Tema 9: la poesía española a partir de 1940 MARCO HISTÓRICO Y CULTURAL Tras la derrota de la República, la represión de la dictadura va a ser feroz: al tiempo que se promueve una fuerte ideologización de la cultura. Se suma una situación económica y social de miseria, con el régimen observando lo que sucedía en los frentes de la Il Guerra Mundial. La situación era desoladora. LA POESÍA EN LOS AÑOS 40 En lo que se refiere a la literatura, sobre todo de los años 40 y 50, se habrá hecho añicos una de las páginas más brillantes de nuestra cultura nuestra literatura recientes Parece que la mejor literatura española se estaba haciendo con los poetas en el exilio, la mayoría de ellos pertenecientes a la Generación del 27. León Feuipe se convertirá en el poeta del exilio por antonomasia, al dar voz en sus versos a los republicanos que vivían fuera de su país y clamaban contra la infamia del dictador. En España aparece la Generación del 36. Que presenta simpatía hacia el régimen franquista; solo con una clara excepción: Miguel Hernández. Miguel Hernández había nacido en 1910 en Orihuela. Su destino va a estar ligado al de la Generación del 27 al de la República. Apuesta por una poesía cada vez más potente y comprometida con errores como El rayo que no cesa o El viento del pueblo, escrito durante la Guerra Civil. Durante su encarcelamiento escribe el cancionero y romancero de ausencias, de verso sencillo y conmovedor. Profundamente humano. La muerte de Miguel Hernández en las cárceles franquistas supone una de las páginas más tristes de nuestra historia reciente. Pero la Generación del 36 iba por otros derroteros. Fue Dámaso Alonso quien hablaría de poesía arraigada» desarraigada» para referirse a los poetas de los años 40 que podrán sentirse o no cómodos bajo el régimen de Franco. En torno a los primeros, surgen revistas de nombres tan significativos que recogen una poética tradicional y clásica, con poetas como Luis García Nieto y Luis Rosales. La poesía desarraigada aparece asociada más a un año: 1944. Es el año en que Dámaso Alonso publica Hijos de la ira y Vicente Aleixandre Sombra del Paraíso, dos hitos fundamentales en la poesía de posguerra, expresión de una corriente de continuidad con la poesía entonces arrinconada de la Generación del 27. Hay que sumar la aparición ese año en León de la revista «Espadaña», que daría voz a otros poetas de ese desarraigo, como Victoriano Cremer. Al mismo tiempo en los años 40 sobrevive una poesía refinada que era la del grupo cántico, en Córdoba, con Pablo García Boena a la cabeza, así como la poesía más vanguardista de Luis Eduardo Cirlot, cuyo valor no empezará a ser reconocido hasta los años 60 y 70. AÑOS 50: LA POESÍA SOCIAL En los años 50 la situación internacional permite que el régimen de Franco rompa su aislamiento. La guerra fría convertirá a Franco en un aliado frente al comunismo y esto aliviará la presión sobre el régimen, al tiempo que se esfuman las esperanzas de los exiliados por recuperar la democracia. El país está cambiando, la literatura. Que pretende reflejar también. Nace así la poesía social y la poesía como comunicación con poetas que reivindican la paz y la palabra que lamentan la falta de libertad y de justicia. A alguno de ellos le costará la cárcel y el exilio. Es quizás Blas de Otero uno de los poetas más profundos con Rubros como Ancia o Pido la paz y la palabra, que hablan de España, y también de su conciencia existencial y religiosa. Junto a él, Gabriel Cēlaya o José Hierro dejarán su huella durante los años 60 y 7o. En el caso de Celaya, es la suya una poesía dirigida a la inmensa mayoría», y entiende la poesía como un instrumento de cambio social. A ellos, podríamos añadir a la poetisa Angela Figuera Aymerich, hoy casi olvidada pese a haber provocado la entusiasta admiración del propio Celaya ya Antonio Gamoneda, que seguirá un itinerario propio distancias de las corrientes dominantes ya desde su primer libro. AÑOS 60: LA POESÍA COMO CONOCIMIENTO Los años 60 son los del desarrollismo, y España se ve más integrada en el contexto de las democracias occidentales, aunque siga siendo una dictadura en la que permanecen vigentes la censura o la falta de libertad de expresión. Las riendas del régimen ya no están en manos de ideólogos de la Falange sino de tecnócratas. Y al tiempo que el fenómeno de la emigración se vuelve hacia países como Francia y Alemania, España se convierte en importante destino turístico. Y simultáneamente la literatura a nuevas influencias, sobre todo de la poesía hispanoamericana y de la Generación del 27. Son años de vitalidad y la poesía se vuelca a la introspección y el autobiografismo. Se entiende ahora la poesía como conocimiento, es la poesía de la experiencia se explora la realidad con un lenguaje familiar, a veces antipoético y coloquial en otras ocasiones irónico. Destacan los poetas de la Escuela de Barcelona» con Carlos Barral. Jaime Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo a la cabeza, pertenecientes a una nueva burguésía más culta. Junto a ellos poetas como Ángel González y Claudio Rodríguez. DE LOS AÑOS 70 A NUESTROS DÍAS La muerte de Franco la Constitución del 78 cambiarán al País. La recuperación de libertades abre un marco nuevo para la expresión literaria, sin censuras ni límites al pensamiento crítico o al atrevimiento en el lenguaje. La construcción del Estado autonómico dará oxígeno a las lenguas catalana, gallega y vasca. La poesía camina hacia territorios cada vez más esteticistas y, en los años 70, José María Castellet reúne a diez poetas bajo el epígrafe de Los novísimos. Entre ellos están Pere Gimferrer o Luis Antonio de Villena, poetas que se caracterizan por un esteticismo decadente, de ahí la etiqueta de «venecianos» o valencianistas con que frecuentemente se les define. A ellos hay que añadir otros poetas que siguen una trayectoria propia, como Lu’s García Montero cercano a la poesía de la experiencia». En la década posterior, aparecerá un grupo muy similar en sus carácterísticas al de los novísimos presentado por Villena como los «Postnovísimos», en el que destaca la aparición de varias mujeres de extraordinaria calidad: Ana Rossetti, Luisa Castro, Blanca Andreu etc… En los últimos años y ya en el s xx, el desarrollo de las redes sociales ha desplegado nuevos lenguajes en la poesía que aún es pronto para valorar pero que están acercando a nuevos lectores hacia un género, la poesía, que siempre se ha considerado minoritario. Es este el caso de autores como Carlos Salem.