TEMA 1: LOS ORÍGENES DEL PENSAMIENTO. EL PASO DEL MITO AL LOGOS.
El mito es un relato memorable y tradicional que explica la actuación ejemplar de unos personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso y lejano. Narración que perdura en la memoria colectiva de una comunidad y que se hereda del pasado.Dioses y héroes están hechos a semejanza humana y actúan y sienten igual que los hombres.
En el siglo 6 a.C, en Grecia un conjunto de pensadores presocráticos, cuestionaron las explicaciones míticas de los problemas y buscaron otras más convenientes, más lógicas.
La filosofía se inició con Tales, astrónomo y matemático de la colonia griega de Mileto. Él y sus discípulos, Anaximandro y AnaxíMenes, empezaron a cuestionarse el valor de las explicaciones míticas. Buscaban explicaciones lógicas, fueron los primeros en protagonizar el paso del mito al logos. Intentaron responder las preguntas que los inquietaban, buscando en la propia naturaleza de las causas necesarias de los fenómenos y procurando encontrar una ley que permitiera entender la realidad racionalmente.Pensaban que bajo todo lo que se capta con los sentidos, el mundo cambiante de las apariencias naturales, existe una realidad fija y básica (arkhé).Lo importante de estos pensadores fueron las preguntas que se formularon y la forma en la que intentaron responderlas. Búsqueda racional de un Principio Único.
Siglo 6 a.C en el sur de Italia, Pitágoras y su comunidad protagonizaron el nacimiento de una forma alternativa de pensamiento racional.Pitágoras: fundó un movimiento intelectual, religioso, moral y político. La secta tenía como objetivo primordial la purificación del alma.
Realizó una reflexión religiosa sobre el alma.Pitágoras buscaba la estructura o forma del cosmos, no solo los elementos materiales que lo integran. Descubríó que la estructura del cosmos es matemática.
Dos modelos dominantes de reflexión filosófica. Heráclito y Parménides son los fundadores de estas dos versiones del mundo arquetípicas.Heráclito (Mileto) afirmó que todo lo que existe está en constante proceso de cambio, que la inestabilidad es ley de vida. Parménides (Pitágoras) cuestiónó los datos sensoriales y defendíó la idea de que los cambios visibles son una apariencia que esconde una permanencia más profunda.
Heráclito. Familia aristocrática, pensador observador y especulativo. Su tesis fundamental fue la del perpetuo fluir de las cosas. Defendía la movilidad universal.
Su posición dista mucho de ser obvia, afirmó que todo se está modificando a cada instante.
El fuego es la metáfora que expresa su pensamiento.
Estos pensadores pretendieron sumar perspectivas: aceptaban de Heráclito que la physis era un proceso de cambios constantes y aceptaban de Parménides que lo que es no puede venir de lo que no es.
Defienden: que lo existente ha surgido de diferentes elementos primigenios y que los cambios son combinaciones y recombinaciones de estos.
Empédocles. Establecíó la famosa teoría de los cuatro principios no reducibles unos a otros (agua aire fuego y tierra). Esta sería la realidad que nunca cambia.
Anaxágoras. Ejercíó por primera vez la filosofía en Atenas. Para él existen muchos más principios o elementos tantos como tipos de cosas.
El hecho de que predomine un elemento u otro depende de la intervención de una fuerza a la que llama Nous, una mente o intelecto cósmico o divino.
Nous: Transcripción de un término griego que se utiliza en varios sentidos:
Leucipo y Demócrito consideran que la realidad básica está integrada por una infinidad de pequeños objetos duros, invisibles, eternos, e inalterables (átomos).
Todas las cosas del mundo, incluso nosotros mismos, son un conglomerado de átomos. Los cambios serían las reconfiguraciones de este conglomerado qué son posibles gracias al vacío.
3. Los mitos son una explicación lógica fruto de la investigación acerca de la naturaleza por parte de los pensadores.
4. El nacimiento de la racionalidad fue posible porque en Mileto existía una sociedad abierta, sin dogmas y en contacto con otras civilizaciones.
8.La teoría de los cuatro elementos formulada por Empédocles recogía las consideraciones referentes a las materias primeras de Tales, Anxímedes y Heráclito.
9. Anaxágoras sostuvo que existen multitud de principios y en cada cosa está la simiente necesaria para transformarse.
10. Los atomistas sosténían que todas las cosas no son más que conglomerados de átomos y los cambios son meras reconfiguraciones.
Tales Anaximandro y AnaxíMenes: paso del mito al logos – principio, arkhé – búsqueda racional de un principio único.
Pitágoras: purificación del alma – la estructura del cosmos es matemática.
Heraclito: perpetuo fluir de todas las cosas – fuego – logos.
Pluralistas: Empédocles – Anaxágoras – Leucipo – Demócrito.
Empédocles: cuatro principios.
Anaxágoras: Nous.
Leucipo y Demócrito: atomismo.
Nous: Transcripción de un término griego que se utiliza en varios sentidos:
Segunda mitad siglo 5 a.C en Atenas situación extraordinaria y de inquietud y preocupación por la cultura. Hombres sabios de toda la Hélade se trasladaban a esta polis.
El grupo de filósofos que reflejó la situación cultural del momento fue el de los sofistas. El interés de los filósofos anteriores era la naturaleza pero los sofistas rechazaron esta temática por considerar imposible dar una respuesta unitaria al problema de la physis. Se ocupaban de cuestiones directamente relacionadas con el ser humano.
Satisfacieron una necesidad histórica ligada a la democracia: enseñaban la habilidad retórica o capacidad política. Se ganaban el pan preparando a sus alumnos para la vida activa de la polis, enseñando la excelencia o areté.
Cuestionaron la capacidad humana de alcanzar un conocimiento seguro y universal. Habían constatado la dificultad de alcanzar un conocimiento fiable, aceptado por los habitantes de distintos lugares. Protágoras manténía una postura relativista (verdad diferente para cada persona).
Gorgias. Pensamiento más radical. Afirmaba que no podemos estar seguros de nada, estoicismo.
Su mirada examinadora le llevó a decir que la actitud más sensata es la de la duda permanente.
En el plan educacional, solían afirmar que la excelencia era algo que los aristócratas no poseyeran por naturaleza, sino que todas las personas podían alcanzar la a través de la educación. Con esfuerzo y práctica, cualquier ser humano podía adquirirla. Verdadera actitud democrática.
Según Platón, para buscar la organización justa ideal de la vida social y política, antes hay que hablar de cuestiones filosóficas básicas. Para ello, recoge de la tradición filosófica anterior: la claridad racional sobre la naturaleza y la claridad racional sobre el ser humano y crea una síntesis filosófica que comprende la teoría de las ideas.
Ver con los ojos de la mente es conocer los modelos con malas formas, la esencia de las cosas, captar su idea.
La teoría de las ideas afirma la existencia de unas entidades inmateriales como absolutas, inmutables, perfectas, universales e independientes del mundo físico. Estas realidades son las ideas del mundo inteligible.
La teoría postula la existencia de dos mundos: el mundo excelso y perenne de las ideas y el mundo imperfecto y fugaz mundo de las cosas.
Dos vertientes: lógica y metafísica. La lógica identifica las ideas con los conceptos generales. La metafísica afirma la existencia real de la flor ideal, perfecta e inmutable.
La teoría establece una jerarquía de ideas.
Existe una relación entre las ideas y las cosas. Está teoría de la participación en la idea se volvíó problemática. El propio Platón, en su vejez, empezó a intuir las dificultades de su propia teoría.
Narra que en el origen se hallaba en el mundo de las ideas, el Demiurgo y una masa caótica e informe.
Según el mito, el Demiurgo tomó el mundo de las ideas como modelo para trabajar esa masa caótica igual que un escultor e introducir en ella el orden y la armónía propias de lo inteligible.
Nuestro mundo no es otra cosa que una copia imperfecta del mundo de las ideas, una imitación efectuada por el demiurgo. El mundo sensible no es un caos, sino un cosmo, pues se halla organizado según la armónía matemática.
El Demiurgo platónico introdujo en las cosas una finalidad, una teología, que las llevaba a buscar su pleno desarrollo. Este apetito hacia el bien en el plano intelectual hace referencia a la dialéctica.
Platón es un buen ejemplo de la posibilidad de explicar y enseñar la filosofía de manera atractiva. Recurría a la metáfora, el símil o el mito. Ahora veremos uno de sus mitos más famosos: el de la caverna.
Quizá el relato más expresivo de toda la historia del pensamiento occidental: alegoría de la teoría de las ideas y también un retrato antropológico de la conflictiva situación humana. Podremos descubrir las piezas básicas del camino que traza Platón para acceder al conocimiento.
La concepción platónica del ser humano afirma que este es,fundamentalmente, su alma.
En este mundo, el alma está unida al cuerpo de manera incómoda y accidental. Alma y cuerpo conviven. Se trata de una visión dualista, en la cual el alma es altamente valorada y el cuerpo infravalorado.
Alma y cuerpo son dos entidades totalmente distinguibles y desiguales. El cuerpo es físico inmortal, sensible en perfecto, materia caduca y despreciable. El alma es inmortal, inteligible, perfecta y es lo que define al ser humano y le permite realizar lo más elevado.
Las abstractas e inmateriales ideas son alcanzables porque el alma forma parte de este mundo perfecto del que, solo temporalmente, ha sido expulsada. El anhelo del alma es regresar a su verdadero hogar, el mundo inteligible. Debe estar limpia de toda impureza, sino no superará el juicio de las almas y tendrá que reencarnarse.
El diálogo ‘la República’ es la más clara y sintética exposición del pensamiento platónico. Es la búsqueda de la organización sociopolítica justa y modélica, también encontramos aportaciones sobre otros de los temas que preocupaban al autor.
El Estado que diseña es un estado ideal que debería ser ejemplo y modelo de todos los estados históricos concretos. No se encuentra ni se encontrará en ningún lugar, es una utopía.
Constituye la sociedad ideal, el modelo que debe seguirse Si se pretende conseguir el bien, la justicia y la felicidad de sus miembros.
–Trabajadores: ofrecen a la polis los recursos indispensables y suficientes para satisfacer las necesidades básicas.
–Militares: protegen y defienden la ciudad.
–Gobernantes: poder político de tomar decisiones, personas sabias.
Excelencia virtud ética y política: sabiduría, fortaleza, templanza y justicia.
Las formas de Estado son gobernadas por:
–Timocracia: los hombres de acción, la clase de los militares.
–Oligarquía: la clase de los poderosos y adinerados.
–Democracia: el pueblo.
–Tiranía: un líder ambicioso y carismático.
1. Se considera que los sofistas encarnaron una verdadera actitud democrática, ya que afirmaban que todas las personas, a través de la educación, pueden adquirir la excelencia.
4. A través del arte del diálogo, mediante la ironía y la contradicción practicaba Sócrates el método que llevaba su nombre y con herramientas.
9. Platón afirma que en la polis, como en el alma, hay justicia cuando se llega a una igualdad armoniosa entre los individuos o partes del alma.
Sofistas: cuestiones relacionadas con el ser humano- habilidad retórica o capacidad política- areté.
Sócrates: polemizador- diálogo- ironía y contradicción- mayéÚtica- revolución ética- conciencia- intelectualismo moral.
Platón: Dialéctica o arte del diálogo- conocimiento sólido e indiscutible- teoría del conocimiento- teoría de las ideas- la existencia de dos mundos- vertiente lógica y metafísica- mundo sensible- cosmos- armónía matemática- teología- retrato antropológico- sociedad ideal- estado utópico o aristocrático.
En los jardines del santuario dedicado al Dios Apolo, establecíó un Centro Alternativo a la Academia, el Liceo.
La concepción metafísica de la realidad que sostiene Aristóteles: la realidad, aquello que es y existe, lo denomina sustancia.
Las sustancias son los individuos concretos que nos rodean. Para Aristóteles todo lo que nos rodea son sustancias y constituyen la única y auténtica realidad.
Toda sustancia es algo concreto y se encuentra en un lugar y en un momento determinados, forma parte del mundo sensible y material. La realidad sustancial constituye una síntesis de los dos mundos platónicos.
Toda sustancia es un compuesto de materia y forma. En todo individuo concreto se pueden distinguir la materia de la que está formado y la esencia o forma. Sustancia primera (individuo concreto) y sustancia segunda (esencia o forma del individuo).
Aristóteles rechazaba tanto la concepción del ser de Parménides como su negación del cambio natural propio de todas las cosas. Según Aristóteles, el error de Parménides radicó en el hecho de no haberse dado cuenta de que existen diversas maneras de ser o no ser.
–Potencia: capacidad que posee la materia de una sustancia de asumir o recibir una forma diferente a la que tiene.
–Acto: es la realidad actual de cualquier sustancia y es la forma particular que ha recibido la materia.
Causa material, causa formal, causa eficiente y causa final.
La causa final, la de mayores repercusiones. Todo fenómeno o suceso responde a un objetivo supone defender que ‘la naturaleza no hace nada en vano’.
Para Aristóteles, todo en la naturaleza tiende a un fin: mejorar y perfeccionarse como actualizando sus potencias.
Esta concepción teológica se convertirá en la concepción predominante durante la Antigüedad y la Edad Media.
Sustancia y móvil, la causa primera del universo, es acto puro, pues de otro modo no podría ser inmóvil.
Potencia es sinónimo de movimiento, y el motor inmóvil ha de estar exento de él. El primer motor también es forma pura sin materia.
El primer motor mueve como causa final. Todo el universo se mueve y transforma por la atracción y el deseo de aproximarse a esta perfección.
El primer motor es Dios, causa suprema del universo, no se puede identificar con un Dios personal y creador del mundo. La cosmología nos ha conducido hasta la teología.
–El saber teórico: saber especulativo o contemplativo. Surge como deseo de contemplar y entender la realidad.
–El saber práctico: destinado a orientar y guiar la acción, individual como colectivo.
–El saber técnico: estudio de las producciones humanas, aquellas actividades realizadas según unas reglas.
Aristóteles no aceptó la existencia innata de las ideas de Platón. Cuando nacemos, nuestra mente está vacía. Todo aquello que lleguemos a conocerlo iremos adquiriendo mediante la información que nos proporcionen los sentidos y las demás facultades humanas.
Ambos filósofos confían en la posibilidad humana de alcanzar un conocimiento seguro, estable y universal. Coinciden en el optimismo.
Este optimismo se concreta en dos concepciones del proceso de conocimiento muy diferentes. El dualismo ontológico y una infravaloración de los sensible.
Aristóteles considera que no hemos de alejarnos de las cosas sensibles y materiales, ya que son las únicas que nos pueden acercar al auténtico conocimiento. Los sentidos vuelven a considerarse valiosos.
Captamos el objeto concreto como a partir de estas imágenes concretas, llegamos a la forma, qué es lo único que puede proporcionar conocimiento objetivo y universal.
El ser humano, como los seres vivos, es un ser animado, tiene alma. Alma y vida son dos conceptos cercanos y prácticamente sinónimos. El alma es lo que da vida a la materia o cuerpo y su posesión distingue a los seres vivientes de los seres inertes.
El ser humano está constituido por un alma. Aristóteles mantiene una postura dualista, el ser humano es un compuesto de alma y cuerpo, de forma y materia, de acto y potencia.
Ética, saber práctico que trata de la manera en que ande organizar sus vidas los humanos para ser felices. En los animales, según Aristóteles, ethos determina su comportamiento y su forma de actuar.
El ser humano, está dotado de alma racional. Puede pensar, reflexionar y decidir más allá del condicionamiento de su ethos.
Es la disciplina la que se ocupa de orientar y guiar el comportamiento.
Son objetivos que solo en apariencia son bienes, en realidad se trata de medios para alcanzar otros objetivos, tienen un carácter meramente instrumental. Detrás de todos ellos, se esconde un bien que se busca por el mismo y no por otro: la felicidad.
La felicidad es el bien supremo y que no se subordina a ningún otro. Nos damos cuenta de que cada uno la encuentra en un lugar diferente, si la encuentra.
La finalidad propia de cada cosa radica en aquello que le corresponde según su naturaleza. En el ser humano, lo más carácterístico es la racionalidad, su felicidad consiste en ejercer esta facultad, llevar una vida contemplativa dedicada al saber.
La buena ejercitación de la actividad intelectual nos dota de las excelencias o eficiencias teóricas a las que Aristóteles denominaba virtudes dianoéticas.
Son todas aquellas que están relacionadas con la capacidad de reflexión y deliberación y con la capacidad para entender cómo es el mundo y para saber aplicar lo que se reconoce como correcto en la elección más acertada.
Las virtudes éticas están relacionadas con el modo de actuar en el mundo, con el control de las pasiones y de los deseos.
Ante la variedad de factores y circunstancias, la pauta ética más adecuada es buscar siempre el término medio, la moderación en todos los aspectos del comportamiento. Evitar tanto el exceso como el defecto.
Aristóteles va aplicando la norma del término medio a un gran número de virtudes, como este término medio depende de cada caso y de cada situación, considera que solamente la prudencia y la razón de cada uno garantizan la elección correcta del término medio.
Ética y política, tanto en Platón como en Aristóteles la ética conduce a la política y la política vehicula al ideal ético. Ética y política tienen el mismo objetivo el bienestar y la felicidad humanos.
La ética subordina a la política de alguna manera depende de ella, es preferible el bien de la comunidad a la de un individuo solamente puede desarrollarse y ser feliz en el marco de la polis o sociedad. Esta tiene la obligación y el deber de proporcionar las bases y las herramientas necesarias para que sus miembros satisfagan sus necesidades e intereses.
Para Aristóteles el ser humano es por su naturaleza un ser esencialmente político y social . Significa que es en el seno de la comunidad donde el ser humano puede realizarse como tal y desarrollar todas sus posibilidades.
Este carácter social de la especie humana hace que las personas necesiten el marco de la sociedad para desarrollarse como tales.
Aristóteles analiza la realidad política de su tiempo cómo resultado, niega la posibilidad de un estado perfecto cada pueblo vive unas circunstancias geográficas climáticas y culturales distintas por lo que es imposible establecer un orden general válido para todos. Cada comunidad debe encontrar la organización que se adapte mejor a sus necesidades y recursos. Por eso hay diferencias entre unos regíMenes y otros.
Según Aristóteles lo más importante para que la vida social sea satisfactoria y los ciudadanos vivan felices es la estabilidad y esto solo se puede conseguir si se evitan los extremos. Cree que la mejor comunidad es la más moderada, el mejor régimen de ver encontraste a medio camino entre la oligarquía y la democracia.
1. Para Aristóteles, un inconveniente de la teoría platónica es: la separación que se hace en ella entre mundo sensible e inteligible.
6. Para Aristóteles, se llega al auténtico conocimiento: a través de las cosas sensibles y materiales de este mundo.
9. El término medio virtuoso, según Aristóteles: ha de ser fijado por cada uno, atendiendo a la prudencia y el bueno de la razón.
10. El ser humano, según Aristóteles, es un animal político, por lo que necesita de la comunidad para poder realizarse completamente.
Materia y forma: compuesto inseparable- hilemorfismo.
Individuos concretos: sustancias primeras.
Forma de los individuos: sustancia segunda.
Escritos esotéricos: son transcripciones o apuntes de las lecciones que Aristóteles impartía a los estudiantes del Liceo, son por tanto escritos difíciles sólo asequibles para los iniciados.
Escritos exotéricos:se supone que son diálogos de carácter lúdico y divulgativo que Aristóteles escribía para el gran público. De todas formas, no podemos confirmar nada con certeza acerca de ellos dado que no se han conservado.
Los pensadores cristianos a partir del mensaje evangélico acuñaron nuevos conceptos que habían preocupado a los filósofos. Había nuevas visiones en la cosmología, la teología, la antropología y la ética.
Una de las primeras tareas de los pensadores cristianos fue hacer entender el mensaje cristiano y diferenciarlo de otros pensamientos a partir de los Evangelios. Los pensadores cristianos que desarrollaron todas estas tareas son los Padres de la Iglesia. El periodo en el que las llevaron a cabo se llama patrística, y va desde el siglo II hasta el siglo VIII. A los Padres de los primeros siglos se les suele llamar apologistas o defensores del cristianismo.
En un segundo momento, los Padres se centraron en la formulación doctrinal de las creencias cristianas. La figura más brillante en este momento y de toda la patrística fue el norteafricano San Agustín; su filosofía cristiana determinó el pensamiento medieval. Dentro de la patrística podemos distinguir dos vertientes:
●Patrística latino- occidental
●Patrística greco- oriental
Maniqueísmo- Escepticismo
En el año 387 se convirtió al cristianismo y más adelante fue consagrado sacerdote y luego obispo de Hipona, ciudad del norte de África. la obra de San Agustín es el puente entre un mundo agonizante y un mundo nuevo cuyas bases fueron establecidas por él. Su pensamiento es el resultado de la confluencia de cuatro factores:
Degeneración de las filosofías helenísticas. Pensamiento dominante escepticismo. Interés por la ciencia nulo.
Aparición de la filosofía de Plotino (visión sobrenatural del mundo y la vida).
Aparición del pensamiento cristiano con mensaje de salvación para los seres humanos.
Proceso de hundimiento moral y político del mundo hasta entonces vigente (mundo romano).
Según expone San Agustín, a pesar de que la filosofía neoplatónica habla de Dios y afirma que procede de él y que el hombre desea reencontrarse con la divinidad, describe el proceso de emanación desde Dios hasta la naturaleza como un hecho necesario en el que no interviene la voluntad del Creador.
San Agustín se preguntó cómo llega el ser humano al conocimiento de las más profundas verdades. Durante un tiempo adoptó el escepticismo, pero después consideró que este en cierta manera se autosupera, pues quien duda al menos sabe que duda. Esta capacidad de dudar lleva a aceptar unas verdades mínimas: la existencia de un yo, de un sujeto que duda (si fallo, existo, y aunque me equivoque tengo una certeza, la de que mi yo se equivoca).
San Agustín creía en la posibilidad de acceder a un conocimiento sensible, de nivel inferior. San Agustín era un creyente que pensaba, que hacía filosofía; un hombre inquieto que tenía como objetivo la comprensión de la verdad cristiana. Reconocía que la razón y la fe teóricamente pertenecen a ámbitos diferentes; pero que ambas contribuyen a alcanzar el gran objetivo del hombre, ser unitario que ama apasionadamente la verdad divina.
Para San Agustín el camino hacia el conocimiento superior se inicia con la experiencia interior o autoconciencia. En el interior de uno mismo se encuentran la verdad y la máxima realidad: Dios, aunque esto sólo es posible si se recibe la iluminación divina.
La iluminación divina es imprescindible para acceder al más elevado conocimiento; san Agustín llama sabiduría a este conocimiento superior, y afirma que el alma no se siente satisfecha hasta que no descansa en esta sabiduría.
Según San Agustín todas las cosas del mundo tienen en Dios sus correspondientes ideas ejemplares desde la eternidad. A partir de estas ideas eternas existentes en Dios, ha sido creado el mundo. A diferencia de las ideas ejemplares o modelos el mundo material y corpóreo ha sido creado y todas las cosas creadas son prescindibles (no son necesarias) y tienen su causa en Dios.
Junto con el mundo material fue creado el tiempo. Antes de la creación no había tiempo, solo el Dios eterno, y ser eterno significa estar fuera del tiempo, no tener ni un antes ni un después. San Agustín llega a considerar que ni el pasado ni el futuro existen, sólo el presente (este instante) tiene existencia real, ya que el pasado sólo existe en el presente que lo recuerda, y el futuro, sólo en el presente que lo imagina.
San Agustín interpretaba al ser humano según el modelo dualista platónico: el hombre es un alma inmortal que ocupa y se sirve de un cuerpo mortal. Este alma ha sido creada por Dios y como herencia del pecado original esta alma está dominada por el cuerpo. Todo ser humano tiene la marca del pecado original. Para salvarse del mal el hombre necesita una ayuda exterior: la gracia divina.
Uno de los temas que todos los pensadores tratan es la libertad humana. El cristianismo habla de un premio o un castigo en el más allá y ambos exigen que el ser humano sea responsable de su actuación.
El saqueo y caída de Roma fueron vistos por muchos paganos como un castigo de los antiguos dioses romanos por el abandono de las viejas tradiciones religiosas. Después del saqueo San Agustín comenzó a escribir su obra La ciudad de Dios, en la que critica los argumentos a favor de las nuevas divinidades. San Agustín amplió la temática del libro hasta convertirlo en una completa concepción cristiana de la historia pasada, presente y futura. Así ofrece una visión lineal de la historia con la muerte de Cristo como gran momento.
Toda la historia de la humanidad es la lucha entre dos ciudades: la celestial (simbolizada por Jerusalén) y la terrenas (simbolizada por Roma). En nuestro mundo ambas ciudades están mezcladas; los seguidores de Abel (el bien) y los de Caín (el mal) conviven en lucha. Pero la auténtica comunidad de los elegidos por Dios es invisible. Si no fuera por la gracia que Dios concede a algunos escogidos, toda la humanidad estaría condenada. El conflicto que cada individuo sufre (lucha interna entre el bien y el mal) es una reproducción del conflicto entre Abel y Caín.
En aquel momento el libro se interpretó como si la Iglesia y el Estado fueran dos ciudades que son de tal naturaleza que el Estado sólo puede formar parte de la ciudad de Dios si se somete a la Iglesia en todas las cuestiones fundamentales. Así pues, el Estado debe seguir los principios de la Iglesia.
2. Con la decadencia de la patrística, y a lo largo de la Edad Media, la relación entre la filosofía y la religión pasa a expresarse de este modo: la filosofía es la sirvienta de la teología.
3. Según San Agustín, el ser humano llega al conocimiento más profundo de las verdades a través de: la experiencia interior.
5. Según Sanagustin, la lucha interna de cada individuo entre el bien y el mal es una reproducción de: el conflicto entre la ciudad terrenal y la ciudad celestial.
7. Durante la Edad Media, Oriente se sentía superior a Occidente por qué: tenía los focos de mayor creatividad intelectual.
8. Según Avempace, la perfección del ser humano o fusión con Dios: debe buscarse porque en sí misma representa la perfección.
9. El pensamiento de Avicena distingue entre el ser necesario y el ser contingente. El primero es: aquel que no necesita de nada que lo explique ni justifique
10. Según Averroes, la causa de la existencia de injusticia y mal en el mundo es: la actuación de los seres particulares, no gobernada por Dios.
Pensamiento cristiano: cosmología, teología, antropología, monoteísmo trinitario, ética.
La patrística: Padres de la Iglesia- apologistas o defensores del cristianismo.
San Agustín: maniqueísmo- escepticismo- cristianismo.
Creatio ex nihilo: creación a partir de la nada.
Maniqueísmo: se trata de una religión persa fundada por Maní. Considerable difusión tanto en Oriente como en Occidente.
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