Portada » Historia » El golpe de estado de Miguel Primo de Rivera y las causas de la caída del modelo de la Restauración
Escasamente urbanizado, con apenas 18 millones de habitantes, una esperanza de vida en torno a los 35 años y una tasa de analfabetismo superior al 64%. La mitad de la población activa trabajaba en el sector primario.
Se evidenció con la formación de 32 gobiernos diferentes entre 1901 y 1923, unido a la permanente exclusión del gobierno de los partidos extradinásticos.
Los primeros años del siglo vieron el crecimiento del PSOE, la fundación del sindicato anarquista CNT y posteriormente la formación del PCE tras el éxito de la revolución soviética en Rusia. Por último, el impacto de la pérdida de Cuba se intentó paliar con la entrada de nuestro país en la guerra de Marruecos, hecho que aumentó los problemas de un Ejército macrocefálico y anticuado.
Están en manos del partido Conservador, dirigido por Antonio Maura, hasta su caída en 1909. Este político desarrolló una política reformista de raíz cristiana dirigida a mejorar las condiciones de vida con la introducción del descanso dominical y la fundación del Instituto Nacional de Previsión. Pero su gobierno cayó ante la magnitud del estallido social de la Semana Trágica de Barcelona en 1909, provocada por la Huelga General tras el llamamiento de los reservistas para la Guerra de Marruecos, a causa del desastre del Barranco del Lobo.
La brutalidad del régimen provocó la dimisión de Maura y el nombramiento del liberal José Canalejas, el cual mantuvo una política reformista: sustitución del impopular impuesto de consumos, fin de la redención en metálico del servicio militar y la llamada Ley del ‘Candado’, medida que intentaba contentar el amplio sentimiento anticlerical del país. Pero su política inflexible frente al creciente anarquismo revolucionario acabaría provocando su asesinato en 1912 y la llegada de los conservadores al gobierno, esta vez con Eduardo Dato, el cual tuvo que enfrentarse a la situación provocada por el estallido de la I Guerra Mundial.
Mientras que las necesidades de abastecimiento de ambos bandos en la guerra favorecieron un espectacular crecimiento económico en nuestro país, que se tradujo en el enriquecimiento de una minoría y el creciente empobrecimiento de la gran mayoría, dado el constante alza de los precios y la disminución del poder adquisitivo de la mayor parte de la sociedad.
Provocó una Huelga General por parte de los sindicatos UGT y CNT, que fracasó ante la disolución de las Juntas de Defensa y de la Asamblea de Parlamentarios, asustados por el cariz revolucionario de la Huelga. La principal consecuencia fue el progresivo alejamiento del proletariado del sistema de la Restauración y la creciente radicalización de carácter revolucionario que da paso a la etapa conocida como Trienio Bolchevique (1918-1921). La violencia desarrollada por ciertos colectivos revolucionarios creó un clima de atentados e inseguridad que será la excusa elegida por el general Primo de Rivera para justificar su golpe de Estado.