Portada » Filosofía » Revolución científica y la nueva Concepción de la naturaleza
Con Copérnico, Kepler, Galileo y Newton se destruye la visión antigua medieval y se forma la moderna que culmina con la figura de Newton. El auge de la ciencia positiva es un nuevo modelo científico. El positivismo es aquella ciencia que solo se ocupa de los hechos que se pueden contrastar, medir y demostrar. Será problemático cuando se aplica a un campo de la realidad que no solo tiene que ver con hechos sino con la libertad. Es decir, cuando la física se aplica a las ciencias humanas/la sociedad aparecen estos problemas. Después del Renacimiento viene el Barroco y viene definido por una dualidad entre el catolicismo y el protestantismo que en el Barroco tomará forma de Racionalismo por un lado y Empirismo por el otro. Y esto tiene una repercusión en el arte y en la arquitectura. Los astrónomos del Siglo XVII se ven obligados a trabajar con un sistema geométrico que provoca muchos problemas de cara a la observación ya que requerían hacer muchos retoques geométricos en este esquema para que coincidiera el modelo que se había establecido con las observaciones hechas. La observación del movimiento de los planetas desde la Tierra no coincidía con el sistema que venía legado desde la antigüedad. Copérnico decía que el modelo del universo acaba siendo un monstruo. Por tanto, dudaba del legado histórico y empieza a cuestionarlo todo por primera vez. Esto es una actitud moderna. Es el primer científico que sigue este procedimiento moderno de replantear el sistema legado para comenzarlo de nuevo. Pasó de la teoría geocéntrica a la heliocéntrica. Visto las cosas teniendo en el centro el Sol, las observaciones cuadran más. Es el primer golpe a la cosmología medieval à dar a la Tierra la naturaleza de planeta. Entonces el humano ya no es el centro de la creación. En la visión antigua hay una diferencia cualitativa entre lo que es la Tierra y el Cielo. Son dos mundos totalmente opuestos ya que las leyes que rigen en la tierra no son iguales a las leyes que rigen el universo celeste. En el universo celeste están los círculos que son los movimientos perfectos mientras que en el reino terrestre hay movimientos lineales. Lo circular es la perfección y lo lineal, lo que empieza y acaba, está sometido a la corrupción y es imperfecto. Estos dos mundos están separados por un abismo que es la misma diferencia que había en la Edad Media entre el cuerpo, que pertenece al mundo material, y el alma, que pertenece al mundo divino. Cuando ahora con Copérnico se ha cambiado este esquema, ahora resulta que la Tierra está ocupando un espacio que de momento no se sabe en qué orden está. Parece que no cumple estar en el orden terrestre de lo material ni de lo espiritual. Una tierra que da vueltas alrededor del Sol sigue una trayectoria circular, perfecta, divina pero en cambio es de naturaleza material (formada por los 4 elementos). Kepler establece dos principios que es que estas esferas ya no siguen una trayectoria circular, sino que son elípticas. Y el siguiente principio es el de la inercia. Los cuerpos siempre tienden a estar en reposo y solo entran en movimiento cuando reciben una fuerza exterior. Si este cuerpo no se mueve tiende a moverse por una velocidad constante. Esta ley es importante porque es antiaristotelica.
Es otro golpe al sistema antiguo. Aristóteles decía que los cuerpos se mueven porque dentro de sí mismos tienen una potencia que les lleva a actualizarse. El modelo aristotélico es el del organismo biológico. El organismo se mueve/crece porque hay una fuerza viva dentro de sí mismo que lo lleva a crecer y este movimiento tiende hacia a un fin que es la felicidad, el bien, la belleza. En cambio, con Kepler no hay este modelo biológico sino que hay un modelo físico que en esa época se llama mecanicista. Aquí no se postula algo tan difícil de demostrar científicamente cómo es un fin al que tienden todas las cosas que era el modelo aristotélico y medieval (todo el mundo tiende al juicio final que es la venida del segundo Mesías). Las cosas se movían hacia un fin que es la percepción. Ahora ya no hay ningún fin, ya no se entiende ninguna percepción y lo que hay es un estudio de fuerzas y de cuerpos. Hay una analogía mecánica del universo.
El universo ya no es ese gran organismo ni el conjunto de esferas concéntricas donde la tierra está en el centro y los seres humanos están protegidos por esa última esfera espiritual y divina como si fuera una cueva donde estamos seguros. Ahora el universo es solo la interacción entre fuerzas, es un mundo mecánico y totalmente material. Con lo que lleva a deducir que todo el universo es cuantificable. Si no se puede cuantificar ni hacer una ley matemática, entonces no se puede explicar y no será válido.
Galileo enfocaba los cielos con su telescopio de reciente construcción y descubríó los cráteres de la luna, manchas en el Sol, satélites de Júpiter y una increíble cantidad de estrellas. En la antigüedad la luna era considerada una divinidad.
O que el sol tenga manchas? Los planetas que se consideraban divinos debían ser perfectos. Cuando se ve que no hay esa perfección es otro golpe a la visión antigua
La dualidad del mundo espiritual y terrenal ahora desaparece porque todo forma parte de un mismo espacio sometido a las mismas leyes matemáticas de fuerzas que actúan sobre estos cuerpos materiales, tanto aquí en la tierra como en el sol u otros cuerpos. Por tanto, no hay dos órdenes y en este universo mecánico y cuantificado donde esta Dios? Donde está el sentido espiritual? Las mismas leyes rigen en cualquier rincón del universo. Establece la fundamental distinción (diferencia que será fundamental para el arte). Las cualidades primarias objetivas (medida, forma, peso, proporción, movimiento). Son atributos o propiedades de los objetos que se pueden medir. Toda la ciencia debe tratar solo las cualidades primarias.
El arte del clasicismo se basará en estas cualidades.
Las cualidades secundarias subjetivas (color, sabor y olor) que no pertenecen a los objetos mismos, sino al sujeto que los percibe.Esto era así en la época, porque eran consideradas no medibles. El arte del Naturalismo se basará básicamente en representar estas cualidades. Está en marcha la plena matematización de la naturaleza. El lenguaje matemático es el único que nos permite salir del laberinto y entender como es el universo. Esto no está muy alejado de lo que dice Platón y el papel de las matemáticas. Las matemáticas siempre han sido el modelo de conocimiento. Lo que pasa es que cambia como sirve este conocimiento. En el caso de Platón era para acercarse al mundo ideal que da forma al mundo. Ahora las matemáticas nos ayudan a entender el mundo tal como es. Hay un platonismo con el uso de las matemáticas para el conocimiento de la verdad de lo que vemos. El mundo que surge de aplicar las matemáticas a la naturaleza es otro muy distinto del mundo espiritualizado de Platón ya que para él, las mates le ayudaban a conocer la idea de verdad, de belleza, de bien y ahora esto ya no está. La revolución científica llega a su culminación con la obra de Newton y que fue el científico más importante del Siglo XVIII y de todo este proceso de la revolución científica. Aporta la ley de la gravedad.
Pone nombre a esta fuerza que hacia mover todos estos planetas y le pone formula. La ley de la gravedad es una ley universal de todo el universo y lo explica todo, el movimiento de los planetas alrededor del Sol y la caída de los cuerpos. Lo que sale finalmente de la obra de Newton es la visión final de una explicación científica del universo según la cual todo el universo sigue unas leyes que el ser humano puede entender, de manera que el ser humano con su capacidad de conocimiento puede entender la totalidad del universo. El universo ha quedado definitivamente explicada gracias a la explicación humano. Sin embargo, ninguno de estos científicos renunció a la figura de Dios.
Pero este Dios ya no es un Dios cristiano, ya no revela la verdad a través de las escrituras sino que es un Dios relojero, un Dios geómetra que crea el universo según leyes matemáticas y ha puesto la semilla en el ser humano para que pueda desarrollar el conocimiento matemático que le permita entender el universo. Esta concepción de Dios es lo que se llama Deísmo. Es el Dios de los científicos y los filósofos. Es un Dios hecho imagen de un relojero que construye una máquina (el mundo) y le da cuerda y ya funciona por toda la eternidad. Por tanto, hay una intervención primera divina y esto no lo niega nadie. Simplemente ahora no hace falta poner a Dios para entender la realidad.