Portada » Biología » Funcion biologica de los alimentos
La alimentación es la ingesta de alimentos, es decir, es la forma de proporcionar al cuerpo humano las sustancias (alimentos) que son indispensables para mantener la salud. Es una actividad consciente y voluntaria y por lo tanto es educable.
La nutrición se refiere al conjunto de procesos por el cual el organismo recibe los nutrientes presentes en los alimentos, los utiliza y los transforma. Aquí se incluye la digestión, absorción, transporte, almacenamiento, metabolismo y eliminación de sustancias. Es un acto involuntario e inconsciente.
Es la ciencia que estudia la correcta proporción en la que se deben de consumir las sustancias nutritivas en las diversas situaciones de la vida.
Alimentación y nutrición no pueden considerarse como sinónimos, ya que una persona puede consumir una determinada cantidad de alimentos y estar mal nutrida. La alimentación es educable y la nutrición no, ya que es un proceso interno. Una alimentación equilibrada permite una correcta nutrición y para ello se acude a la dietética.
La nutrición se realiza principalmente en el aparato digestivo y excretor. Comprende los procesos de ingestión, digestión, absorción, asimilación y excreción. El proceso se inicia en la boca, donde se realiza la ingestión de alimentos. Esta fase incluye las masticación, salivación y deglución.
Los alimentos sólidos se degluten convertidos en una especie de masa llamada bolo alimenticio.
Este se desplaza con ayuda de contracciones musculares por el esófago, donde se realiza la función de digestión, que tiene por objeto hacer asimilables las sustancias ingeridas. El bolo alimenticio se convierte, tras su paso por el estómago, en una especie de papilla llamada Quino, que sale hacia el intestino delgado. En su primer tramo se inician los procesos de absorción y asimilación. A través de ellos se produce una transferencia de nutrientes presentes en el intestino hacia la sangre. Los nutrientes restantes siguen su tránsito intestinal hasta llegar al intestino grueso, donde los residuos que no pueden ser asimilados por el organismo son evacuados al exterior.
El metabolismo es un conjunto de reacciones bioquímicas que permiten obtener y utilizar la energía de los nutrientes.
Los nutrientes, a través del sistema circulatorio, llegan a las células donde se aprovechan desarrollando tres funciones diferentes:
Los nutrientes con función energética aportan la energía necesaria para realizar cualquier acción. Esta función la cumplen los lípidos, los carbohidratos, y las proteínas (macronutrientes).
La función reguladora la ejerce sobre las reacciones bioquímicas nutricionales, permitiendo que se produzcan acelerándolas o frenándolas, según las necesidades. Esta función la cumplen las vitaminas y algunas sales minerales.
Los nutrientes aportan los materiales para formar tejidos nuevos y para reparar los desgastados. Esta función la cumplen las proteínas, y algunos minerales como calcio.
La dieta o alimentación equilibrada es aquella que, con una cantidad adecuada y variada de alimentos, proporciona los nutrientes cuantitativamente y cualitativamente necesarios.
Dentro de este grupo podemos incluir a los carbohidratos, los lípidos y las proteínas. Todos estos nutrientes son los que aportan energía al organismo para realizar las diferentes actividades.
Son nutrientes formados carbono, hidrógeno y oxígeno. La función principal es la de proporcionar energía y debe constituir el 60% de la dieta infantil. Los podemos dividir en 3 tipos:
como la glucosa (azúcar y fruta), la fructosa (fruta y miel) y galactosa (dentro de la leche).
como la sacarosa (en el azúcar), la lactosa (en la leche) y la maltosa.
como el almidón, el glucógeno y la celulosa.
Son nutrientes formados por carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Su estructura base se compone de aminoácidos y diariamente necesitamos alrededor de 20 aminoácidos. Deben constituir el 15% de la dieta. Las podemos dividir en 2 tipos:
Son nutrientes formados por carbono, hidrógeno y oxígeno. Su función principal es la de aportar energía, aunque también son portadores de las vitaminas liposolubles. No deben sobrepasar el 25-30% de la dieta. Los podemos dividir en 2 tipos:
Los que provienen de las grasas animales
Constituidos por los aceites.
Dentro de este grupo podemos incluir las vitaminas y las sales minerales Son indispensables para los procesos bioquímicos y metabólicos del organismo.
Las vitaminas son sustancias esenciales de origen orgánico que el organismo necesita en pequeñas cantidades. Las podemos dividir en 2 grupos:
se disuelven en lípidos y aquí podemos encontrar la vitamina
A (necesaria para la visión nocturna y para el desarrollo óseo y dentario), D (da consistencia a los huesos), E (fundamental para la integridad de las membranas celulares), K (para la coagulación de la sangre)
se disuelven en agua y aquí podemos encontrar las vitaminas C (para la absorción del hierro) y el complejo B (para la digestión).
Son un grupo de sustancias inorgánicas esenciales para asegurar un crecimiento correcto y un adecuado equilibrio mineral.
Las podemos dividir en 2 tipos:
como el calcio, el potasio, el fósforo…
como flúor, hierro, yodo…
Está compuesta por hidrógeno y oxígeno. Es la sustancia que se encuentra en mayor cantidad del cuerpo humano, en el caso de los niños supone el 75% de su organismo. Hay que beber en torno a 2-3 litros diarios. Su función es la de transportar y disolver sustancias nutritivas.
No es propiamente un nutriente aunque es necesaria para el funcionamiento del intestino, facilita la absorción del agua y regula la absorción de otros minerales. Son necesarios unos 30 gr. diarios.
Desde el programa de Educación en la Alimentación y Nutrición (EDALNU) en los años sesenta se adoptó un modelo basado en 7 grupos de alimentos y que se conoce como la Rueda de los Alimentos, y que todavía hoy día se sigue utilizando.
leche y derivados. Entre 2-4 raciones al día
carnes, pescados y huevos. Entre 3-4 raciones a la semana
legumbres, patatas y frutos secos. De frutos secos entre 3-7 raciones semanales y de legumbres entre 2-4 a la semana.
verduras y hortalizas. Dos raciones al día
frutas. Entre 3-5 raciones al día
pan, pasta, cereales, azúcar y dulces. De 4-6 raciones al día
grasas, aceites y mantequillas. Tres raciones al día
En cuanto a los alimentos azucarados, las bebidas alcohólicas, las bebidas estimulantes, las carnes rojas y embutidos, deben de tener un consumo ocasional y moderado. A parte de todo esto, no se puede olvidar el agua, como hemos dicho anteriormente, entre 2-3 litros diarios.
Una dieta equilibrada debe distribuirse en 4-5 comidas, de manera que las necesidades calóricas se distribuyan de la siguiente manera:
25% –
5% –
30% –
15% –
25%
Aquí vamos a diferenciar fundamentalmente 3 periodos:
La alimentación del recién nacido en los 4-6 primeros meses de vida se reduce únicamente al tipo lácteo, ya sea leche materna o leche artificial. Tras este periodo se inicia otro de transición donde a partir de los 6 meses, se van introduciendo: zumos de naranja naturales, papilla de cereales sin gluten, papillas de frutas, purés de verduras, a los cuales se les van añadiendo progresivamente pescado, carnes y huevos. Comerá tantas veces como el niño quiera.
En este periodo disminuye el apetito del niño. Es una etapa en la que aprende a masticar, deglutir mejor, trata de comer con las manos e incluso puede oponer resistencia a aceptar ciertos alimentos. Entre el año y los dos años, se les introducen alimentos aplastados, sopas, pastas, así como alimentos sólidos en pequeños trozos: pescado, pollo, jamón de York, tortilla francesa, frutas blandas… Poco a poco aprenderá a comer solo, y hacia los 3 años ya estará en condiciones de sumarse a comidas de la mesa familiar. Podemos decir, que el niño ya debe empezar a marcarse las 5 comidas diarias, aunque todavía pueden hacer alguna más o alguna menos por la disminución del apetito.
Aquí la alimentación debe ser tan variada como la del adulto, aunque las raciones deben ser menores. Ya es aconsejable realizar cinco comidas diarias (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena). La composición de menús suele ser esta (Para las comidas y cenas):
2 días a la semana LEGUMBRES – 2 días a la semana VERDURAS – 3 días a la semana PASTA-ARROZ
2 días a la semana CARNE – 3 días a la semana PESCADO – 2 días a la semana HUEVOS
En todos los casos con ensalada y acompañamiento de pan. Y el postre debe consistir en fruta o leche.
Para los desayunos y meriendas podemos elegir entre: zumo, fruta, pan con mantequilla y/o mermelada, bizcochos, galletas, cereales, magdalenas, leche sola o con cacao.
Debemos procurar que no aparezcan errores alimenticios como por ejemplo:
Las alteraciones de la conducta alimentaria se vinculan a problemas de tipo psicológico y a las actitudes que tienen los padres con respecto a la comida. Las alteraciones son varia. Las más frecuentes son:
Puede deberse a diversos motivos. Si es una inapetencia temporal puede deberse al calor o la mención. En este caso hay que respetarla. Otros motivos pueden ser celos, intento de chantaje o un exceso de presión por parte de los padres; aquí el niño está utilizando la alimentación como vehículo de otras demandas (ejemplo: demandas afectivas). A veces solo rechazan algunos alimentos que no les gustas, y no hay que obligarles, ya que se pueden sustituir por otros alimentos similares e ir introduciéndolos poco a poco.
Puede deberse a diferentes causas:
Malos hábitos, Factor hereditario, Falta de actividad física.
En todos los casos habrá que intentar que siga una dieta equilibrada para evitar las consecuencias de una obesidad prolongada, así como favorecer el adecuado desarrollo emocional del niño.
Su origen se encuentra generalmente, en una dieta poco cuidada, con demasiados dulces y una falta de higiene bucodental. Se aconseja enseñar a los niños a limpiarse la boca después de cada comida y a visitar el dentista con frecuencia.
Es una ingesta voluntaria de sustancias no nutritivas (papel, tiza, tierra, etc.) de forma reiterativa durante, al menos, un mes sin que coexista ningún trastorno mental. Esto es norma en niños de 3 y 4 meses por su conducta exploratoria. Sin embargo, esta tendencia debe desaparecer antes del segundo año.
Consiste en la vuelta a la boca de alimentos ya deglutidos y a medio digerir. El niño lo hade de forma consciente y voluntaria.
Trastorno caracterizado por la pérdida de peso inducida o mantenida por el mismo enfermo. Se pueden distinguir los siguientes tipos:
Desde su nacimiento, son niños hipoactivos que mana sin energía y presentando continuos vómitos.
Son niños inexpresivos, pasivos y con vómitos
Es debida a causas como el destete. Son niños más inteligentes y vivaces
La evolución es variable, ya que puede hacerse crónica o puede desaparecer hacia los 6 u 8 años, y otras veces puede desembocar en bulimia u obesidad. Es cualquier caso precisa tratamiento médico.
Es el polo opuesto a la anorexia. Para poder hablar de bulimia se tienen que consumir cantidades importantes de alimentos cada dos horas o menos, seguido de vómitos. A estos episodios les suele seguir un estado de ánimo depresivo acompañado de pensamiento despreciativos a sí mismo. Las causas suelen ser ansiedad o falta de afectividad.