Portada » Historia » Fechas de la guerra de la independencia
Carlos IV (1788-1808) tenía como principal ministro a Floridablanca. La proclamación de la República Nacional Francesa en Junio de 1789 y el inicio del proceso revolucionario asustaron a las autoridades españolas. Floridablanca envió tropas a la frontera para establecer un muro que evitara el contagio revolucionario y se puso el control de la población en manos de la Inquisición.
Al no evitarse la llegada de noticia desde Francia, el rey retiró su confianza a Floridablanca, y subíó al poder el Conde de Aranda, que cambió la política, y tras la detención de Luis XVI se propuso declarar la guerra a Francia. Finalmente Aranda fue destituido, Y Carlos IV nombra ministro a Godoy, que mandó el ejército a Francia en tres frentes: Cataluña, Aragón y Navarra/País Vasco, donde nos derrotan y se firma la paz de Basilea (1795).
España se alió con Francia en los Tratados de San Idelfonso (1796 y 1800) contra Gran Bretaña. Pero los ingleses nos derrotaron el Cabo de San Vicente (1797) y en Trafalgar (1805).
Napoleón necesitaba una alianza con España para mantener el bloqueo continental establecido en 1806, y poder acabar en Portugal, aliado de los británicos.
El emperador le propuso a Godoy repartir Portugal entre las dos naciones y entregarle una parte a él mismo. Napoleón, Godoy y Carlos IV firmaron el Tratado de Fontainebleau (1807), en el cual España se comprometía a permitir el paso del ejército francés por su territorio.
Fernando conspiraba para derribar a Godoy tras haber descubierto el tratado de Fontainebleau, pero cuando Godoy lo descubríó abríó contra el príncipe el proceso de El Escorial.
En Marzo de 1808, los franceses invadían puntos del norte de la Península, y el rey comenzaba a desconfiar de ellos. El rey decidíó huir a América, y se dirigieron a Sevilla. En Madrid se dejó una Junta de Gobierno. La primera parada fue en Aranjuez, donde se inició el motín de Aranjuez (1808).
El 17 de Marzo de 1808, los sectores contrarios a Godoy (Partidos Fernandinos) promovieron en Aranjuez un tumulto popular que asaltó el palacio de Godoy. Este fue detenido y solo se salvó de las iras populares gracias a la intervención del príncipe Fernando. Tras ello, el día 19, Carlos IV abdicó en su hijo Fernando.
Comenzó su reinado con el nombre de Fernando VII, pero aún se encontraba en disputa con su padre. Napoleón fingíó actuar como mediador en las disputas de la casa real española, y los mandó a llamar para reunirlos en Bayona.
Carlos IV y el rey Fernando VII, acudieron a la llamada del emperador y fueron recibidos por separado por Napoleón, el cual una vez tuvo la seguridad de que en Madrid su lugarteniente Murat controlaba los resortes del poder, hizo que Carlos IV le entregase la corona española, después de que el rey no reconociese los acuerdos de Aranjuez (5 de Mayo). Más tarde obligó a Fernando VII a abdicar y devolverle la corona a su padre (6 de Mayo) y por último, Fernando renunció a sus derechos como heredero a la Corona de España, dándoselos a Napoleón (10 de Mayo). Estas fueron conocidas como las Abdicaciones de Bayona. Más tarde, el emperador convertirá a su hermano, José Bonaparte (José I), en rey de España (Junio 1808-1813).
Se crearon Juntas de Defensa local, que se organizaban para hacer frente a las tropas francesas.
En Madrid donde se observaba con preocupación la partida de la familia real hacia Bayona, tuvo lugar un levantamiento el 2 de Mayo de 1808 protagonizado por algunos oficiales de artillería, contra Murat y las tropas francesas.
La insurrección, aplastada por el ejército francés, fue seguida de una represión (los fusilamientos del día 3), considerados el inicio de la guerra de la Independencia española, que durará hasta Diciembre de 1813 con el Tratado de Valençay, y con la retirada en 1814 de las últimas tropas francesas.
Las juntas de Defensa se organizaron gracias a las Juntas Provinciales en los lugares donde los españoles no aceptaban a José I.
Napoleón había situado a sus generales en algunos puntos clave (Figueras, Montjuic, San Sebastián, Pamplona y Madrid). Murat se encontraba en Madrid, Junot en Portugal, el general Duhesme en Barcelona, Bessières en Álava, y Dupont y Moncey en el centro.
En la primera batalla se enfrentaron Bessières y Cuesta, entre Valladolid y Burgos. Tras ello, Bessières toma Valladolid y Santander. Más tarde, Blake y Cuesta son derrotados en Medina de Rio Seco, tras lo cual Bessières extiende su influencia hacia el Ebro.
En el Primer Asedio, se produjo la resistencia de Zaragoza, dirigida por Palafox desde Junio a Agosto de 1808. Esto impedía a los franceses hacerse con el control de la zona levantina. En Barcelona, el general Duhesme envió tres ofensivas a Lérida, Gerona y Marresa, que fracasaron. Moncey a finales de Junio lanzó otra ofensiva a Valencia, que también resistíó y tuvo que volver a Madrid.
Dupont desde el centro envía otra ofensiva hacia Andalucía y se enfrenta a las tropas españolas del general Castaños, que derrota a Dupont en la batalla de Bailén en Junio de 1808. José I se marchó a Vitoria.
Napoleón entró en España al frente de un ejército con sus mejores mariscales en Noviembre de 1808. Napoleón intentó reorganizar el Estado y conquistar la Península. A partir de entonces, todo fueron victorias francesas, menos en Cádiz y en una pequeña parte de Lisboa.
La Junta Suprema Central controlaba a las Juntas Provinciales y a las de Defensa, dirigidas por Floridablanca, e intentaron que los franceses no tomaran España, pero no lo consiguieron.
En Noviembre de 1808, tras la derrita de Gamonal, Napoleón tomó Burgos. En Diciembre de 1808 Napoleón llega a Madrid. El general británico Moore vino desde Portugal hasta Valladolid. Napoleón hizo que Moore se replegase hacia el norte. Napoleón se fue de España porque Austria le declaró la guerra. Y logra que los británicos se vayan de la Península, dejando generales en la península (Soult y Víctor). En el segundo asedio a Zaragoza (desde Diciembre de 1808 hasta Febrero de 1809) Moncey y De Montier toman la ciudad defendida por Palafox. Después Lérida y Tortosa y más tarde Valencia. En el centro ocupan Granada, Málaga, Sevilla, y en Cádiz el duque de Alburquerque detiene la ocupación. Se debíó a la derrota de Ocaña en Noviembre de 1809 de los españoles. En Portugal, los franceses consiguieron ocupar Oporto. Por ellos las tropas inglesas de Wellington se replegaron a Lisboa. Allí Wellington y Cuesta organizaron una ofensiva que se dio en Talavera contra los franceses. A partir de ese momento, y con la retirada francesa a Madrid y de los aliados a Badajoz, el general Massena desde Salamanca consiguió ocupar Portugal hasta la línea de Torres Vedras. Los españoles pusieron en práctica las acciones individuales de guerrilleros. Con ellos, comenzaron las guerras de guerrillas para desmoralizar a los franceses mediante asaltos, secuestros de mujeres, etc. Pero nunca en batalla directa. Los ingleses nos apoyaron desembarcando en puntos clave de la Península. Se sucedieron batallas al mando del general Wellington para echar a los franceses. La primera batalla fue la de Arapiles (1812). En Agosto los aliados liberan Madrid, y José I huye a Valencia. El general Suchet quitó el asedio de Cádiz y abandonó Andalucía. En Noviembre, José I y el general Soult consiguieron recuperar Madrid y Wellington se retiró a Ciudad Rodrigo.
A finales de Mayo de 1813, Wellington toma Salamanca, Zamora, Madrid y Vitoria. La última batalla importante es la de San Marcial, que obliga a José I a trasladar la Corte a San Juan de Luz (Junio de 1813) y las tropas francesas son evacuadas de San Sebastián, Pamplona, Zaragoza y Valencia. En Diciembre de 1813, a pesar de que quedan pocos franceses, Napoleón y Fernando VII firman el tratado de Valençay, en el que el emperador reconoce a Fernando como rey, y exige la retirada de los ingleses de España y que no haya represión contra los afrancesados. Las últimas tropas francesas se fueron de Barcelona en Julio de 1813. Acababa la Guerra de la Independencia.
Los dos bandos enfrentados intentaron ganar la batalla política. Napoleón comprendíó que para sustituir el Antiguo Régimen era preciso actuar en el campo político. Por el Decreto Imperial convocó en Bayona una Asamblea General de Notables con la finalidad de aprobar una Constitución. Miembros de la nobleza, el clero y el pueblo se reunieron en Junio de 1808. La Asamblea reconocíó a José I como rey de España y aprobó el Estatuto de Bayona que en realidad no era una Constitución, sino una carta otorgada. En ella se establece tres cuerpos colegiados para gobernar: Senado, Cortes y Consejo de Estado. Establece la independencia de los jueces, y algunos derechos como: inviolabilidad de domicilio, la libertad de movimientos, supresión de privilegios y el establecimiento de la igualdad de los españoles ante la ley; y supresión de la Inquisición y los señoríos.
Los llamados afrancesados defendieron a José I y todo lo que se aprobó en la Asamblea.
En el bando contrario, la Junta Suprema Central (sep. 1808), liderada por Floridablanca, gobernaba en nombre de Fernando VII, y querían ganar la guerra y gobernar. La Junta Central convocó unas Cortes extraordinarias (Mayo de 1809) para poder diseñar el modelo de Estado que se pretendía establecer. Para evitar la existencia de dos cuerpos se crea el Consejo de Regencia (regentes hasta las Cortes) formada por 5 miembros, que se reunieron en las Cortes de Cádiz (sep. 1810-1812).
Las Cortes quedaron inauguradas el 24 de Septiembre de 1810 en Cádiz. Entre los diputados había representantes de los tres estamentos, siendo mayoría los del grupo eclesiástico, militares y abogados.
1. DECRETOS: Las Cortes decretaron la abolición del Tribunal de la Inquisición, la libertad de prensa e imprenta, la abolición de los señoríos territoriales, la capacidad de los señores para administrar justicia, incautación de bienes y rentas a: traidores, órdenes militares y algunos conventos; libertan de contratación en el campo y en las ciudades.
2. CONSTITUCIÓN: El texto definitivo fue aprobado el 19 de Marzo de 1812, el mismo día del aniversario del nombramiento de Fernando VII como rey.
3. Los primeros DECRETOS de las Cortes y la Constitución reconocían a Fernando VII como rey legítimo. Las ideas principales que recogía eran: la monarquía constitucional, parlamentaria, hereditaria y moderada; la soberanía nacional, la división de poderes en: Legislativo (Cortes y rey), Ejecutivo (rey) y Judicial (tribunales), con preminencia del poder del rey; la confesionalidad católica del Estado; establecimiento de una nacíón libre e independiente, y no podía ser propiedad de ninguna familia; sufragio indirecto en la parroquia, en el partido y en la provincia; organización territorial en municipios (alcaldes) y en provincias (Diputado provincial); milicia nacional; bases para un plan de educación; libertad de imprenta, con una Junta de Censura. Se retiran los derechos feudales y las pruebas de nobleza. Entre los deberes se encuentra las contribuciones al fisco de todos los ciudadanos y la igualdad ante la ley.
4. LEYES (Cortes ordinarias): Ley Agrícola: libertad de cultivos, precios y promoción del cercamiento de tierras; Ley Ganadera: se suprime la Mesta; Ley de Industria y Ley de Comercio: establece la libertad de industria y comercio en España.
Tras el fracaso de Valençay en el que Napoleón devolvíó la corona a Fernando VII en 1813, las tropas francesas e inglesas abandonaron el país.
Las cortes le esperan en Madrid para firmar la Constitución de 1812 pero Fernando VII en 1814 emite en Valencia un decreto por el que disolvía las cortes, abolía la Constitución de 1812. Los 69 diputados de las cortes de Cádiz le entregaron el “Manifiesto de los Persas” (ofrecíéndole su apoyo) para que quitara la Constitución y que volviera al absolutismo. En Mayo de 1814, el decreto creó la anulación de la obra legislativa de las Cortes de Cádiz, y declara reos de lesa majestad e inicia la persecución de los liberales en España, se restaura la Inquisición y los señoríos, se elimina la diputación y se vuelve a las capitánías generales y restablece el absolutismo.
Los liberales se enfrentaron al régimen por la masonería y pronunciamientos militares, los más importantes son: en 1814 en Pamplona el de Espoz y Mina, y ese año el de Porlier; en 1817, Lacy en Barcelona; y en 1819, Valencia, pero todos fracasan.
Fernando VII siguió con el Despotismo Ilustrado y se rodéó de ilustrados para mejorar la economía española, y las colonias aprovechando el vacío de poder intentan independizarse y tiene que enviar un ejército al mando de Morillo y no se evita que en 1816 en el congreso de Tucumán Argentina proclame su independencia.
Martín de Garay intentó que se resolviese el problema económico y crea una reforma de impuestos para que paguen todos, pero fracasa porque se oponen los privilegiados.
Tras la caída de Napoleón, se reanudó el Congreso de Viena (1815). Diseñaron un nuevo orden europeo, con la Restauración. España fue invitada a participar, pero su representación, encabezada por Pedro Labrador, quedó relegada a una potencia de segunda fila.
El pronunciamiento liberal del 1 de Enero de 1820 terminó por triunfar al frente de un ejército que en Cabezas de San Juan (Sevilla) estaba acantonado para marchar hacia América para luchar contra las colonias, el coronel Riego se puso al frente del ejército, y este levantamiento se extiende por Murcia, Zaragoza, Madrid, Oviedo, Barcelona, A Coruña. Fernando VII manda tropas dirigidas por el conde de La Bisbal para impedir el levantamiento y se enfrenta en Ocaña pero el ejército jura la Constitución de 1812 y Fernando VII la acepta y se pasa a una monarquía constitucional.
Las primeras medidas que tomaron los liberales fueron la aceptación de la libertad de asociación y reuníón: Sociedades Patrióticas. Proponen reformar la Constitución de 1812 introduciendo una segunda cámara o senado que filtre la soberanía nacional, y se disuelve la junta de pronunciamiento de Riego y se desarma al ejército revolucionario, lo que hace que los liberales se dividan: exaltados, los que no quieren reformar la constitución, y moderados, los que sí. Esta división trajo gran inestabilidad política durante el Trienio.
Los absolutistas no están de acuerdo con la constitución y en 1822 proclaman la Regencia de Urgel. El rey no está dispuesto a aceptarla y envía a los exaltados a controlarla, la controlan y Fernando VII decide nombrarlos en el gobierno.
Los liberales en el poder durante el Trienio van a aplicar una política anticlerical, con medidas como: expulsión de los jesuitas, reducción del diezmo a la mitad, desamortización de los bienes de las órdenes religiosas, reducción del número de monasterios mediante la Ley de Monacales, abolición del fuero eclesiástico, establecimiento de la libertad de contratación, y el establecimiento de impuestos en metálico a parte del diezmo.
Simón Bolívar por el norte de América del sur y José San Martín por el sur tratan de independizar el territorio. Simón Bolívar derrota a las tropas españolas en Carabobo, Pichinche y Boyacá; y José San Martín en las batallas de Chacabuco y Maipú. Sucre libera el virreinato del Perú en Agacucho y Junín; y en 1824 toda América del sur está independizada. En 1821, en Nueva España (México) el virrey Iturbide lo independiza y se proclama emperador. En 1824 solo nos queda Cuba y Puerto Rico.
Las grandes potencias absolutistas, reunidas en el Congreso de Viena y coaligadas la Santa Alianza, se habían comprometido a intervenir ante amenaza liberal que siguiera en Europa contra los principios de la Restauración. Reunidas en 1822 un Congreso en Verona, las potencias acordaron la intervención en España. En Abril de 1823, un ejército francés, conocido como los “Cien Mil Hijos de San Luis”, entró fácilmente el país con el duque de Angulema y Fernando VII prometíó que respetaría a los liberales. El 1 de Octubre declaró de manera ilegal todo lo realizado en el Trienio y manda ejecutar a Riego.
La Década Absolutista o Década Ominosa, va desde 1823 a 1833. El 1 de Octubre de 1823, envía un decreto por el que se establece el absolutismo, y en Noviembre Riego es ejecutado. Se realizaron una serie de medidas: eliminó lo relacionado con lo liberal como la supresión de las Sociedades Patrióticas, los periódicos de corte liberal, depuración de bibliotecas, librerías de lo liberal, depuración del ejército, la administración de justicia, el funcionariado y los secretarios, se clausura la universidad, y aumenta la represión policial. Se restaura la Inquisición como Juntas de Fe que ejercieron una función inquisitorial y represiva.
Fernando VII vuelve al Despotismo Ilustrado y crea reformas económicas como: construcción y mejora de carreteras, reformas en Hacienda por el ministro López Ballesteros, fundación de la bolsa de valores, la aprobación de la Ley de Minas, la primera máquina de vapor, se crea la junta de fomento, se sustituye el Banco de San Carlos por el de San Fernando.
Los absolutistas, en 1827, produjeron en Cataluña una revuelta llamada Agraviats, que pedían la restauración de la Inquisición, la destrucción del gobierno y el exilio de funcionarios y miembros del ejército, y fue apoyado por campesinos.
Fernando VII se traslada a esta zona para sofocar la revuelta, y detiene a los cabecillas. Las clases medias prestan dinero al rey, resolviendo parte de la falta de fondos, y en economía se aprobaron aranceles proteccionistas. En 1830, hubo una oleada de revoluciones, y Fernando VII aumenta la represión contra los liberales. En 1831, hay un intento de levantamiento militar en Málaga por Torrijos, y es ejecutado; otro caso fue la ejecución de Mariana Pineda por bordar una bandera verde, símbolo liberal.
Fernando VII se casa con su sobrina María Cristina y tienen una hija, Isabel, pero en España estaba la Ley Sálica, con la que no pueden reinar las mujeres, siempre que haya descendencia directa masculina (hijo) o colateral (hermano). María Cristina tuvo una hija y le tocaría reinar al hermano del rey, Carlos.
Carlos IV había realizado ya la Pragmática Sanción en 1789 que anulaba la Ley Sálica, pero no se llegó a poner en vigencia. Fernando VII la pone en vigencia y en el momento de morir (sept. De 1833) reinaba su hija que tenía solo 3 años, y asume la regencia su madre (MC) cosa que Carlos no acepta.
Tras la muerte de Fernando VII se inician levantamientos armados a favor de Carlos. Este está en Portugal y en Octubre de 1833 publica el Manifiesto de Abrantes para convencer a los absolutistas que lo apoyen declarando ilegal la Pragmática Sanción e intentando conseguir apoyos de la nobleza, clero, campesinos, y promete respetar fueros y leyes tradicionales. Hay una reacción internacional por parte de los británicos con el Tratado de Évora-Monte en el que Carlos propone irse a Inglaterra y que ningún país apoyará este conflicto, pero no lo hace y aparecen grupos armados para la vuelta de Carlos al trono en Navarra, País Vasco, Cataluña, Maestrazgo… Esto lleva a una guerra y Carlos envía tropas a España.