Portada » Español » Poesía del Romanticismo ejemplos
El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda del Norte) a finales del sigloxviii como una reacción revolucionaria contra el Racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su carácterística fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nacíón se manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo xix, extendíéndose desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a otros países. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de Posromanticismo, del cual derivó el llamado Modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo xx, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados ROMánticos de la exaltación del yo.
Si bien está clara la relación etimológica entre ROMántico y el término francés para novela Román, no toda la crítica se pone de acuerdo. En todo caso parece que la primera aparición documentada del término se debe a James Boswell a mediados del siglo xviii, y aparece en forma adjetiva, esto es, romantic o ROMántico. Lo utiliza para referirse al aspecto de Córcega. Este término hace referencia a lo inefable, aquello que no se puede expresar con palabras. Así, en un principio, se entendería que un sentimiento ROMántico es aquel que requiere de un Román para ser expresado. El texto de Boswell se tradujo a varias lenguas, llegando a alcanzar especial fuerza en alemán, con la difusión de romantisch, en oposición a klassisch.
Según René Wellek el término sirvió en principio para denominar una forma genérica de pensar y sentir y sólo en 1819, con Friedrich Bouterwek se emplea Romantiker como denominación de la escuela literaria. La difusión del término es irregular por países; en 1815 en España podemos encontrar romancesco junto a ROMántico, estabilizándose el segundo ya en 1918.1
Otro origen del término muy señalado es el que relaciona «ROMántico» con la expresión «in lingua romana» que alude a las lenguas romances distinguíéndolas de la antigüedad clásica representada por el latín. Se trataría por tanto de un giro hacia la lengua propia y vernácula como representate de la propia cultura. Igualmente surge con este término una oposición entre «ROMántico» y «clásico» en función de la lengua que prefirieran y, por añadidura, asociada también al gusto creador de unos y otros.2
Saturno devorando a un hijo, una de lasPinturas negras de Goya, realizada durante el Trienio Liberal (1820–1823), y que, a bajo una capa mitológica, alude a la famosa frase de Vergniaud poco antes de ser guillotinado: «La Revolución devora a sus propios hijos».
El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el Clasicismo, y favorecía, ante todo:
Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo xviii; en ese sentido los héroes ROMánticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores ROMánticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante. Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición.
Un aspecto del influjo del nuevo espíritu ROMántico y su cultivo de lo diferencial es el auge que tomaron el estudio de la literatura popular (romances obaladas anónimas, cuentos tradicionales, coplas, refranes) y de las literaturas en lenguas regionales durante este periodo: la gaélica, la escocesa, laprovenzal, la bretona, la catalana, la gallega, la vasca… Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo xvii, de espíritu clásico y universalista, difundida por toda Europa mediante Napoleón.
El Romanticismo también renovó y enriquecíó el limitado lenguaje y estilo del Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia oRoma, su inspiración.
Frente a la afirmación de lo racional, irrumpíó la exaltación de lo instintivo y sentimental. «La belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del sentimiento sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, se produjo una mayor valoración de todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras épocas históricas.
El estilo vital de los autores ROMánticos despreciaba el materialismo burgués y preconizaba el amor libre y el liberalismo en política, aunque hubo también un Romanticismo reaccionario, representado por Chateaubriand, que preconizaba la vuelta a los valores cristianos de la Edad Media. El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el Romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable y materialista, lo que causaba con frecuencia que el ROMántico acabara con su propia vida mediante el suicidio. La mayoría de los ROMánticos murieron jóvenes. Los ROMánticos amaban la naturaleza frente a la civilización como símbolo de todo lo verdadero y genuino.
Los lugares donde se reunían los ROMánticos eran muy diversos. Fuera de las redacciones de las revistas ROMánticas, existían determinadas tertulias, como por ejemplo El Parnasillo en Madrid, o, en París, El Arsenal, del cual, si hemos de creer a Alphonse de Lamartine, «era la gloria Víctor Hugo y el encanto Charles Nodier» (Las Noches, de Alfred de Musset, precedida del estudio de dicho poeta por A. Lamartine. Madrid: Biblioteca Universal, 1898). En este cenáculo reuníanse entre otros Alfred de Musset, Alfred de Vigny, Boulanger, Deschamps, Emile y Antoine Sainte-Beuve, etc.
También los rusos tuvieron su cenáculo: la Sociedad del Arzamas.
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En la prosa, incluso el género didáctico parecíó renovarse con la aparición del cuadro o artículo de costumbres. La atención al yo hace que empiecen a ponerse de moda las autobiografías, como las Memorias de ultratumba de Françoís René de Chateaubriand. También surgíó el género de la novela histórica y la novela gótica o de terror, así como la leyenda, y se prestó atención a géneros medievales como la balada y el romance. Empiezan a escribirse novelas de aventuras y folletines o novelas por entregas.
El teatro fue el gran vehículo de comunicación de la expresión ROMántica, era el género más popular y a través de él se canalizaron sus anhelos de libertad y de sentimiento nacional.
La poesía trató de liberarse de las preceptivas neoclásicas, y prefirió cantar los aspectos marginados de las convenciones sociales.
De forma diferente a la Ilustración dieciochesca, que había destacado en los géneros didácticos, el Romanticismo sobresalíó sobre todo en los géneros lírico y dramático; en este se crearon géneros nuevos como el melólogo o el drama ROMántico que mezcla prosa y verso y no respeta las unidades aristotélicas.
Comenzó en Alemania, partiendo de Beethoven y siendo seguido por Carl María von Weber en 1786 y Félix Mendelssohn. Es un estilo musical imaginativo y novelesco. Este movimiento afectó a todas las artes y se desarrolló sobre todo en Francia y Alemania.
La estética del Romanticismo se basa en el sentimiento y la emoción. En el Romanticismo se cree que la música «pinta» los sentimientos de una manera sobrehumana, que revela al hombre un reino desconocido que nada tiene que ver con el mundo de los sentimientos que le rodea.
El estilo ROMántico es el que desarrolla la música programática y el cromatismo de una forma predominante. Se da a lo largo de todo el siglo xix, aunque al principio del siglo xx se entra en el impresionismo.