Portada » Historia » Movimientos políticos y revoluciones en Europa
Doctrina política que pretende la desaparición del Estado y de sus organismos e instituciones representativas y defiende la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad. Bakunin era un aristócrata ruso que participó en el movimiento revolucionario de 1848 y sufrió varios años de cárcel y destierro en Siberia. Defendía la acción revolucionaria de la clase obrera, los anarquistas rechazaban la acción política, la creación de partidos obreros y la participación en las instituciones oficiales. Creían que una vez destruido el sistema capitalista, era necesario también derribar el estado. Que cualquier forma de autoridad oprimía la libertad de los individuos. Algunos grupos anarquistas siguieron el camino de los atentados terroristas para intentar dinamitar la sociedad burguesa y desencadenar la evolución.
Es una teoría socialista elaborada por los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels. Ambos publicaron en 1848 el Manifiesto Comunista, texto propagandístico encargado por la Liga de los Comunistas. La obra presenta los principios básicos de su doctrina social y política. Los trabajadores tenían que unir sus fuerzas para defender sus intereses y lanzarse a la conquista del poder, desplazando a los políticos burgueses.
Es un fenómeno social y político que tiene sus orígenes en Inglaterra en el siglo XVIII. Este fenómeno tuvo como principal objetivo mejorar el bienestar de los trabajadores y surgió a partir de la Revolución Industrial y los cambios que trajo, desigualdades sociales y económicas.
Es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico, que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.
La primera oleada revolucionaria fue en España en el año 1820. La sublevación en Andalucía de las tropas destinadas a sofocar las revueltas independentistas de las colonias americanas, obligaron a Fernando VII a aceptar la Constitución Liberal de 1812. En el sur de Europa su ejemplo impulsó las revueltas liberales que estallaron en Nápoles, el Piamonte y Portugal, estos movimientos fracasaron gracias a la reacción de las fuerzas absolutistas.
En ese año, la insurrección popular estalló en París e inició una serie de movimientos revolucionarios en Europa con un carácter liberal y nacionalista. En Francia, la revolución tuvo su origen en la política reaccionaria impuesta por Carlos X. La insurrección se extendió por todo el país y obligó al rey a marchar hacia el exilio. Bélgica siguió el ejemplo francés, por lo que se extendió en agosto de ese mismo año. En Polonia se produjo una revuelta nacionalista contra la opresión rusa. Los movimientos de 1830 originaron un gran distanciamiento entre las potencias occidentales que fraguaron en 1834 la Cuádruple Alianza y el bloque de la Santa Alianza.
Fue un fenómeno de dimensiones europeas aunque fue en Francia donde saltó la chispa. Fue el final del ciclo revolucionario abierto en 1815 contra la hegemonía de las monarquías absolutistas. Los sucesos ocurridos en 1848 demostraron la fuerza de las identidades nacionalistas. Y también los límites del liberalismo político, dividido entre las constituciones moderadas y la presión popular en favor de la democracia. El malestar social generalizado que existía en toda Europa en 1848 estaba motivado por la crisis de años anteriores. La mayoría de las revoluciones que se llevaron a cabo terminaron ahogadas en sangre. Pero su fracaso no fue absoluto ya que desapareció la servidumbre del campesinado y las herencias del feudalismo.
Es la ideología política que defiende el derecho de cada pueblo a configurar un estado independiente. Una ideología diversa y heterogénea que tiene su origen en dos corrientes de pensamientos diferentes: el nacionalismo liberal y el nacionalismo de carácter idealista y cultural.
El Reino de Prusia fue el protagonista político en este proceso, era el estado con mayor desarrollo económico y con un ejército muy potente. El primer paso llegó en 1834 con la unión aduanera, el segundo en 1848 cuando se formó el Parlamento de Fráncfort y el artífice de ese proceso fue Otto von Bismarck, canciller de Prusia desde 1862.
La Unificación italiana fue el proceso histórico que, a lo largo del siglo XIX, llevó a la unión de los diversos Estados en los que la península itálica estaba dividida, en su mayor parte vinculados a dinastías consideradas «no italianas», como los Habsburgo o los Borbones.