Portada » Español » España tras la guerra y la poesía en diferentes etapas
La victoria del General Franco en la Guerra Civil supone el fin de la República. Entre 1939 y 1945 tiene lugar la Segunda Guerra Mundial, que finaliza con la derrota de Alemania, Italia y Japón. Franco otorgó gran poder a la Iglesia Católica y al Ejército. Tras el desolador panorama que dejó la guerra, se impuso el hambre, el miedo y el silencio de la posguerra. En la década de los 50, España experimentó cierta mejora económica. En la década de los 60 y hasta 1975 se produjo un importante despegue de la economía y un crecimiento de la natalidad. En 1975, Franco muere y se inicia la transición pacífica hacia la democracia. Juan Carlos I es nombrado rey, facilitando el camino hacia la democracia. Se llega a la aprobación de la Constitución Española de 1978.
Estos poetas se van a centrar en temas más próximos a las preocupaciones humanas. Miguel Hernández (1910-1942) es uno de los poetas más importantes de la literatura española. En sus primeras obras se nota la influencia de los poetas del 27 y una gran preocupación por la forma, como en «Rayo que no cesa» (1936) y «Viento del pueblo» (1937). Al verse derrotado, fue encarcelado sin ver a su mujer e hijos.
En los años 40 distinguimos 2 formas de entender la poesía: poetas arraigados, que encuentran sus raíces en la patria, la familia y la fe, y una poesía amable. Poetas como Luis Rosales, Leopoldo Panero y Dionisio Ridruejo. poetas desarraigados, como Dámaso Alonso, donde predomina la angustia. En 1944 se publican «Hijos de la ira» de Dámaso Alonso y «Sombra del paraíso» de Vicente Aleixandre. Se unen interesantes voces poéticas como Carlos Bousoño, Victoriano Cremer, José Luis Hidalgo y Blas de Otero.
Blas de Otero, en los años 50, contrató su atención en los problemas sociales. Blas se inició con poesía religiosa, donde expresa a Dios su angustia ante la vida. La sensación de vacío y soledad se ve reflejada en su obra «Áncia» (1958), que forma parte del poemario «Pido la paz y la palabra» (1955).
En 1955, Gabriel Celaya (1911-1991) en su obra «Cantos iberos». Para él, hay que denunciar los problemas que acechan al hombre de su tiempo y para ello, la mejor arma es la poesía. José Hierro (1922-2002), en los años 50, entiende que la poesía debe ser compromiso y comunicación, y lo que comunica es la denuncia de las injusticias y la tragedia del ser humano, lo que provoca frustración. Utiliza un lenguaje sencillo y cotidiano. Su obra se divide en reportajes y alucinaciones. Algunos de sus poemarios son «Alegría» (1974), «Quinta del 42» (1952), «Cuanto sé de mí» (1957) y «Cuaderno de Nueva York» (1998).
Años 60. Progresivo abandono de la veta social, se recupera el «yo» frente al «nosotros». Buscan otras formas de expresión y separan su compromiso político antifranquista de su quehacer político. La poesía no sirve para cambiar la realidad, sino para conocerse a uno mismo. Poesía autobiográfica y meditativa. Búsqueda de la interacción con el lector: temas más personales, el tiempo que se va, tono de conversaciones. Lenguaje cotidiano, pero cuidado y preciso. Dos grupos poéticos: Círculo de Barcelona: Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Carlos Barral. Círculo de Madrid: Claudio Rodríguez, Francisco Brines, Ángel González. Novísimos: Se llaman así porque viene de una antología publicada por José María Castellet. Gusto por la experiencia y la renovación formal. Esteticismo y culturalismo veneciano. Reflejo de las teorías del receptor: papel activo del lector. Elementos de la cultura del momento: cine, jazz, deporte. No hay concesiones a lo social, lo autobiográfico o lo coloquial. Castellet divide a los autores en: Seniors: Manuel Vázquez Montalván y José M. Álvarez. Coqueluche: Pere Gimferrer y Leopoldo M. Panero.
A partir de 1975, regreso a los modelos de la Generación del 27 y a los poetas del 50: vuelta al intimismo, vida cotidiana, experiencias personales, ambiente urbano con tono coloquial. Mayor presencia de la mujer: publicación de la antología «Las diosas blancas» (1975) con Ana Rossetti, Amparo Amorós y Julia Castillo. Aparece la poesía de la experiencia: rechazo del elitismo, cercanía al lector, presente y ambiente urbano. Algunos poetas destacados son Miguel D’Ors, Luis García Montero y Jon Juaristi.
Fue pastor en Orihuela. Participó en la Guerra Civil a favor de la República. Su encarcelamiento puso fin a su vida prematuramente. Su obra destaca por su hondura y calidad lírica.
En su etapa existencial, expresa a Dios su angustia ante la vida y la muerte. «Áncia» (1958). En su etapa social, muestra compromiso en «Pido la paz y la palabra» (1955).
Concepción de la poesía como arma de denuncia de los problemas del hombre de su tiempo. La poesía es un arma cargada de futuro en «Cantos iberos».
Poesía como forma de compromiso y denuncia de las injusticias del ser humano. Lenguaje sencillo y cotidiano. Algunos de sus poemarios son «Alegría» (1947), «Quinta del 42» (1952) y «Cuanto sé de mí» (1957).