Portada » Filosofía » Ejemplos de ideas innatas adventicias y ficticias
Para Descartes, la única garantía de verdad es el método, y solo encuentra verdad en las
matemáticas.
El tema que esto presenta es el Racionalismo, ya que la razón es única y por tanto debe
haber un único método para alcanzar la sabiduría. Descartes defiende la idea de una
ciencia unificada y universal fundada en la unidad de la razón y el método de inspiración
matemática para alcanzar el conocimiento.
Los dos procesos del conocimiento, el análisis y la síntesis, se corresponden con los dos
modos de conocer del entendimiento: la intuición que nos proporciona las ideas claras y
distintas y por lo tanto evidentes, y la deducción, que nos permite prolongar esta evidencia
hacia lo desconocido.
El objetivo de Descartes es encontrar verdades absolutamente ciertas sobre las cuales no
sea posible dudar, que permitan fundamentar el verdadero conocimiento, y para ello, se
usa la duda metódica, que consiste en dudar de todo lo que creemos y rechazar todo
aquello de lo que sea posible dudar.
Esta duda es un instrumento metódico para alcanzar su objetivo: la intuición de una idea
clara y distinta, sobre la que no exista ninguna posibilidad de duda.
Hay tres motivos de duda aducidos por Descartes. El primero es la duda sobre la
fiabilidad de los sentidos, el segundo es que existe una dificultad para distinguir la vigilia
del sueño, y esto nos ha llevado a dudar del conocimiento proporcionado por los sentidos,
de la existencia de las cosas y del mundo, y solo quedan a salvo las verdades
matemáticas, peros sin embargo, Descartes añade un tercer motivo de duda: La hipótesis
del Genio Maligno, que consiste en que puede que haya sido creado por un genio maligno
que le hace equivocarse, y en ese caso, también quedan cuestionadas las verdades
matemáticas.
El problema que esto supone es que Descartes piensa que todo lo que pensamos puede
ser falso, está convencido de que nada existe, incluso que las consideradas verdades
matemáticas.
De lo que no cabe duda es del hecho de que duda y piensa, y a esto lo denomina el
‘’cogito’’ es la relación necesaria entre el pensar y el ser, el pensamiento y la existencia.
Es la primera verdad porque es el resultado de la intuición y porque posee la claridad y la
distinción. Ha superado todos los momentos de la duda metódica, y cumple las exigencias
del primer precepto del método, mediante el cual se puede iniciar la reconstrucción de la
filosofía como ciencia.
La tesis de esto es, que para Descartes era preciso deshacerse de todas las opiniones a
que había dado crédito y empezar de nuevo, desde los fundamentos, para establecer algo
firme y constante en las ciencias. Para ello, es necesario rechazar las cosas que no sean
enteramente ciertas, y para ello debe encontrar razones para ponerla en duda. Después
de esto, todo cuanto Descartes creía antes verdadero, puede ser puesto en duda.
Desarrollo:
Ha habido grandes evoluciones desde el concepto de Idea de Platón, hasta que la
modernidad reforma este concepto basado en que el pensamiento de una elemento, no
recae ni influye sobre él.
Descartes, por el contrario afirma que el pensamiento recae sobre las ideas, no sobre las
cosas. Por esta causa, procede a analizar la naturaleza de las ideas, y descubre que son
actos mentales, y que poseen un carácter representativo. Además, distingue tres tipos de
ideas.
por Descartes.
por intuición y es preciso que se desarrollen mediante el buen uso de la razón.
Entre este tipo de ideas, Descartes descubre la idea de perfección-Infinito, que se
identifica con la idea de Dios.
Para demostrar que la idea de infinito es innata, desecha que sea adventicia ya que no es
posible tener la experiencia de la infinitud.
Más tarde, procede a demostrar que tampoco es una idea facticia, ya que la idea de
finitud ya presupone la idea de infinitud, y por ello, la idea de Infinito, debe ser una idea
innata.
De este modo, concluye que la idea de Dios es una idea innata, y tiene que demostrar la
existencia de Dios a partir de la misma idea de Dios.
Tres son los argumentos que Descartes emplea para demostrar la existencia de Dios.
Este argumento se basa en dos apoyos. En primer lugar, en la teoría de la realidad
objetiva de las ideas.
Las ideas tomadas como actos mentales, no presentan diferencias entre ellas, pero
atendiendo a lo que esas ideas representan, su realidad es diversa. Esto hace pensar,
que todas las ideas son en un sentido, semejantes, y en otro, distintas. Se puede hablar
de unas ideas más perfectas que otras, perfección que les viene dada de la perfección de
lo que se representa en ellas. En cuanto a esto, la idea de Dios, según Descartes, es la
idea más perfecta, pues reúne todas las cualidades para serlo. La idea de perfección
absoluta, debe estar en nuestra mente de forma innata, ya que un ser superior la ha
puesto en nosotros, y ese es Dios.
Descartes es consciente de su imperfección, y de las limitaciones que le causa su
ignorancia, por el hecho de dudar, por eso dice que si él fuera perfecto, y la causa de su
propio ser, se habría creado como sabio, y por esto su propia existencia depende de
algún otro ser, por el que llega a plantearse la existencia de Dios. De forma contraria a
esta, también plantea la hipótesis de que tal vez no dependa de Dios, sino de algo menos
perfecto que Dios, pero esta teoría, la rechazará mediante, la idea de Dios como un ser
absolutamente perfecto, y la imposibilidad de infinito en el sujeto.
Este argumento, pretende ser una prueba de la existencia de Dios partiendo de la idea de
Dios, pero afirmó que entre el orden de pensamiento y de la realidad hay una separación.
Descartes debe acudir a este tipo de argumentos porque solo tiene seguridad de la
existencia del yo como ser pensante, de la existencia de las ideas y de sus tipos.
Descartes dice que todo lo que conoce clara y distíntamente perteneciente a un objeto, le
pertenece realmente, y en la idea de Dios, se comprende el ser absolutamente perfecto.
Por ello, considera la existencia como una propiedad atribuible a una cosa, pero la
existencia necesaria, es una perfección aun mayor, y este tipo, es el que representa Dios.
Una vez demostrada la existencia de Dios, Descartes dice que es el autor de todo lo que
está en nosotros, y es garantía de verdad, ya que él ha puesto en nosotros las ideas
innatas y las verdades matemáticas con toda claridad y distinción, que hacen de ellas
ideas verdaderas.
En conclusión, la primera regla del método y su criterio de verdad solo tiene validez por la
existencia de Dios.
Demostrada la existencia de Dios, Descartes, razona diciendo que puesto que Dios existe,
y si es perfecto, no puede permitir que se engañe continuamente, pero el problema llega
al intentar averiguar cuál es la causa del error.
Dios es la única garantía de verdad, y por ello, el error no es atribuible a el, ni a nuestra
razón, que bien dirigida alcanzará la verdad, pero si atribuible a nuestro juicio que se
precipita al pronunciarse sobre la realidad. Nos equivocamos al interpretar la información
que nos da nuestros sentidos.
-Teoría DE LA SUSTANCIA:
La sustancia se puede definir como una cosa que no tiene necesidad más que de sí
misma para existir. Esta definición sólo puede ser aplicada a Dios, pero Descartes
considera que puede ser aplicada al yo o al ama y los cuerpos materiales, que son
independientes y no necesitan el uno al otro para existir, pero nosotros no podemos
percibir directamente la sustancia, sino que es necesario percibir un atributo. Los atributos
son cualidades de las sustancias que no pueden existir por sí mismos y cada sustancia
tiene un atributo propio que constituye su esencia. En resumen, Descartes distingue entre
dos sustancias: el yo o sustancia pensante (res cogitans) y los cuerpos o sustancia
extensa (res extensa).
Por lo que hace a la res extensa, podemos diferenciarla entre cualidades primarias y
cualidades secundarias. La primera tiene realidad objetiva y las percibimos con claridad y
distinción. Esta cualidad podemos expresarla matemáticamente y son: el volumen, el
movimiento y la figura. Y por último sólo existen objetivamente independientemente del
sujeto. Por otra parte las cualidades secundarias no existen objetivamente en las cosas,
sino que son apreciaciones subjetivas de los sentidos. Partiendo de los atributos
esenciales de la materia, Descartes procede a una teoría mecanicista del mundo que
consiste en que todo se reduce a materia y movimiento, y donde se concibe el mundo
como una máquina.
Conclusión:
-El dualismo antropológico:
Descartes elabora una teoría antropológica dualista, que consiste en una concepción del
ser humano como un compuesto de las 2 sustancias: el pensamiento y la materia extensa.
El alma y el cuerpo están estrechamente unidos, pero al mismo tiempo, el alma es
diferente e independiente del cuerpo.
El problema al cual se enfrenta Descartes como consecuencia del dualismo es el de la
relación entre las 2 sustancias. Descartes establece una separación totalmente radical
entre cuerpo y alma, pero al mismo tiempo es consciente de que están estrechamente
ligados.
Solo se puede solucionar el problema recurriendo a una solución de tipo fisiológico: el
alma reside en una glándula del cerebro, la glándula pineal que sirve como punto de
contacto entre cuerpo-alma; pero esta explicación está considerada como uno de los
puntos más débiles de la filosofía cartesiana.
Mejor encaminada se encuentra su teoría de las pasiones. Estas son percepciones que se
dan en nosotros y que afectan al alma, pero cuyo origen no se encuentra en ella, y se
caracterizan por ser involuntarias e irracionales. Para controlar las pasiones, la razón es la
encargada de proporcionar el conocimiento necesario para hacerlo, y ahí es donde
interviene la libertad.
La libertad, es la capacidad de elegir entre diversas opciones, y consiste en el
sometimiento de la voluntad al entendimiento.
Para Descartes, la libertad solo puede residir en el alma porque no está sometida a las
leyes de la mecánica. El alma tiene dos funciones, el entendimiento y la voluntad. Esta
última, es la más importante, puesto que con ella se puede caer en el error dependiendo
de cómo se use.
-La moral provisional:
Descartes se vio conducido a poner en duda todo lo que formaba parte de su
conocimiento, pero para poder guiarse provisionalmente a través de la vida de una
manera ética, puso en práctica un modo de moral a la que él denomina moral provisional.
Esto pone en juego una serie de máximas orientadas a guiar la conducta de las personas
en relación a lo establecido socialmente.
Descartes toma esta posición como provisional mientras pone en duda todo conocimiento
existente para mantenerse lejos del error.
Las máximas que establece la moral provisional de Descartes dicen que:
opiniones más dudosas como si fuesen verdaderas.
Para concluir, Descartes plantea que es de suma importancia cultivar las cualidades de la
razón así como aprender conociendo nuevas costumbres y opiniones e intentar llegar a
un conocimiento verdadero a partir de la aplicación de su método.
Las ideas adventicias: que define como ideas extrañas que no provienen del propio pensamiento, sino que parecen provenir del exterior (siendo su causa la percepción sensible). Se dice «parecen provenir» y no provienen, porque aun no se ha demostrado la existencia de la realidad exterior al pensamiento. (Calor, la suavidad o rugosidad de las cosas, el color, la dureza, etc.)
Las ideas facticias: que son aquellas que la mente contruye a partir de otras; y podemos decir que son ideas creadas por la imaginación (centauro, sirena…). Estos dos tipos de ideas, adventicias y facticas, son obviamente rechazadas por Descartes como punto de partida para demostrar la realidad extramental (pues las facticias se basan en las adventicias y estas presuntamente provienen de el mundo externo)
Las ideas innatas ( que son pocas pero muy importantes). Son las ideas que posee por si mismo el pensamiento. El innatismo de Descartes afirma que son ideas connaturales a la razón porque esta posee una predisposición natural a formarlas (brotan de manera natural, espontanea e inmediata de nuestro pensamiento (la existencia, la idea de infinto…)) y son conocidas por una percepción inmediata de la intuición). Con la afirmación de las ideas innatas nos encontramos con la tesis fundmental del Racionalismo, pues son estas ideas las que le permitirán salir de la existencia del sujeto pensante a la realidad extramental (cosa que ni las ideas adventicias ni las facticias son validas para este objetivo, pues su verdad depende de que demostremos la existencia subjetiva como idea, entonces podfremos resolver el problema). Entre las ideas innatas Descartes descubre la idea de perfección–
Infinito, que identifica inmediane con la idea de Dios y para demostrar que es innata, desecha la posibilidad de que sea adventicia (no podemos tener experiencia sensible de la infinitud); después procede a demotrar que no es una idea facticia (donde debemos comentar que la traición fiolosofica consideraba que la idea de infinito se contruia a partir de la idea de finito por medio de la negación de los limites, y Descartes invierte los términos y afirma que la idea de finitud ya presupone la idea de infinitud(no se onoce una sin la otra); debe ser idea innata
Y si la idea de infinito es la de Dios, concluye que la idea de Dios es una idea innata.
Este punto es crucial en la deducción cartesiana, pues partiendo de la idea de Dios, todo el proceso deductivo posterior hasta la demostración de la existencia del mundo y la aceptación de la veracidad de los sentimientos, queda abierto. Como decíamos, la finalidad era encontrar una idea de tal naturaleza que su existencia como idea implicase su existencia como realidad objetiva; esta idea, según Descartes, es la de Dios y por ello tendrá que demostrar la existencia de Dios a partir de la misma idea de Dios.
Pasemos ahora por lo tanto a mostrar los argumentos que aporto el autor para demostrar la existencia de Dios, que son tres:
El argumento de la causalidad de la idea de ser infinito: Dios; que se basa en dos apoyos: primero en la teoría de la realidad objetiva de las ideas (la realidad objetivaes de una idea es su contenido representativo o contenido objetivo, es decir, la imagen que representa algo); y la segunda que seria la aceptación de la proposición «de la nada, nada viene» (es decir,la creencia de que toda realidad objetiva o representación de una cosa tiene una causa que se proporcione a la idea y su consecuencia). De esta manera el argumento seria que la idea de un ser infinito no puede haber sido causada por mi mismo, puesto que yo soy un ser finito, sino que debe haber sido causada por un ser infinito y que ese ser infinito existe (decimos que es un arumento relacionado a lo cuantitativo). El argumento de Dios como causa de mi ser; se trata de una continuación del anterior (y basa su fuerza en la misma teoría de la realidad ojetiva y realidad formal de las ideas y también, como antes, en la aceptación de que no puede haber mas realidad en el efecto que en el causa). En mi mente hay una idea de perfección infinita, si yo fuese la causa de la realidad objetiva de la idea de la perfección, mi realidad, debería ser proporcional a esa idea ( y en ese caso podría darme a mi miso la perfección de un deseo y que es evidente que no poseo).
Por tanto, si poseo la idea de perfección, y no poseo la perfección que pudiera ser su causa, yo no puedo ser la causa de esa idea ni de mi propio ser. De esto se desprende que la causa de mi idea de perfección es alguien tan perfecto, como la idea de perfección que yo poseo, y que la ha puesto en mi, y este ser no puede ser mas que Dios.
El argumento ontológico: el mas celebre y controvertido de los intentos de demostrar la existencia de Dios (cuya novedad y originalidad del argumento (ontológico) es que pretende ser una prueba de la existencia de Dios partiendo de la idea misma de Dios. (San Anselmo lo formula del siguiente modo: todos los hombres tienen una idea de Dios, entendiendo un ser tal que es imposible entender un ser mayor que el. Ahora bien, un ser tal debe existir no solo en nuestro pensamiento sino también en la realidad, pues en caso contrario, podríamos pensar en un ser mayor que el, o sea, un ser que poseyera la perfección de la existencia, y entonces caeríamos en contradireccion). En consecuencia, Dios debe existir no solo en el pensamiento , sino en la realidad. (es decir como que si yo puedo pensar en un ser infinito y perfecto que me ha dotado de esas ideas tiene que existir, pues si no existiese no tendría en mi pensamiento las características que lo definen).
Descartes debe acudir a este tipo de argumentos porque, hasta el presente, solo tiene seguridad de la existencia del yo como ser pensante, de la existencia de las ideas y de los tipos de ideas que ha descubierto (Utilizar cualquier otro elemento significaría traicionar su método, pues hasta entonces eso es lo único que tiene claro).
Una vez demostrada la eistencia de Dios y reconocida su naturaleza como la suma de todas las perfecciones, puede afirmarse su bondad y veracidad, y proceder a rechazar la hipótesis del genio maligno engañado. (Pues engañar, razona, no es una muestra de perfección, sino de imperfección, y este deseo de engañar no puede darse a Dios.)
Para Descartes Dios es el autor de todo lo que esta en nosotros. Es su creador, por lo que es su garantía de verdad: las ideas innatas, las verdades eternas de las matemáticas o la lógica… Son creaciones divinas y esta en nosotros porque Él las ha puesto, y si se nos presentan con total claridad y distinción, son verdaderas (pero esta veracidad no se fundamenta en la garantía del pensaminto, que es falible (se equivoca) , sino en Dios que no puede errar y no puede engañarnos); y decimos que no puede engañarnos porque es infinito y , en suma, un ser perfecto, y un ser perfecto no puede incluir al error porque el error es una imperfección. La perfección de Dios es el origen y la grantia de todo conocimiento verdadero, porque al ser creador del mundo es el origen y la garantía de todo lo que hay en el ;igualemente la perfección es bondad y el inducir al error es algo que repugna a la bondad infinita de de Dios. (De la perfección no puede derivarse una imperfección. Por eso la causa del error solo podemos ser nosotros, seres imperfectos que tomamos por ideas claras y distintas ideas que son confusas)
En suma, la primera regla del método y su criterio de verdad solo tiene validez por la existencia de Dios. (Tanto si estamos dormidos como si estamos despiertos, si nuestras ideas son claras y distintas no pueden ser a ese respecto sino verdaderas)
En el sistema cartesiamo, pues, el criterio de verdad esta garantizado por Dios. Así, todas las ideas que percibamos clara y distintamente son verdaderas.