Portada » Filosofía » Filosofía trascendental
Kant se declara idealista y se opone al Realismo clásico. La crítica de la razón pura consiste en el discernimiento de los límites cognoscitivos de la razón pura, es decir, de la capacidad de conocer que opera mediante conceptos a priori.
La metafísica racionalista admitía que tal uso de la razón permitía supuestamente conocer las sustancias cartesianas (el alma, el Mundo y Dios.) Esta obra critica las facultades de conocimiento con la finalidad de descubrir dentro de qué límites aportan conocimiento objetivo. El punto de partida es el hecho de la razón pura, es decir la existencia de la ciencia. Dado que hay ciencia (Lógica, Matemáticas y Mecánica newtoniana), sus condiciones de posibilidad han de ser necesarias, es decir, a priori. Hume sosténía que las leyes científicas son generalizaciones empíricas y contingentes. Las condiciones de posibilidad del conocimiento pueden ser empíricas o puras. Kant llama filosofía trascendental a la investigación de las condiciones a priori del conocimiento de los objetos. Tales condiciones son conceptos típicos de la metafísica que Kant denomina Ideas. La metafísica es una disposición natural del hombre que consiste en la búsqueda de la realidad suprasensible de la que depende lo sensible. Se trata de descubrir cómo son posibles los juicios sintéticos a priori.
Es la sección de la CRP en la que Kant lleva a cabo la crítica de la Sensibilidad, es decir, de la facultad de conocimiento sensible. Kant afirma que mediante la Sensibilidad nos son dados los objetos, puesto que experimentamos intuiciones empíricas de las que no somos autores. La Sensibilidad es una facultad receptiva o pasiva que permite captar la materia del conocimiento dentro de una forma a priori, que son las intuiciones puras del espacio y el tiempo. El espacio y el tiempo son meras representaciones sensibles pues éstos son universales, mientras que el espacio y el tiempo son representaciones singulares e individuales del que forman parte todas las magnitudes. Las intuiciones del espacio y del tiempo son la condición de posibilidad del conocimiento de cualquier fenómeno. La necesidad de las intuiciones puras del espacio y del tiempo hace posible la necesidad de los juicios sintéticos a priori de las matemáticas.
Lleva a cabo la crítica del Entendimiento, que es la facultad de conocer un objeto que nos ha sido dado por medio de la intuición sensible. Para Kant el conocimiento es una síntesis de múltiples intuiciones por medio de conceptos, de modo que pensamientos sin contenidos son vacíos, intuiciones sin conceptos son ciegas. -Las categorías son conceptos a priori que hacen posible la experiencia en general, y por lo tanto del conocimiento. Al ser a priori las categorías son condiciones necesarias y universales del conocimiento, pero como son formas puras se refieren a las intuiciones empíricas o sensaciones. Por lo tanto, las categorías sólo poseen realidad objetiva, es decir, sólo aportan conocimiento, cuando se refieren a los fenómenos. Este es el uso empírico ya que el otro uso que Kant llama trascendental, atribuye a las categorías a los noúmenos. El uso trascendental de las categorías no es legítimo porque no aporta conocimiento alguno, ya que en tal uso las categorías carecen de materia empírica. Todo esto implica la negación de la metafísica.-Kant enuncia en la Analítica Trascendental la tesis fundamental de la filosofía crítica, que es la siguiente: “Las condiciones de posibilidad de los objetos de experiencia en general constituyen, a la vez, las condiciones de posibilidad de los objetos de experiencia y por ello poseen validez objetiva en un juicio sintético a priori”. Este principio puede aclararse así: el Entendimiento posee las leyes a priori de la experiencia y de la Naturaleza, que son las mismas. Así queda justificada la posibilidad de los juicios sintéticos a priori de la Física.-El Idealismo Trascendental: el espacio y el tiempo son simples formas de nuestra intuición. Este idealismo trascendental se completa con un Realismo empírico, que admite la existencia de la materia, concebida como el conjunto de las representaciones o fenómenos espaciales, pues la materia es extensa por definición.
Examina los problemas metafísicos que se plantea la Razón. El carácter dialéctico de la razón pura es el punto de partida del programa crítico que es el principal escollo de la metafísica. La metafísica consiste en el uso trascendental de las categorías, en virtud del intento de ir más allá del conocimiento científico, hasta llegar a conocer lo incondicionado, que serviría de fundamento último a todas las condiciones, es decir, la causa último de todos los fenómenos. La razón es la facultad de los principios, ya que busca los principios incondicionados bajo los cuales están los juicios universales. Cuando tratamos de buscar juicios sintéticos más allá de la experiencia podemos caer en múltiples razonamientos dialécticos, según Kant, los cuales se agrupan en tres grupos: categóricos, hipotéticos y disyuntivos. Los paralogismos de la razón pura consisten en una argumentación en la cual se termina afirmando la existencia de una sustancia más allá de dichos actos y en los que éstos encontrarían su fundamento. Esta sustancia sería el alma, que es objeto de la Psicología racional. La idea de alma es un concepto vacío al no corresponderle ningún contenido empírico. Las antinomias de la razón pura. Se entiende por antinomia una pareja de proposiciones .Aparentemente contradictorias que se deducen de los mismos supuestos. Una antinomia se resuelve o bien demostrando que no hay tal contradicción, sino que las proposiciones son compatibles, o bien demostrando que tales proposiciones derivan de un supuesto intrínsecamente ilógico. Hay 4 antinomias con relación a la idea del mundo entendido como la totalidad de los fenómenos. La tercera antinomia sostiene en su tesis que hay libertad de la voluntan y lo niega en la antítesis. La cuarta sostiene en su tesis que hay un ser necesario y lo niega en la antítesis, afirmando que todo es contingente. En estas dos antinomias y antítesis son compatibles una vez que aceptamos la distinción entre el uso teórico de la razón pura, que no acepta la libertad ni la existencia de Dios al ser fenómenos, y el uso práctico de la razón pura, donde tiene sentido postular la libertad y existencia de un ser necesario (Dios) como exigencia de la moral.
El ideal de la razón pura es Dios, por ser la realidad incondicionada perfecta. Se denomina Ideal por ser una cosa singular que sólo puede determinarse por medio de una idea. ——
Kant expone su teoría ética en varias de sus obras, entre las que esta la “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”, “La crítica de la razón práctica” y “La Metafísica de las costumbres”. La idea principal consiste en que para juzgar el valor moral de una acción se debe atender a la voluntad que la anima. Nuestras facultades de conocimiento no son capaces de conocer la realidad objetiva del alma, ni tampoco la existencia de Dios o la libertad de la voluntad. Ahora bien, la falta de realidad objetiva de las ideas de la razón pura concierne al uso especulativo o teórico de la razón. En este sentido, la Crítica de la razón práctica demuestra que el único medio de salvar la moral consiste en afirmar su autonomía con respecto a todos los objetos de conocimiento.
Kant rechazó todas las teorías éticas anteriores por las siguientes razones: 1º) Porque eran heterónomas al derivar las normas de las inclinaciones y no de la razón.2º) Porque eran éticas materiales, ya que atendían a la materia o fin de las acciones para juzgarlas
3º) Porque formulaban las normas éticas en imperativos hipotéticos o condicionados, es decir, mandatos que obligan a quien desee cierto fin.
Estas teorías éticas parten de la existencia de un supuesto fin último y deducían de éste, a posteriori, las normas morales que debemos obedecer. Kant defendíó una ética autónoma y formal, basada en imperativos categórica. La autonomía de la voluntad significa que actuamos libremente. La libertad de la voluntad sólo es posible si ésta actúa de acuerdo con las leyes éticas y movida tan sólo por el sentimiento del deber y no por interés. En caso contrario, nuestra voluntad es heterónoma. Una ética formal si nos ordena actuar tan sólo de acuerdo con normas cuya forma sea universal. Una acción es legal si está de acuerdo con la ley moral, pero el motivo del agente puede ser egoísta y por lo tanto, dicha acción carecerá de valor moral. Lo único bueno sin restricción es una buena voluntad, que es aquella que cumple la ley moral. La dignidad de la persona consiste en el cumplimiento de la ley moral. La persona por lo tanto posee dignidad.La inmoralidad consiste en usar la humanidad como un mero medio y no como un fin en sí mismo
El uso práctico de la razón consiste en que esta facultad dicte las normas que debemos obedecer para obrar bien. Las leyes morales son juicios prácticos sintéticos a priori, cuya realidad objetiva conocemos por medio del hecho de la razón práctica, que es el sentimiento del deber. Este sentimiento es a priori ya que nos hace desear ciertas cosas. El sentimiento del deber (la moralidad) proviene de la razón práctica y su fundamento es la libertad de la voluntad. La libertad de la voluntad es la capacidad de actuar resistiendo las inclinaciones naturales. El fundamento del sentimiento del deber es la libertad de la voluntad.La libertad es un noúmeno, ya que su existencia no puede justificarse. Ahora bien, hemos de postular, en primer lugar, que somos libres, ya que experimentamos el sentimiento del deber, que tiene su fundamento en la libertad. Para poder realizar todos los deberes morales hemos de ser libres. Así la idea de libertad adquiere una realidad objetiva en sentido práctico, lo que significa que la razón práctica puede establecerla como un postulado. Por otro lado el Bien supremo tiene dos componentes inseparables, que son la moralidad y la felicidad. La primera está a nuestro alcance cumpliendo nuestros deberes, aunque no garantiza que seamos felices, pues se produce aquí la antinomia de la razón práctica, consistente en que la relación entre la virtud y la felicidad es sintética. Por lo que es imposible sostener que la virtud causa siempre felicidad en esta vida. La solución a esta antinomia exige un 2º postulado en sentido práctico, que es la inmortalidad del alma que nos hace merecedores de la felicidad. Por último la razón práctica tiene que postular la existencia de Dios como garantía de que la moralidad de algunos hombres obtenga la recompensa de la felicidad, para la cual Dios debe ser omnipotente, santo y justo. Kant denominada teísmo moral a la teoría que deduce la teología moral pero según una evidencia práctica. Pero una hipótesis práctica es lo mismo que un axioma. La existencia de un ser sabio Gobernante del mundo es, por eso, un postulado necesario de la razón práctica. La fe en Dios es una fe racional. El teísmo moral es crítico porque declara la insuficiencia de todas las pruebas especulativas o teóricas de la existencia de Dios