Portada » Filosofía » ¿En qué consiste Dios según SAN. Agustín? Distingue la teología positiva de la negativa y explica las relaciones entre las ideas de Dios y Ser.
Antes de nada, debe decirse de Dios su existencia es demostrable. Entre ellas se destacará: 1. La evidencia psicológica y moral del encuentro con Dios en el interior del alma.
2. La prueba por el orden y la contingencia del mundo. 3. La prueba por el consentimiento universal de los hombres.
¿En qué consiste Dios? Distingue la teología positiva de la negativa. Explica las relaciones entre las ideas de “Dios” y “ser”.
San Agustín, a través de una serie de pruebas cree demostrar la existencia de Dios. Pero conocer que Dios existe, no implica conocer cual es su naturaleza. Esta se puede conocer mediante la vía negativa y/o positiva, dado que ese “ser especialmente misterioso”, pero íntimo a nosotros a remudado parcialmente su esencia en la “auto-nominación” recogida en el Éxodo. Además, San Agustín establece una relación entre los dos grandes objetos de la razón y la fe: Dios, objeto de la teología y “ser”, objeto de la metafísica y concluyendo que Dios es el verdadero “ser” dado que es inmutable y siempre lo será, y terminando por definirlo como la esencia y el creador de todas las cosas.
Para San Agustín Dios es, en efecto, aquel que “hizo salir de la nada al mundo” lo que para él significa que hizo pasar de posibles a reales los modelos ejemplares contenidos en su mente desde toda la eternidad; aunque este acto libre de la voluntad divina proviene de las ideas pre-existentes en su “Verbo” desde toda la eternidad. Dado que todo estaba “planeado”, San Agustín expone unas “razones seminales” implantadas por Dios en la metería en el mismo instante en el que fueron creados, extrayendo de ellas dos consecuencias: 1. La narración de la “Creación” contenida en el Génesis debe tomarse como una alegoría. 2. Todos los seres pasados, presentes y futuros fueron creados y en el origen.La historia del universo es, por tanto, la evolución de la materia creada por Dios desde el origen de los tiempos.
San Agustín no tiene una respuesta clara al problema del origen del alma. Las almas puedes haber sido creadas una a una individualmente o pueden transmitirse de padres a hijos. Este tema se complica por la “singularidad” de las almas de Adam o Cristo y por la transmisión del pecado original a todas las generaciones posteriores. Estos razonamientos llevaron a San Agustín a optar por concluir que la naturaleza del alma es un misterio y dejarlo a la libre interpretación de cada uno.
Señala la relación entre la concepción cristiana de la creación y el llamado problema del mal. Relaciona el mal en la libertad.
San Agustín plantea el “problema del mal” el cual consiste en preguntase como existe el dolor, terror y miseria en un mundo creado por un Dios infinitamente bueno, justo y omnisciente. Este problema presenta dos salidas: 1. La maniquea, que acepta un principio maligno junto al bondadoso. 2. El mal no existe, es una privación o ausencia del bien.Por lo que se deduce que todos los aspectos buenos y positivos proceden de Dios y todos los negativos y malos son producto del ser humano, cuando se aparta de Dios.Por otro lado, el alma humana ha sido creada libre. Y el ser humano puede emplear esa libertad para dirigirse hacia Dios para conseguir la paz, satisfacción y felicidad haciendo el bien, o apartarse de Él y generar el mal.
No hay una distinción clara entre fe y razón según
San Agustín, lo que marcará el discurrir de todo su pensamiento. Solo exista una sola verdad, la revelada por la religión, y la razón solo sirve para conocerla mejor. San Agustín dice “Cree para comprender”, en el cual se puede observar el predominio de la fe. Sin los dogmas de la fe no podemos comprender la verdad. La fe puede y debe apoyarse racionalmente ya que, no puede estar desacuerdo con la razón.
La verdad cristiana no consiste en la búsqueda de la sabiduría plena, si no que es una verdad que planifica a aquel que la busca con todas sus fuerzas, concedíéndole como premio la posesión de un bien absoluto y, sobretodo, personal.
Explica en que consiste el escepticismo. ¿En qué consiste la certeza a partir de la cual impugno San Agustín el escepticismo?
El escepticismo es una doctrina que consiste en dudar de la existencia de todo. San Agustín impugna esta doctrina a partir de la certeza de que todo puede ser puesto en duda, excepto la existencia del sujeto o alma que duda.
Según San Agustín de Hipona, existen dos tipos de conocimiento: El conocimiento sensible y el conocimiento racional. El conocimiento sensible, es aquel que siente a través de los sentidos los objetos exteriores: las sensaciones, que según San Agustín, forman parte del alma, y no son cosa del cuerpo, un alma cuyo instrumento es el cuerpo y lo transforma esas sensaciones en imágenes de las cosas. El conocimiento racional, que se distingue de dos partes, se basa en que la razón se ocupa del mundo sensible y temporal; la razón se ocupa de lo inteligible y eterno, siendo su meta la sabiduría. El conocimiento de las cosas temporales y mudables, necesarias para desempeñar las funciones de esta vida, se le considera scientia y sapientia es el conocimiento de las cosas eternas, inconmutables y espirituales.
Explica como alcanza el hombre conocimiento de las ideas o arquetipos inteligibles. ¿En qué consiste el ejemplarísimo?
A la pregunta de cómo llega el alama a obtener el conocimiento de las ideas, San Agustín ofrecíó una respuesta: “la teoría de la iluminación”. En esta metáfora, San Agustín concibe a Dios como aquella “luz inteligible” sin cuya intervención no le sería al hombre posible acceder al conocimiento de las ideas. Esta doctrina agustiniana debe ponerse en estrecha correlación con el ejemplarismo, siendo este la respuesta a un doble problema dejado por Platón:
1. La ubicación del “mundo de las ideas”, que según San Agustín las ideas son ejemplares eternos existentes a Dios desde toda la eternidad.2. La relación de las ideas con los entes sensibles, que al saber sido creado por un “modelo” deben reflejar en sí mismas las marca del “Autor” que las creó.
Podemos considerar el ejemplarismo la “respuesta agustiniana” a un doble problema dejado por Platón, creador de la teoría de las ideas: 1. El del carácter y la ubicación de ese “mundo de las ideas” para San Agustín, las ideas pasan de ser “ejemplares” eternos a convertirse en arquetipos inteligibles existentes en Dios desde toda la eternidad. 2. La relación de las ideas con los entes sensibles. Estos al haber sido creados siguiendo un modelo, reflejan en sí mismas la marca del “Autor” que las creó (siendo, para Agustín, Dios)
Según Agustín de Hipona, existe un “Autor” y ese “Autor” el Dios uno y trino del cristianismo (tres personas distintas y una sola naturaleza) es esta la doctrina “vestigiaTrinitatis” que es la doctrina capital para toda la Edad Media que según sus defensores podían encontrarse allí donde se mirase.