Portada » Español » Poesía de los años 70
1. Los Novísimos
A partir de la publicación de “Arde el mar” (1966) del joven poeta
Pere Gimferrer y de la antología del editor J. Mª Castellet:
Nueve novísimos poetas españoles (1970) -de donde se tomaría el nombre para este grupo-, irrumpe en la escena literaria una nueva promoción de autores que recibirán el nombre de “Novísimos”. Los poetas incluidos en esta antología son: Manuel Vázquez Montalbán (1939-2013) (que también destacará en el género narrativo), Antonio Martínez Sarrión (n.1939), José Mª Álvarez (n.1942), Félix de Azúa (n. 1944), Pere Gimferrer (n.1945), Vicente Molina Foix (n.1946), Guillermo Carnero (n.1947), Ana Mª Moix (1947-2014) y Leopoldo Panero (1948-2014). Aunque no aparecen inicialmente en la antología, se considera que los autores Luis Antonio de Villena (n.1946), Antonio Colinas (n.1946) o Luis Alberto de Cuenca, comparten carácterísticas poéticas con el grupo. Durante la etapa de los 70, todos estos autores presentan los siguientes RASGOS COMUNES en su obra:
1) culturalismo: muchos poemas se inspiran en personajes históricos y obras artísticas o incluyen citas de otros textos; hay frecuentes referencias a la cultura de masas (cine, música o cómic)
2) escapismo: en principio, no se comenta la situación social o política de España; se prefiere “escapar”, crear diferentes espacios de evasión en el arte o el cine.
3) esteticismo y decadentismo: reivindican la belleza como refugio ante el mal o el horror del mundo; muchos experimentan una crisis vital y una sensación de que todo su mundo acaba o va a desaparecer y adoptan una actitud decadentista (es decir, incluyen elementos de erotismo, sensualidad o complacencia por aquello que se está perdiendo)
4) barroquismo e influencia de las vanguardias: en contraste con la poesía social que tomaba un tono prosaico (sencillo, sin apenas adornos poéticos) o de la poesía de la generación de los 50 (también llamada de Medio Siglo) que se expresaba con un tono conversacional intimista y directo, los Novísimos buscan un lenguaje rico y elaborado (barroquismo) y recuperan estrategias de la poesía de vanguardia, especialmente del Surrealismo (eliminan signos de puntuación, juegan con la escritura automática, se expresan mediante poesía visual, caligramas…etc)
2.1 POESÍA DE LA EXPERIENCIA Esta poesía realista surge a partir de la publicación del manifiesto La otra sentimentalidad (1983) de Luis García Montero (n.1958). Pronto se adhieren los poetas granadinos Álvaro Salvador y Javier Egea. A lo largo de los años 80, otros autores importantes se unen a esta corriente como: Miguel d’Ors (n.1946), Jon Juaristi (n. 1951), Felipe Benítez Reyes (n.1960), Carlos Marzal (n.1961) Benjamín Prado (n. 1961) o Almudena Guzmán (n. 1964). En la obra de estos poetas se propone una mezcla de intimidad y de búsqueda de lo cotidiano, así como tomar como referencia el tiempo presente en que viven (recordando así autores de los 50 como Ángel González o Gil de Biedma y de forma indirecta a través de ellos, a Antonio Machado). Quieren recuperar el vínculo con el lector, siguiendo una corriente que se dará en estas mismas fechas en los otros géneros: en narrativa y en teatro. En cuanto a las CarácterÍSTICAS de este tipo de poesía:
1) antivanguardismo y anticulturalismo: el poeta no es un ser marginal, un genio o visionario que realiza una actividad sublime (como defendían el simbolismo o las vanguardias) sino alguien normal que habla de vivencias y emociones de las personas normales; también desaparece el exhibicionismo cultural (referencias constantes a otras obras artísticas, como en los Novísimos). Autores de la generación anterior como Luis Alberto de Cuenca evolucionan hasta acercarse a esta poesía de la experiencia.
2) ambientación urbana y contemporánea: el lector se encuentra bares, taxis, teléfonos, cines, hoteles, ascensores, aeropuertos… como elementos habituales de esta poesía, lo que la sitúa en el contexto de la España reciente.
3) ficcionalización del yo o elementos narrativos: frecuentemente en los poemas se crea un “yo poético” distinto del autor y se cuenta una historia o anécdota con cierto argumento
4) función de la poesía y temática amorosa: no defienden un compromiso político explícito, pero creen que la poesía debe estar ligada a la realidad histórica en que viven y defender los valores éticos esenciales (dignidad, libertad, solidaridad…) frente a una sociedad deshumanizada; el amor es el eje fundamental de poemarios como Usted de Almudena Guzmán, Un caso sencillo de Benjamín Prado o Completamente viernes de García Montero.
5) tono conversacional y recuperación de métrica tradicional: usan un lenguaje coloquial incluyendo elementos de humor o parodia, para recuperar el contacto con el lector y huir de toda gravedad o grandilocuencia; como oposición al verso libre de los Novísimos, se vuelve a la métrica de versos medidos, siendo frecuentes silvas y sonetos.
2.2 POESÍA DEL SILENCIO Desde finales de los 70, poetas de diversas generaciones: José Ángel Valente (al cual se considera mentor de esta corriente), Antonio Gamoneda, Clara Janés, Jaime Siles, Olvido García Valdés… etc. Han cultivado un tipo de poesía que se caracteriza por la búsqueda de lo metafísico, por la expresión breve y por renunciar a los elementos narrativos y a sentimentales. Los TEMAS que plantean son: 1) la reflexión metafísica y la indagación sobre el propio lenguaje (las palabras dan realidad a las cosas y permiten al ser humano orientarse en la vida y en el mundo); 2) la preocupación por la muerte (se trata la frontera entre la vida y la nada) o 3) alcanzar el absoluto o la plenitud (a través de la música o el arte)
2.3 POESÍA RECIENTE Ambas corrientes (experiencia y silencio) evolucionan hacia una tendencia compartida. Coinciden con otros autores en temas como la reflexión sobre la existencia, la melancolía por el paso del tiempo y la inclusión de elementos autobiográficos. Destacan en esta última etapa Vicente Gallego, Carlos Marzal, Eloy Sánchez Rosillo… etc. Asimismo, en una poesía con tintes de experimentación vital sobresale la poeta Blanca Andreu. Y llegando a la poesía más actual, los autores del género lírico se reinventan en las formas de conectar con el público, presentado su obra a través de conciertos, blogs, redes sociales… como ocurre en los casos de Elvira Sastre o Marwan.