Portada » Lengua y literatura » Poesía culturalista poesía de la experiencia y poesía del silencio
LA Poesía DEL Siglo XX HASTA EL 1939: La poesía española del Siglo XX hasta el estadillo de la Guerra Civil puede dividirse en 2 etapas: la primera son los movimientos modernistas y noventayochista y la segunda el novecentismo y las vanguardias. El Modernismo hace referencia a una serie de tendencias artísticas europeas y latinoamericanas que revolucionaron la literatura de finales del Siglo XIX y principios del xx. Consistía en la búsqueda de nuevas formas y la belleza ornamental. Surge en Nicaragua de la mano de Rubén Darío y pasa por 2 etapas: la primera un Modernismo canónica y la segunda un Modernismo tardío. Esta última versión del movimiento será un Modernismo más tardío y más simbolista. En él se encuentran los primeros poemas de Juan Ramón Jiménez y las soledades, galerías y otros poemas de Antonio Machado.
El movimiento noventayochista presenta unas carácterísticas propias que la diferencian. Se trata de un movimiento exclusivamente español y de un carácter sociopolítico. Dentro del ambiente modernista es España surgirá un grupo de autores que van a reaccionar ante la crisis del 98. En los versos de Machado y Unamuno se denuncia el atraso y la miseria del campesino castellano y la necesidad de una regeneración nacional. En cuanto a la estética destacan el léxico menos retórico y versos más cortos.- En torno a 1914 surge en España una nueve generación de intelectuales que se han formado en las universidades y tienen una vocación europeísta, además proponen un nuevo concepto de poesía intelectual. Son la generación del 14. Esta corriente está formada por la poesía pura de Juan ramón Gómez de la serna, que fue el que introdujo las primeras vanguardias en España y creados de las famosas greguerías. Estos son los primeros pasos hacia el Vanguardismo que en torno a 1920 tendrá sus primeras manifestaciones propias con el ultraísmo. El ultraísmo supónía la ruptura definitiva con el exceso de Modernismo y se integraban el la lírica el mundo contemporáneo y urbano.- La Pureza de las primeras vanguardias se fue abandonando debido a los cambios que sufríó la sociedad del momento, y por influencia del Surrealismo francés, la poesía española sufre la rehumanización del arte.
Ahora se hablara de una poesía impura. Así en los primeros 30 años se volverá a una poesía de denuncia y de contenidos sociales. Lo onírico y lo irracional se dan como material poético. Los poetas protagonistas de todo esto son aquellos del llamado grupo del 27 y elevaran el género poético a lo más alto. Sus miembros son los siguientes: Emilio Prados, Lorca con romancero gitano, Alberti con marinero en tierra, Dámaso con el viento y el verso, guillen con cántico, salinas con seguro azar , diego Gerardo con imagen, Cernuda con placeres prohibidos, Aleixandre con espadas como labios y Manuel Altolaguirre. –El estadillo de la Guerra Civil española trunco la evolución poética de esta generación. García Lorca será asesinado ese mismo año, el joven Hernández morirá en la cárcel y el resto de los poetas de la generación se verán obligados al exilio.
La lírica española de los primeros años de la posguerra no puede entenderse si no tenemos en cuenta que la sociedad española quedo dividida en 2 bandos: los vencedores y los vencidos. El exilio exterior de buena parte de los escritores vivos, el asesinato de Lorca y el encarcelamiento de Miguel Hernández dejaran casi sin modelos a las nuevas generaciones poéticas y aquellos que se quedan en el exilio interior deberán esquivar la presión de la censura. En los años 40, las producciones líricas están en torno a las revistas literarias. La revista Garcilaso agrupara a los escritores afines al régimen, destacan Luis rosales, Leopoldo panero etc. Estos practicaran lo que Dámaso llamó la poesía arraigada. Una poesía que representaba un mundo coherente ordenado y sereno con temas como Dios la patria y la familia y se caracterizaba por una perfección de corte clásico. En León nace la Espadaña, que es una revista que integra a los poetas contrarios al régimen. Se trata de una poesía desarraigada. Se trataba de una poesía de corte más existencial y de tono trágico, más preocupada por el sufrimiento humano que por los primores estéticos. Los primeros poemas de Gabriel Celaya y Blas de otero encuentran dentro de esta corriente donde la cumbre se alcanza con la publicación de
Vicente Aleixandre, sombre de paraíso e hijas de la ira de Dámaso. En los años 40 también hay veces que se alejan de estas 2 tendencias. Destacan los poetas reunidos en la revista cántico (García Baena, Juan Bernier o Ricardo molina) y a los poetas del postismo que es un movimiento vanguardista fundado por Carlos Edmundo que defendía la libertad expresiva. En la década de los años 50 el tono individua de la lírica anterior deja paso a una poesía concebida como comunicación de la poesía de indagación del dolor humano se pasa a la poesía de denuncia de los malos sociales, se conoce como poesía social, es una poesía que debe enfrentarse a los problemas del mundo y ser un instrumento de cambio político y social. Para ello se utiliza un lenguaje sencillo y directo. El mensaje prima sobre la forma poética, que seguirán el camino de poetas como Miguel Hernández, Machado, Celaya, hierro… A finales de la década de los 50 y desengañados por la imposibilidad de llegar a esa inmensa mayoría, muchos poetas abandonaran la poesía social, tendrán una visión más distanciada de la Guerra Civil, serán los responsables de elevar la calidad artística de este género literario. La poesía pasara de considerarse forma de comunicación a entenderse como una forma de conocimiento. Se trata de una lírica inconformista pero con cierto escepticismo que le permite acercarse a lo que se conoce como poesía del medio siglo, en la que destacan temas como la amistad, el amor y el erotismo. Estéticamente se busca un estilo conversacional. –Por ultimo en la poesía del exilio, el tema más importante es el de la patria dejada atrás. Por lo tanto, la producción literaria de la posguer
La lírica desde los años 70 a nuestros días–
En 1970 José María Castellet editaba una antología poética sin duda clave en la evolución de nuestra lírica. Se trata de la obra Nueve novísimos poetas españoles y recogía los siguientes nombres: Pere Gimferrer, Leopoldo María Panero, José María Álvarez, Guillermo Carnero, Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix y Ana María Moix. La intención de este volumen era presentar una nueva forma de hacer poesía: rompía con la poesía anterior y se insertaba en la línea de la literatura experimental. Se fueron incluyendo nombres que faltaban en esta primera antología:Antonio Colinas, Jaime Siles, Luis Alberto de Cuenca o Luis Antonio de Villena (Generación del 68), abandonarán el tono intimista y autobiográfico de la década anterior y llevarán a cabo una renovación total del género: desde su propia concepción, hasta la temática y las técnicas. -Son autores nacidos tras la Guerra Civil, que han tenido una educación católica y que sienten fascinación por los mass media. Es la primera generación de poetas que viajan al extranjero, simpatizan con los movimientos hippies y el Mayo del 68 y reivindican la cultura beat, el pop, el rock. Los temas de su poesía son de lo más variados. -La ambientación de sus textos es variada: una noche en Venecia, un día en Hollywood o incluso decorados virtuales procedentes del cine, del teatro o del cómic. Habría que añadir también la música clásica, la mitología, el arte y la propia literatura, especialmente la poesía europea o la hispanoamericana. Para engarzar materiales de procedencia tan diversa los poetas novísimos recurrirán a técnicas como el pastiche o el colla ge y a menúdo se mezclan en sus versos tipografías diversas o palabras escritas en varios idiomas. La libertad formal es total, lo que afectará al verso, a la puntuación y a la disposición gráfica del texto. -Habría que señalar la coexistencia en esta generación de dos tendencias diferentes: una que arranca de la cultura popular y otra más culturalista, de lenguaje más artificioso y preciosista.En estos mismos años, un grupo de jóvenes poetas leoneses se trata del Equipo Claraboya, que propone una poesía neomarxista y reivindica a autores como Bertolt Brecht o Cernuda
y la poesía de corte social. Se comienza a hablar de poesía postnovísima. Como carácterísticas generales se pueden mencionar la recuperación del Realismo, el alejamiento de la experimentación y la vuelta al concepto de poesía como comunicación. En sus poemas se observa, asimismo, una mayor presencia del humor, la Ironía y de los temas íntimos. Lo que realmente define esta década es la variedad de tendencias que presenta – Neosurrealismo: corriente que entronca con la poesía surrealista de la Generación del 27. – Neorromanticismo: corriente representada por Antonio Colinas; poesía de temas recurrentes como la noche, el misterio de la naturaleza o la muerte. – Neorruralismo o poesía épica: así se etiquetó, por ejemplo, la lírica de Julio Llamazares. Su poesía es una reflexión sobre los grandes temas – Sensualismo o poesía erótica: erotismo visto desde el punto de vista femenino, con motivos como la noche, el cuerpo o el mar (Ana Rosetti y Aurora Luque). – Decadentismo y culturalismo: poesía refinada, culta y decadente (Luis Antonio de Villena). – Minimalismo o poesía conceptual: es una poesía abstracta y libre de artificios, heredera de la corriente de la poesía pura de los años 20. También se llama «poesía del silencio». Sus precursores son autores asociados con el grupo de los 50 que evolucionarán hacia una poesía menos directa y más sugerente. -Poesía de la experiencia:
Supone una vuelta a los autores del 50 como Gil de Biedma o Ángel González. Lírica de temas cotidianos y urbanos, con cierta narratividad y una visión desencantada de la vida. El tono es coloquial y el lenguaje sencillo y conversacional. En la década de los noventa y principios del nuevo milenio se destaca la agudización del contraste entre la poesía de la experiencia y la poesía del silencio, aunque se puede hablar de un dominio evidente de la poesía de la experiencia. A finales de la década de los 90 un grupo de poetas reaccionará contra este predominio de la que también se llamó «poesía medíática» .Se trata de la llamada poesía de la diferencia, corriente que, representada por el poeta y crítico cordobés Antonio Rodríguez Jiménez, propugna la libertad creativa individual y acusa a los poetas de la experiencia de una relación «clientelista» con los poderes públicos.