Portada » Historia » El Reformismo Dinástico y la Crisis de la Restauración en España
El primer tercio del S XX en España estuvo marcado por la crisis definitiva del sistema de la Restauración y se caracterizó por los siguientes aspectos:
Los primeros años del reinado de Alfonso XII estuvieron marcados por los intentos de reforma o regeneración. Dentro de las corrientes reformistas o regeneracionistas pueden diferenciarse varias tendencias:
El primer intento modernizador fueron las alternativas regeneracionistas que encabezó desde el gobierno Sivela. Tras su fracaso, abandonó la política y dejó paso a un nuevo líder conservador, Maura.
El partido liberal bajo el liderazgo de Canales, también intentó llevar a cabo su programa regeneracionista entre 1910 y 1912.
Era el principal grupo de la oposición política y constituyó la minoría parlamentaria de oposición más numerosa.
En 1909 murió el pretendiente al trono Carlos María de Borbón al que sucedió su hijo Jaime, el movimiento se denominó jaimismo.
Tras el desastre de 1898, España inició su penetración en el norte de África.
El envío de una contingente de fuerzas reservistas provocó un importante movimiento de protesta popular en Barcelona, conocido como la Semana Trágica.
La Semana Trágica tuvo consecuencias políticas que llevaron a una desestabilización de los partidos del turno dinástico y a la caída del gobierno de Maura.
El fracaso de Maura y Canalejas abrió paso a una era de inestabilidad, que tuvo su gran punto en la triple crisis de 1917 y que desembocó en el golpe militar de 1923.
España en el contexto de la Primera Guerra Mundial: el estallido fue seguido de una declaración de neutralidad del gobierno español.
La crisis militar, la crisis política y la huelga general debilitaron aún más el régimen y en los años siguientes el sistema político de la Restauración entró en su crisis definitiva.