Portada » Filosofía » Problema de la realidad Descartes
René Descartes (en latín: Renato Cartesio) nacíó el 31 de Marzo de 1596 en La Haye en Touraine (Francia, actualmente Descartes). Fue educado en el colegio jesuita de La Flèche, donde pronto comenzó a cuestionarse el pensamiento clásico y a sentirse atraído por la seguridad y certeza de las Matemáticas (de la cual fue un importante teórico) y por la nueva ciencia. Igualmente, comenzó ser conocido en Europa especialmente a raíz de la publicación, en la década de 1640, de sus obras filosóficas. Dedicado a una vida de estudio, la reina Cristina de Suecia le hizo llamar a Estocolmo para que le diera clases de Filosofía. Allí murió en 1650.:
Discurso del método, Las meditaciones metafísicas, Las reglas para la dirección del espíritu.
Descartes, Siglo XVII, es el fundador de la Filosofía Moderna y principal pensador de la corriente filosófica del Racionalismo. El Racionalismo es una escuela filosófica que considera a la Razón, frente a los sentidos, como única fuente de conocimiento verdadero. Para Descartes lo fundamental es buscar un conocimiento cierto y seguro, una teoría que sea verdad sin ningún tipo de duda. Por ello, su prioridad será buscar un método que nos ayude a razonar, a modo de guía, para poder llegar así a esta teoría cierta a través de la Razón. Además, este método debe ser compatible con la forma de pensar de la Razón humana, pues si no sería inútil. Por ello, lo primero que hace es analizar la forma de actuar de la propia Razón llegando a la conclusión de que en esta Razón, que es la misma para todos los hombres, se distinguen dos modos de conocimiento: la intuición o luz natural, conocimiento de las ideas simples que surgen de la propia razón de forma clara y distinta, cuya verdad es evidente e indudable; y la deducción, que es el conocimiento de una sucesión de intuiciones de las ideas simples y de las conexiones que la razón descubre entre ellas para llegar a verdades complejas, juicios o leyes. De esta forma, para Descartes al existir estos dos modos de conocimiento el método y proceso que se debe seguir para llegar a conocer deberá seguir dos pasos similares: el análisis, por el que se dividen las ideas complejas hasta llegar a las ideas simples y evidentes para que puedan ser intuidas; y la síntesis, por la que mediante la deducción se llega a una conclusión que permite comprender lo complejo y construir leyes que lo expliquen Ahora Descartes aplicará este método para buscar una verdad indudable, a través del análisis, y poder llegar así, con la síntesis, a una metafísica cierta. Para encontrar esta verdad evidente a partir de la cual poder aplicar la deducción y hacer la síntesis usará la duda metódica. En la primera duda, dudará del conocimiento que proviene de los sentidos pues pueden engañarnos. En la segunda duda, dudará de la existencia de la realidad extramental ya que resulta imposible distinguir la vigilia del sueño. Y por último, en la tercera duda, dudará del conocimiento que proviene de la razón, de las ideas de razón o de los razonamientos, pues se puede suponer la existencia de un genio maligno que nos lleva hacia el error cuando creemos estar en lo cierto. Sin embargo, afirma Descartes, no podemos dudar que dudamos, mientras pensamos no podemos dudar que estamos pensando y por lo tanto que existimos. La primera intuición de una verdad indudable es “pienso, luego existo”. Y si existo lo hago como un yo pensante, un cogito, afirmando, pues, la existencia de la sustancia pensante (el cogito) como primera verdad indudable. A partir de aquí, Descartes buscará realizar una síntesis que le permita tener un conocimiento cierto. Para ello partirá de su verdad indudable, el cogito. Este cogito piensa ideas que pueden dividirse hipotéticamente en tres tipos: adventicias, aquellas que parecen provenir del exterior; facticias, aquellas que construye la mente a partir de otras ideas; e innatas, aquellas que la razón tiene en sí misma y no son ni adventicias ni facticias.
Entre las ideas innatas se encuentra la idea de Infinito, que Descartes identifica con la idea de Dios. Según Descartes, la idea de Infinito (Dios) no es adventicia ni facticia, así pues deberá ser innata. Al ser innata no puede haber tenido como causa a un ser finito, pues debe haber una relación entre causa y efecto, sino que debe haber sido causada por un ser infinito, por lo tanto, afirmará que Dios existe. El Dios afirmado por Descartes, la sustancia infinita, es infinito, omnisciente y perfecto. Así, Dios existe sin duda alguna y es la garantía, el fundamento, de que a mis ideas sobre el mundo exterior les corresponde una realidad extramental pues Dios es bueno y no me engaña.
EL PROBLEMA DE LA REALIDAD: METAFÍSICAPara Descartes existen así tres sustancias: el cogito (la sustancia pensante), Dios (la sustancia infinita) y la realidad exterior (la sustancia extensa). Descartes definirá “sustancia” como todo aquello que existe independientemente de cualquier otro ser, por ello sólo Dios sería sustancia pues es el único que no necesita una causa ajena a sí mismo para existir al ser necesario. Sin embargo, como la extensa (la realidad exterior) y la pensante (el cogito) son independientes entre ellas, pues puede existir el alma sin el cuerpo y la realidad sin el yo, también son consideradas sustancias.: ANTROPOLOGÍAEl ser humano es propiamente la sustancia pensante (el cogito), independiente de la sustancia extensa (que en este caso es su cuerpo). El cuerpo, como toda la realidad física, actúa como una máquina (tal y como defiende el Mecanicismo) y no puede comportarse de forma libre. Sin embargo, el alma (el cogito), que es inmortal, actúa de forma libre y debe gobernar a esa misma máquina. Así, hay un dualismo en el cual alma y cuerpo mantienen una lucha permanente. La relación entre estas dos sustancias, y que permite al alma gobernar el cuerpo, se da a través de la glándula pineal. ÉTICACon el desarrollo de la perfección del alma se consigue la felicidad. Descartes identifica el desarrollo de la perfección del alma con el desarrollo de la libertad. La libertad se consigue con el dominio y guía de los deseos y pasiones que surgen del cuerpo pues entonces es cuando el sujeto no se encuentra dominado por la sustancia extensa sino que gobierna en él su cogito. La libertad es así concebida como la realización por la voluntad de lo que propone el entendimiento como bueno y verdadero.