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El objeto de esta valoración crítica es Nada, novela de carácter existencialista de Carmen Laforet, obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1956 Esta obra, editada en 1945, se centra la historia de las personas que rodean a Andrea, entre Octubre de 1939 y Septiembre de 1940, durante su único curso académico en Barcelona. Esas personas se agrupan en torno a dos núcleos espaciales, la casa familiar en la calle Aribau, cerrado y oscuro, y el de la Universidad y sus amigos, abierto y liberador. En cuanto a la estructura, se divide en tres partes. Esta división obedece a los tres estadios que atraviesa Andrea en la lucha para alcanzar la independencia, la superación del hambre y el desamor y, finalmente, el desencanto y la destrucción de las ilusiones. El relato se basa en la construcción de esa “nada” que constituye la vida cotidiana de Andrea tal y como la cuenta. Al final, Andrea se va de Barcelona y deja atrás el espacio que la oprimíó. La maleta atada con la cuerda (símbolo de la miseria de la época) y el sentimiento de la misma expectación de un año antes cierra el círculo. Muestra los efectos desastrosos de la Guerra Civil en la España de los años 40. La falta de libertades, de opciones de vida (especialmente para la mujer)
, también son temas evidentes en esta novela. Así, se refleja una imagen de la mujer abnegada, sumisa y sacrificada, como se advierte en el personaje de Gloria. El hambre, la necesidad económica y la pobreza son hechos indiscutibles a los que Carmen alude en varias ocasiones, particularmente en el personaje de la protagonista. En la novela, hay varias alusiones a la religión católica como fe no vivida auténticamente, puesto que los aspectos religiosos se presentan determinados por la situación histórica y política de la posguerra. Carmen destaca además el papel de la familia, el ambiente, la psicología, el modo de ser y de conducirse de los personajes y el medio social en que se desenvuelven. Ramón J. Sender definíó el estilo de Laforet como “un Realismo de esencias”. Se elogió el estilo sobrio y sencillo de su prosa.
No obstante, esconde un estilo cuidado en el que predominan imágenes de gran fuerza plástica, de luz y color. Por ello, el estilo es impresionista, intenta reflejar un fragmento de vida estancada, como dicen los versos de Juan Ramón Jiménez que encabezan la novela. La prosa es sencilla, pero a la vez impregnada de lirismo y de figuras retóricas. Por su compromiso con los temas sociales, Nada se puede tomar como uno de los antecedentes del Realismo social de los 50
El objeto de esta valoración crítica es Nada, novela de carácter existencialista de Carmen Laforet, obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1956 Esta obra, editada en 1945, se centra la historia de las personas que rodean a Andrea, entre Octubre de 1939 y Septiembre de 1940, durante su único curso académico en Barcelona. Esas personas se agrupan en torno a dos núcleos espaciales, la casa familiar en la calle Aribau, cerrado y oscuro, y el de la Universidad y sus amigos, abierto y liberador. En cuanto a la estructura, se divide en tres partes. Esta división obedece a los tres estadios que atraviesa Andrea en la lucha para alcanzar la independencia, la superación del hambre y el desamor y, finalmente, el desencanto y la destrucción de las ilusiones. El relato se basa en la construcción de esa “nada” que constituye la vida cotidiana de Andrea tal y como la cuenta. Al final, Andrea se va de Barcelona y deja atrás el espacio que la oprimíó. La maleta atada con la cuerda (símbolo de la miseria de la época) y el sentimiento de la misma expectación de un año antes cierra el círculo. Muestra los efectos desastrosos de la Guerra Civil en la España de los años 40. La falta de libertades, de opciones de vida (especialmente para la mujer), también son temas evidentes en esta novela. Así, se refleja una imagen de la mujer abnegada, sumisa y sacrificada, como se advierte en el personaje de Gloria. El hambre, la necesidad económica y la pobreza son hechos indiscutibles a los que Carmen alude en varias ocasiones, particularmente en el personaje de la protagonista. En la novela, hay varias alusiones a la religión católica como fe no vivida auténticamente, puesto que los aspectos religiosos se presentan determinados por la situación histórica y política de la posguerra. Carmen destaca además el papel de la familia, el ambiente, la psicología, el modo de ser y de conducirse de los personajes y el medio social en que se desenvuelven. Ramón J. Sender definíó el estilo de Laforet como “un Realismo de esencias”. Se elogió el estilo sobrio y sencillo de su prosa. No obstante, esconde un estilo cuidado en el que predominan imágenes de gran fuerza plástica, de luz y color. Por ello, el estilo es impresionista, intenta reflejar un fragmento de vida estancada, como dicen los versos de Juan Ramón Jiménez que encabezan la novela. La prosa es sencilla, pero a la vez impregnada de lirismo y de figuras retóricas. Por su compromiso con los temas sociales, Nada se puede tomar como uno de los antecedentes del Realismo social de los 50
El objeto de esta valoración crítica es Nada, novela de carácter existencialista de Carmen Laforet, obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1956 Esta obra, editada en 1945, se centra la historia de las personas que rodean a Andrea, entre Octubre de 1939 y Septiembre de 1940, durante su único curso académico en Barcelona. Esas personas se agrupan en torno a dos núcleos espaciales, la casa familiar en la calle Aribau, cerrado y oscuro, y el de la Universidad y sus amigos, abierto y liberador. En cuanto a la estructura, se divide en tres partes. Esta división obedece a los tres estadios que atraviesa Andrea en la lucha para alcanzar la independencia, la superación del hambre y el desamor y, finalmente, el desencanto y la destrucción de las ilusiones. El relato se basa en la construcción de esa “nada” que constituye la vida cotidiana de Andrea tal y como la cuenta. Al final, Andrea se va de Barcelona y deja atrás el espacio que la oprimíó. La maleta atada con la cuerda (símbolo de la miseria de la época) y el sentimiento de la misma expectación de un año antes cierra el círculo. Muestra los efectos desastrosos de la Guerra Civil en la España de los años 40. La falta de libertades, de opciones de vida (especialmente para la mujer), también son temas evidentes en esta novela. Así, se refleja una imagen de la mujer abnegada, sumisa y sacrificada, como se advierte en el personaje de Gloria. El hambre, la necesidad económica y la pobreza son hechos indiscutibles a los que Carmen alude en varias ocasiones, particularmente en el personaje de la protagonista. En la novela, hay varias alusiones a la religión católica como fe no vivida auténticamente, puesto que los aspectos religiosos se presentan determinados por la situación histórica y política de la posguerra. Carmen destaca además el papel de la familia, el ambiente, la psicología, el modo de ser y de conducirse de los personajes y el medio social en que se desenvuelven. Ramón J. Sender definíó el estilo de Laforet como “un Realismo de esencias”. Se elogió el estilo sobrio y sencillo de su prosa. No obstante, esconde un estilo cuidado en el que predominan imágenes de gran fuerza plástica, de luz y color. Por ello, el estilo es impresionista, intenta reflejar un fragmento de vida estancada, como dicen los versos de Juan Ramón Jiménez que encabezan la novela. La prosa es sencilla, pero a la vez impregnada de lirismo y de figuras retóricas. Por su compromiso con los temas sociales, Nada se puede tomar como uno de los antecedentes del Realismo social de los 50