Portada » Español » Cuales son los paratextos de un libro
El interior del libro o “tripa” comprende el conjunto de las páginas del libro, derivadas de sus pliegos cortados, que están contenidos dentro de la encuadernación o solapas. La tripa está dividida en varías partes: principios del libro, cuerpo del libro y finales del libro.
los principios del libro comprenden desde la primera página hasta el comienzo del capítulo primero o lugar equivalente en que empieza el desarrollo formal del tema o argumento de la obra.
Generalmente se le conoce también como pliego de principios o preliminares; tanto el pliego de principios como los finales suelen seguir una estructura común o general en todos los libros, aunque el cuerpo sea de muy pocas páginas. – páginas de cortesía o de respecto. Son dos o, menos comúnmente, cuatro páginas en blanco al principio de los libros cuya presentación se desea distinguir de esta manera, y son tanto más frecuentes cuanto más cuidada o lujosa es la edición. Se tienen en cuenta para la foliación, pero no llevan nada impreso. – portadilla, anteportada, carátula o falsa portada. Primera página impresa del interior del libro en la que sólo se hace constar el título de la obra, sin subtítulo aunque esta lo lleve. – contraportada: página par, generalmente en blanco, posterior a la portadilla, a veces llamada también frenteportada. – portada o fachada: página impar siguiente a la contraportada, la más importante del libro, en la que se hacen constar, de forma destacada y como datos imprescindibles, el nombre del autor, el título de la obra (y el subtitulo si lo lleva) y el pie editorial. – pagina de derechos, de propiedad o de créditos: reverso de la portada, donde se hacen constar el nombre del poseedor del derecho de autor y el año, el pie editorial (lugar nombre y fecha) y el depósito legal, el número de ISBN, la frase “printed in spain – impreso en España”, que identifica el país donde se ha impreso la obra, y el pie de imprenta (firma lugar y fecha) – dedicatoria:
texto, generalmente breve, con que el autor ofrece la obra a una persona o entidad – lema o tema: sentencia, cita, verso, etc, que sirve de base a un libro y que preside la obra. – textos de presentación de la obra: en los principios del libro se sitúan ciertos textos cuya función es presentar al lector de la obra, colocarles ante ella y también ante el propio autor y explicarle en que consiste la primera, cuál es su enfoque, contenido, propósito y alcance, y quien es el segundo, que ha hecho en el mundo de la materia de que trata la obra y cómo ha realizado su trabajo. – advertencia, presentación o prólogo: dependiendo de un escrito u otra y de su autor, tales textos reciben nombres distintos, y no han de figurar todos en la misma obra. A) advertencia: texto breve en que el autor o el editor ponen en guardia al lector en relación con la forma de manejar la obra o de interpretarla, si el texto es extenso, explica el contenido de la obra para que el lector entienda ciertos aspectos de ella que normalmente no aparecen explícitos y además lo escribe personas ajenas al autor. A) presentación: se debe al autor y en el que explica al lector por y para qué ha escrito la obra y cómo manejarla. Cuando en una obra aparecen dos textos de similar factura y contenido pero distintas personas se dominan con nombres distintos, como prólogo el perimo y prefacio el segundo, por más que esas palabras sean sinónimos, no debe confundirse con la introducción, aunque si ésta es un texto formalmente introductorio de la materia, no forma parte de los principios del libro, sino del cuerpo, puesto que es parte de la obra.
-Listas de términos: en ciertas obras, en especial las de consulta y las técnicas o científicas, entre los textos de presentación y el cuerpo de libro se inscriben ciertas listas que sirven para el adecuado manejo de la obra.
El libro se divide en párrafos, apartados y subapartados. si el libro es científico o técnico se pueden añaden al final una posdata o addenda para poner la obra al día, llamada en la narrativa y poesía, epílogo. Cuando la obra se divide en partes, es común que estas vengan introducidas por una portadilla interna o portadilla divisoria, son propias también de otras partes del libro como pueden ser el prólogo, el índice etc, y a veces se utilizan como elemento acomodaticio para resolver un problema de compaginación. El índice puede llevar portadilla aunque no la lleven las partes, pero si estas la llevan, debe llevarla también el índice. – el prólogo no debería llevar portadilla si no la llevan las partes, pero pueden llevarla estas y no el prólogo.
La mayoría de las secciones que suelen ir en los finales, sólo aparece en los libros de consulta, especialmente, en los técnicos y científicos, pues, en general, son impropios de los libros de narrativa y de poesía. –
Texto que el autor une o agrega al final de su obra, como continuación o prolongación de ella. No debe confundirse con el anexo. –anexo: conjunto de documentos, estadísticas, gráficos, cuadros, ilustraciones o textos estrechamente relacionados con el tema de que trata la obra, que se añaden al final y de los cuales no suele ser autor el de la obra en que se insertan. –
Listas de voces, términos, rases o sintagmas, dispuestos en distintos órdenes, que sirven para dar cuenta del contenido de una obra, el índice de contenido, que el lector esperaría ver definido y tratado en este lugar, sólo forma parte de los finales del libro cuando se trata de una novela. El índice de materias, que contiene los términos que reflejan o resumen el tema tratado de la obra, así como el índice de nombres se disponen en orden alfabético. El de fechas ordenado por fechas. –
Algunas obras llevan al final un catálogo de voces desusadas, técnicas, científicas, oscuras o dialectales para ayudar a la comprensión del texto. –
Las obras técnicas y científicas, así como algunas de las de referencia, llevan al final la lista de las obras consultadas por el autor, o de aquellas que tratan de la misma materia de su trabajo. –
fe de erratas
No es habitual que los libros contengan su fe de erratas, por más que esta siempre suponga un servicio al lector, especialmente en las obras científicas o técnicas. Algunos, sin embargo, adjuntan la lista de las erratas halladas en el texto. Si se detectan antes de imprimir el último pliego, pueden situarse al final de este; si no, se imprimen en folio aparte y se insertan en el libro, en la posición en que más fácilmente lo halle el lector. –
Aunque cada vez es menos habitual, algunos autores o editores no renuncian a colocar, al final de la obra, una breve anotación en la que generalmente se registra la fecha, lugar, empresa o alguna otra indicación sobre el día o el momento en que en el libro nació, a imitación de los libros antiguos.
ISBN
Hasta la reforma que entró en vigor en el 2007, cada edición y variación de un libro recibía un ISBN compuesto por 10 dígitos de longitud y dividido en cuatro partes: 1- el código de país o lengua de origen, 2 – el editor 3 – el número del articulo 4- un digito de control. Estas partes tienen distintas longitudes y es conveniente que se separen con espacios en blanco o con guiones. Se utilizan, además, prefijos para asegurarse de que dos códigos no puedan comenzar de la misma forma. En caso de usarse, tiene que estar situados correctamente. El código de país es 0 o 1 para países de habla inglesa, 2 para países de habla francesa, 3 para habla alemana, etc. El sistema original ISBN carecía del código de país, pero anteponiendo un 0 a un número SBN de 9 dígitos se creaba un ISBN válido. El número del editor es asignado por la agencia nacional del ISBN, y el número del artículo es elegido por el editor. Los editores reciben bloques de ISBN más grandes de los que se espera que necesites; un editor pequeño puede recibir ISBN que consistan en un dígito para el idioma, siete dígitos para el editor y un solo dígito para los artículos individuales. El dígito de control de un ISBN de diez cifras se halla mediante un cálculo basado en el módulo 11: se multiplica da uno de los nueve primeros dígitos por la posición que ocupan en la secuencia numérica, es decir, el primero por 1, el segundo por 2 y así sucesivamente hasta el noveno que se multiplica por 9. Luego se suman estas multiplicaciones ye l resultado se divide entre 11. Dicha división dejará un resto entre 0 y 10. Si el resto está entre 0 y 9, este mismo valor es el del digito de control pero si el resto es 10, entonces se establece como dígito de control la letra X ISBN 13 DIGITOS tras la escasez existente en ciertas categorías del ISBN, la organización internacional de estándares adoptó implantar un ISBN de trece dígitos, llevando los ISBN existentes el prefijo “978”(recalculando el digito control) y cuando se agoten será el 979. el dígito de control de un ISBN de trece cifras se calcula de un modo diferente al del ISBN de 10 cifras, con un cálculo basado en el módulo de 10: multiplicando el primero de los 12 numero iníciales por 1, el segundo por 3, el tercero por 1, el cuarto por 3, y así sucesivamente hasta llegar al número 12; el digito de control es el valor que se debe añadir a la suma de todos estos productos para hacerla divisible por 10. Muchos editores han optado por eliminar el uso de los ISBN, sustituyéndolo por EAN, puesto que éste se aplica a todos los soportes y no sólo a los libros.
FORMATO EAN USANDO EN CÓDIGOS DE BARRAS actualmente, el código de barras que se encuentra en la contraportada de los libros es de formato EAN13, aunque pueden ser Bookland, es decir, con un código de barras aparte, que codifica cinco dígitos para la moneda y el precio de venta recomendado.