Portada » Historia » Resumen LA Oposición Política AL FRANQUISMO,
El establecimiento de la política autárquica (de autoabastecimiento) parte de los siguientes elementos: situación de destrucción después de la Guerra Civil y la falta de capital, inicio de la Segunda Guerra Mundial y posterior aislamiento, culminación de las tendencias proteccionistas, defensa de lo español e interés político por controlarlo todo. Las autoridades franquistas pretendían convertir a España en una nacíón autosuficiente. Para eso se va a orientar toda la producción interior al aprovechamiento de los recursos propios y substituyendo, en todo lo posible, los productos extranjeros por los nacionales. Esto va a llevar a una fuerte intervención de la Administración en la economía Para conseguir la autosuficiencia había que:
– férreo control del comercio exterior para reducir las importaciones. El modo de conseguir el control es mediante la concesión de licencias administrativas por parte del ministerio de Industria y Comercio. Solo se permite importar cereales, maquinaria, petróleo y materias primas.
– el desarrollo de la industria de forma rápida para garantizar la autosuficiencia. Para eso se promulgan leyes para proteger y fomentar la industria el Estado se convierte en un gran empresario: se nacionalíza RENFE y la Compañía Telefónica, y en Septiembre de 1941 se crea el INI: un conglomerado de empresas públicas para industrializar rápidamente ante la falta de iniciativa privada.
-En cuanto a la agricultura: se intenta impulsarla (Instituto Nacional de Colonización) pero la falta de maquinaria, abonos, malas condiciones meteorológicas provocaron unos resultados negativos
Los resultados de esta política autárquica fueron negativos:
– Las restricciones, reglamentos e intervencionismo llevaron a una situación de atraso y estancamiento, con una economía poco competitiva donde la escasez, tráfico de influencias y corrupción eran frecuentes.
– Los niveles de producción son muy bajos. La falta de abastecimientos impone el racionamiento (Cartillas de racionamiento –también para los productos industriales-) viéndose la población obligada a acudir al mercado negro y a los estraperlistas.
Era necesario un cambio en la política económica para que el régimen sobreviviese.Franco en 1957 formó un nuevo gobierno que se decantó por la liberalización económica
Los objetivos del Plan eran los siguientes:
– Cortar la inflación y sanear las cuentas exteriores: limitar el gasto del sector público, elevar los tipos de interés (para frenar el crédito) frenar importaciones especulativas, liberalizar el comercio exterior, frenar demanda, estabilizar precios, nuevo cambio de la peseta (60 pesetas por dólar), liberalizar las importaciones de capitales, etc.
– Deshacer el capitalismo corporativo y establecer un modelo de economía de mercado semejante a la de Europa occidental.
El Plan de Estabilización sentó las bases para el crecimiento. Los efectos fueron positivos:
– reducción de la demanda y de la inflación, saneamiento del comercio exterior…, pero a costa de la congelación salarial y un aumento del paro que tendrá la válvula de escape en la emigración a Europa (vive una fase de prosperidad económica).
El Franquismo puede ser caracterizado como una dictadura militar y eclesiástica de tipo tradicional. Un sistema totalitario que concentra todos los poderes en la figura del Jefe del Estado, el general Francisco Franco.Las sietes leyes fundamentales en las que se sustentaba el franquismo.
Carta del Trabajo de 1938. Fue influida por el Carta di Lavoro. Esta carta regula y organiza el trabajo y la vida económica. Allí se establecían los límites de un día de trabajo y las retribuciones mínimas, pero todas estas concesiones estuvieron sometidas al interés de la nacíón.
Ley Constitutiva de las Cortes de 1942. Fue elaborada en la perspectiva de la victoria de los aliados. Las Cortes se crearon como instrumento de colaboración y autolimitación, para preparar y elaborar leyes.
Carta de los españoles de 1945. En esta carta están fijadas los derechos y los deberes de los españoles.
Ley del Referéndum Nacional de 1945. Se establece la utilización del referéndum para los asuntos importantes. La ley de Sucesión del jefe del Estado hace obligatorio el referéndum para modificar las leyes fundamentales.
La ley de Sucesión del Jefe de Estado de 1947. Esta ley regula la sucesión. España se configura como un reino. Franco es jefe de estado de por vida. Se crea el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia.
Ley de los Principios del Movimiento Nacional de 1958. Establece los principios directivos de la orden jurídica franquista.
Ley Orgánica del Estado de 1967. Se enumeran los fines del Estado, se fija el poder del jefe del Estado y se declara su responsabilidad política.
A NIVEL IDEOLÓGICO, no partíó de un concepto preconcebido de Estado basado en una determinada ideología. Franco va a ir empleando ideas de los falangistas, del conservadurismo antiparlamentario, del catolicismo tradicional, las ideas de negar el reformismo republicano y de impedir el comunismo, el liberalismo y el separatismo.
Los ideales de este nuevo Estado estaban ya presentes en el 18 de Julio de 1936:
– España está unida y centralizada. Nada de separatismo. España e “una unidad de destino en lo universal”. España es una entidad única, indivisible. Lema: ”Una, Grande y Libre”. Por eso también se impone un férreo centralismo: la administración local sometida a la central (nombramiento de alcaldes)
– España está inspirada en las doctrinas de la Iglesia católica y del nacional-catolicismo falangista. La Iglesia apoyará a los sublevados, calificará la Guerra coma una Cruzada; Franco será nombrado Caudillo de España por la gracia de Deus. A cambio la Iglesia recibe el control sobre la moral, costumbres y educación. Ayudará a imponer una moral tradicional y conservadora. Defensa de la familia
– España está dirigida por el Caudillo, en el que se concentran todos los poderes.
– España recoge la “verdadera tradición española”, e decir, sin liberalismo, sin democracia, sin comunismo, sin masonería, sin judaísmo…; todas ideologías “degeneradas” y “extranjerizantes”.
La oposición política al franquismo tuvo que manifestarse desde la clandestinidad y estuvo sometida a una fuerte represión policial y judicial (Ley de Responsabilidades Políticas, Tribunal de Orden Público). Fue constante del franquismo la existencia de presos políticos, censura, control de los medios de comunicación y marginación de los represaliados y enemigos políticos. La oposición política partíó inicialmente de los partidos y sindicatos derrotados en la guerra, pero progresivamente surgieron nuevas formas de oposición, incluso desde dentro del propio régimen, demandando libertades. La oposición democrática de los partidos obreros se manifestó mediante la lucha armada de los guerrilleros, los “maquis”. Al principio, se trata de simples escapados o huidos de la represión de Franco por los montes; después se convierten en guerrilleros. Hacen acciones de resistencia desde los montes contando con el apoyo de la población civil y de la ayuda que les proporcionaba el PCE.Intentaron una penetración por el valle de Arán, en 1944, que fracasa. Después actuaron, durante varios años en las zonas montañosas (Galicia-León-Asturias, Extremadura), esperando la ayuda de los aliados, pero la falta de apoyo internacional y en el país llevó al fracaso de la guerrilla. Acaban capturados, muertos o en el exilio.En los años cuarenta, Franco también tuvo que enfrentarse con la oposición MONÁRQUICA: aristócratas y generales (Varela, Moscardó, Aranda) que defendían la vuelta a la monarquía, a la que se sumó D. Juan de Borbón en 1945 (Manifiesto de Lausana). Franco logró desarmarla colocando a los generales opositoresEn los años cincuenta aparece también un movimiento de oposición al franquismo dentro de la Universidad. Gente de clase media de tendencia liberal o democristiana. Coincide con los intentos aperturistas de Joaquín Ruiz Jiménez en la Universidad y con enfrentamientos con losfalangistas. En los años 1955-56 se producen manifestaciones y enfrentamientos entre estudiantes “aperturistas” y falangistas que Franco tiene que reprimir y zanjar cesando a Joaquín Ruiz Jiménez y a Raimundo Fernández Cuesta (Falange) El movimiento obrero tuvo poca importancia en los años cuarenta y principios de los cincuenta (huelga de tranvías de Barcelona de 1951). Las primeras protestas importantes no se producen hasta 1956-58: manifestaciones en las zonas mineras (Asturias) e industrializadas (País Vasco). Es en estas huelgas donde comienzan a formarse las futuras Comisiones Obreras En cuanto a la oposición política en los años 50 y 60, se encontraba muy fragmentada y tenía muy pocos militantes. Estaban: los democristianos de Gil Robles y los de Manuel Jiménez Fernández; los socialdemócratas de Dionisio Ridruejo; los liberales de Joaquín Satrústegui; los republicanos; el PSOE, liderado por Rodolfo Llopis, muy dividido entre los militantes del interior y exilio (sufre una escisión con la creación por Tierno Galván del Partido Socialista del Interior). Una de las acciones que tuvo más repercusión fue la “reuníón de Múnich”, de 1962. Desde la Iglesia también se va gestando una oposición al régimen. El distanciamiento con el régimen cobra más fuerza entre 1962-65 con motivo del Concilio Vaticano II, y con el nombramiento en 1971 del cardenal Vicente Enrique y Tarancón como presidente de la Conferencia Episcopal Española.
España se convirtió en la décima potencia industrial del mundo. La renta per cápita pasó de 300$ en 1960 ( la más baja de Europa), a 1000 $ en 1970. La tasa de crecimiento fue muy alta, 8,6% anual. Para este cambio estructural fue imprescindible la migración de la población: cuatro millones de personas realizaron un éxodo rural desde las zonas deprimidas del campo español hacia las regiones industriales (País Vasco, Cataluña, Madrid y los polos industriales) o atraídas por las zonas turísticas de la costa. Dos millones se marcharon a Europa Occidental en pleno crecimiento industrial debido a la favorable coyuntura internacional (Alemania, Suiza y Francia), ya que el modelo español de crecimiento no generaba empleo suficiente para la creciente población activa. Evolución social. Estas transformaciones económicas produjeron cambios en la estructura de la población. Se produjo un considerable incremento demográfico (34 millones en 1970). Entre 1960 y 1973 la España agraria, rural y tradicional dejaba paso a una España industrial, urbana y moderna, similar a la de los países de Europa occidental. Cayó el porcentaje de personas ocupadas en la agricultura y aumentó el número de obreros de la industria y de empleados del sector servicios (terciarización). También cambió la estructura social, con predominio de las clases medias urbanas. El aumento de los salarios- aun siendo bajos respecto a los europeos- y de la renta per cápita elevó el nivel de vida de los españoles, que iniciaron la sociedad de consumo. Mejoró la alimentación, aumentó la construcción de viviendas- aunque no se acabó con el chabolismo y las ciudades crecieron con barrios periféricos sin infraestructuras adecuadas-, los hogares se dotaron de frigoríficos, televisores, teléfonos. Las vacaciones y el automóvil, el famoso Seat 600, estuvieron al alcance de más personas. La Ley de Bases de la Seguridad Social (1963) hizo que el Estado garantizara asistencia médica, pensiones de jubilación, y otras prestaciones a los afiliados, si bien insuficientes. La Ley General de Educación (1970) ampliaba la escolarización obligatoria hasta los 14 años, lo que disminuyó el analfabetismo.
Se produjeron también cambios profundos en la mentalidad. Los jóvenes españoles, en contacto con los turistas extranjeros, la vida urbana y la televisión (pese a la censura y manipulación continuas), tenían una concepción del mundo más abierta y tolerante que la tradicional de la España oficial; buscaban su inspiración cultural en Europa – en modo de vestir, música, pensamiento. España se secularizó. Las nuevas generaciones querían libertad no sólo económica sino también política.
El acercamiento a las potencias del Eje Franco se declaró neutral ante el conflicto mundial, mientras que la Falange y Serrano Súñer, cuñado de Franco, defendían apoyar la guerra cuanto antes. En Octubre de 1940, Hitler y Franco se reunieron en Hendaya para discutir el papel de España en la guerra. El encuentro fue un fracaso, se firmó un protocolo secreto por el que España se comprometía a entrar en guerra sin precisar la fecha concreta. Hitler prefirió la neutralidad española tras sus excesivas exigencias. Pocos meses después, Franco se reuníó con Mussolini y tampoco hubo acuerdo para entrar en guerra ante los requisitos de Franco. En Junio de 1941, España cambió su estatus a no beligerante (situación en la que un Estado no participa activamente en una guerra pero sí muestra apoyo a uno de los dos bandos). Tras la invasión de la URSS en 1941 el gobierno envió a voluntarios para luchas contra el comunismo (la División Azul, voluntarios falangistas). 3.2 El distanciamiento del fascismo España en 1943 se volvíó a declarar neutral y retiró la División Azul del frente ruso, pero mantuvo la ayuda a Alemania que fue decreciendo con el aumento de la presión sobre el régimen. La victoria de los aliados obligó a disimular el régimen dictatorial que Franco ejercía en España. El final de la guerra se celebró como un mérito personal de Franco por su habilidad para resistir las presiones del Eje. 3.3 las consecuencias de la victoria aliada La situación internacional obligó a Franco a enmascarar el régimen que llevaba a cabo por lo que desplazó a la Falange, potenció el catolicismo y se aprobó una ley electoral (que no cambió nada). Las denuncias al régimen aparecieron desde diversos ámbitos. El Manifiesto de Lausana (1945), que fue denunciado por don Juan, el que se señalaba la restauración de la monarquía. Por países como México y Polonia denunciaron el carácter fascistas y la Conferencia de San Francisco aprobaba una condena al régimen. Todas las acusaciones culminaron con la exclusión de las Naciones Unidas a España en Diciembre de 1946, y la recomendación por parte de la ONU a los embajadores su salida de Madrid. Lo que causó que el comercio internacional se cerrara y, únicamente, España tenía las fronteras abiertas de Argentina y Portugal.
En el período 1973-85 España vivíó una profunda crisis económica que se caracterizó, como en otros países occidentales, por altas tasas de inflación y desempleo, una inversión negativa y un crecimiento muy lento del producto interior bruto. La crisis coincidíó con los años de la transición política de un régimen autoritario a un sistema democrático. La transición política retrasó la adopción de medidas económicas para hacer frente a la crisis de la economía, pero también abríó la oportunidad de realizar reformas importantes que ayudaron a la consolidación de la democracia
Uno de los asuntos económicos mas relevantes de los primeros años fue el caso RUMASA. El gobierno detecto problemas de liquidez y irregularidades de los bancos de holding RUMASA.Otro de los proyectos fue la reconersion industriala dirigida porCarlos Solchaga. El gobierno, de acuerdo con los Pactos de la Moncloa, hizo una reforma fiscal que afecto tanto el trabajo de las persona físicas como el patrimonio y que aumento la presión discal. El estado disponía de mas dinero para aumentar y mejorar el Estado de Bienestar en prestaciones por desocupación, sanidad, educación, autonomías o infraestructuras, por lo que España experimento un crecimiento económico notable.
La construcción del actual Estado autonómico no comienza, en realidad, con la Constitución de 1978, sino que sienta sus bases en los regíMenes preautonómicos que, antes de la aprobación de la Constitución, y como requisito necesario para la transición política, llegaron a generalizarse por casi toda España. El restablecimiento provisionalde la Generalitat de Cataluña por Real Decreto Ley de 29 de Septiembre de 1977, tres meses después de las elecciones constituyentes, y el nombramiento de Josep Tarradellas, Presidente en el exilio durante casi veinticinco años, como Presidente provisional de la misma, fue el pistoletazo de salida de un proceso que en 1978 se extendíó sucesivamente al País Vasco, Galicia y otras once preautonomías más. No obstante, acto seguido queda claro su carácter descentralizador, en clave autonomista, cuando se añade que la Constitución “reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran”. Es la primera vez en la historia constitucional española que se concibe la nacíón como una articulación de “nacionalidades”, además de provincias y regiones, aunque no se aclare el contenido de ese término. En la misma línea, la Constitución establece la oficialidad y obligatoriedad del castellano en todo el Estado, pero también la cooficialidad de las “demás lenguas españolas” en sus respectivos territorios. Se apunta, pues, en el texto constitucional una concepción de España como “nacíón de naciones” y una oferta de armonización entre los distintos nacionalismos que roza, sin explicitarlo, el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado. El título VIII de la Constitución concreta políticamente esta oferta, que contiene elementos procedentes del Estado centralizado –sobre todo, el mantenimiento de la antigua red provincial—con otros enteramente nuevos. Una clara inspiración federal presenta la introducción de la autonomía política a través de las llamadas Comunidades Autónomas, que en el texto constitucional son optativas y pueden presentar distintos niveles de autogobierno, pero que en la práctica se han generalizado y alcanzado una casi completa homologación. En efecto, la estructura organizativa básica de las Comunidades Autónomas, determinada por sus propios Estatutos, resulta muy similar, comprendiendo, aunque con denominaciones varias, una Asamblea Legislativa, un Consejo de Gobierno, un Presidente y un Tribunal Superior de Justicia. La especificidad más significativa corresponde a las Comunidades Autónomas del País Vasco y Navarra, que gozan de autonomía fiscal y financiera, continuadora de los antiguos conciertos económicos. La aplicación general del modelo autonómico fue bastante rápida. Las diecisiete Comunidades Autónomas actuales de España se constituyeron como tales y recibieron sus Estatutos por las correspondientes Leyes Orgánicas, aprobadas entre el 18 de Diciembre de 1979 (País Vasco y Cataluña) y el 25 de Febrero de 1983 (Castilla y León, Extremadura, Baleares y Madrid); a ellas se añadirían en 1995 las autonomías de las ciudades norteafricanas de Ceuta y Melilla. En la culminación de este proceso fueron decisivos los llamados “Pactos Autonómicos” de 1981, que supusieron la efectiva generalización de las Autonomías. Posteriormente, la Ley Orgánica 97/1992, de 23 de Diciembre, fruto de un acuerdo entre el gobierno del Partido Socialista y el Partido Popular, establecíó la virtual equiparación de todas las Comunidades Autónomas en sus competencias de legislación y gestión, con la excepción de ciertas peculiaridades históricas y lingüísticas, propias de algunas Comunidades singulares. Consecuentemente, la reforma posterior de Estatutos ha hecho posible la igualación de servicios básicos entre las Comunidades que accedieron al Estatuto por la “vía rápida” (artículo 151) y las que lo hicieron por la “vía lenta” (artículo 143).
Durante la transición española (1977-1982), el sistema de partidos imperante, fue el resultado de la distribución del apoyo electoral en las primeras elecciones democráticas de 1977, en las cuales, el PSOE pasó a hacerse con la posición dominante en el centro-izquierda, mientras la UCD hacía lo propio en el centro-derecha. Resultado de estas elecciones, fue una distribución del voto, que en cierta medida resultaba bastante simétrica, pues más allá de las dos fuerzas políticas mencionadas, y según nos alejábamos del centro en el espectro ideológico, tanto hacia la izquierda como hacia la derecha, nos encontramos con los sectores que habían sido más protagonistas durante el franquismo, o lo que es lo mismo, con el Partido Comunista de España de Santiago Carrillo, y con Alianza Popular, donde se encontraban entre otros Manuel Fraga, o Arias Navarro.
Tras esta primera fase, se pasa a un sistema de partido predominante del PSOE en los años 80, por dos factores decisivos:
La autodestrucción de la UCD.
La política pactista de la UGT, basada en la moderación y la negociación, la llevó a equipararse con CC.OO. logrando posicionarse por delante tras las elecciones sindicales de 1982.
Así, a partir de 1982, el PSOE no tuvo competencia real hasta el año
89, por lo que durante la década pudo centrarse en tres grandes objetivos: 1º-el saneamiento económico, 2º-la consolidación democrática y 3º-la integración europea.
Todo ello cambio en las elecciones de 1989, donde el PSOE, que había empezado a aplicar políticas redistributivas de mayor intensidad, con el consiguiente aumento de la presión fiscal, se topó con una Alianza Popular, reconvertida en Partido Popular, en un intento de captar a sectores sociales, hasta entonces ajenos a la figura de Fraga. Además de todo ello, debemos tener presente, como el Partido Socialista perdíó el entendimiento con los sindicatos, no solo en la huelga de 1988, sino a lo largo de todo este último periodo, y que acabaría siendo decisivo en la pérdida de la mayoría absoluta en 1993.
La tercera fase (1993-2000), se caracteriza por un cierto equilibrio del voto entre derecha e izquierda, y de pactos con los partidos nacionalistas, quienes se convertirían en clave de la situación política. Cabe destacar, como más allá del entendimiento con los nacionalistas, el Partido Popular supo, por necesidad, durante su primera legislatura, poner en marcha una profunda estrategia de negociación con los agentes sociales, que luego acompañada de la mayoría absoluta del año 2000, abortaría por completo.
La cuarta fase, de partido predominante, protagonizada por el PP, acabaría tras la nefasta gestión de los atentados del 11 de Marzo, dando lugar a un sistema de partidos, semejante al surgido en los años 90.
Los gobiernos socialistas consolidaron la presencia española en los organismos internacionales y acabaron definitivamente con la etapa de aislamiento.El primer paso fue el abandono por los socialistas de sus postulados antiimperialistas y neutralistas y promovieron una política internacional que establecía como objetivos prioritarios la CEE y l OTAN y los contactos con Iberoamérica y el Mediterráneo.Sobre la OTAN: la posición socialista cambió a un “OTAN, de entrada no”: de la posición contraria y anuncio de retirada si ganaba las elecciones de 1982, a una política de permanencia. Así, en 1986 fue planteado un referéndum sobre la permanencia en la OTAN, haciendo la campaña a favor del Sí: “En interés de España, vota Si”. El referéndum se saldó con una participación del 60%, y con un 52,5 % de los votos afirmativos.Sobre la CEE: España llevaba negociando años y desde 1977 la situación estaba estancada. Para salir de esa situación el ministro Fernando Morán comenzó una política de acercamiento a Francia, Alemania y diálogo con el Reino Unido. De ese modo las negociaciones se agilizaron y el 12 de Junio de 1985 España firmó el Tratado de Adhesión a la Comunidad Europea. El 1 de Enero de 1986 España formaba parte de la “Europa de los doce”.Sobre Iberoamérica, se potenciaron las relaciones culturales y los intercambios económicos. También fueron defendidos frente a los gobiernos europeos y a los EE.UU.Sobre el Mediterráneo: se intentó llevar a cabo una política de estabilidad en el norte de África (buenas relaciones con Marruecos y Argelia). En el conflicto árabe-Israelí: España recocíó a Israel en 1986 y al tiempo se elevó a la categoría de embajada la representación de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina, liderada por Yasser Arafat). Intentos de mediación en el conflicto: Conferencia de Paz para Oriente Medio en Madrid en 1991: firma de acuerdos de paz y retirada de Israel de los territorios ocupados, restablecimiento de la Autoridad Palestina.
La transformación de la sociedad española La integración a Europa (CEE) fue un paso decisivo en la transformación de la sociedad 8.- Los cambios sociales El desarrollo económico permitíó la creación de un Estado del bienestar (educación, sanidad, Seguridad Social, pensiones…)Se ha pasado de un país de emigrantes a ser un país de inmigrantes -Ha significado la llegada de nuevas culturas y problemas de integración La participación de la mujer en todos los ámbitos ha mejorado; las costumbres laborales han cambiado; la sociedad es más consumista y nuevos valores han cambiado las actitudes y comportamientos (con gran influencia de las nuevas tecnologías y la globalización en general)Tras la retirada de Felipe González, el PSOE había sufrido una crisis interna. El 14 de Marzo de 2004 con las encuestas en contra, el PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero se hace con el poder, porque la sombra del atentado estuvo presente en numerosos medios de comunicación y fue la gran tensión política en los próximos años entre PSOE y PP. El éxito de la legislatura socialista fue la política de carácter social. Matrimonio entre personas del mismo sexo Ley de Dependencia Ley contra la violencia de género Modificación de la Ley de DIvorico Ley de la Reforma Laboral Uno de los aspectos más polémicos fue la reapertura del proceso autonómico, ya que la reforma de los estatutos de varias CCAA provocó enfrentamientos con el PP. Se inició un proceso de negociación con ETA al que el PP se opuso, pero con los atentados en Barajas de Diciembre del 2006 se rompíó. Zapatero volvíó a ganar las elecciones en Marzo de 2008 con un gobierno compuesto mayoritariamente por mujeres. Destacaban entre sus componentes; María Teresa Fernández de la Vega (vicepresidenta política),
Ejercito:El fin del protagonismo militar en la vía pública se produjo a partir de 1982 con la llegada del PSOE al poder, con esa revista de las tropas y vehículos de la División Brunete con la que comencé a redactar este trabajo y que resultó un símbolo de que las cosas estaban cambiando.Podemos considerar las siguientes razones como causa de la desmaterialización de los fantasmas involucionistas:
– La victoria por mayoría aplastante del PSOE, una fuerza de izquierdas, demostraba a los militares que formaban parte de una sociedad con una mentalidad absolutamente distinta a la suya e impedía cualquier pretensión de presionar a un gobierno con apoyo de la opinión pública y escasa simpatía por la intromisión militar en la vida civil.
– El triunfo electoral daba paso a un gobierno que, si bien no era el que más les gustaría, tendría estabilidad para abordar los problemas del país, comenzando por la violencia terrorista.
A partir de ahí, los nuevos gobiernos socialistas emprendieron la labor de sumisión total del estamento militar al poder civil, afrontando así la radical transformación de un ejército con vocación interior a un modelo enfocado a la defensa externa. Eso implicó una gran reducción de efectivos del Ejército de Tierra, modernización progresiva de los medios técnicos y supresión radical de la autonomía del estamento con respecto a unos mandos civiles que, antes de este momento, sólo ejercían un poder teórico sobre los Jefes de Estado Mayor.Iglesia:El fin del protagonismo militar en la vía pública se produjo a partir de 1982 con la llegada del PSOE al poder, con esa revista de las tropas y vehículos de la División Brunete con la que comencé a redactar este trabajo y que resultó un símbolo de que las cosas estaban cambiando.Podemos considerar las siguientes razones como causa de la desmaterialización de los fantasmas involucionistas:
– La victoria por mayoría aplastante del PSOE, una fuerza de izquierdas, demostraba a los militares que formaban parte de una sociedad con una mentalidad absolutamente distinta a la suya e impedía cualquier pretensión de presionar a un gobierno con apoyo de la opinión pública y escasa simpatía por la intromisión militar en la vida civil.
– El triunfo electoral daba paso a un gobierno que, si bien no era el que más les gustaría, tendría estabilidad para abordar los problemas del país, comenzando por la violencia terrorista.
A partir de ahí, los nuevos gobiernos socialistas emprendieron la labor de sumisión total del estamento militar al poder civil, afrontando así la radical transformación de un ejército con vocación interior a un modelo enfocado a la defensa externa. Eso implicó una gran reducción de efectivos del Ejército de Tierra, modernización progresiva de los medios técnicos y supresión radical de la autonomía del estamento con respecto a unos mandos civiles que, antes de este momento, sólo ejercían un poder teórico sobre los Jefes de Estado Mayor.
En el período 1973-85 España vivíó una profunda crisis económica que se caracterizó, como en otros países occidentales, por altas tasas de inflación y desempleo, una inversión negativa y un crecimiento muy lento del producto interior bruto. La crisis coincidíó con los años de la transición política de un régimen autoritario a un sistema democrático. La transición política retrasó la adopción de medidas económicas para hacer frente a la crisis de la economía, pero también abríó la oportunidad de realizar reformas importantes que ayudaron a la consolidación de la democracia
Uno de los asuntos económicos mas relevantes de los primeros años fue el caso RUMASA. El gobierno detecto problemas de liquidez y irregularidades de los bancos de holding RUMASA.Otro de los proyectos fue la reconersion industriala dirigida porCarlos Solchaga. El gobierno, de acuerdo con los Pactos de la Moncloa, hizo una reforma fiscal que afecto tanto el trabajo de las persona físicas como el patrimonio y que aumento la presión discal. El estado disponía de mas dinero para aumentar y mejorar el Estado de Bienestar en prestaciones por desocupación, sanidad, educación, autonomías o infraestructuras, por lo que España experimento un crecimiento económico notable.