Portada » Historia » Consecuencias de la desintegración de la gran Colombia
La uníón dinástica lograda por el matrimonio de de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se conformó mediante la Concordia de Segovia (1475), por la que cada monarca tenía el papel de consorte en los reinos del otro y cada territorio conservó sus fronteras, leyes e instituciones, aunque en muchas ocasiones tomaron decisiones y actuaron conjuntamente.2901Respecto a la Corona de Castilla, los años de Guerra Civil habían favorecido el crecimiento del poder y la ambición de los nobles. Para acabar con esto, los Reyes restauraron la Santa Hermandad, con el objetivo de mantener el orden público, utilizándola en muchos casos para castigar la desobediencia nobiliaria. En 1480, organizaron el Consejo Real de Castilla, encargado de las labores administrativas y el asesoramiento de los Reyes, creando comités específicos que acabarían dando lugar a nuevos consejos independientes. También ampliaron la red de tribunales reales mediante Audiencias y Chancillerías y consolidaron la figura del corregidor en las principales ciudades. En cuanto a las Cortes, su capacidad de control sobre la monarquía era mínima.2901En la Corona de Aragón, Fernando combinó una doble política autoritaria y pactista. En la Constitució de l’Observança, las Cortes de Cataluña fijaron la obligación del monarca de gobernar según las leyes del país, pero reconocieron el principio de autoridad real.
El rey dictó la Sentencia Arbitral de Guadalupe, por la que se suprimieron los malos usos a cambio de indemnizaciones a los señores. Creó el Consejo de Aragón para toda la Corona y se consolidó la figura de los virreyes, que actuaban como representantes del rey en los distintos reinos, recaudaban impuestos en las ciudades del realengo, defendían el territorio y presidían la Real Audiencia.2901 También en el aspecto religioso se notó la tendencia autoritaria de la monarquía, con la expulsión de los judíos que se negaran a convertirse al cristianismo, la conversión forzosa de los musulmanes (moriscos) y la creación del Tribunal de la Inquisición (1478), encargado de perseguir la disidencia religiosa, especialmente a los falsos conversos.
Los Reyes Católicos tuvieron una clara voluntad de expansión, tanto interior como exterior. En la península Ibérica, uno de sus objetivos fue la conquista de Granada, con lo que se completaría la Reconquista frente al islam. La guerra fue larga (1482-1492), se centró más en el desgaste del enemigo que en batallas campales, aprovechando las luchas internas del sultanato nazarí. En 1492, el último rey musulmán de Granada, Boabdil, negoció la rendición de su capital. Las capitulaciones, inicialmente generosas, no tardaron en incumplirse y, tras las revueltas mudéjares de 1499-1502, se obligó a la población musulmana a convertirse forzosamente al cristianismo, pasando a ser denominados moriscos. Las élites nativas, o bien se asimilaron a los conquistadores (como las familias Belvis o Venegas) o bien emigraron (como Boabdil y su familia) 2901Dentro del mismo espíritu de unificación religiosa y de difusión del cristianismo, los Reyes Católicos firmaron en 1492 el decreto de expulsión de todos los judíos que se negaran a convertirse al cristianismo, con lo que se cerraba el círculo de la intolerancia religiosa propia de muchos estados de la época.2901El otro gran hito de ese año, relacionado tanto con la difusión del cristianismo como con la expansión exterior, fue el descubrimiento de América en 1492, en el contexto de la pugna con Portugal por el control de las rutas oceánicas. Completada la Reconquista, las dos grandes monarquías ibéricas habían orientado sus energías a la exploración de la costa africana, en busca de riquezas (oro, esclavos, marfil) y buscando una ruta directa hacia Asía oriental y sus valiosas especias, una vez que la expansión otomana había dificultado las rutas tradicionales. A finales del Siglo XV los portugueses llevaban una amplia ventaja, reconocida en el Tratado de Alcaçovas (1479) y por ello, mediante las Capitulaciones de Santa Fe (1492), los Reyes Católicos patrocinaron el proyecto del genovés Cristóbal Colón , que se comprometía a encontrar una ruta hacia Asía navegando hacia el oeste. Fue así como la pequeña expedición patrocinada por la Corona castellana arribó a las islas del Caribe el 12 de Octubre de ese mismo año. Colón realizó tres viajes más y murió creyendo que había llegado a la India, por eso los territorios del Nuevo Mundo se llamaron “las Indias”. Los reyes asumieron el control político, religioso y económico de las nuevas tierras, y consideraron a los indígenas como vasallos. Las pretensiones portuguesas sobre los nuevos territorios fueron resueltas mediante el Tratado de Tordesillas (1494), que delimitó las esferas de influencia de cada corona.
La herencia dinástica de los Reyes Católicos recayó, en 1516, en su nieto Carlos de Habsburgo, quien reuníó las Coronas de Castilla y Aragón y poco después heredó también los territorios de sus abuelos paternos y acabó siendo proclamado emperador en Alemania. Así sus dominios se extendían por la mayor parte de la península Ibérica (con sus colonias americanas) y los Países Bajos, y partes de Borgoña, Italia y el Imperio alemán. Semejante herencia le convertía en el soberano teóricamente más poderoso de Europa, pero la enorme extensión y dispersión de su Imperio acarreaba enormes dificultades para administrarlo y defenderlo. Su reinado empezó con una doble crisis, ya que el joven desconocía las costumbres hispánicas, nombró a sus consejeros flamencos para cargos en Castilla y pidió dinero a las Cortes para su política alemana. En 1520 se produjo el levantamiento de las Comunidades en Castilla (revuelta antiautoritaria de las oligarquías urbanas, que defendían sus intereses económicos y el papel de las Cortes como contrapeso al poder real), y por las mismas fechas tuvo lugar el levantamiento de las Germánías en Valencia y Mallorca (revuelta de carácter antinobiliario, llevada a cabo por los gremios urbanos y el campesinado). En ambos casos, la alianza de la alta nobleza con el rey aplastó los levantamientos, reforzando el poder político de la monarquía y el predominio socioeconómico de la alta aristocracia, a costa de las libertades e intereses de las ciudades.2901Carlos I tenía una política exterior de gran envergadura, en defensa de su herencia territorial, de su visión autoritaria de la monarquía y de su pretensión de ser el líder de la Cristiandad, lo que le llevó a hacer frente a tres conflictos principalmente:2901La rivalidad con Francia por la hegemonía europea y el control de Milán, que llevó a varias guerras con un resultado final en general favorable a Carlos.2901Tuvo que frenar la expansión del Imperio turco en dos zonas tanto por tierra, defendiendo las tierras de su familia en Hungría y Austria, como en el Mediterráneo, donde Carlos lanzó una ofensiva en la costa norteafricana y ocupó Túnez, pero la amenaza turca siguió presente.2901Frente a la incipiente reforma protestante en Alemania, Carlos V defendía un Imperio católico en el conflicto con Martín Lutero y los príncipes protestantes. Inicialmente pretendíó que católicos y protestantes acercaran posiciones, y se esforzó por mantener la unidad del Imperio. Cuando las negociaciones fracasaron, se llegó al enfrentamiento bélico, que no terminó hasta la Paz de Augsburgo (1555), que al reconocer la libertad religiosa para los protestantes, supónía un fracaso para las pretensiones autoritarias del emperador. 2901Carlos abdicó al año siguiente y repartíó sus posesiones entre su hermano Fernando y su hijo Felipe.
Con la abdicación de Carlos I (1556), su hijo Felipe II heredó los territorios hispánicos y borgoñones, quedando los territorios austriacos y alemanes para su tío Fernando. En 1580 añadió a estos Portugal y su extenso Imperio colonial, por la muerte sin descendencia del monarca luso. La monarquía hispánica alcanzó entonces su máxima extensión, además de lograr el viejo sueño de la unidad ibérica.2901A partir de 1561, todos estos territorios se gobernaban desde Madrid, dando fin al carácter itinerante heredado de la Edad Media. En ésta época se da forma definitiva al sistema polisinodial de gobierno, caracterizado por la multiplicidad de consejos para gobernar los distintos territorios (como el de Indias o el de Castilla), tratar aspectos técnicos (como el de la Inquisición o el de Órdenes Militares) y encabezados todos ellos por el de Estado (que trataba asuntos de política exterior para toda la monarquía). Los consejos, tras deliberar sobre los asuntos que les competían, elevaban a través de los secretarios, consultas o informes al monarca para que éste tomara la decisión oportuna. En la administración territorial, los virreyes ejercían como delegados del rey en los distintos territorios no castellanos (desde Nápoles hasta América), se mantuvieron también las Cortes de los distintos reinos, aunque se convocaron escasas veces. Las Audiencias, repartidas también por los distintos reinos, ejercían la justicia en nombre del rey.2901La política interior filipina se caracterizó por las pretensiones absolutistas y la intolerancia religiosa. Ésta última llevó a perseguir cualquier rastro de protestantismo en sus territorios, usando a la Inquisición como eficaz instrumento represor y procurando aislarse de las influencias ideológicas del exterior, lo que a la larga tendría consecuencias negativas para el desarrollo cultural y científico. También, la presión sobre la población morisca provocó un levantamiento en las Alpujarras (1568-1570) que fue duramente reprimido y seguido de una dispersión de los moriscos por toda Castilla. En cuanto a la tendencia a acrecentar el control real sobre el gobierno de todos los territorios, la tensión acabó estallando en un enfrentamiento con las autoridades del reino de Aragón (1590-1592), al hilo del turbio asunto del secretario real Antonio Pérez.2901La política exterior siguió los mismos principios que en el reinado anterior (hegemonía en Europa, lucha contra los turcos y defensa del catolicismo), aunque con algunas diferencias, como el hecho de que ni Francia ni Alemania plantearan ya problemas a la monarquía española. Pero sí se produjeron enfrentamientos importantes con otras potencias. La amenaza de los turcos en el Mediterráneo fue contenida tras la victoria naval cristiana de Lepanto (1571), aunque continuaron las actividades de los corsarios musulmanes. Por otro lado, la política centralista y antiprotestante filipina provocó una importante rebelión en los Países Bajos (1568-1648), que representó una auténtica sangría para la monarquía y que no se resolvería hasta mucho más tarde, cuando se reconocíó la independencia de las Provincias Unidas del norte. Por último, las relaciones con Inglaterra, gobernada por Isabel I , empeoraron tanto por el apoyo dado por ésta a los rebeldes holandeses como por los ataques ingleses a los intereses coloniales hispano-portugueses. Declarada la guerra, Felipe II proyectó invadir Gran Bretaña e instalar allí un gobierno pro-español, pero fracasos como el de la Gran Armada (1588), le hicieron desistir.
La exploración y conquista del nuevo mundo se produjo en apenas cincuenta años, especialmente durante el reinado de Carlos I. Desde los primeros establecimientos en las Antillas, donde mediante iniciativas privadas bajo el amparo de la Corona (capitulaciones) se fundaron ciudades, enclaves comerciales y explotaciones mineras y agrícolas, los conquistadores fueron expandíéndose por el continente hacia el norte y fundamentalmente hacia el sur. Así se conquistaron los imperios azteca por Hernán Cortés (1521) e inca por Francisco Pizarro (1533), se exploraron los ríos Amazonas, Mississipi o de la Plata, se descubríó el istmo de Panamá y el océano Pacífico o se realizó la primera vuelta al mundo (que inició Fernando de Magallanes y completó Juan Sebastián Elcano en 1522), etc.2901Los conquistadores, muchos de los cuales huían de situaciones de miseria, inferioridad social o de problemas con la Justicia en la Península, recibían una encomienda, es decir, un lote de tierras y un grupo de indígenas para trabajarlas a cambio de protegerlos, evangelizarlos y educarlos en las costumbres castellanas (aculturación), lo que en la práctica derivó en una situación cercana a la esclavitud. Los indígenas fueron explotados en las minas (sistema de la mita, heredado de los incas) y las plantaciones agrícolas, y los abusos generaron protestas, fundamentalmente de religiosos como Bartolomé de las Casas, que acabaron llevando a la Corona a dictar las Leyes Nuevas de Indias, con las que se pretendía proteger a los nativos. Pero su escaso cumplimiento propició que se mantuviera la explotación, lo que, junto con las enfermedades llevadas por los europeos, provocó un gran descenso de población autóctona.2901América fue una gran fuente de ingresos para Castilla, que monopolizó el comercio a través de la Casa de Contratación. Los españoles llevaron a Europa productos nuevos, como el maíz, cacao, tabaco o la patata, y a América llegaron productos desconocidos allí, como el trigo o la caña de azúcar; pero el máximo interés de los colonizadores era la extracción de metales preciosos. Su llegada a Castilla financió el papel de gran potencia europea de la monarquía hispánica, pero también provocó la revolución de los precios, una importante subida de los precios de los productos que acabó afectando a toda Europa, debido a la circulación masiva de los metales preciosos. Esto produjo una balanza comercial deficitaria de Castilla, en especial en relación con Europa.2901La creciente llegada de esclavos africanos para sustituir a los diezmados indígenas en algunas zonas y trabajos dio lugar a un mestizaje en la población, que supuso una sociedad jerarquizada y desigual basada en criterios raciales, asemejándose a un sistema de castas.