Portada » Español » La poesía en la década de 1950
El recuerdo de España, las causas y las consecuencias de la Guerra Civil, las referencias a los lugares y ambientes de los países en los que viven son temas frecuentes en todos los escritores que conocieron el exilio.
Los escritores exiliados, cuyos libros estuvieron mucho tiempo prohibidos por la censura son:
escribíó, entre otras muchas, una serie de novelas publicadas bajo el titulo general de Crónica del alba, en las que recrea su infancia y juventud.
caracterizada por la preocupación estética de su escritura, con destacados títulos como Memorias de Leticia Valle o Barrio de maravillas.
se mueve entre el Realismo tradicional y el Vanguardismo. Su obra más importante es El laberinto mágico.
autor de relatos cortos, ha tratado el tema de la corrupción del poder y de las dictaduras en algunas novelas. Obras: el fondo del vaso, el jardín de las delicias.
Se publican novelas triunfalistas que cuentan la guerra desde la perspectiva de los vencedores, y novelas de tipo sentimental, la angustia y el desarraigo son las notas dominantes.
Dos novelas, protagonizadas por sendos personajes que nada tienen de héroes, revelan una nueva forma de enfrentarse a la realidad:
*La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, protagonizada por un campesino extremeño condenado a muerte por una serie de asesinatos, refleja un mundo de violencia y miseria.
*Nada, de Carmen Laforet, en la que una joven que llega a Barcelona para iniciar sus estudios universitarios experimenta la soledad, la insatisfacción y la amargura de la existencia.
Los primeros síntomas de lo que será la renovación de la novela llegan en la década de 1950. Aparicio de nuevos escritores que conciben la novela como denuncia de una situación social injusta.
El Realismo critico o Realismo social esta representado por la llamada generación del medio siglo, integrada, entre otros autores, por Ignacio Aldecoa (el fulgor y la sangre), Jesús Fernández Santos (Los bravos), Juan Goytisolo (Duelo en el paraíso).
Se imponen el Realismo y el afán de objetividad: el autor se limita a contar una realidad ya de por si bien significativa, y las preocupaciones estéticas quedan relegadas, a un segundo plano.
La sociedad española se convierte en el tema narrativo y el protagonista colectivo desplaza al héroe individual.
La colmena de Camilo José Cela o el Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio.
-Ambientada en el Madrid de la posguerra, más de 300 personajes desfilan por las páginas de la colmena, novela constituida por una sucesión de escenas que muestran como todos se afanan por sobrevivir en un mundo de penurias y escasez.
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En el Jarama, a través de las conversaciones de un grupo de jóvenes que pasan un día de excursión junto al río.
-La vida dura del campo.
-El mundo del trabajo.
-La burguésía y su juventud ociosa.
-La evocación de la guerra.
Los novelistas sienten la necesidad de buscar nuevas formulas o enfoques mas complejos y de prestar una mayor atención a la lengua literaria.
A este cambio de rumbo contribuyeron, sobre todo, dos factores de carácter literario:
El francés Marcel Proust, el checo de lengua alemanda Franz Kafka, el irlandés James Joyce y el estadounidense William Faulkner.
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El descubrimiento de la novela hispanoamericana del momento, con títulos como Rayuela, de Julio Cortazar; La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa, o Cien años de soledad, de García Márquez; y de autores de generaciones anteriores como el argentino Jorge Luis Borges, el cubano Alejo Carpentier y el mexicano Juan Rulfo.
*La década se abre con un titulo significativo:
Esta novela incorpora todas las innovaciones de la gran narrativa europea y americana y es la mas representativa de este periodo.
*A la renovación del genero narrativo se unen por este tiempo nombres ya consagrados, como Miguel Delibes, con Cinco horas con Mario;
O Gonzalo Torrente Ballester, con La saga/ fuga de J.B.
* Al mismo empeño se suman autores de la década anterior, como Juan Goytisolo, que publica en Señas de identidad;
Juan Benet y Juan Marsé, que publican en 1967 dos obras clave de la nueva tendencia:
Volverás a Regíón y Últimas tardes con Teresa, respectivamente.
* La etapa de la novela experimental se cierra con La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza.
Entre las técnicas narrativas que se incorporan a la novela de este periodo destacan:
*La importancia que se concede al monologo interior.
*Cambios en el punto de vista de la narración.
*El narrador se permite rn ocasiones intervenciones irónicas.
*La división en capítulos se sustituye a veces por secuencias separadas por espacios en blanco.
LA NOVELA ENTRE 1975 y 1990.
*El argumento vuelve a tener un papel relevante y se recupera el placer de contar las novelas de Luis Mateo Díez (La fuente de la edad)
, José María Merino (Las visiones de Lucrecia)
, Julio Llamazares (luna de lobos)
, o Manuel Vázquez (El pianista).
*Debe destacarse la importante aportación al género narrativo de numerosas mujeres, como Esther Tusquets (El mismo mar de todos los veranos)
, Soledad Puertolas o Cristina Fernández Cubas (Parientes pobres del diablo).
LA NOVELA ESPAÑOLA EN LA ACTUALIDAD.
*Anteriores a 1990. Durante esta década, se ha visto reconocida y estudiada la labor de autores como: Javier Marías (Todas las almas, Corazón tan blanco),
, Almudena Grandes (Las edades de Lulú, Malena es un nombre de tango),
, Arturo Pérez Reverté (el maestro de esgrima, La tabla de Flandes, y la serie de novelas del Capital Alatriste).
* Novelistas jóvenes:
Ray Loriga, José Ángel Mañas, Espido Freire o Lucía Echevarría.
* Otros autores menos jóvenes: Prefieren profundizar en el mundo de la memoria.
o Manuel Rivas (El lápiz del carpintero).
* Novelistas que han publicado a partir de los años 90 la mayoría de sus obras, como Ignacio Martínez de Pisón o Bernardo Atxaga.
Habría que añadir nombres como Álvaro Pombo, Antonio Gala, Enrique Vila-Matas, Juan José Millás,
Javier Cercas o Juan Manuel de Prada.
Durante la década de los cuarenta, los poetas del 27, excepto Vicente Aleixandre, Gerardo Diego y Dámaso Alonso, permanecen en el exilio.
Entre los nuevos poetas que publican en España encontramos diversas tendencias:
* Poesía existencial, con temas como la soledad o la angustia, que reflejan el desasosiego de la guerra y la posguerra, y el amor o el sentimiento religioso en el que se refugian numerosos poetas, como es el caso de Luis Rosales, que publica en 1949 La casa encendida, uno de los libros más importantes de esta tendencia. Otros poetas expresan su angustia existencial con un tono de protesta hacia un Dios que permite que el absurdo, la miseria y el miedo se hayan adueñado de la vida cotidiana. Este es el caso de Hijos de la ira (1944), de Dámaso Alonso, y de Ángel fieramente humano (1951), de Blas de Otero.
* En 1945, frente a la poesía existencial, aparece el Postismo, un movimiento vanguardista fundado por Carlos Edmundo de Ory, que reivindica la rebeldía, el juego y la libertad creadora, y que se autodefine como Surrealismo ibérico.
*También el grupo Cántico, al que pertenece Pablo García Baena, se aleja de la corriente existencial y continua la línea intimista de los poetas del 27, con una poesía caracterizada por la búsqueda del equilibrio y la perfección estética.
A mitad de la década de 1950 comienza el movimiento conocido como poesía social, y los problemas existenciales del individuo dejan paso a la expresión de la protesta política. El poeta ya no habla de si mismo, sino que expresa la angustia colectiva, en un lenguaje sencillo y directo. Una obra de Blas de Otero, Pido la paz y la palabra, y otra de Gabriel Celaya, Cantos íberos, ambas de 1955, son representativas de esta tendencia, en la que también se incluyen José Agustín Goytisolo y José Hierro.
Vicente Aleixandre, poeta del 27, sale de su aislamiento y se incorpora a la poesía social con Historia del corazón (1945-1953); desde entonces ejerce el papel de maestro para las nuevas generaciones de poetas españoles.
En los años sesenta, una nueva generación de poetas se convierte en protagonista de una síntesis entre la poesía existencial y la poesía social. Estos siguen comprometidos con la realidad social, pero su postura es más ética que política. Realizan, además, una renovación del lenguaje poético, al que consideran como un fin en si mismo, no solo como un medio de transmisión de un mensaje ideológico, tal como ocurría en la poesía social. A esta generación pertenecen Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma, José Manuel Caballero Bonald, Ángel González y José Ángel Valente.
En el año 1970 se publica la antología Nueve novísimos poetas españoles, de José María Castellet, que da a conocer a poetas jóvenes, nacidos después de 1939, entre los que sobresalen Pere Gimferrer y Leopoldo María Panero.
En la obra de los novísimos poetas aparecen alusiones al cine, al cómic y a otras realidades ajenas a la poesía hasta ese momento. Existen, además, otras tendencias poéticas:
* El culturalismo, que incluye temas tomados del mundo clásico, de la literatura y el arte. Destacan Antonio Colinas y Guillermo Carnero.
* La poesía experimental, que incorpora la imagen como material poético y reivindica la libertad creadora del poeta. En esta tendencia se incluyen José Miguel Ullán y Joan Brossa.
Con la llegada de la democracia, el horizonte poético se bifurca y aparecen dos tendencias opuestas:
*La poesía como medio de comunicación. Esta tendencia se conoce como poesía de la experiencia y tiene como antecedente a Eloy Sánchez Rosillo.
Luis García Montero es su representante mas conocido.
*Otra tendencia es la que entiende la poesía como forma de conocer el misterio frente a la lógica y al pensamiento racional. Es una poesía antirrealista.
José Ángel Valente, Antonio Gamoneda y Andrés Sánchez Robayina son sus principales representantes. Como Francisco Pino o Eduardo Cirlot.
Llama la atención la cantidad y calidad de las poetas femeninas en el último tercio del Siglo XX.
María Victoria Atencia, Clara Janes y Ana Rossetti.
En esta época, conviven tres tipos de teatro.
* El teatro existencial minoritario esta protagonizado por personajes atormentados por la angustia, la incomunicación y la soledad.
Antonio Buero Vallejo inicia esta tendencia con el estreno de Historia de una escalera;
Alfonso Sastre expresa problemas similares en Escuadra hacia la muerte.
* El teatro cómico también ofrece una visión desilusionada de la vida, con personajes que se ven obligados a rendirse ante la presión de las convenciones sociales
. Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura son los autores más importantes.
*A mediados de la década de 1950 aparece el teatro de crítica social. Este tipo de teatro muestra las injusticias, y sus protagonistas denuncian la falta de libertad. Entre los autores más destacados hay que señalar los siguientes:
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Alfonso Sastre, que estrena Muerte en el barrio.
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Lauro Olmo, cuya obra más representativa es La camisa.
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Antonio Buero Vallejo, que escribe dramas históricos como Un soñador para un pueblo.