Portada » Lengua y literatura » Poesía clasicista
La Guerra Civil supuso un corte decisivo en todos los aspectos de la vida intelectual y artística de España. Las consecuencias fueron la división de la poesía en dos corrientes fundamentales, diferentes por los principios éticos y estéticos de sus creadores.
En España continúan su labor creativa los poetas del 27 como Dámaso Alonso o Vicente Aleixandre, además de los poetas de la generación del 36. Las dos corrientes predominantes son distintas en cuanto a los temas, el estilo y la postura ética de sus poetas.
En el exilio se encuentran Juan Ramón Jiménez, otros autores de la generación del 27 y León Felipe, cuya obra gira en torno al tema de España ya desde su primer libro, Versos y oraciones del caminante
Se genera en torno a revistas como Escorial o Garcilaso, que simpatizan con el nuevo régimen. Los jóvenes son conocidos como garcilacistas.
Es una poesía idealista cuyos temas son el amor, la familia, la fe católica, el paisaje castellano, el ensalzamiento del régimen militar y los valores imperiales. Su fe histórica y religiosa les confiere la serenidad y el arraigo en la realidad que se hacen patentes en su estilo, que busca belleza y la perfección formal especialmente en sonetos de lenguaje sobrio y equilibrado.
Sobresalen Leopoldo Panero, Luis Felipe Vivanco, Dionisio Ridruejo y José García Nieto. Aunque sin duda el mayor representante fue Luis Rosales con sus poemarios Abril y La casa encendida.
La obra de Dámaso Alonso, Hijos de la ira (1944) se considera el punto de partida de esta corriente, que se da a conocer a través de la revista Espadaña.
Constante búsqueda del sentido de la existencia humana, dominada por la angustia dolorosa ante el tiempo y la muerte, con interpelaciones a un Dios alejado de los hombres. Recurren a un lenguaje más sencillo que el de la poesía arraigada y de tono dramático.
Victoriano Crémer, José Luis Hidalgo, Eugenio de Nora, Blas de Otero (Ancia
) y Gabriel Celaya (Tranquilamente hablando). La figura emblemática de la poesía desarraigada fue Dámaso Alonso, cuya obra fundamental es Hijos de la ira, con la que se inaugura la poesía existencial, un desgarrado grito de queja contra la miseria moral, la injusticia y el odio.
Grupo cordobés en el que participaron lo poetas que se decía herederos del 27, tuvieron una enorme influencia de los clásicos grecolatinos y de la poesía barroca.
Se da por la evolución de la poesía de los 40 por el desplazamiento del enfoque individual al colectivo.
Para estos autores, la poesía es una vía de comunicación que busca dirigirse a la masa y ser al mismo tiempo una herramienta de transformación social. Esta poesía trata de dar testimonio de los problemas de España y de contribuir a su solución adoptando actitudes solidarias y de compromiso con los oprimidos y silenciados. Los temas son la situación de España, la injusticia social, el anhelo de paz y la libertad.
En cuanto al estilo de los versos, está determinado por la intención de los poetas y por la rígida censura. El lenguaje adopta un tono llano y conversacional que a la larga acaba resultando monótono. Aparecen poemas de contenido social en poetas como José Hierro y en los poetas jóvenes que darán el tono dominante en la poesía de la década siguiente, el llamado grupo poético de los años 50. Las obras Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero y Cantos íberos, de Gabriel Celaya se consideran los poemarios más representativos de la poesía social.
La obra de este poeta no es fácilmente clasificable en tendencias o escuelas concretas. En sus primeras obras, como Tierra sin nosotros, aparecen la desolación y la búsqueda frustrada de la felicidad; pero en obras como Quinta del 42 y Cuanto sé de mí se acerca más a la poesía social, al abordar el sufrimiento humano. Entre sus últimos libros destacan Libro de las alucinaciones y Cuaderno de Nueva York.
En su obra podemos diferenciar tres etapas:
?
se caracteriza por el sentido de la existencia del hombre, un hombre desvalido pero con sed de eternidad, por lo que son frecuentes las desgarradas preguntas a un Dios que no responde. Sus obras Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia se fundieron en Ancia.
?
los temas predominantes son la situación de España, la función social del poeta y la solidaridad humana. La poesía es la lucha por la paz, la justicia y la libertad. Destacan Pido la paz y la palabra y Que trata de España.
?
emprende la búsqueda de nuevas expresiones a través del uso de formas métricas más libres y poemas en prosa; recurre a temas que pertenecen a la intimidad del poeta.
Será siempre recordado por su poesía social, quizá la más política que se escribíó en los años 50; Las cartas boca arriba, Tranquilamente hablando y Cantos íberos