fue nombrado ministro de guerra, puso en marcha una serie de actuaciones en el seno de un gobierno inestable:
• La elaboración de un nuevo proyecto constitucional, la denominada nonata de 1856. Era de carácter progresista: Defendía la soberanía popular, recuperaba la Milicia Nacional,
Establecía un Parlamento bicameral, defendía la libertad de imprenta, la elección directa de
Alcaldes, la libertad religiosa, etc.
• La culminación del proceso desamortizador, y contemplando no solo
Bienes eclesiásticos sino también municipales, pretendía aumentar los ingresos de la Hacienda y modernizar España • La consolidación del mercado nacional a partir de medidas como la creación del actual Banco de España.
A pesar de su corta duración, fueron comunes los motines de subsistencia y las
Primeras huelgas de un movimiento obreroespañol que estaba todavía comenzando su andadura.
En esta situación, Espartero dimitíó de su cargo y la reina dio el gobierno a O´Donnell que reprimíó a los progresistas y
Facilitó el regreso de los moderados al poder. El general Narváez recupero el gobierno en 1856.
3. LA HEGEMONÍA DE LA UníÓN LIBERAL (1856 – 1868). En la última fase del reinado de Isabel II se van a alternar en el gobierno los moderados dirigidos por Narváez y los de la
Uníón Liberal dirigidos por O´Donnell. Pero el favoritismo de la Corona hacia los moderados y la marginación de los
Progresistas condujeron al fin del sistema político isabelino. O´Donnell asumíó la presidencia
Del gobierno con su partido “La Uníón Liberal” y presentó los objetivos principales de su gobierno que se basó en el
Restablecimiento del orden público y en conciliar las tendencias moderadas y progresistas. Restablecido el orden público, en su
Gobierno se va a reponer la Constitución de 1845 con un acta adicional que reconocía alguno de los principios progresistas.
El gobierno unionista ejercíó una política centrada en el impulso de las obras públicas y de las inversiones en sectores en
Desarrollo. Fueron años de expansión
Económica en los que España se incorporó al lado de Francia a la carrera por reconstruir un Imperio colonial. La guerra de
Marruecos (1859‐ 1861), con escasos logros territoriales pero de gran exaltación «patriótica», junto con las expediciones a
México e Indochina, dieron cierto prestigio al Gobierno. En estas aventuras adquiríó un gran reconocimiento el general Prim,
Que demostró sus dotes militares y posteriormente dirigirá el partido progresista.
En 1863 se produjo la caída de O´Donnell . Tras su dimisión en 1863 se rompe la estabilidad política y se sucedieron diversos
Gobiernos moderados de corta duración. En
1864 vuelve Narváez al gobierno y con él vuelve la política conservadora y la represión de las libertades públicas hasta su
Muerte en 1868: Su sucesor, González Bravo, continuó la política conservadora.
Ante la imposibilidad de los moderados de responder a las demandas sociales y de participación política de los ciudadanos se
Produjo el descrédito de los moderados y del reinado de Isabel II. A este malestar social se le uníó una serie de crisis agrícola,
Industrial y financiera en 1866. En este contexto, en 1866 tuvo lugar la sublevación de los sargentos en el cuartel de San Gil
Que contó con el apoyo de los progresistas y con el apoyo popular en Madrid. El gobierno realizó una dura represión.
LA REVOLUCIÓN GLORIOSA. Además de lo anterior, generaron la crítica del pueblo y de la oposición. El aislamiento de la monarquía, respaldada únicamente por la alta
Burguésía, la nobleza y parte del ejército, llevó a los partidos opositores a la firma de un acuerdo para destronar a la reina,
Pacto al que también se unieron los unionistas tras la muerte de O´Donnell. Por todo ello en 1866 la oposición firmo el Pacto
De Ostende en el que se comprometían a acabar con el régimen isabelino y construir
Un nuevo orden. Esta decisión se dejaba en manos de de unas Cortes Constituyentes que serían
Elegidas por sufragio universal tras el triunfo de la insurrección.
La revolución de Septiembre de 1868 es la que pone fin al reinado de Isabel II. Comenzó con un clásico
Pronunciamiento militar. El levantamiento fue dirigido por los generales Prim (progresista) y Serrano (unionista) y en Septiembre se sublevó la marina en Cádiz, al mando del almirante Topete. Gracias al apoyo popular, la
Revolución triunfó sin apenas derramamiento de sangre. Los militares sublevados dieron un manifiesto titulado “ESPAÑA
CON HONRA”, en el que expónían las razones del levantamiento: expulsar del trono a la reina Isabel II, establecer un
Gobierno provisional que representase a todas las fuerzas políticas excluidas del poder, y la regeneración política del país
Mediante la convocatoria de Cortes constituyentes elegidas por sufragio universal masculino. La participación popular
Convirtió el pronunciamiento militar en un movimiento revolucionario que aspiraba a profundas reformas sociales. Los
Revolucionarios pronto se organizaron en Juntas revolucionarias de carácter civil en las principales ciudades. La respuesta de
Isabel II fue enviar tropas, derrotadas por los sublevados al mando del general Serrano. Isabel II sin
Apoyos abandonaba España