Portada » Español » El teatro de Buero Vallejo y la narrativa de Miguel Delibes
El teatro de Buero gira entorno al compromiso sincero con la sociedad y con el ser humano individual. Para él, el sentido del teatro y de la literatura es ayudar al individuo a aceptarse y comprenderse. Sus obras pretenden reflexionar sobre la situación del hombre en el mundo, con lo cual sus obras tienen un tono filosófico. En ellas se dirige a un espectador inteligente para que no se deje engañar por el teatro sin significado. Además, existe un simbolismo realista e intenta evitar la censura. Buero Vallejo es posibilista y se enfrentó con un imposibilista, Alfonso Sastre. Hay que destacar cuatro claves ideológicas:
Para reflejar todas estas ideas, elige usar la tragedia. Consideraba que esta es el vehículo para la expresión escénica de los problemas del ser humano.
Miguel Delibes, novelista vallisoletano, se va adaptando a las tendencias narrativas de la época. Su trayectoria se divide en tres grandes etapas: la de iniciación, caracterizada por una concepción tradicional del género novelístico ,como la que preside La sombra del ciprés es alargada; una segunda fase, iniciada por El camino y continuada por Mi idolatrado hijo Sisí y Diario de un cazador, denominada en ocasiones «de formación», y que muestra la evolución hacia un realismo más depurado e intenso; y, por último, una época de madurez, iniciada con Las ratas y presidida por un cierto afán de experimentación de nuevos modos y técnicas narrativas, según evidencian Cinco horas con Mario, Parábola del náufrago o Los santos inocentes.
En cuanto a la visión crítica de la realidad, Miguel Delibes expresa su modo de ser en el mundo. El liberalismo católico y solidario le lleva a defender valores intrínsecos y la dignidad. Además, ofrece ternura a los seres desvalidos, por lo que domina el sentimiento al prójimo. Sus obras nos muestran las diferencias entre ricos y pobres, y en ellas realiza una denuncia contra una sociedad que valora más lo técnico por encima de las personas. El tema central es el hombre en la sociedad y las relaciones que mantiene con su entorno. Su objetivo es criticar, ya que para él todo aquello puede ser mejorado y, en muchas ocasiones, para realizarlo utiliza la ironía. En la época de madurez ofrece una crítica social.
Además, en sus obras también aparece una crítica ecológica debido a lo poco q cuida el hombre la naturaleza. Delibes muestra su apego al mundo natural al q se le atribuye una función regeneradora. También muestra su preocupación x su Castilla natal, le duele q la población la abandone y la pobreza de este territorio. La ciudad también le sirve de inspiración, x lo q traza varias crónicas urbanas. Miguel realiza una crítica política oculta en el pensamiento de las situaciones, el ser humano se encuentra siempre amenazado.
En sus obras se pueden encontrar otros temas como la obsesión de la muerte, la soledad… lo q provoca q se llegue a considerar 1 escritor pesimista.
Se destacan 3 etapas: etapa existencial: “historia de una escalera” en la que hay un mundo oscuro y fracasos. Etapa social: “hoy es fiesta” se desplaza el tratamiento psicológico del hombre y el ser individual. Etapa de renovación formal: en ella hay preocupaciones ideológicas con toques renovadores “La fundación”.
En cuanto al estilo, existen personajes activos (solidarios) e inactivos(angustia). Existe el efecto d inmersión q consiste en q el espectador vea lo mismo q el personaje. Además existe un detallismo d las acotaciones, q son explicaciones detalladas d escenarios, gestos… En el simbolismo destaca el existencialismo q deriva a un teatro + social y realista. Los temas princ son la falta d libertad, la marginación y la desigualdad. Los símbolos q se mezcln con el realismo forman el realismo simbólico. Se realizan referencias políticas para evitar la censura como es el caso “el tragaluz”. El efecto de inmersión nos permite introducirnos en la mente dl protagonista. Los princ símbolos son: Ceguera: hacen referencia a las limitaciones humanas, la soledad, la imperfeccion…; La luz: la libertad; La locura; Los espacios sombríos: simbolizan las tinieblas. En “historia d una escalera” sería la escalera sucia, en “el tragaluz” seria el semisótano iluminado por un tragaluz y en “la fundación” la cárcel.
Además su teatro se puede considerar como un teatro neosimbolista. Existe una experimentación dramática q consiste en la utilización dl tiempo. Se introduce el tiempo en la escenografia gracias a las acotaciones. El espacio utilizado es un escenario multiple, q se modifica con cambios en la luz y el sonido. El efecto d inmersión consiste en q el espectador piense y sienta lo q percibe el personaje, un ej seria el sonido del tren en “el tragaluz”.
Esta, en efecto, se incardina en torno a las relaciones de poder, y de opresión, que los señores (y, en especial, el señorito Iván) mantienen con respecto a los oprimidos: el servicial Paco el Bajo, su esposa la Régula, sus hijos y su cuñado, el Azarías. Esas relaciones son el emblema de una injusticia social asentada en esta ocasión en un ámbito rural empobrecido y en muchos casos analfabeto. Allí, la maldad encuentra su asiento en la conducta de aquellos poderosos que, como el despótico señorito Iván, se muestran ajenos al dolor y a los sentimientos de los servidores: insensible ante la caída de Paco, descontento con la escasa disposición del Quirce, cruel en el disparo a la grajilla del Azarías. A cambio, la actitud de esos servidores es la de los «inocentes», víctimas indefensas y ante todo ingenuas, como aquellos niños sacrificados por Herodes que recuerda el título de la novela; personajes que en dos casos extremos no alcanzan siquiera un desarrollo intelectual adecuado, ni la categoría de «adultos»: la Niña Chica, deficiente profunda, y el peculiar Azarías. En este último, la inocencia corre pareja a su digna bondad, de la que nace su actitud protectora hacia la Niña Chica, una «milana bonita» más, como aquellas aves que domestica y alimenta, en una actitud de respeto hacia la naturaleza que no puede sino contrastar con la crueldad de Iván. Si el señorito simboliza la maldad y la injusticia, no es extraño que el castigo de sus desmanes corra a cargo de su antagonista, el Azarías. Y todo ello por medio de un acto que acaso no restaure el orden y la justicia, pero que ve matizada su condición de «crimen» (nombre con el que es presentado en el título del capítulo) para convertirse en una suerte de respuesta de los «inocentes» ante su sacrificio. El estudiante podría optar también por situar la obra en el contexto global de la producción de un autor, como Delibes, siempre atento a la pintura psicológica de sus personajes, sensible a las tensiones provocadas por las injusticias sociales, y especialmente afecto a los seres más débiles o desvalidos –niños, ancianos, dementes-, muchas veces convertidos en protagonistas de sus relatos.