Portada » Ciencias sociales » Esquema del gobierno de españa
Las reformas progresistas: Los liberales se hallaban divididos en dos facciones: los moderados, partidarios de reformas más limitadas, y los progresistas, que querían destruir toda la estructura del Antiguo Régimen. En medio de la guerra carlista, para contar con el apoyo de los liberales, Maria Cristina impulsó la formación de un gobierno liberal. Primero intentó hacerlo con los moderados, pero una serie de levantamientos militares y populares la forzaron a llamar a los progresistas al gobierno.Entre 1835 y 1837, los progresistas, dirigidos por Mendizábal implantaron un régimen señorial, la desunión de la propiedad y la desamortización de las propiedades del clero y los ayuntamientos, con lo que se liberalizó la propiedad agraria. Otras leyes declararon la propiedad agraria. Otras leyes declararon la eliminación de las aduanas interiores y la extinción de los gremios, que se oponían al libre ejercicio de la industria y el comercio.Este proceso culminó con la Constitución de 1837, que comenzó un largo período de monarquía parlamentaria en España.El nuevo Texto reconocía la soberanía nacional y los derechos individuales pero aceptaba el papel moderador de la Corona, a la que concedía algunos poderes y el sistema electoral era censitario.
La monarquía democrática: La Constitución de 1869 establecía la monarquía como forma de gobierno y hubo que buscar un rey entre las dinastía europeas. El elegido fue Amadeo de Saboya, de la casa real italiana, co una concepción democrática del papel de la monarquía, el cual llegó a España a finales de 1870.Pero Amadeo contó siempre con la oposición de los moderados, los carlistas y la Iglesia, que se mantuvieron fieles a los Borbones. Por su lado, muchos demócratas se proclamaron republicanos y algunos promovieron insurrecciones a favor de la República.Además, el nuevo rey tuvo que hacer frente al estallido de dos conflictos armados: una insurrección en la isla de Cuba y una nueva guerra carlista, que se inició en 1872. Falto de apoyos y con demasiados problemas por resolver, Amadeo de Saboya renunció al trono en febrero de 1873.
La primera república: Ante el abandono del rey, las Cortes españolas votaron por una gran mayoría la proclamación de la República. Los republicanos tenían un amplío programa de reformas sociales y, por primera vez, se pretendió organizar el estado de forma federal, repartiendo las competencias legislativas entre el gobierno federal, las repúblicas federales y los municipios.Pero la República tuvo que enfrentarse a un buen número de problemas: las guerras carlista y cubana crecieron en importancia; las divisiones entre los propios republicanos dificultaron la actuación de los gobiernos y, y levantamientos como el de Cartagena, que se proclamó cantón independiente. empezaron a organizarse para restaurar la monarquía en Alfonso, el hijo de Isabel II.En enero de 1874, un golpe de Estado protagonizado por el general Pavía disolvió las Cortes y entregó la presidencia del ejecutivo al general Serrano.
La quiebra del absolutismo: La vuelta al absolutismo (1823-1833) fue seguida de un gran freno contra los liberales y de la destrucción de toda la obra legislativa del Trienio. Pero los gobiernos de Fernando VII se mostraron incapaces de dar solución a los graves problemas que tenía que afrontar el país.En Primer lugar, existía una difícil situación económica. La guerra contra los franceses había debilitado enormemente la economía de Jado la Hacienda en bancarrota. Además, la independencia de las colonias americanas prohibió a las arcas del Estado de una importante fuente de ingresos.Era, pues, imprescindible una reforma fiscal que obligase a los privilegiados a contribuir con sus impuestos. Pero éstos eran los principales defensores del absolutismo y el rey no podía atacar sus intereses sin perjudicar los suyos propios.En segundo lugar, se produjo el conflicto dinástico. Fernando VII había tenido sólo hijas y la Ley Sálica impedía a las mujeres reinar en España. Para garantizar el trono a su hija mayor Isabel, el rey dictó la Pragmática Sanción, que derogaba la ley anterior.Muchos absolutistas no aceptaron el cambio y defendieron que el trono correspondía al príncipe Carlos, hermano del rey. A finales del reinado de Fernando VII se hizo evidente la crisis del régimen absolutista y la necesidad de reformas en profundidad.
La restauración del absolutismo:Fernando VII, “el Deseado”, regresó a España en 1814. Los liberales pretendían que el monarca jurase inmediatamente la Constitución de 1812, pero los absolutistas presionaron para que restaurase el absolutismo y anulase toda la legislación liberal de las Cortes de Cádiz.El rey, convencido de la debilidad de los liberales, impulsó un golpe de Estado mediante el cual finalizó las Cortes y anuló la Constitución. En los meses siguientes se produjo la restauración de todas las antiguas instituciones y se restableció el régimen señorial. Era la vuelta al Antiguo Régimen. Muchos liberales fueron detenidos y otros tuvieron que marcharse o ocultase.Con el apoyo de los sectores más liberales del ejército, los rivales del absolutismo organizaron múltiples pronunciamientos, la mayoría de los cuales fueron castigados y sus dirigentes o colaboradores, ejecutados.
Trienio Liberal: En 1820, un pronunciamiento protagonizado por el coronel Riego en Cabezas de San Juan logró triunfar, inaugurando el Trienio Liberal. El rey se vio obligado a aceptar la Constitución de 1812, mandar a una amnistía y convocar elecciones. Las nuevas Cortes, integradas por una mayoría de diputados liberales, restauraron gran parte de las reformas de Cádiz. Se creó, asimismo, la Milicia Nacional, un cuerpo de voluntarios armados que defendían el orden liberal.Pero este proceso reformista no contaba con la simpatía de Fernando VII, que pidió ayuda a las potencias europeas para restaurar el absolutismo. La Santa Alianza encargó a Francia la intervención militar en España, y, en 1823, los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, bajo el mando del duque de Angulema, entraron en España, derrotaron a los liberales y repusieron a Fernando VII como monarca absoluto.