Portada » Historia » Insurrección de los españoles contra el Imperio napoleónico
Carlos II (1666-1700) era un niño de 4 años cuando heredó el trono, durante su minoría de
edad gobernó su madre, viuda de Felipe IV, Mariana de Austria. Durante su minoría y luego
debido a su mala salud, hubo una serie de validos como Valenzuela o el Padre Nithard,
confesor de su madre. La Junta de Regencia creada por Felipe IV antes de morir fue un
fracaso por las rivalidades personales y en parte, porque la reina regente se inclínó por su
confesor Nithard. Esta situación fue aprovechada por la aristocracia y la Iglesia para ampliar
sus privilegios. En cuanto a la política exterior de Mariana de Austria, se dio la guerra de la
Devolución contra Francia de Luis XIV, que pedía los territorios que les pertenecían tras la
muerte del rey español
Felipe IV, pero Mariana de Austria se mantuvo firme y se terminó
firmando la Paz de Aquisgrán, entre la monarquía Hispánica y Francia, poniendo fin a disco
conflicto.
Tras la mayoría de edad de Carlos LL se inicia su reinado, siendo muy influenciado por su
madre. Carlos II va a tener la presión de su hermanastro, don Juan José de Austria, que dio
lugar al primer Golpe de Estado de la historia de España. Carlos II siguió reinando, pero con
ayuda de un grupo de consejeros y de hombres de poder como el Duque de Medinaceli y el
Conde de Oropesa, la situación económica del país mejoró. Tuvo dos matrimonios, el primero
con María Luisa de Orleans y el segundo con María de neoburgo, pero con ninguna de los dos
puedo tener herederos. En la política exterior: España había perdido su hegemonía y pasó a
ser una potencia de segundo orden, que debe mantenerse a la defensiva ante Francia debido a
las continuas agresiones de Luis XIV sobre sus territorios. España tuvo que entregar por el
Tratado de Nimega el Franco Condado y por la Tregua de Ratisbona perdía Luxemburgo. En
cuanto a su problema sucesorio, el no tener descendientes, provocó una inestabilidad política y
la intervención francesa. Los dos candidatos eran el archiduque Carlos de Austria y Felipe de
Anjou o Borbón, nieto de Luis XIV. La corte se dividíó en dos bandos, por un lado, la reina
apoyaba a su sobrino, el candidato austriaco, y por otro, Carlos quien pensaba que solo con el
apoyo de Francia podía asegurar la conservación de la monarquía en toda su integridad
territorial. Todo esto hizo decidirse por Felipe. Carlos II murió en 1700 y en su testamento dejó
todos sus territorios a Felipe de Anjou, con la condición de que estos permanecieron unidos
bajo una misma corona. Este testamento provocará la guerra de Sucesión y dará paso a una
nueva dinastía en la monarquía de España, los Borbones
Al morir sin descendencia el rey de España, Carlos II, estalló la Guerra de Sucesión Española
(1701-1013) entre Felipe de Anjou de los Borbones y el archiduque Carlos de Habsburgo. La
Guerra de Sucesión Española supuso: una guerra internacional en la que Inglaterra, Austria y
Portugal apoyaban a Carlos y Francia a Felipe, y una Guerra Civil en la que Aragón y Valencia
apoyaban al archiduque Carlos y Castilla y Navarra a Felipe. En 1711 el archiduque es elegido
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, esto supone una amenaza para Europa
porque se podía volver a crear el antiguo Imperio de Carlos V. La guerra finalizó con el tratado
de Utrecht, en el que Felipe de Anjou fue reconocido como rey de España y Inglaterra
consiguió territorios españoles como Gibraltar y Menorca y concesiones en América como el
asiento de negro y el navío de permiso. Tras el tratado de Utrecht los objetivos españoles
fueron recuperar Gibraltar y Menorca. En 1733 se produce la firma con Francia del Primer
Pacto de Familia con el objetivo de recuperar territorios para los hijos de Isabel de Fernesio.
Tras el Segundo Pacto de Familia, España entró en la Guerra de Sucesión a la Corona
austriaca en apoyo a Francia, murió Felipe V y le sigue Fernando VI, el reinado de Fernando VI
constituye un periodo de diplomacia pacífica, pero sin embargo con su sucesor Carlos III se
firma el Tercer Pacto de Familia por el que España entró en la Guerra de los Siete Años contra
Inglaterra que terminó con un fracaso. La política de apoyo a Francia seguirá con Carlos III.
El Siglo XVIII se inicia con una nueva dinastía los Borbones, tras la Guerra de Sucesión y el
tratado de Utrecht en 1713 donde España pierde todas sus posesiones en Europa. Con la
llegada de los borbones, en España se instauró el absolutismo monárquico, de esta manera el
rey pasaba a concentrar todos los poderes y se centralizaba gran parte del poder territorial en
su figura. Se llevó a cabo la ley Sálica, ley que excluía a las mujeres en la línea sucesoria.
Felipe V aprobó los Decretos de Nueva Planta, que suprimieron los antiguos fueros,
instituciones y privilegios de los territorios que no le había apoyado en la Guerra de Sucesión:
Valencia, Aragón, Cataluña y Mallorca. A partir de ese momento, su organización político-
administrativa estaría basada en la de Castilla. Solo Navarra y provincias vascas mantuvieron
sus instituciones. El gobierno de los Borbones se organizó a través de un sistema de
secretarias de Estado. Los consejos siguieron existiendo, pero con menos influencia y las
cortes perdieron su papel político y apenas se reunieron salvo para jurar al heredero del trono.
Con la llegada de los Borbones se produjo una transformación de la administración territorial y
local: se crearon las capitánías generales que sustituyeron a los antiguo virreinatos y las
intendencias competentes en justicia, política, recaudación de impuestos… Para reorganizar y
potenciar el ejército se implantó un sistema de quintas. El reinado de su sucesor Fernando VI
supuso una época de paz y con él se impulsó la cultura, este impulso preparó el camino a la
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