Portada » Historia » Consecuencia de la primera república de Venezuela
La mayor parte de las corrientes historiográficas establecen que las políticas
imperialistas de las distintas potencias alentaban las rivalidad entre los
países, lo que desencadenó la I Guerra Mundial.
Otra causa que explica el desencadenamiento de la conflagración mundial se
encuentra principalmente en el sistema de alianzas con la consolidación de
la Triple Alianza (1882) y la Triple Entente consolidada en 1907. El
enfrentamiento entre la Triple Alianza y la Triple Entente, es considerada una
las causas principales de la I Guerra Mundial.
Otra causa determinante en el estallido de la guerra fue el incremento de los
gastos de defensa que fue interpretado entre las potencias europeas como
una amenaza directa, creando un clima de desconfianza y miedos mutuos.
La exaltación del sentimiento patriótico y nacional, en ocasiones, como
resultado de una activa campaña propagandística por parte del Estado fue
una de las causas del enfrentamiento y la hostilidad hacia otras naciones.
Algunos ejemplos de este nacionalismo o patrioterismo lo encontramos en
el pangermanismo de Alemania y Austria, el paneslavismo ruso y balcánico,
el jingoísmo británico o el chovinismo francés.
El convencimiento de doctrinas vinculadas al racismo, al darwinismo social y
al espacio vital dieron lugar a políticas ultranacionalistas agresivas que
irremediablemente condujeron al conflicto. Por último, el militarismo es una
doctrina que justifica la utilización de la vía militar para alcanzar objetivos
políticos y como forma de resolución de los conflictos.
La causa que desencadenó la Primera Guerra Mundial fue el atentado (28 de
Junio de 1914) que acabó con la vida del heredero de la corona
austro-húngara, el archiduque Francisco Fernando,
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la I Guerra Mundial se saldó con más de 65 millones de hombres
movilizados, más de 9 millones de soldados muertos, 8 millones de
desaparecidos, más de 20 millones de heridos y mutilados de guerra
y un número imposible de determinar de civiles muertos.
en casi todos los países beligerantes se produjo una reconversión de
la industria que se adaptó rápidamente a una economía de guerra
dirigida e intervenida por el Estado. Las consecuencias de esta
política fue la reducción de producción de bienes de consumo
provocando falta de abastecimiento y una elevada inflación,
aumento de gastos militares y de las importaciones lo que provocó el
endeudamiento de los Estados. La mayoría de los países aliados
contrajeron enormes deudas a través de préstamos con los Estados
Unidos. A esto debemos sumar la destrucción de grandes
infraestructuras. Por todo esto, Europa perdíó su hegemonía.
la Gran Guerra tuvo un gran impacto psicológico en toda la sociedad
europea. El repentino paso de una época de prosperidad (Belle
Époque) a una conflagración devastadora, afectó profundamente a
todos los aspectos de la vida, siendo frecuente un ánimo de
desconcierto, pesimismo y depresión que ponía en duda los pilares
de la democracia liberal y el capitalismo, originando una grave crisis
institucional en algunos países. En el aspecto positivo se puede
destacar el mayor reconocimiento del papel de las mujeres, lo que
dio un nuevo impulso a la lucha por la igualdad, como consecuencia,
en los años siguientes se reconocíó el sufragio femenino en
numerosos países tras el fin de la contienda.
la consecuencia más destacada fue la desaparición de las
estructuras imperiales como el II Reich alemán, el Imperio
austrohúngaro, el Imperio otomano o la Rusia zarista. Además, de la
Paz de París (1919) surgíó un nuevo mapa de Europa.
En Enero de 1919, las potencias vencedoras se reunieron en la Conferencia de París con
el fin de entablar negociaciones que les permitieran alcanzar sus objetivos o
aspiraciones políticas, que eran diferentes en cada país:
● Estados Unidos: la intención del presidente Wilson era crear un organismo
supranacional que asumiera el papel de árbitro imparcial ante los diferentes
conflictos que pudieran surgir entre las distintas naciones. Sus condiciones
quedaron expresadas en los “Catorce Puntos de Wilson”.
● Reino Unido: a través de las intervenciones de su primer ministro Lloyd
George, exprésó su interés hacia los territorios del Imperio otomano.
● Francia: su aspiración en el plano económico era reconstruir el país y en el
político garantizar su futura seguridad, todo ello a costa de Alemania
reclamando indemnizaciones de guerra y una reducción del ejército alemán.
● Italia: a través de su primer ministro Orlando reclamó los territorios de la
ansiada Italia Irredenta, pactados en el Tratado de Londres (1815).
El tratado de Versalles fue impuesto a Alemania, país considerado el máximo
responsable de la guerra. Aunque el nuevo gobierno, la República de Weimar, trató de
eximir al nuevo régimen y a la sociedad alemana de su responsabilidad en la guerra.
● Pérdidas territoriales: Alemania perdíó Alsacia y Lorena que volvían a
pertenecer a Francia. También perdíó todas las colonias africanas que en
forma de mandato quedaron bajo jurisdicción británica (África Oriental
Alemana), Bélgica (Ruanda y Burundi), Sudáfrica (África del Sudoeste Alemana)
y Francia (Congo Alemán, Togo y Camerún), también perdíó todas las colonias
asíáticas que fueron repartidas entre Japón, Reino Unido, Australia y Nueva
Zelanda. Además, se establecíó el corredor de Danzig que separaba Prusia
oriental del resto de Alemania y daba salida al mar a Polonia, la regíón de
Silesia también pasaba a manos de Polonia y se establecíó una prohibición
expresa de formalizar el Anschluss (uníón con Austria).
● Limitaciones militares: se redujo drásticamente el tamaño de su ejército a
100.000 soldados y 4.000 oficiales y se impuso la desmilitarización de la regíón
de Renania, zona fronteriza con Francia, Luxemburgo, Bélgica y Países Bajos
con el fin de evitar futuras invasiones. También la prohibición del servicio
militar obligatorio y limitaciones en el número de buques de guerra.
● Reparaciones de guerra: se impusieron grandes indemnizaciones económicas
por los daños causados, principalmente a Francia y Bélgica. Fue impuesto a Austria, que quedaba separada de Hungría:
TRATADO DE NEUILLY (1919): impuesto a Bulgaria, que obligaba a ceder sus territorios
en Macedonia a Yugoslavia y a Rumanía, perdiendo su salida al Mediterráneo.
TRATADO DE TRIANON (1920): Este tratado reconocía la independencia a Hungría. Tuvo
que ceder la regíón de Transilvania a Rumanía y reconocer Yugoslavia y Checoslovaquia.
TRATADO DE SEVRES (1920) Y TRATADO DE LAUSANA (1923): El Tratado de Sevres fue
impuesto al Imperio otomano. Se crearon varios Estados como el Kurdistán en Anatolia
o Yemen en la península Arábiga; Palestina y Transjordania que quedaron bajo
administración británica a la que había que sumar la isla de Chipre; Siria y Líbano.