Contaron con el apoyo de varios oficiales, bajo la dirección de Emilio Mola. El plano general consistía en que el ejército de África fuese el primero en sublevarse, secundado luego por levantamientos graduados en la Península en las 24 o 36 horas siguientes. Los militares detendrían a las autoridades militares y civiles fieles a la República. Castillo y Calvo Sotelo fueron asesinados.