Portada » Lengua y literatura » Modernismo y 98 en luces de bohemia
La producción de Valle-Inclán es considerable y variada: novelas, cuentos, teatro, poesía… En todos ess géners se observa una sngular evolución, paralela al cambio ideológico: d 1 Modrnismo elegante y nstálgico a 1 literatura crítica, bsada en 1 feroz distrsión d la realidad. Esta última orientación hizo q Salinas viera en él a 1 hijo pródigo del 98. Ello es incorrecto: tnto x sus presupuestos ideológicos cmo x la radical novedad d su estética, Valle se sitúa en posiciones polarmente separadas d las q adoptaron los noventayochistas en su madurez. Su trayectoria sería + bien paralela a la d Antonio Machado, aunque + renovadora y audaz en el campo d la expresión.
x otra parte, debe evitarse el reducir su trayectoria a dos etapas (la primera modernista y la segunda esperpéntica) separadas por un corte neto. Es evidente el abismo entre las Sonatas y los esperpentos de los años 20, pero no es menos cierto que, entre aquéllas y éstos, hay una línea ininterrumpida: hay esperpentización antes que esperpento.
1920 es la fecha capital en la trayectoria del autor.
En este año publica cuatro obras dramáticas decisivas: Farsa italiana de la enamorada del rey, Farsa y licencia de la Reina Castiza, Divinas palabras y LdB.
La primera mezcla fábula sentimental y la caricatura punzante, con personajes que, con alguna salvedad, son marionetas grotescas. La segunda es una deformación despiadada de la corte isabelina, donde la significación política se hace evidente. Muy distinta por su tono es Divinas palabras, violento drama y una de las cimas del autor, cuyo mundo sórdido recuerda el de las Comedias bárbaras, y en el que a las deformidades morales y sociales corresponde un lenguaje desgarrado y con frecuencia brutal.
La deformación esperpéntica está ya presente en esas obras, sobre todo en las dos últimas, pero es Ldb la primera a la que Valle-Inclán da el nombre de esperpento. Con esta palabra (cuyo significado habitual era persona o cosa extravagante, desatinada o absurda) designa el autor a esas obras suyas en las que lo trágico y lo burlesco se mezclan, con una estética que quiere ser una superación del dolor y de la risa. Su mejor definición se hallará en la escena XII de Ldb. El genial Valle crea, define y ejemplifica en Luces su mayor creación: el esperpento.
El Modernismo es un movimiento literario que se desarrolla aproximadamente entre 1885 y 1915. Aparece en Hispanoamérica y su principal impulsor y máximo representante es el escritor nicaragüense Rubén Darío. En España, el Modernismo conoce dos fases: el Modernismo polémico y el Modernismo domesticado. El primero comienza en 1892, con la llegada de Rubén Darío a España y se extiende hasta 1904; esta es su época de esplendor. Después cuando los autores modernistas ya ocupan un lugar central en el mercado editorial, atenúan la actitud provocadora y combativa que los había caracterizado en la primera etapa. Las figuras más carácterísticas del Modernismo en España son Manuel Machado, Villaespesa y Marquina. Ahora bien, hay tres importantes autores que estuvieron inicialmente en el Modernismo, pero que luego desarrollaron sus propios cauces: Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.
Generación del 98 se considera a un conjunto de escritores españoles que nacen a la vida literaria en los últimos años del Siglo XIX y que se define por la coincidencia, en el espacio histórico de un decenio, de localización geográfica, frecuentaciones sociales. Se incluyen en la nómina: Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu y, con matizaciones, Antonio Machado y Valle-Inclán.
El 98 es el año de la derrota de España en la guerra con Estados Unidos. La liquidación de lo que fue un gran Imperio hace que se tome consciencia de la debilidad del país, se analicen sus causas y se busquen soluciones. Es lo que harán los noventayochistas, pero había antecedentes.
En la obra
Luces de Bohemia existen referencias del Modernismo, como por ejemplo las premoniciones que tiene Max que se refieren a la muerte y al suicidio. También tiene importancia la premonición del premio de la lotería, por la función estructuradora que se atribuye a la búsqueda de la Pisa-Bien, y por su papel en el desenlace de la obra. Aparecen personajes que fueron modernistas reales. Rubén Darío, Dorio de Gádex, el coro de los modernistas, también el ambiente bohemio y la marginalidad… Destaca el uso del lenguaje desde lo más vulgar pero exclusivo a cultismos como morganático.
La generación del 98 se aprecia en la obra sobre todo en la crítica de España, en la que existen ambientes que tienen como carácterística común, la miseria, la sordidez y la evocación a la muerte en una España que es ejemplo de atraso y corrupción.
El protagonista, Max Estrella, es un escritor bohemio que se ha quedado ciego y en la miseria. El libro narra su última noche, en la que recorre medio Madrid con su amigo y representante Don Latino de Hispalis. Max es complejo y espléndido. En él se juntan el humor, la queja, la dignidad y la indignidad. Tiene una amarga conciencia de su mediocridad. Habla de manera mordaz y otras veces de forma muy profunda. Destaca su furia contra la sociedad. También, como en el autor, el sentimiento de fraternidad hacia los oprimidos (la prostituta, el preso catalán). Tiene muchos rasgos de la personalidad del autor.
Max es conocido por el apodo de Mala Estrella porque según él sus obras no son comprendidas por la sociedad. En él se encarna la figura del último bohemio.
La critica lo ha identificado con Alejandro Sawa, escritor y periodista andaluz, inspirador de la bohemia española y amigo de Valle-Inclán, que vivíó en París, conocíó a Víctor Hugo y murió ciego y loco.
Valle nos presenta a Max con la típica figura del héroe clásico, con su inteligencia y su talento, pero aun así a Max se le cierran todas las puertas y se ve abandonado al perder sus colaboraciones en el periódico del Buey Apis, lo que le hace sentir una aguda sensación de fracaso. Max es un inadaptado social a causa de su reciente ceguera, de la miseria y del alcohol, todas estas circunstancias le abocan al suicidio, a causa del cansancio de la vida. La causa de su fracaso es haberse mantenido fiel a su forma de ver la vida.
Max es a la vez que un hombre sarcástico con la burguésía un hombre muy sensible contra la opresión (ejemplo del niño muerto o el preso catalán). Max es un personaje lleno de contradicciones. Como demuestra la escena del ministerio en la que acaba recibiendo de buen grado el sueldo del gobernador, la falta de un sentimiento político aunque no pare de protestar o la sensibilidad que muestra ante el sufrimiento ajeno excepto cuando se trata de su mujer y su hija.
Max como la sociedad española está lleno de contradicciones y Valle lo demuestra durante todo la obra intentando retratar la contradicción de la sociedad.
Don Latino de Hispalis es un personaje que según el mismo no sabe lo que es pero que acepta el papel de perro guía de Max. Aunque la lealtad de Don Latino hacia Max es una lealtad engañosa puesto que siempre que puede
intenta ganar dinero a su costa (el trato con Zaratustra o el premio de la lotería), además de que pese a ver a Max muriéndose de frío se niega a prestarle su carrik. Es un personaje cínico y maestro de la ironía. Un bohemio golfante que se arrima al bohemio heroico.