1. PRIMERA GUERRA CARLISTA
 1.1 → CARLISTAS E ISABELINOS
 En 1833, tras la muerte de Fernando VII, los partidarios de que Carlos María Isidro, hermano del
Rey, sucediera al monarca en vez de su hija Isabel iniciaron una revuelta ante la actitud poco firme
De la reina regente. Fue el inicio de una larga Guerra Civil entre los partidarios del absolutismo
(Carlos) y defensores de la legalidad (Isabel). 

Los carlistas tenían como lema Dios, Patria y Rey : consideraban la iglesia como institución
Vertebrada del orden y se opónían a la centralización política y al liberalismo. Sus principales
Apoyos eran el clero y la nobleza agraria. Su fuerza estaba en las zonas rurales. Muchos de quienes
Les seguían eran propietarios empobrecidos, artesanos arruinados y arrendatarios, que recelaban de
Los nuevos impuestos estatales y la reforma agraria. 

A la causa isabelina le apoyaba la alta nobleza y los funcionarios, así como la jerarquía eclesiástica.
Pero para poder ampliar los apoyos frente al carlismo, la regente buscó apoyos en los liberales, y
Accedíó a sus demandas para contar con el apoyo de la burguésía y los sectores populares. Exigieron
El fin del AR.

 1.2 → EL DESARROLLO DE LA GUERRA
La guerra carlista tomó fuerza en el norte, donde los carlistas consiguieron mayor influencia. En
Navarra, Carlos organizó un pequeño estado con su gobierno, administración, universidad… Formó
Un ejército al cargo de Zumalacárregui. El segundo foco se creó en Cataluña, donde las partidas
Hostigaban las poblaciones liberales y se extendían por zonas montañosas, y también en el bajo
Aragón y Maestrazgo, con las tropas al mando de Ramón Cabrera.
 

1.3 → EL FIN DEL CONFLICTO
La debilidad del carlismo propició discrepancias entre los transaccionistas, que querían llegar a un
Acuerdo con los liberales, y los intransigentes, que querían continuar la guerra. Finalmente, el
General Maroto acordó la firma del Convenio de Vergara (1839), con el general liberal Espartero.
Establecía el respeto de los fueros de las provincias Navarra y vasca así como la integración al
Ejército del sector carlista.

 Esto no fue aceptado por los sectores más intransigentes, que optaron por el exilio o continuar su
Opsición (Cabrera, derrotado en 1840). El balance de la guerra fue muy negativo, con episodios de
Crueldad y venganzas. Las víctimas mortales llegaron a ser entre 150.000 – 200.000. 

2. EL PROCESO DE REVOLUCIÓN LIBERAL (1833-1843)
 2.1 → EL FRACASO DEL ESTATUTO REAL
La reacción de la regente ante la insurrección carlista fue tibia, y el gobierno de Francisco Cea
Bermúdez intentó buscar acuerdos. Pero el inmovilismo militar y político del gobierno permitíó que
Se extendiera el carlismo. Las tímidas reformas del gobierno fueron insuficientes para atraer a los
Liberales.
La monarquía isabelina necesitaba apoyos, por lo que la regente formó un gobierno encabezado por
Martínez de la Rosa que propuso la promulgación de un estatuto real en 1834 (carta para formar
Cortes estamentales, con dos cámaras, son verdadera soberanía, sino poder consultivo subordinado
Al monarca). Los liberales moderados pensaron que era un camino hacia la reforma que permitiese
Un acuerdo con los absolutistas.

 El malestar social crecía. Al hambre y las epidemias se le sumaban los ataques carlistas en
Poblaciones poco protegidas. Había descontento por la inacción del gobierno. Durante el verano de
1835 se produjeron protestas que derivaron en la quema de conventos y se crearon juntas que
Demandaban la reinstauración de la Constitución de 1812. Para conseguir el apoyo de los liberales y
Restablecer el orden, la regente nombró nuevo gobierno, por el progresista
Juan Álvarez Mandizábal 
2.2 → LA REVUELTA DE 1836: LOS PROGRESISTAS AL PODER
El desarrollo de la guerra no era favorable a los isabelinos. El objetivo de Mendizábal era derrotar el
Carlismo, por lo que convocó una quinta de 100.000 hombres y buscó ayuda en UK, FR y PTG.
Después quiso transformar el estado y convocó elecciones a cortes para reformar el estatuto real.
Emprendíó además una reforma agraria con desamortizaciones eclesiásticas y suspensión de
Congregaciones religiosas. 

Este proyecto reformista ahondó en las divisiones entre moderados y progresistas y consolidó las
Dos tendencias que perdurarían en la historia de España.
Mª Cristina atendíó las voces contrarias a las reformas, destituyó a Mendizábal y dio el gobierno a
Los moderados. Esto alarmó a los progresistas y, en el verano de 1836, se inició en Andalucía un
Amplio movimiento revolucionario a favor de la constitución de 1812. Los motines se extendieron y
El motín de los sargentos de La Granja, donde veraneaba la familia real, les obligó a aceptar la
Constitución de 1812. 

El progresista Calatrava fue llamado a formar gobierno con Mendizábal, como ministro de
Hacienda. Así se formalizaba el cambio de régimen con la voluntad de acabar con el carlismo y se
Abrían las puertas a la creación de un nuevo orden liberal.

2.3 → EL NUEVO ORDEN CONSTITUCIONAL
Los progresistas asumieron desmantelar el AR y construir un régimen liberal constitucional y de
Monarquía parlamentaria en dos etapas. El nuevo gobierno convocó elecciones a cortes, y se dio
Una mayoría progresista. En Octubre de 1836 se decidieron a redactar una nueva constitución,
Aprobada en Junio de 1937. Era más corta que la de Cádiz y dejaba al margen cosas que se tratarían
En leyes orgánicas. El objetivo era que fuese aceptada por todos. 

La constitución aceptaba la soberanía nacional, los derechos de los ciudadanos, división de poderes,
Confesionalidad del estado y se comprometía a la financiación de la iglesia. La introducción de una
2ª cámara de designación real (Senado), la soberanía compartida y la concesión de amplios poderes
A la corona eran los elementos más conservadores. Se aceptó que las colonias serían gobernadas por
Leyes al margen de la constitución, lo que expulsaba a los diputados de las américas. El sistema
Electoral era censatario.
Otras leyes completarían la constitución, como la ley de imprenta y la ley electoral (sufragio para
Hombres de más de 25 años, mínimo de renta → 2,4% de población). Si los moderados alcanzaban
El poder, elevaban el tope requerido, si eran los progresistas, lo bajaban. También para formar parte
De la milicia nacional se requería un mínimo de renta.

 2.4 → LA REFORMA AGRARIA LIBERAL 

El nuevo sistema liberal impulsó una reforma agraria que desmantelase la propiedad señorial y
Estableciera los nuevos principios de propiedad privada y la libre disponibilidad de la tierra.

 • Abolición de señoríos. Eliminó la jurisdicción señorial y favorecíó que la tierra pasara a
Manos de los antiguos señores como propiedad privada. El antiguo señor se convertía en el
Nuevo propietario y los campesinos pasaban a una condición de jornaleros (pagar impuestos)

 • Desvinculación de mayorazgos, que permitíó a los propietarios vender las tierras libremente. 

• Desamortización de los bienes del clero regular y secular. Disolución de las órdenes
Religiosas excepto las dedicadas a la enseñanza y la sanidad. Los bienes nacionalizados se
Vendieron en subasta pública.
Se tenían 3 objetivos: obtener recursos para abastecer al ejército liberal, disminuir el déficit
De Hacienda y mejorar las finanzas reales, y forjar una clase de propietarios defensores del
Liberalismo. A la larga también debía favorecer el desarrollo de la agricultura, y la
Concentración de la propiedad en manos de propietarios. 

• Eliminación de los diezmos, que completó la instauración del liberalismo económico.
También apoyaron la libertad de contratación en el trabajo y la libertad de industria,
Mientras se eliminaban aduanas interiores y se creaba un mercado nacional.