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Andrés y Julio Aracil habían intimado, debido a su vida en común en San Carlos y el hospital. Julio comenzaba a sentir más estimación por Hurtado que por Montaner, y este último suspendíó y dejó de ir tanto con ellos.
A Andrés no le parecía bien la actitud que Julio tenía con ellas, sobre todo con Niní; le tachaba de egoísta por arreglarse con Niní para luego abandonarla por otra con más dinero.
La casa es pobre y está llena de miseria, menos algún que otro mueble.
-Lulú se describe como una muchacha graciosa pero no bonita, con ojos verdes, aspecto de simio, sonrisa irónica y amarga.
-Nini intenta aparecer cándida e ingenua, lo que le hace más femenina y con un deseo de agradar, hipocresía y disimulo.
-La madre, doña Leonarda, era poco simpática. Tenía la cara amarillenta, la nariz corva, la expresión dura, la sonrisa forzada. Andrés sospechaba que ella conocía las verdaderas relaciones entre Niní y Aracil.
4-¿Qué ideas expresa sobre las mujeres? ¿Cómo son los tipos de mujeres que aparecen, qué impresión causan en Andrés? ¿Por qué tipo de mujer parece que se inclina Andrés?
Lulú se presenta un poco deprimida y sin ganas de vivir, además de que conoce las intenciones de Julio Aracil. La simpatía de Andrés se debe a que ambos son inteligentes y con la misma forma de pensar.
5-¿Qué nuevos personajes aparecen tras la fiesta, en la peregrinación por la noche madrileña? ¿Qué destaca de ellos? ¿Qué críticas hace Andrés de este ambiente? ¿Qué detesta?
Se le presentan un sainetero y Antonio Casares, ambos unos chulos y tontos. También aparecen Estrella y su hermana Elvira, unas descaradas.
Estos ambientes demuestran la repugnancia que le causaban estos, los cuales desgraciadamente ya eran comunes en esta época.
Hace creer que es una simple comadrona, pero por todos era conocido que lo que ahí había era un prostíbulo.
Era alta, rubia y gorda, con cara de ángel y una tez rojiza. A Andrés le parecía repulsiva, como esas moscas sarcófagos que van a las carnes muertas.
Porque para Andrés las moscas eran animales despreciables que viven aprovechándose de la miseria, al igual que los personajes que conoce en este capítulo.
Baroja la describe como una muchacha con los ojos desnivelados cuya sonrisa le daba un aire satírico y agudo.
Epiritualmente, dice que era una persona sin pelos en la lengua, inteligente, acostumbrada a no guardar respeto a nadie.
Lulú la menciona mordaz, indicando claramente su desagrado hacia ella.
Le parecía una mujer inteligente, cerebral; estaba acostumbrada a no guardar respeto a nada ni a nadie, pero era buena para los viejos y los enfermos, además de ser servicial. Pero a Andrés le resultaba imposible pensar en tener con Lulú más que una cordial amistad.
Esa actitud indica un enfrentamiento contra los que se aprovechan de la gente pobre.
Andrés participa en la conversación porque era una pelea desigual y quizá porque puede que sienta algo por Lulú. Aracil se hubiera marchado con gusto pero se quedó para no parecer cobarde.
Según el capítulo se observan las altas clases sociales como un cúmulo de inmoralidad, vicio, egoísmo… y como no, poder político y social.
La pobreza, el egoísmo, la intolerancia, la avaricia…
Que era un hombre seco y egoísta, que lo tomaba todo con indiferencia; porque con él podía hablar verdaderamente de puntos trascendentales, al contrario que con sus amigos.
Que la vida es una lucha constante, una cacería cruel en la que nos vamos devorando unos a otros, que ante las consecuencias de la vida no hay más que dos soluciones: la abstención o la contemplación indiferente de todo, o la acción limitándose a un círculo pequeño