Portada » Historia » La Constitución de Cádiz y el Sexenio Democrático en España
Las Cortes de Cádiz aprovecharon la ausencia del rey para aprobar el 19 de marzo de 1812 la primera Constitución española. El nuevo régimen liberal implantó un Gobierno representativo (monarquía parlamentaria), la igualdad jurídica de las clases sociales y la libertad económica con la iniciativa de derecho de propiedad. Los aspectos más significativos son la proclamación de la soberanía nacional que reside las Cortes; el reconocimiento de derechos individuales tanto políticos (por ejemplo, seguridad jurídica, el habeas corpus) como económicos; la división de poderes en poder ejecutivo (el rey nombra ministros, no podía legislar si las Cortes y el derecho de veto tenía un máximo de 3 veces), legislativo (había una sola cámara, y las Cortes eran los que aceptaban o rechazaban las leyes) y judicial (jueces independientes); el sufragio universal masculino qué elegía a los diputados; y la estructura territorial centralizada con leyes comunes para todos.
El sistema liberal se refuerza mediante la creación de la Milicia Nacional (cuerpo armado por voluntarios que defendían la Constitución).
La Constitución tuvo una vigencia muy corta debido a la guerra y la posterior restauración del absolutismo por parte de Fernando VII. A ello se le suma la falta de apoyos sociales, nobleza y clero en contra, burguesía urbana minoritaria y los campesinos no notaron cambios. Por otro lado, su creación fue de gran importancia, se convirtió en bandera del liberalismo nacional e inspiró a otras cartas magnas como Portugal y naciones iberoamericanas.
Tras la aprobación de la Constitución de 1869, el Sexenio atraviesa las siguientes etapas:
La Regencia de Serrano (1869-1871): Serrano fue nombrado regente de forma provisional hasta que el Gobierno encontrarse un miembro para el trono. Tras varias negociaciones se ofreció la corona Amadeo, de la dinastía italiana de los Saboya. El reinado de Amadeo I de Saboya (1871-1873), y trató de implantar un régimen monárquico plenamente democrático, aunque se encontró numerosos obstáculos comenzando con el asesinato de Prim, la rebelión independentista cubana, la tercera guerra carlista (1872-1876), el rechazo del liberalismo moderado a Amadeo I y el avance de republicanismo y el movimiento obrero. En 1868 se fundó el Partido Republicano federal (Pi y Margall) y en 1870 la Federación de la Región Española, sección regional de la AIT. Además, hubo aislamiento social por la frialdad de la nobleza y clases populares. Al final, Amadeo I abdica.
La primera República (1873-1874): Se proclama por las Cortes como solución de urgencia ante el vacío institucional y eligieron presidente a Figueras. Los republicanos tuvieron que hacer frente a numerosos problemas: desmesuradas expectativas de las clases populares, que pretendían aprovechar la oportunidad para llevar a cabo una revolución social; el desarrollo de dos guerras, una civil (tercera guerra carlista) y otra de emancipación (Cuba); y el aislamiento internacional.
Figueras convocó elecciones a Cortes constituyentes, que eligieron Presidente al federalista Pi y Margall iniciaron la propuesta de convertir a España en una república federal. Sin embargo, se empujó a los republicanos federales radicales a promover insurrecciones cantonalistas a las que se sumaron también miembros de la AIT. Estos proponían una República Federal en la que el Estado se formaba a partir de la libre unión de cantones (municipios). Esta revolución fue rápidamente sofocada por el ejército excepto en Cartagena. Pi y Margall dimite y es sustituido por Salmerón qué renuncia poco después. El nuevo presidente, Emilio Castelar dio un giro conservador suspendiendo las reformas sociales y reforzando el Poder Ejecutivo y el Ejército con el objetivo de acabar con el caos y tranquilizar a la burguesía. En 1874 el general Pavía dio un golpe de Estado y disolvió el Parlamento poniendo fin a la República democrática, por lo que Serrano fue nombrado presidente.
El comercio exterior creció a lo largo del siglo pero arrastró un déficit crónico. España exportaba materias primas (plomo, hierro, cobre) e importaba productor industriales. Reino Unido y Francia fueron sus principales clientes. Durante el siglo XIX la política comercial se debatió entre el proteccionismo y el librecambismo
• El proteccionismo era partidario de poner obstáculos a la competencia exterior para fomentar el desarrollo de la
producción interna. Defendió lo intereses de la industria textil catalana, el cereal castellano, la siderurgia vasca y el carbón asturiano. • El librecambismo defendia que la libre entrada de productos extranjeros estimularia la competitividad y la especialización
de la industria española, Los comerciantes y los consumidores apostaron por el librecambio.
Los gobiernos progresistas pretendieron legislar respecto al comercio exterior y la politica arancelaria de los gobiernos evolucionó siguiendo las pautas de las naciones más influyentes de Europa:
• Durante el reinado de Fernando VII se estableció una politica proteccionista muy acusada (Arancel de 1826).
• Desde mediados de siglo se produjo una reducción paulatina del proteccionismo (Arancel de 1841 firmado por Espartero que provocó una revuelta en Barcelona, que acabó siendo bombardeada, y Arancel de 1849)
• Durante el Sexenio Democrático se adoptó una politica librecambista con el Arancel Figuerola (1869). No prohibia la importación de ningún producto y las tarifas sobre las importaciones debian rebajarse de modo gradual (ninguno debia superar el 15 %)
• Durante la Restauración se volvió al proteccionismo; en 1875 Cánovas suspendió el Arancel Figuerola.
Aunque no es la única causa del atraso industrial español, el proteccionismo fue uno más de los motivos de la debilidad del desarrollo industrial. La politica arancelaria obstaculizó la vinculación con el mercado internacional, abastecedor de las nuevas tecnologias, y frenó la especialización de la producción