Portada » Economía » La división del trabajo y su impacto en la productividad
Permite, en efecto, el mayor rendimiento individual y colectivo. La eficacia de la división del trabajo depende del grado de complejidad de las tareas. En la producción de tipo artesanal, que tiene por fin satisfacer a un mercado reducido, lo que puede existir es una forma de colaboración entre los distintos trabajadores. En las manufacturas destinadas a mercados más amplios se creó la necesidad de dividir el trabajo; ello en mayor medida de los procesos industriales complejos.
La división del trabajo consiste en desintegrar la forma de producir un bien en cada una de sus partes o fases: lo que un solo trabajador podría, en general, realizar por sí solo se distribuye entre un conjunto más amplio de trabajadores que se especializan en un determinado aspecto del proceso productivo. La aparición de la máquina y el continuo perfeccionamiento técnico dio un impulso decisivo a la división del trabajo y a la especialización; sus resultados fueron el aumento de la producción y la disminución de costos.
La división del trabajo se aplica también a los países; esta división geográfica ha sido causa de complicaciones a veces insalvables en el comercio mundial y en los cambios monetarios. La división internacional fue una de las bases que utilizó el liberalismo para extender su doctrina de libre comercio, ya que se afirmaba que resulta económico producir en el propio país mercaderías que se pueden adquirir a más bajo precio en otros más dotados por la naturaleza.
La división geográfica, propiciada por la doctrina liberal, se basaba en las condiciones productivas de ciertas regiones y países. La división por sexos y edades responde a exigencias físicas y morales, de ella se hace eco la legislación laboral al disponer sobre trabajo de menores y mujeres, trabajo nocturno, tareas penosas, peligrosas o insalubres.
En las organizaciones de la empresa: división funcional, porque existen jerarquías determinadas tanto en las tareas de dirección como en las de ejecución; división técnica, dado que la producción se divide en etapas simples que se complementan entre sí.
VENTAJAS:
INCONVENIENTES:
Reduce la participación intelectual del trabajador y lo obliga a tareas tediosas como si el operario fuera una prolongación de la máquina. La falta de participación personal y el consiguiente acostumbramiento a un trabajo sin atractivos ha sido causa del aumento de accidentes laborales. La excesiva especialización, en los casos de desempleo (cierre de establecimientos, racionalización del personal, etc.) dificulta el reingreso a la actividad.
El capitalismo moderno conceptuó al trabajo como una mercadería sujeta a las leyes del mercado, sin consideraciones de tipo humanista. La influencia de la doctrina social de la iglesia, la acción de las corrientes socialistas y de la OIT han conseguido poner de relieve el valor del esfuerzo humano, así como el trasfondo moral y social de toda relación laboral.
En las últimas décadas se han afianzado principios recogidos por las legislaciones de países progresistas y democráticos, por ejemplo la libertad laboral y sindical, la supresión de discriminaciones injustas, la igualdad de oportunidades, los ingresos dignos, la seguridad social, etc. Las relaciones entre trabajo y economía buscan nuevos caminos; superando la subordinación del trabajo a la producción, se tiende a coordinar esfuerzos, a conectar los distintos puntos de vista e intereses para conseguir el desarrollo económico y social.
La interdependencia de los diversos sectores de un país es una realidad de fuerte peso en el mundo actual, las soluciones económicas como las del campo laboral se tienen que analizar en forma global. La defensa del trabajo y capacidad nacionales requieren una acción inteligente para que ello no limite las posibilidades de exportar, esta finalidad será a veces difícil de lograr en un mundo donde la concentración del poder económico en unos pocos centros de decisión determina los procesos de producción en todos sus aspectos.
Si la empresa suma diferentes materiales y humanos ha sido el medio más conveniente ideado por el hombre para la creación de bienes que satisfagan sus necesidades. Supuesta la existencia de los elementos materiales es preciso que se asegure la administración y dirección adecuadas. La organización exige órganos administrativos y directivos que consigan, mediante procesos determinados, la finalidad económica de la mejor manera posible. Esto supone conocimientos sistematizados, de rigor científico.
Como debe obtenerse un resultado mediante la aplicación de conocimientos, talento y habilidad personales hay que poner énfasis en la importancia del factor humano. La revolución industrial buscó el perfeccionamiento de los métodos de producción, aplicando la mecanización y beneficiándose con la reducción de costos. Por no prestar atención a las cuestiones administrativas muchas veces descuidó diversos problemas de orden práctico. La industria se limitó a aplicar algunos principios de la organización militar o lineal. Solo a comienzos del siglo 20 se empezó a encarar la organización empresarial en forma científica (ideas de Taylor y Fayol).
A partir de entonces los empresarios se vieron impulsados al empleo de métodos científicos. La industrialización creciente, competencia nacional e internacional, normas oficiales, etc. movieron a la empresa a la coordinación de recursos y aplicaciones de experiencias para conseguir mejoras productivas.