Portada » Historia » Comentario de texto estatuto de autonomia del pais vasco 1979
A continuación se definen ciertos elementos presentes en el texto:
– Fernando VII: hijo del Rey Carlos IV. Una vez terminada la Guerra de Independencia volvió a Bayona, donde estuvo recluido, a España, donde se le fue entregada la Constitución, la cual rechazó e ilegalizó. Ejerció su reinado desde 1814 hasta 1833
– Cortes: las Cortes constituyentes de Cádiz, convocadas por la Junta Central Suprema con el fin de reorganizar la vida en el periodo de guerra e implantar una nueva constitución. Este término será explicado más extensamente en el comentario crítico.
El objetivo de dicha constitución fue crear un estado liberal, similar al que estaba surgiendo en Francia e Inglaterra. De este modo, los artículos de este escrito no tienen otro fin que el de crear un estado liberal en el que se promulga una monarquía donde el Rey tiene el poder ejecutivo, mientras que las Cortes ejercen el poder legislativo. Asimismo se aprueba la libertad de prensa, así como el sufragio universal. Otro factor es el reflejo de un estado confesional católico.
La Constitución de Cádiz fue escrita en un periodo bélico entre España y Francia, conocido como la Guerra de la Independencia. El precedente de esta guerra fue el malestar general de la población española tras el acantonamiento de tropas francesas en España, firmado en el tratado de Fontainebleau entre el primer ministro Godoy y Napoleón. El fin del tratado era facilitar la invasión de Portugal por parte de Francia.
Este hecho no fue visto con buenos ojos y, de este modo, Fernando VII organizó, junto con sus simpatizantes, el motín de Aranjuez, obligando a abdicar a su padre, Carlos IV, además de la dimisión de Godoy. De este modo, Fernando VII se proclamó Rey de España,
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acto que no fue reconocido por Napoleón, quien posteriormente intervino para que el rey
abdicase en nombre del hermano de Napoleón, José. Este acto se reconoce como
las abdicaciones de Bayona.
Una vez José I logra el poder, publicó el Estatuto de Bayona donde, manteniendo su
poder, ejerce un conjunto de reformas liberales para contentar al pueblo español. Sin
embargo, tanto el poder de José I como la reclusión en Bayona de los anteriores reyes
hicieron que se produjesen levantamientos contra los franceses. El primero se hizo el dos
de 1808, que fue acallado por el general Murat en los fusilamientos. Estos levantamientos se
generalizaron en España provocando una guerra popular, en contra de los franceses.
Durante la guerra se generó un vacío de poder, puesto que ni José I ni las Juntas
Generales, que tenían el fin de gobernar junto con el Rey, no fueron reconocidos por los
españoles. De esta manera, se formaron las Juntas Provinciales, las cuales se coordinaban en
la Junta General Suprema.
Esta Junta decidió convocar las Cortes, tras cien años de inactividad, con el fin de
reorganizar la vida de los españoles en la guerra. Éstas se ubicaban en Cádiz, ciudad
protegida por la armada inglesa. Estaban constituidas por una cámara, en la que se
marcaron dos grandes tendencias: por un lado estaban los liberales, partidarios de las
reformas; y por otro los absolutistas, quienes querían la vuelta al poder de Fernando VII.
Finalmente, tras haber promulgado ciertos decretos en los que se derogaban los
fueros y se suprimieron los mayorazgos, redactaron la Constitución de Cádiz, que tenía
carácter liberal. Ésta plasmaba un Estado unitario en el que se tenían en cuenta los
derechos de los españoles, así como la soberanía nacional. Reflejaba asimismo un estado
confesional en el que se reconocen la libertad de prensa y el sufragio universal.
Sin embargo, la Constitución no fue puesta en marcha debido a la guerra, además de
que una vez finalizada esta, Fernando VII no la tuvo en cuenta. En 1814, Fernando VII
vuelve de Bayona y, en Valencia, se le entrega el Manifiesto de los Persas, un documento
donde se rechaza la Constitución.
De este modo, Fernando VII volvió al poder, declarando las Cortes de Cádiz y todo lo
redactado por ellas como ilegal, desapareciendo todas las reformas liberales redactadas. Sin
embargo, esta Constitución servirá de ejemplo para la creación de posteriores
constituciones.
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2.- MANIFIESTO DE LOS PERSAS
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
El texto a comentar es de carácter no jurídico, puesto que se trata de una carta escrita por ciertos diputados de las Cortes de Cádiz y está dirigida a Fernando VII, por lo que no tiene ningún carácter legal. En cuanto al marco espacio-temporal de la carta, ésta fue escrita el 12 de abril de 1814, a finales de la Guerra de Independencia Española; tras vuelta del rey Fernando VII a España, recluido en Bayona durante el reinado de José I, hermano de Napoleón. En segundo lugar, el Manifiesto fue escrito en Madrid capital de España.
En cuanto al autor, se trata de un grupo de 69 diputados serviles, de los cuales 34 eran eclesiásticos, por lo que se trata de un autor colectivo. Pese a que las Cortes tuvieron una sola cámara, se marcaron dos grandes tendencias: los liberales, que buscaban un cambio liberal en el país; y los absolutistas, que buscaban el retorno al absolutismo y, por lo tanto, al Antiguo Régimen.
En cuanto a la finalidad del texto, es lógico pensar que es de carácter privado, puesto su destinatario es el rey Fernando VII, a quien se dirigen con el fin de que instaure el absolutismo en España, tal y como dice en el texto La monarquía absoluta es obra de la razón y la inteligencia.
A lo largo del texto nos encontramos con ciertos términos que precisan una aclaración:
– Constitución: el texto se refiera a la Constitución de Cádiz, escrita el 19 de marzo de 1812. Esta era una constitución liberal que buscaba un Estado unitario en el que se defendían los derechos de los españoles. Además, distinguía los tres poderes, de modo que el poder ejecutivo recaía sobre el rey y el legislativo sobre las Cortes. Debido a este carácter liberal, los diputados absolutistas plasmaron su desacuerdo en este manifiesto, de modo que dicha constitución de declarase como ilegal.
– Nuevas Cortes: al igual que la constitución, las Cortes de Cádiz presentaron una mayoría liberal, que buscaba reformas en el gobierno.
Puesto que estas Cortes iban en contra del Antiguo Régimen, en el Manifiesto de los Persas se busca la creación de unas cortes acordes a las ideas absolutistas de Fernando VII, con la consiguiente ilegalización de las creadas en Cádiz.
En conclusión, el Manifiesto de los Persas fue redactado con la intención de solicitar al Rey la restauración de la monarquía absoluta, convenciendo al monarca de que cuenta con el respaldo de la nobleza y el clero para dicha restauración.
El texto fue escrito en 1814, a finales de la Guerra de Independencia Española, que se disputó entre los franceses y el pueblo español. Durante la guerra, el hermano de Napoleón, el rey José I ejerció su poder. Sin embargo, no logró atraer a los españoles, por lo que estos crearon las Juntas Provinciales, que se coordinarían en la Junta Central Suprema, que buscaba reorganizar la vida en este periodo de guerra.
De este modo, la Junta Central Suprema convocó unas Cortes Constituyentes, que pusieron en marcha la revolución liberal, aprobando diferentes decretos, tales como aprobar la libertad de imprenta, abolir los señoríos o derogar los fueros. Posteriormente, el
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19 de marzo de 1812 dictaron la primera constitución en España, de carácter liberal, que
diseñaba un Estado unitario con una separación de poderes, otorgando al rey Fernando VII
el poder ejecutivo. Asimismo, las Cortes tendrían una sola cámara, elegida mediante
sufragio universal.
Sin embargo, pese a haber una Constitución liberal, gran parte del pueblo español,
así como el Ejército y una parte de las Cortes buscaban el retorno al Antiguo Régimen, con
Fernando VII como monarca. De este modo, dos años después, la Guerra finalizó y Fernando
VII retornó a España. En su vuelta se le fue entregado el Manifiesto de los Persas, donde lo
reconocían como rey absoluto y buscaban su vuelta al poder. Fernando VII ilegalizó las
Cortes y, por consiguiente, todo lo escrito por ellas. De este modo España volvía al Antiguo
Régimen durante seis años, instaurándose la Inquisición, mientras que la reprensión caía en
los liberales.
Desde la vuelta del rey, muchos militares se oponían a la restauración del Antiguo
Régimen, y algunos buscaban el restablecimiento de la Cortes. Esta situación se acrecentó
con la incapacidad del estado para controlar la pésima situación tras la guerra. Así, tras
varias intentonas golpistas, Rafael Riego se levantó a favor de la Constitución de 1812,
obligando al Rey a aceptar el régimen constitucional, y dando lugar al trienio liberal.
Este periodo de tres años se vio marcado el gobierno de los liberales, quienes
buscaban alcanzar un estado progresista. Sin embargo las reacciones absolutistas les
dificultaron la tarea, produciéndose una lucha entre ambos bandos. Antes de producirse
una guerra civil, en abril de 1823 la Santa Alianza mandó sus Cien Mil Hijos de San Luis, con
el fin de acallar a los liberales y así imponer de nuevo el absolutismo.
De este modo, Fernando VII recuperó el poder, desatando una durísima reprensión,
haciendo que miles de españoles se exiliasen. No obstante, el rey estableció una seria de
reformas a favor de los moderados. Pese a esto, la situación española era pésima, por lo que
el Antiguo Régimen era incapaz de controlar esta crisis estructural.
En consecuencia, el Rey se vio amenazado por ambos bandos: los liberales estaban
preparando levantamientos, mientras que los absolutistas se aunaron a Carlos María Isidro,
pues creían que estaba siendo demasiado transigente con los liberales. De este modo,
Fernando VII moriría en 1833, ejerciendo su poder durante 19 años, tras la entrega del
manifiesto de los persas, de aquellos que apoyaron su vuelta a la corona.
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3.- DECRETO DE DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZABAL
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
El siguiente texto presenta un carácter jurídico puesto que es una carta redactada por Mendizábal, dirigida a la Reina Maria Cristina. Ésta presenta carácter legal puesto que fue escrito en la Gaceta de Madrid, precursora del Boletín Oficial del Estado. En la carta se explica el proceso desamortizador que Mendizábal realizará en 1836, expropiando los bienes eclesiásticos, para posteriormente venderlos en subasta pública a la burguesía terrateniente, pero no a las manos del pueblo.
Cabe expresar que la fecha de redacción fue el 21 de febrero de 1836, época del reinado de la regente, que se extenderá hasta 1840, cuando decidió abdicar tras ciertos desordenes producidos en la mala gestión económica.
En cuanto al autor del texto, se trata de Álvarez Mendizábal, quien participó junto con Rafael Riego en el levantamiento a favor de la Constitución de 1812. Fue condenado a muerte por Fernando VII, por lo que marchará a Londres. En cuanto a su proceso desamortizador, pese a realizar su redacción, no gestionará su desarrollo debido a la deposición que sufrió por parte de la reina en menos de un año. Sin embargo, ejercerá el cargo de ministro de hacienda en 1836 y 1843.
En cuanto a la finalidad del texto, este tiene una finalidad pública y oficial, pues venderá los bienes desamortizados al pueblo español, más concretamente a la burguesía terrateniente, quién explotará dichas tierras con un proletariado agrícola, que trabajará en condiciones pésimas.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan ser analizados:
– Reina Gobernadora: el texto se refiere la Reina Maria Cristina, que ocupó la regencia de Isabel II, debido a su minoría de edad. De este modo, su reinado se extiende desde 1833 hasta 1840 cuando, tras surgir una serie de desórdenes que desembocan de la mala gestión económica, decide dejar la corona y retirarse a Francia. Tras una breve regencia de Espartero y el pronunciamiento de Narváez, Isabel II ocupará el trono.
– Bienes: el concepto de bienes se refiere el conjunto de propiedades pertenecientes a la Iglesia que, tras la desamortización, serán vendidos en subasta pública con el fin de que sean explotados por adinerados, propietarios de empresas.
– Deuda pública: España está inmersa en una crisis económica grave, por lo que era necesario obtener fondos para pagar tanto los costes de la Guerra Carlista, así como sanear la Hacienda. De este modo el único medio posible para recaudar dicho dinero era realizar dicha desamortización.
En la presentación del Decreto, Mendizábal justifica a Maria Cristina la necesidad de realizar el proceso de desamortización debido a varias razones. En primer lugar, para hacer explotables las tierras de la Iglesia, en las que no se realizaba ningún trabajo, por lo que se las llamaba manos muertas; de modo que el estado recaudase dinero a través de las ventas de las propiedades, con el fin de pagar la deuda pública. Además, mediante la venta de dichas tierras, lograría desobstruir los canales de la industria, es decir, lograría avivar el proceso de industrialización que se estaba dando por toda Europa, que sería el principal factor de desarrollo económico del país.
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La desamortización de Mendizábal, conocida como La Desamortización por la gran repercusión que tuvo, introduce un término que estaba en auge en otros países: la propiedad privada. La creciente burguesía necesitaba terrenos para poder explotarlos y lograr una productividad. Sin embargo, gran parte de dichos terrenos eran de la Iglesia, por lo que no podían ser explotados, perdiéndose una gran oportunidad de obtener fondos para el Estado.
De acuerdo con lo anterior, las Cortes de Cádiz iniciaron la labor de convertir la propiedad en el Antiguo Régimen, de modo que se procedió a desvincular los bienes de la nobleza, aboliendo los señoríos y suprimiendo los mayorazgos, de modo que los inmuebles podían ser vendidos por sus titulares. Además desamortizó a la Iglesia, incautando sus bienes y vendiéndolos en subasta pública.
La Desamortización, realizada en 1836, puso a la venta todos los bienes del clero regular, y el año siguiente los bienes del clero secular, haciendo que todas las propiedades que no se explotaban, conocidas como manos muertas, pudiesen venderse en subasta pública, con el fin de ser vendidas a burgueses adinerados que las explotarían. Sin embargo, debido a esta desamortización, se rompieron las relaciones diplomáticas con Roma, por lo que en 1851 se estableció el Concordato entre los dos países, que unificaría las relaciones, y en el que la Iglesia no reconocería los bienes desamortizados, quedando en manos de sus propietarios.
Posterior a La Desamortización se realizarían otras desamortizaciones como la de Madoz, que pondría a la venta los bienes eclesiásticos restantes, además de los bienes de los pueblos, lo que supondría una gran recaudación, que iría destinada a las industrias, y más concretamente, al desarrollo del ferrocarril, un medio de transporte necesario en todos los países industrializados de la época. La diferencia de esta desamortización sería que el dinero no fue a manos del Estado, como con la de Mendizábal, sino a los ayuntamientos, por lo que supuso una mayor participación de pequeños propietarios, cada vez más en el país.
El proceso desamortizador, sin embargo, no fue dirigido a los menos favorecidos, puesto que no se planeaba practicar una reforma agraria, de modo que quedaría en manos de burgueses adinerados, capaces de comprar las tierras. Esta burguesía creó un proletariado agrícola que, contratado para explotar dichas tierras, fue sometido a duros trabajos y pésimos salarios.
En resumen, las desamortizaciones introdujeron un desarrollo económico, necesario debido a la crisis económica que había, además del desarrollo industrial que supuso la recaudación de fondos, de modo que esto permitiría el desarrollo del ferrocarril, que se incrementó con la Ley de Ferrocarriles de 1855, convirtiéndose en el eje de la industrialización en España.
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4.- LEY GENERAL DE FERROCARRILES (6-06-1855)
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
La Ley general de ferrocarriles es un texto de carácter jurídico, puesto que emana de una fuente legal las Cortes han decretado y ha sido sancionado por la reina Isabel II Nos sancionado lo siguiente. Además se trata de la Ley de Ferrocarriles en la que se regula la construcción de ferrocarriles.
En cuanto al marco espacio-temporal de la ley, esta fue firmada el 3 de junio de 1855 en Aranjuez, en el Palacio Real de la reina Isabel II. Además de la Reina, también fue ratificado por el ministro de Fomento Francisco de Luxan. La época en la que se escribió dicha ley fue un periodo en el que España se ve sumergida en un proceso de industrialización, que se verá influenciado por la construcción del ferrocarril, un medio de vital importancia para el transporte de mercancías y, por lo tanto, un marcador de progreso de la época.
En lo referente al autor del texto, este fue escrito por Francisco de Luxan y por la Reina en el Bienio Progresista (1854-1856). Francisco de Luxan fue un militar y geólogo, fue maestro de geografía e historia. Diputado progresista de las Cortes, ejerció dos veces como ministro de Fomento y fue senador vitalicio, además de secretario de la Reina Regente.
En cuanto a la finalidad del texto, es lógico pensar que la Ley de ferrocarriles es un escrito de carácter público, puesto que trata el desarrollo del ferrocarril, un medio para uso del pueblo español, por lo que por consiguiente estará enmarcada en un ámbito nacional, aunque la construcción del ferrocarril tendrá una relación con otros países, que se encargarán de proveer a España de materiales.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de conceptos que precisan ser analizados.
– Isabel II: reina de España, es hija del rey Fernando VII y ejercerá su poder entre los años 1844 y 1868. Su reinado se verá marcado por un constante cambio de gobiernos, tanto moderados como progresistas, debido al apoyo sistemático a los moderados. En 1868 se producirá una revolución popular que la obligará a marchar a Francia.
– Cortes: las Cortes idearán una serie de reformas en el Bienio Progresista, tales como la Ley de Ferrocarriles o la promulgación de una constitución non-nata. Estas cortes cambiarán constantemente debido a la corruptibilidad política de la época. En el año de publicación de la Ley, los progresistas estarán en el poder, hasta el retorno de Narváez, que retornaría a España al conservadurismo.
El objetivo del texto es proceder a la construcción del Ferrocarril en España, realizando una serie de reformas para atraer capitales extranjeros con el fin de hacer más rápido su construcción, como en el Artículo 8, donde asegura entregar el capital invertido a las empresas, además de asegurarles un interés, fijo o mínimo.
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La construcción de una red ferroviaria era la idea central de España, que se veía sumergida en un periodo de industrialización. Sin embargo, esta se dio más tarde que otros países, como Alemania, que ya tenía para la finales de la década de los cincuenta el ochenta por ciento de la red ferroviaria construida. El ferrocarril significaba un transporte rápido y eficaz de las mercancías, que unido al desarrollo industrial, se traducía en un avance económico para el país.
En España este desarrollo no se dio debido a la creciente crisis de Hacienda, a la orografía complicada y a la falta de bienes privados, que fueron destinados a la adquisición de tierras desamortizadas. Pese a que había ciertas líneas comerciales, como Barcelona Mataró, la extensión era muy reducida para mediados de siglo. De esta manera, la extensión del ferrocarril era un factor vital para el desarrollo del país.
Sin embargo, debido a la incapacidad de autoabastecerse por la falta de fondos y, por lo tanto, de producción, decidieron redactar una serie de reformas para atraer a las empresas extranjeras, de modo que se acelerase su construcción. De este modo, a partir de la Ley general de ferrocarriles, se eliminaron los aranceles a las importaciones de material ferroviario extranjero, además de conceder permisos de expropiación a las empresas privadas. De este modo, España logró su objetivo, pese a tener que pagar una gran suma de dinero a estas empresas.
Como consecuencia del desarrollo del ferrocarril, también lo hizo la industrialización, de modo que las fábricas y las industrias empezaron a exportar sus productos no sólo por España, sino también al extranjero, debido a la mayor rapidez de entrega de mercancías.
En España, el expansionismo del ferrocarril se vio ligado con el proceso de industrialización, que comenzó en la década 1830 en el campo de la siderurgia, sustituyéndose las forjas por altos hornos en Andalucía, para posteriormente ganarse Vizcaya la hegemonía, tras la sustitución del carbón vegetal por el mineral, además de la inclusión de los hornos Bessemer, dando lugar a un acero de alta calidad a bajo coste.
Además de la siderurgia, la industria textil también adquirió fuerza, sobre todo en Cataluña. La pérdida del mercado americano tras la guerra colonial resultó en el descenso en la producción de textil catalán, lo que les obligó a reinventarse, por lo que sustituyó la producción de lana por la de algodón, además de la introducción de la máquina de vapor, lo que abarató los precios. A esto se le añade las medidas proteccionistas que prohibían la importación de manufacturas extranjeras, de modo que Cataluña se convirtió en el monopolio del textil.
De este modo, el ferrocarril influyó en la importación y exportación de productos, sobre todo tras la promulgación de la Ley de Ferrocarriles de 1855, que marcó el eje de la industrialización española.
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5.- LEY DEL 25 DE OCTUBRE DE 1839
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Se puede afirmar que el texto a comentar es de carácter jurídico puesto emana de una fuente legal, las Cortes han decretado y ha sido firmado por la reina Isabel II, Nos sancionado los siguiente y, asimismo, se trata de la ley abolitoria de los fueros.
En cuanto a la marco espacio-temporal, esta ley fue rubricada en el Palacio Real a fecha de 25 de octubre de 1839. Por lo que se refiere a la época de la publicación del documento se puede decir que se escribió a finales de la Primera Guerra Carlista, en la cual se enfrentaron los carlistas, defensores del Antiguo Régimen y simpatizantes de Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII; y los isabelinos, defensores de un estado liberal y simpatizantes de Isabel II, hija de Fernando VII. Esta guerra se declaró en 1833 y finalizó en 1839 con la derrota carlista, firmando el Convenio de Bergara entre ambas partes. Posteriormente, en la ley del 25 de octubre de 1839 Isabel II reconoció la categoría militar de los militares carlistas que aceptaron el convenio y, además, mantuvo los Fueros Vascos.
En cuanto al autor del texto, este fue firmado por Maria Cristina, reina regente hasta la mayoría de edad de su hija, Isabel II. Dicha ley fue aprobada por las Cortes Reales Españolas, un grupo de liberales que poseían el poder legislativo, inspirados por la constitución de 1837.
En último lugar, es lógico pensar que se trata de un texto de carácter público y nacional, puesto que va dirigido al pueblo español. Sin embargo, esta ley se focaliza en los territorios Vasco Navarros, pues mantiene los Fueros vigentes.
A lo largo del texto nos encontramos con ciertos términos que requieren una aclaración:
– Fueros: los fueros son un conjunto de usos y costumbres que se recogieron en forma de leyes. Estas leyes se basaban en un sistema político dominado por los nobles rurales y tenían unas características propias, tales como la exención fiscal y militar y un derecho civil y penal propios. Sin embargo, estas leyes eran incompatibles con las ideas de la burguesía, por lo que la crisis del antiguo régimen hizo que estos se quebrasen, para posteriormente ser abolidos.
– Isabel II: hija del rey Fernando VII, reinará entre los años 1844 y 1869. Después de la muerte de su padre, se producirá una disputa de poder entre el hermano y la hija del rey, Carlos e Isabel, por lo que se declarará la Primera Guerra Carlista, entre los carlistas e isabelinos. Durante este periodo reinará su madre, Maria Cristina, debido a la minoría de edad de Isabel.
– Españas: el concepto de Españas se debe a que la Nación Española estaba constituida por parte de la península Ibérica y por sus colonias, es decir, los territorios de ultramar. Estos eran las Filipinas y ciertos territorios de América, como Cuba o Puerto Rico.
El objetivo de la Ley de 1839 se enfoca en mantener los Fueros Vasco-Navarros vigentes, siempre que mantengan la unidad constitucional, es decir, siempre que cumplan con la constitución española, redactada en 1837. Por lo tanto, los territorios forales estaban obligados a seguir la constitución liberal, de modo que los fueros, de carácter conservador, no podían aplicarse por no ser constitucionales.
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La ley de 1839 se centra en el final de la Guerra Carlista entre los simpatizantes de Carlos María Isidro, y los de Isabel II. Los carlistas querían mantener vigente el Antiguo régimen mientras que los isabelinos, constituidos por las clases burguesas, querían la desaparición del Antiguo Régimen, puesto que les dificultaba las relaciones comerciales, al haber aduanas y aranceles. Tras la muerte de Fernando VII en 1833, se produjo un vació de poder que debería ser ocupado por uno de los dos bandos, el de los liberales por parte de Isabel, y el de los absolutistas por parte de Carlos, originando la Primera Guerra Carlista.
Esta guerra se dio principalmente en el País Vasco, aunque también se dio en Cataluña y Aragón. El País Vasco rural se unió al bando carlista que defendía los Fueros, y que buscó cesar el avance capitalista con el fin de mantener una estructura señorial y, por lo tanto, tradicionalista.
Los primeros alzamientos carlistas terminaron en fracaso. Sin embargo Tomás de Zumalacárregui logró formar un ejército de más de 30.000 soldados. La compleja orografía del País Vasco permitía tanto el refugio de exiliados carlistas, como la facilidad para atacar de los carlistas debido al conocimiento del terreno.
La derrota de los liberales, excepto en las capitales, hizo que Carlos María Isidro se autoproclamase Carlos V y ejerciese su poder tanto en el País Vasco como en Navarra y la Rioja alavesa. La obsesión de Carlos era conquistar Bilbao, con el fin de lograr un mayor poder. De este modo, se procedió al asedio, liderado por Zumalacárregui. Éste fue posteriormente roto por el general Espartero, resultando en la muerte del general.
De este modo, la moral carlista decayó y obligó a firmar el Convenio de Bergara entre Espartero, por parte de los liberales, y Maroto, por parte de los carlistas. Después de la Guerra, Maria Cristina firmó la Ley de Octubre de 1839, mediante la cual mantenía la categoría militar de los carlistas y confirmaba los Fueros vascos, siempre que estos respetasen la unidad constitucional. Navarra, por otra parte, perdió el régimen foral tras la Ley Paccionada, en 1841. Sin embargo, en 1844 se le cedieron ciertas atribuciones forales, con el fin de paliar los efectos causados por dicha ley.
Alex Martínez
6.- LEY DE 21 DE JULIO DE 1876
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
La Ley de 21 de julio de 1876 se trata de un escrito de carácter jurídico puesto que emana de una fuente legal las Cortes han decretado y ha sido sancionado Nos sancionado que por el rey Alfonso XII, hijo de Isabel II. Además, se trata de una ley en la que se abolen los Fueros en el País Vasco.
En cuanto al marco espacio-temporal del escrito, este fue escrito en 1876, al final de la Tercera Guerra Carlista. De este modo, el Estado tendrá una mayor intervención en los territorios vascos, que se regían por unos Fueros que recogían una serie de costumbres de los habitantes de estos territorios.
En lo referente al autor del texto, cabe expresar que éste fue escrito por el presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo, quién restauró la monarquía de Alfonso XII, así como el sistema de la restauración, basado en el turnismo de los partidos conservador y liberal.
Es lógico que se trate de un documento con carácter público y oficial, puesto que el propósito de dicha ley es que sea aplicada al pueblo español, por lo que el ámbito sería nacional aunque especialmente en el País Vasco.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Alfonso XII: entró como el restaurador de la dinastía borbónica tras la abdicación de su madre, Isabel II. Recibió una formación académica y militar. Se hizo rey a la edad de dieciocho años, tras el pronunciamiento en Sagunto a favor de un régimen monárquico, iniciando un proceso de restauración en España. Murió a la temprana edad de 28 años.
– Constitución: el texto se refiere a la constitución de 1876, redactada el mismo año que la ley. La Constitución establecía una división imperfecta de los poderes, otorgando al monarca la facultad de nombrar al Jefe de Gobierno. Asimismo establecía un Parlamento bicameral. Defendía la libertad de imprenta y la reunión; también definía la religión del Estado como la católica.
– Ley de agosto de 1841: esta ley, promulgada a finales de la Primera Guerra Carlista, fue conocida como la Ley Paccionada, que abolía los fueros en el territorio navarro. Sin embargo, en 1844 se le cedieron ciertas atribuciones forales, con el fin de que no surgieran levantamientos.
En resumen, la Ley de julio de 1876 se centraba en los territorios vascos, promulgando la abolición de los fueros, con el fin de obtener un mayor intervencionismo por parte del Estado, estableciendo tanto el servicio militar como la contribución a la Hacienda española.
Este texto fue redactado en 1876, al final de la Tercera Guerra Carlista, que se dio tras el surgimiento del neocarlismo, quien contó con el apoyo de burgueses no carlistas que, con el miedo de ser desamortizados, se unieron al bando carlista. Tras la revolución de 1868, Isabel II se ve obligada a marchar a Francia, produciéndose un vacío de poder, que sería visto como una oportunidad para los carlistas, que nuevamente aspirarían al trono,
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con el nieto de Carlos María Isidro como pretendiente. De este modo, Carlos se
autoproclamó Carlos VII, gobernando en los territorios vascos rurales, y estableciendo la
capital en Estella.
Al mismo tiempo, Nicolás Ollo conseguiría construir un pequeño ejército – al igual
que Zumalacárregui en la primera guerra – y volvieron a sitiar la ciudad de Bilbao. Sin
embargo, el ataque militar fracasó, replegándose tras la caída del jefe militar. De este modo
se daría fin a la Tercera Guerra Carlista. En 1874, el pronunciamiento de Sagunto
restablecería la monarquía de Alfonso XII. Los carlistas se batieron en retirada y, tras la
derrota militar, optarían por la lucha política desde una posición marginal, fundando el
Partido Carlista.
En 1876, Cánovas del Castillo redactaría la ley del 21 de julio de 1876, que abolió los
Fueros en el País Vasco, haciendo que el Estado tuviese una mayor intervención
estableciendo tanto el servicio militar, como una contribución a la Hacienda española. Sin
embargo, en 1878 el mismo presidente del consejo de ministros concedió a los territorios
vascos los Conciertos Económicos, mediante los cuales las Diputaciones Provinciales del
País Vasco recaudan impuestos, previo pago de un cupo preestablecido.
Estos conciertos supusieron una ventaja puesto que daba una mayor
autonomía administrativa, permitiendo la construcción de carreteras o una reforma
educativa; en definitiva, servicios de mayor calidad. Además, estos conciertos permitirían a
los magnates de la industrialización vasca favorecerse de ellos, pudiendo controlar las
Diputaciones y, en consecuencia, logrando una política fiscal acorde con sus necesidades.
Por lo tanto, estas reformas en la administración vasca permitieron una mejoría pese
a la abolición de los fueros tras la ley de 1876, debido a la aplicación de los Conciertos, que
permitieron el avance de la industrialización en los territorios vascos.
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7.- CONSTITUCIÓN DE 1876
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter jurídico, puesto que emana de fuentes legales En unión con las Cortes de Reino, hemos venido a decretar y sancionar que, además se trata de la Constitución de 1876, que se aplicará en el Estado español.
En cuanto al marco espacio-temporal de su publicación, esta Constitución fue decretada en Madrid el 30 de junio de 1876. Respecto a la fecha de publicación, se puede decir que se escribió durante el periodo de la Restauración de la monarquía borbónica, en concreto, el reinado de Alfonso XII, que duró desde 1874 hasta su muerte en 1885.
En cuanto al autor del texto, este fue escrito por las Cortes, principalmente por Cánovas del Castillo, y rubricado por el rey Alfonso XII, hijo de Isabel II. Se educó en colegios extranjeros y fue en 1874 cuando dirigió en Inglaterra un manifiesto a la nación. De este modo, cumplida la mayoría de edad, asumió el trono. Su reinado fue corto, hasta 1885, cuando murió de una tuberculosis.
En último lugar, es lógico pensar que se trata de un texto de carácter público y nacional, puesto que la Constitución va dirigida al pueblo español. Sin embargo, posteriores leyes excluirán a las clases trabajadoras de ciertos derechos, como el derecho a voto.
A lo largo del texto nos encontramos con ciertos términos que precisan una aclaración:
– Cortes: la Constitución de 1876 establecía un Parlamento bicameral con un Senado formado por senadores vitalicios y de derecho propio. Asimismo, estas Cortes estaban constituidas por dos principales partidos: el partido liberal conservador de Cánovas del Castillo y el liberal fusionista de Sagasta.
– Fuero: la nueva constitución crearía una unidad nacional, regida por un único conjunto de leyes. De este modo, los Fueros del País Vasco perderían su vigencia, imponiéndose sobre estos las leyes españolas y creando así un Estado unitario y centralizado.
El objetivo principal de esta constitución fue crear un Estado controlado por las administraciones, de modo que quedase centralizado en Madrid. Además, la monarquía estará por encima de los partidos políticos otorgándole al Rey la facultad de asignar al Jefe de Gobierno. La Constitución, sin embargo, tendrá medidas de carácter liberal, como el derecho de reunión o el derecho de imprenta.
La revolución de 1868 no logró instaurar una forma estable de monarquía, por el fracaso de Amadeo de Saboya, ni solucionó el problema social. Además, la situación empeoraba por el divorcio de las masas con los dirigentes y por la falta de una burguesía capaz de asegurar el sistema social.
Tras el golpe de Estado de Pavía, el príncipe Alfonso dirigió un manifiesto a la nación redactado por Cánovas, en el que afirmaba que la única solución para los problemas en España residía en el restablecimiento de una monarquía tradicional. A finales de 1874 Martínez Campos proclamó en Sagunto a Alfonso XII como rey de España. Así se inició la Restauración, que pretendía restablecer el régimen liberal moderado anterior a la revolución de 1868.
Alex Martínez
Cánovas encabezaría el gobierno y en 1875 iniciaría una serie de medidas, como la supresión de los periódicos de la oposición o la renovación de los cargos de las diputaciones provinciales y los ayuntamientos. Además, puso en marcha la elaboración de una nueva Constitución, cuya convocatoria se hizo mediante sufragio universal. Sin embargo, ya estaba organizado el sistema de votos, por lo que fue un mero trámite.
Cánovas consideró fundamental establecer unas premisas, quedando fuera debates como los poderes del rey. De este modo, la Constitución de 1876 establecería una imperfecta división de poderes al otorgar al monarca la facultad de nombrar al jefe de Gobierno. Asimismo, establecía un Parlamento bicameral con un Senado formado por senadores por derecho propio y vitalicios.
La nota predominante de la actividad legislativa fue la coerción política, puesta en práctica con la abolición de los Fueros en las provincias vascas en 1876 o la Ley electoral de 1878, que restringió la participación ciudadana en las elecciones a 30000 habitantes. Los alcaldes serían designados por el Rey, quien también aprobaría los presupuestos provinciales y municipales.
Una vez aprobada la Constitución, se puso en marcha el sistema turnista de Cánovas, donde dos partidos ajenos a las masas sociales se turnarían en el gobierno. Estos dos partidos estaban apoyados por los burgueses, puesto que la ley electoral del 78 había restablecido el sufragio censitario. Con este sistema se crearían dos partidos: el liberal conservador de Cánovas del Castillo y el liberal fusionista de Sagasta.
El turno era una fórmula de corrupción electoral que daba la posibilidad a ambos partidos de pactar de antemano la falsificación, estando de acuerdo con la Corona y la Constitución, para asegurar el liderazgo de ambos partidos. Para ello, el Rey nombraba al Jefe de Gobierno y, después, se elaboraba una lista de diputados. En caso de no estar seguros de los resultados, se recurría al pucherazo, es decir, a la violencia, la compra de votos, etc.
Asimismo, surgió la figura del cacique, un miembro de una élite local que servía como intermediario entre el Estado y la zona que lideraba. De este modo, el cacique realizaba favores a los habitantes de la zona, a cambio de que estos votasen al diputado elegido.
En 1885 falleció Alfonso XII, con lo que se creó una situación de riesgo para la continuidad del régimen. Sagasta llegó a un acuerdo con Cánovas para garantizar la alternancia y el turno de partidos, que se plasmó en el llamado Pacto del Pardo. Comenzó así el periodo de la regencia de María Cristina de Habsburgo, que duraría hasta 1902, con el acceso al trono del hijo póstumo del Rey.
Alex Martínez
OLIGARQUÍA Y CACIQUISMO DE JOAQUÍN COSTA
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter no jurídico, en concreto, un fragmento de ulaa obra, Oligarquía y caciquismo de Joaquín Costa, en el que se realiza una crítica a la forma de gobierno de la época.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue escrito en Madrid en 1901, durante el reinado de María Cristina de Habsburgo, quien tomó la regencia de Alfonso XIII, hijo póstumo de Alfonso XII. El sistema del gobierno seguía siendo el turnismo, que vivió una situación de riesgo tras la muerte del monarca en 1885. Sin embargo, en el Pacto del Pardo se garantizó su alternancia.
En lo referente al autor del texto, se trata de Joaquín Costa. Doctorado en Derecho y Letras, fue profesor en la Universidad Central, cargo al que renuncia por la política educativa de la Restauración. Formó la Unión Nacional, un partido que fue crítico con el sistema Canovista. Costa percibió que con el sistema vigente nunca se podrían dar nuevas reformas.
Puesto que en el texto se realiza una crítica acerca del régimen político de la Restauración, es lógico pensar que el texto está destinado a la opinión pública española, por lo que se trata de un texto de carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Oligarcas: el texto se refiere a los políticos que se aprovechan del turnismo para continuar en el poder. De este modo, pese a surgir nuevos partidos, sólo dos son los que están en el poder: el partido liberal fusionista y el partido conservador.
– Caciques: los caciques son unas élites locales que sirven como intermediario entre el gobierno y pueblo. De este modo, el cacique realizaba favores a los habitantes a cambio de que estos votasen al diputado anteriormente elegido. Gracias al cacique, el turnismo pudo mantenerse durante más de treinta años.
En este texto, Joaquín Costa hace una crítica a los integrantes del sistema turnista, es decir, a los políticos que están en el poder; a los caciques, que mantienen el sistema en pie y a los gobernadores civiles, que se encargan de comunicar a los políticos con los caciques. Los políticos actúan sin tener en cuenta las opiniones del pueblo, de modo que sacan provecho de su cargo con fines propios. En consecuencia, el pueblo no se siente apoyado por los políticos, quedando desprestigiados.
El texto está enmarcado en la Restauración de la monarquía borbónica, que surgió con el ascenso al trono del rey Alfonso XII tras el pronunciamiento de Martínez Campos en 1874. De este modo se puso en marcha el sistema político de Cánovas, que dictó una serie de medidas, como la supresión de los periódicos de la oposición, o la reestructuración de diputaciones provinciales y ayuntamientos.
Alex Martínez
El siguiente paso fue la creación de una constitución basada en unas premisas para poder colocar al monarca encima de los políticos, de modo que quedasen fuera los posibles debates acerca de sus poderes. La Constitución de 1876 establecía una imperfecta división de poderes, de modo que el Rey tenía la facultad de nombrar el jefe de Gobierno. Asimismo, establecía un parlamento bicameral, donde el Senado estaba compuesto por senadores vitalicios y de derecho propio.
Tras la aprobación de la constitución, se creó un gobierno sustentado en la soberanía compartida por dos partidos políticos que contarían con el apoyo único de los burgueses tras el restablecimiento del sufragio censitario con la Ley electoral del 78. Así, quedaban formados el partido liberal-fusionista de Sagasta y el partido liberal-conservador de Cánovas.
El Gobierno realizó una serie de reformas con el fin de crear un estado unitario, donde predominó la coerción política. Una muestra de ello fue la supresión foral en 1876, de modo que el País Vasco también se regiría por la legislación española. Asimismo, los presupuestos provinciales y municipales serían aprobados por este.
En cuanto a la corrupción electoral, los partidos políticos utilizaron la fórmula del turno para lograr mantenerse en el poder. Para ello, el Rey nombraba primeramente al jefe de gobierno y luego se redactaba una lista con los diputados, de modo que se pactaba de antemano la falsificación. Así, ambos partidos se turnarían constantemente. Para lograr los votos necesarios se recurría a la violencia o a la compra de votos.
Asimismo, surgió la figura del cacique, un miembro de una élite local que servía como intermediario entre el Estado y la zona que lideraba. De este modo, el cacique realizaba favores a los habitantes de la zona, a cambio de que estos votasen al diputado elegido.
Sin embargo, tras la muerte de Alfonso XII en 1885, se creó una situación de riesgo para la continuidad del régimen. De este modo, Sagasta acordó con Cánovas garantizar la alternancia de partido en el Pacto del Pardo. Comenzó así el período de la regencia de María Cristina de Habsburgo, que duraría hasta 1902, con el acceso al trono del hijo póstumo del Rey.
El turnismo se mantuvo durante el reinado de Alfonso XIII. Sin embargo, el sistema comenzó a ser inviable, y sufrieron una serie de crisis que les llevó a crear los gobiernos de concentración. Estos gobiernos fueron efímeros y, tras veintitrés crisis de gobierno entre 1917 y 1923, era imposible mantener el sistema turnista. Éste finalizó con la dictadura de Primo de Rivera en 1923.
Alex Martínez
9.- DISCURSO DE FEDERICO ECHEVARRÍA SOBRE EL LIBRECAMBISMO Y EL PROTECCIONISMO
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Se puede afirmar que el texto a comentar es de carácter no jurídico puesto que se trata de un meeting en contra de los Tratados de Comercio, pronunciado por Federico Echevarría.
En cuanto al marco espacio-temporal, el discurso se dio en Bilbao, a fecha de 9 de diciembre de 1983. Sin embargo, el texto se publicó el año siguiente. A mediados de siglo XX la producción de hierro aumentó con rapidez y desde 1876 esta se aceleró considerablemente, llevándose la primacía del acero en Europa Occidental.
En lo referente al autor del texto, se trata de Federico Echevarría, hijo de un herrero que nació en Aramaio, Álava. Se trasladó a Bilbao y, después de comerciar con vinos, se dedicó a la actividad fabril, con la que creó un emporio y llegó a ser presidente de la Liga Vasca de Productores.
El texto es de carácter público y nacional, donde su destinatario son los presentes en el meeting, quienes buscaban mantener las leyes proteccionistas, de modo que el tratado librecambista entre España y Alemania fuese anulado.
El texto contiene una serie de términos que precisan una aclaración:
– Régimen arancelario: Los aranceles son impuestos para la importación de material extranjero. Las compañías mineras encontraban en los aranceles una protección ante la competencia extranjera, de modo que España fuese el único estado consumidor de hierro vizcaíno, logrando este último el monopolio de dicho material.
– Tratado hispano-alemán: Se refiere a un tratado entre España y Alemania en el que se acordaba la desaparición de los aranceles entre ambos países con el fin de establecer redes comerciales. Sin embargo, este tratado no era bien visto por los empresarios, quienes lo veían como una amenaza ante la pérdida del monopolio vizcaíno en el acero.
El meeting celebrado por Federico Echevarría se centra en la defensa de los regímenes arancelarios vigentes, unas leyes proteccionistas que impedían compraventa de productos internacionalmente, siendo España el único comprador. Sin embargo, el tratado hispano-alemán eliminaría estos aranceles, permitiendo la compraventa del material, lo que se traduciría en la pérdida de la hegemonía comercial de los productores vascos al surgir nuevo competidor que vendería este acero.
La industrialización en el País Vasco se dio principalmente en Vizcaya, donde la extracción de hierro monopolizó el desarrollo económico en la provincia. Sin embargo, las guerras carlistas y el marco jurídico foral impidieron el desarrollo del proceso.
La producción de hierro vizcaíno aumento con rapidez tras el fin de la guerra, en 1876, y la supresión foral que, junto con la ley librecambista de Figuerola, inició una expansión en la producción de mineral que atrajo a compañías extranjeras y vascas para explotar el mineral de alta calidad y bajo coste.
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A partir de la década de 1880, la extracción de hierro en el Reino Unido disminuyó por resultar caro y de baja calidad, por lo que compró hierro vasco.
Así surgió una nueva burguesía minera, que desarrolló el capitalismo en la provincia.
A partir de 1887 la siderurgia vasca se reestructuró en función del mercado español, dando pie a leyes proteccionistas, como la ley arancelaria de 1891, que no se hizo notoria hasta la consolidación del mercado español como consumidor. La pérdida colonial de 1898 abrió una nueva etapa de desarrollo económico, vinculado a la repatriación de capitales coloniales.
Además de la siderurgia, también adquirió poder el negocio naviero, donde los De la Sota o Aznar lideraron las operaciones. Todo ello se tradujo en la creación de infraestructuras y servicios como la Bolsa, el Banco de Comercio o los ferrocarriles, además de empresas auxiliares para las exportaciones mineras. De este modo, el capitalismo vasco inicia una fase expansiva de inversiones, consolidando su hegemonía nacional.
La posición neutral española en la Primera Guerra Mundial hizo que aumentase la demanda de productos, obteniendo capitales para la ampliación y fundación de empresas, como Babcock Wilcox.
Este proceso tuvo gran repercusión social al demandar una gran mano de obra, atrayendo un número elevado de inmigrantes procedentes de provincias limítrofes. De este modo, la industrialización trajo consigo una transformación de una sociedad agraria a una industrial, en un período de menos de cincuenta años.
Alex Martínez
EL INTRUSO DE VICENTE BLASCO IBÁÑEZ
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Se puede afirmar que el texto a comentar es de carácter no-jurídico puesto que se trata del fragmento de una la obra El intruso de Blasco Ibáñez. En esta se describe las pésimas condiciones laborales que tenían que sufrir los trabajadores mineros.
En cuanto al año de publicación de la obra, 1904, ésta fue escrita en el período de la Restauración de la monarquía borbónica, que duró desde el fin de la Primera República en 1874 hasta la dictadura de Primo de Rivera en 1923. Además, haciendo referencia a la obra, ésta se sitúa en Vizcaya, provincia que vivió un fuerte desarrollo industrial en esas fechas.
En cuanto al autor de texto, se trata de Vicente Blasco Ibáñez. Dividió su vida entre la política, el periodismo y la literatura, ingresó en la masonería y formó parte de varias logias. Participó en la política en contra de la monarquía y Cánovas del Castillo, razón por la que estuvo en prisión varios meses. Uno de sus papeles más influyentes fue el de la lucha contra el analfabetismo y las condiciones de vida precarias, denunciando los abusos y contribuyendo al progreso del pueblo.
Es lógico pensar que el texto es de carácter público y nacional, puesto que esta novela va dirigida a los lectores españoles, que están enfrentándose a condiciones de vida duras, impuestas por los magnates de las empresas y por los políticos de la época.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Encartaciones: se trata de una comarca al oeste de la provincia de Vizcaya, donde se manifestó un desarrollo en la industria minera durante el periodo de la industrialización.
– Casa de peones: los mineros estaban obligados a vivir en barracones, que se encontraban en condiciones muy poco higiénicas. En estos se tenían que apelotonar a dormir todos los trabajadores que, según Blasco Ibañez, los sudores se juntaban, las respiraciones se confundían…
Blasco Ibáñez hace una dura crítica a las condiciones precarias en las que vivían los mineros, quienes, tras una dura jornada, estaban obligados a malcomer y a dormir en barracones en condiciones poco higiénicas y donde había poco espacio. Además, también hace una crítica al trabajo en las canteras, llevado a cabo por jornaleros sin ningún tipo de aprendizaje, que ponían su vida en juego para extraer el mineral.
El texto está centrado en el período de industrialización. La industrialización en el País Vasco se dio principalmente en Vizcaya, donde la extracción del hierro monopolizó el desarrollo económico de la provincia. Aunque algunas empresas iniciaron el proceso en 1840, las guerras civiles y el marco jurídico foral impidieron el desarrollo del proceso hasta finales del siglo XIX.
La ley librecambista de Figuerola, junto con el fin de la guerra y la supresión foral, inició una nueva etapa con una rapidísima expansión de la producción de mineral destinado a la exportación. Se fundaron compañías extranjeras y vascas para explotar el mineral de alta calidad y bajo precio, siendo el más demandado por las siderurgias de Europa Occidental.
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Así, a partir de 1883 empezó a disminuir la extracción de hierro de Reino Unido por resultar caro y de baja calidad, pero siguió aumentando la producción de lingotes de hierro de origen vizcaíno. La burguesía que protagonizó el fenómeno industrializador asentaba su poder en la propiedad de las minas junto con las compañías extranjeras, como Orconera.
A partir de 1887, la siderurgia vasca se reestructuró en función del mercado español para acabar con la competencia extranjera. De este modo la burguesía industrial se lanzó a conseguir una legislación proteccionista. Esta se materializó con la Ley arancelaria de 1891, que no se hizo notoria hasta la consolidación del mercado español como mercado consumidor en 1896. El proteccionismo cobró fuerza con la crisis del 98, que abrió una etapa de desarrollo económico debido a la repatriación de capitales coloniales. El proteccionismo se tradujo en la aparición de una industria siderúrgica mediana, que tuvo fuerza en el desarrollo económico provincial.
Si algunos propietarios mineros invirtieron en metalurgia, otros lo hicieron en el negocio naviero, donde los De la Sota y Aznar lideraron las operaciones. El potencial económico requería la creación de algunos servicios, como la Bolsa o el Banco de Comercio, que canalizaban los capitales hacia las inversiones. En este período nacían los ferrocarriles y se construía el puerto exterior, contribuyendo al desarrollo industrial. También se incluyeron empresas auxiliares e infraestructuras para las exportaciones mineras. En consecuencia, el 55% de los capitales obtenidos fue reinvertido en la industria vizcaína, dando lugar a un boom económico en Vizcaya.
Además, el capitalismo vasco inicia una fase expansiva de inversiones, consolidando su hegemonía nacional y liderazgo empresario español. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue un hecho decisivo, donde la posición neutral española aumentó la demanda de productos a ambos bandos beligerantes. El capital obtenido facilitará la ampliación y la fundación de empresas, como la Babcock Wilcox.
Este proceso tuvo una gran repercusión social al demandar una gran mano de obra de las provincias limítrofes. La industrialización trajo consigo también una oligarquía de gran poder financiero, de modo que los cincuenta años entre el siglo XIX y XX conformaron una transformación de una sociedad agraria a una industrial.
Alex Martínez
11.- ESTATUTOS DEL EUSKELDUN BATZOKIJA
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter no-jurídico puesto que, pese a contener una serie de artículos, se trata del reglamento interno por el que se regía el primer batzoki, es decir, el centro de reunión de los primeros nacionalistas vascos.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue publicado en el periódico Bizkaitarra el 24 de mayo de 1894, en pleno nacimiento del nacionalismo en el País Vasco. Al año siguiente de la publicación del texto, en 1895, se fundaría el primer Partido Nacionalista Vasco, con el fin de poner en marcha las ideas del mayor representante del movimiento: Sabino Arana.
En cuanto al autor del texto, se trata de un autor colectivo, formado por los fundadores del batzoki, entre los cuales estarían Sabino Arana, su hermano Luis Arana y compañeros suyos que compartiesen la misma ideología.
Es lógico pensar que el destinatario del texto son los partidarios del nacionalismo vasco, quienes posiblemente se afiliarían a estos batzokis, por lo que tendrían que respetar dicho reglamento.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Arana eta Goiritar Sabino: se refiere a Sabino Arana, el mayor representante del nacionalismo en el País Vasco. Los dos hermanos (Sabino y Luis Arana) se encargarán de redactar los estatutos del Euskeldun Batzokija y liderarán el partido.
– Jaun Goikua eta Lagi-Zarra: se traduce como Dios y Ley Vieja. Los nacionalistas respetarán a Dios, por lo que serán católicos, y fundarán el Partido Nacionalista Vasco con el fin de restaurar los Fueros, perdidos tras el fin de la Guerra Carlista.
La finalidad de este texto es la de establecer una serie de artículos por los que se regirán estos centros de reunión, los batzokis. De este modo, se definen términos como Jaungoikoa, religión católica-apostólca-romana, Lagizarra, deseo de restablecimiento de los fueros y las costumbres vascas o Eta, es decir, la armonía existente entre la religión y la política. Asimismo, también hermana a las demás provincias vascas que, unidas, conforman el llamado Euskelerria.
El nacionalismo del País Vasco se formó tras la ley que derogaba los fueros en 1876, la cual aportó dos tipos de reacciones: la de la que supieron rentabilizar la situación para transformar la pérdida en conciertos económicos con Madrid, y los que defendieron la recuperación íntegra de los Fueros, es decir, la esencia de lo vasco.
El nacionalismo vasco comenzó como un partido únicamente vinculado a Bizkaia, aunque posteriormente se expandió a las demás provincias vascas. Los elementos de este nacionalismo, propulsado por Sabino Arana, se asentaban en la raza, la lengua, la ley y las costumbres.
Alex Martínez
La única defensa posible ante el mundo moderno se expresaba mediante la ruptura de todo vínculo con España, preservando la sociedad vasca del laicismo, los inmigrantes y la industrialización. En 1895 se fundó el primer Partido Nacionalista Vasco con voluntad de restaurar en el territorio el orden jurídico tradicional. Sin embargo, el partido no logró nada en sus comienzos, por lo que se vio obligado a ampliar sus bases hacia una burguesía más moderna e industrial, surgiendo una tensión interna entre los defensores de la independencia vasca y los de su autonomía dentro del Estado español.
Junto al nacionalismo etnicista de Arana se presentaba el de Ramón de la Sota, procedente del liberalismo fuerista. La burguesía naviera de Ramón de la Sota encontró en el nacionalismo el medio para sus ansias autonomistas, de modo que la burguesía bilbaína sería su clientela principal.
En diciembre de 1906 el PNV realizó su primera asamblea, en la cual se habló sobre las Juventudes Vascas, y de los primeros batzokis. Las disidencias entre los nacionalistas derivó en la creación de dos revistas: Euskalduna, por parte de los seguidores de Ramón de la Sota; y Aberri por parte de los independentistas liderados por Luis Arana, hermano de Sabino Arana.
En 1910, el PNV se escindirá en el partido Askatasuna (ANV), más favorable a un nacionalismo laico y republicano; y en 1916, los nacionalistas de la Sota consiguen apartar a Luis Arana de la directiva del PNV, que a partir de ahora adopta el nombre de Comunión Nacionalista Vasca. De este modo, el partido reportaría un amplio triunfo en las elecciones municipales de 1917, además de tener un rotundo éxito en Bizkaia en las elecciones a Cortes.
Hasta 1918, el nacionalismo fue un fenómeno vizcaíno únicamente; después, con la incorporación del grupo del integrismo, formado por la escisión del carlismo por su derecha, pudo formar el núcleo del nacionalismo guipuzcoano. En Álava, el nacionalismo no tendrá presencia hasta la Segunda República.
Los buenos negocios de los años de la Primera Guerra Mundial enriquecieron a la burguesía vasca, sobre todo a De la Sota, que pasó a ser el líder del empresariado vasco. Esto consolidó un nacionalismo autónomo que fue contestado por Eli Gallastegui, quien mantuvo los valores sabinianos.
Esta actitud radical hizo que en 1921 fuera expulsado del partido con parte de las Juventudes, fundando un partido que retoma el nombre de PNV, más radical que el CNV. En 1930, la reconciliación de los partidos se tradujo en un nuevo PNV, con gran protagonismo en la Segunda República.
Alex Martínez
LA LUCHA DE CLASES
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Se puede afirmar que el texto a comentar es no jurídico puesto que se trata de un artículo del semanario La lucha de clases que trata sobre la concentración minera en el frontón de Gallarta.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue redactado en Bilbao, lugar donde se ubicaba dicho semanario, a fecha de 23 de mayo de 1896. De acuerdo con la fecha de publicación, nos encontramos en el periodo de la industrialización en el País Vasco, concretamente en Bizkaia. Debido a las pésimas condiciones laborales, se realizaron movimientos como la huelga de 1890, a la que se refiere el texto, o la de 1910, con las que se consiguió la supresión de los barracones o las tiendas, en las que estaban obligados a comprar.
Aunque no podemos identificar al autor, es lógico pensar que se trate de un redactor del diario o, en su defecto, un grupo de redactores del mismo. Este periódico presenta una ideología socialista, debido a que defiende la mejora de la condición laboral de los trabajadores. Ya que es un artículo periodístico, es un texto público, cuyo principal destinatario es la población vasca, que está viviendo este periodo industrializador.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Gallarta: se trata de una localidad de la comarca de las Encartaciones, al oeste de Vizcaya. En referencia al texto, Gallarta vivió el desarrollo industrial y, en consecuencia, las pésimas condiciones laborales, causa por la que los trabajadores se reunieron el 1 de mayo de 1896 en el frontón de la localidad.
– 1890: se trata de un año clave para la industrialización, donde se dio una de las huelgas más fuertes del periodo, en la que se reclamaba una limitación de la jornada laboral y la desaparición de los barracones y tiendas, propiedad de las empresas en las que trabajaban.
El objetivo del texto es realizar una crítica a las pésimas condiciones laborales a las que los mineros tenían que enfrentarse para lograr un pésimo sueldo. Además, estaban obligados a dormir en barracones antihigiénicos y a comprar productos con precios desorbitados en las tiendas de las empresas. En consecuencia de esto, se empezaron a realizar movimientos obreros para mejorar sus precarias condiciones, como se puede leer en el texto.
El texto está enmarcado en la industrialización, periodo que tomó fuerza a finales del siglo XIX, y que sufría un severo atraso en comparación con la mayoría de países europeos, ya inmersos en el proceso desde inicios de siglo. La revolución se dio principalmente en Cataluña en el sector textil y en Bizkaia en el sector siderúrgico.
Pero esta revolución industrial no sólo atrajo un gran desarrollo económico sino también un desproporcionado aumento de la población en muy pocos años, debido a la necesidad de mano de obra. Tanto los habitantes de la provincia como del exterior protagonizaron un espectacular éxodo rural hacia las zonas industrializadas y Madrid. En
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consecuencia, Bizkaia se convirtió en uno de los principales receptores de inmigrantes de todo el país.
Con el tiempo, las pésimas condiciones de vida y de trabajo del proletariado aumentaron la conflictividad laboral, que se fue adueñando de la zona minera, al mismo tiempo que el socialismo movilizaba a miles de obreros. De este modo, en 1886, Perezagua fundó la primera asociación socialista.
En los inicios del siglo XX, la conflictividad va en alza debido al radicalismo de Perezagua. La primera huelga minera de importancia fue en 1890, saldándose con resultados positivos para los obreros. La huelga minera de 1910 fue un éxito, lo que producirá una reacción en el nacionalismo vasco, que formó el sindicato Solidaridad de Trabajadores Vascos (ELA), para reunir obreros bajo el nacionalismo. Para los nacionalistas, el socialismo era una ideología extraña del proletariado inmigrante, que tenía que estar alejado del pueblo vasco.
Aunque el socialismo vasco recoja su fuerza principal en la inmigración, también hay vascos autóctonos, como Tomás Meabe, que se convierte en el fundador de las Juventudes Socialistas y del semanario La lucha de clases. En 1915, el socialismo cambiará del radicalismo de Perezagua al moderantismo de Indalecio Prieto.
La inflación, el triunfo bolchevique y las revoluciones en Europa desencadenaron en el desarrollo de sindicatos obreros. En el País Vasco, el anarquismo tuvo una presencia marginal. Sin embargo, los comunistas encabezados por Perezagua consiguieron el apoyo radical. La crisis del 21 deterioró las condiciones laborales al poner fin a la época de prosperidad conseguida en la Primera Guerra Mundial. Las reducciones salariales se convirtieron en algo habitual para impedir una mayor reducción de empleo.
La instauración de la dictadura de Primo de Rivera trajo el aniquilamiento e ilegalización del anarquismo y una mayor preponderancia del sindicalismo libre y católico. No obstante, el colaboracionismo de la UGT, permitió el control de los comités paritarios, es decir, de obreros, lo que ayudó a convertirse en uno de los partidos fundamentales de la izquierda durante la Segunda República.
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13.- DISCURSO DE CLARA CAMPOAMOR EN LAS CORTES CONSTITUYENTES
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter no jurídico ya que no emana de fuentes legales ni establece ninguna norma de derecho; sino que se trata del discurso de Clara Campoamor en las Cortes Constituyentes, en el cual reivindica los derechos de las mujeres en la Constitución de 1931, especialmente el derecho a voto.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, el discurso se pronunció el uno de septiembre de 1931 en una de las sesiones de las Cortes Constituyentes, y se publicó en el diario de dichas sesiones. En cuanto al año de publicación, 1931 es el año en el que se proclama la Segunda República, concretamente el 14 de abril. Tras la proclamación, se formó un gobierno provisional que formaría unas Cortes Constituyentes, que redactarían la Constitución de 1931.
En cuanto al autor del texto, se trata de Clara Campoamor. Nació en el seno de una familia humilde de Madrid y trabajó en el periódico La Tribuna. Sus ideas sobre la igualdad de las mujeres la acercan al PSOE; sin embargo, no acepta la colaboración de este con la dictadura de Primo de Rivera. Al proclamarse la Segunda República, fue elegida diputada y formó parte de la Comisión Constitucional, donde luchó para establecer el voto femenino.
En cuanto a la finalidad del texto, este va dirigido a los diputados presentes en la sesión. Sin embargo, este se extendería a los españoles, que simpatizarían con su ideología feminista. Por lo tanto, se trata de un texto con carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan de una aclaración:
– Constitución: se refiere a la Constitución de 1931, publicada tres meses después del pronunciamiento del discurso de Clara Campoamor. Esta constitución, inspirada en el modelo francés, sería una de las más liberales de la historia española. España se convertiría en un Estado laico y democrático. Además, por primera vez, incluye a las mujeres en el sufragio universal.
– Trasnochado principio aristotélico: Clara Campoamor critica la excusa de la diferenciación del hombre y la mujer para que esta esté infravalorada socialmente. De este modo explica que la mujer tiene los mismos derechos del hombre, razón por la que estos tiene que reflejarse en la Constitución.
El objetivo del discurso pronunciado por Clara Campoamor se centra en la idea fundamental de incluir el sufragio femenino en la Constitución. Para ello explica que, como ser humano, la mujer posee los mismos derechos que el hombre. Por ello, la Constitución debe garantizar la igualdad entre hombre y mujer y, por lo tanto el sufragio universal, tanto masculino como femenino.
Tras el fin de la dictadura de Primo de Rivera, se decidió enel pacto de San Sebastiánla organización de un proceso electoral escalonado para la formación de unas Cortes Constituyentes. La victoria electoral republicana en las ciudades y la proclamación de la República el 14 de abril de 1931 trajo la caída de la monarquía. Mientras se negociaba con el comité revolucionario el traspaso del Gobierno, Alfonso XIII tomaba camino del exilio.
Alex Martínez
El gobierno provisional presidido por Alcalá-Zamora puso en marcha una serie de reformas para la transformación del estado. El primer problema, sin embargo, se originó en Barcelona, cuando se proclamó la República Catalana dentro de una federación de repúblicas ibéricas. Los anarquistas, a su vez, saludaron a la República, aunque la considerasen burguesa, y se aprestaban a luchar por la instauración de un régimen libertario. Además, el anticlericalismo se expandió, dando lugar a la quema de un centenar de edificios eclesiásticos.
Las elecciones para Cortes Constituyentes se celebraron en junio. La conjunción republicano-socialista obtuvo una aplastante mayoría con la excepción del País Vasco y Navarra, donde hubo mayoría tradicionalista. Por tanto, el Congreso quedó muy inclinado a la izquierda.
La redacción de una nueva Constitución fue la primera tarea de los diputados. Esta constitución, inspirada en el modelo francés, impuso la disolución de aquellas órdenes religiosas consideradas un peligro para el Estado, además del fin del presupuesto del clero y la separación entre el poder civil y el eclesiástico. Este punto provocó a los diputados derechistas, que abandonaron el Congreso. Asimismo, Maura y Acalá-Zamora dimitieron.
España se convertiría en un Estado democrático, laico, con una cámara y un Gobierno con un presidente de la República, con un mandato de seis años. El sufragio sería universal, incluidas las mujeres. Este fue uno de los puntos más importantes de esta constitución.Habría una subordinación del derecho de propiedad al interés público. Asimismo, ofrecería un cauce para resolver los problemas regionales mediante Estatutos de autonomía.
Durante el gobierno de Azaña se realizaron una serie de reformas que pretendían la modernización social y política española y respondían a las expectativas de cambio del movimiento obrero. Entre estas reformas se encontraron la de la enseñanza, donde se buscó un sistema que acabase con tasas altas de analfabetismo; la creación de la Guardia de Asalto, el pase de muchos mandos militares a la reserva; o una reforma agraria que no lograría adquirir la suficiente fuerza debido a la burocracia.
Sin embargo, la crisis del 29 aumento la conflictividad de sindicatos anarquistas, lo que se tradujo en numerosas huelgas y enfrentamientos, como el de Casas Viejas. Una reacción directa fue la movilización derechista, que se manifestó con el partido de la CEDA. Este lograría la mayoría absoluta en 1933, dando lugar a la alianza con el partido radical de Lerroux y la formación del gobierno radical-cedista.
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14.- PROGRAMA DEL FRENTE POPULAR
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter no jurídico, puesto que no proviene de fuentes legales ni establece ninguna norma de derecho, sino que se trata del programa político del Frente Popular para presentarse a las elecciones de febrero de 1936, que ganarían con mayoría absoluta.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue escrito en el periódico El Socialista, ubicado en Madrid, a fecha de 16 de enero de 1936. De acuerdo con la fecha de publicación, nos encontramos en el periodo de transición del gobierno radical-cedista al gobierno del Frente Popular, en la Segunda República. En febrero del mismo año se convocarían elecciones a Cortes, que tendrían una mayoría del Frente Popular.
A pesar de no concretarse el nombre del autor, podemos deducir que se trata de los integrantes del Frente Popular, que redactaron el programa electoral, por lo que se trata de un autor colectivo. El Frente Popular surge de la coalición de diferentes partidos, como los republicanos y los comunistas, que manifestaban una actitud marxista y antifascista, para hacer frente al fascismo, el enemigo común.
El texto está dirigido a los españoles simpatizantes de los frentepopulistas, que quieren terminar con el gobierno radical-cedista tras diferentes revoluciones, como la de octubre de 1834 en Asturias. Por lo tanto, este texto presenta carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Nacionalización de la tierra: la nacionalización de las tierras no fue aceptada por el Frente Popular, ya que no buscaban medidas revolucionarias, sino reformistas. Sin embargo, crearían medidas para mejorar la situación de los campesinos, como la reducción de la jornada laboral.
– Nacionalización de la Banca: otro de los puntos del programa frentepopulista era la nacionalización de la Banca. La coalición, al contrario que los obreros, se posicionó en contra de la nacionalización de la banca. En consecuencia, la banca seguía siendo privada, y no quedaba en manos del Estado.
El programa electoral presenta una serie de puntos, como la amnistía de los que participantes de revoluciones obreras como la de octubre de 1934; que presentaban un carácter izquierdista. Sin embargo, las medidas de la no nacionalización de la tierra o de la Banca, mencionadas anteriormente, daban a entender una actividad del estado reformista, pero no revolucionaria, diferente a la ideología obrera, que quería la expropiación de las tierras.
La segunda etapa de la República, el bienio radical-cedista, estaba llegando a su fin, debido a las continuos conflictos, tanto internos como externos. Empezaron a darse movimientos como la revolución de octubre de 1834, que empeoraban la imagen del Gobierno cedista. A lo largo de 1935, los gobiernos acentuaban su política moderada.
En Europa estaba creciendo el fascismo. Con el fantasma inminente de una revolución marxista, la extrema derecha hostigaba a la CEDA y Calvo Sotelo se hizo cargo
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del monárquico Bloque Nacional. Por el otro lado, Largo Caballero empujaba a la UGT hacia posiciones cada vez más radicales, que iban ganando adeptos.
Con esta situación, el comunismo internacional se enfocó en la disyuntiva del fascismo y la democracia. La política a seguir era el establecimiento de Frentes Populares, que implicaban la alianza con las clases medias para atacar al fascismo, el enemigo común.
La teoría frentepopulista se llevó a la práctica y tras las elecciones de febrero de 1936, la antigua conjunción republicano-socialista se preparó para la firma de una alianza electoral, o Frente Popular, en la que las izquierdas y las fuerzas progresistas estarían representadas. El programa era reformista, en el que se proponía la reforma agraria, la amnistía de los acusados en la revolución de 1934, etc. Aunque la derecha logró formar alianzas, no tuvo la suficiente fuerza y, finalmente, los candidatos del Frente Popular obtendrían la mayoría absoluta.
Los resultados electorales provocaron los primeros conatos de fuerza de los perdedores, que no presagiaban nada bueno para la República. A pesar de los esfuerzos de Azaña, la vida política estaba en declive, asfixiada por el radicalismo proletario. La situación se complicó aún más cuando el Congreso decidió deponer a Alcalá Zamora como presidente y poner a Azaña en el cargo.
Durante los meses de junio y julio, la agitación revolucionaria era evidente, y la CNT desencadenó una huelga en Madrid, además de expoliar las tiendas de comestibles. El 12 de julio, el teniente Castillo, de la guardia de Asalto, sería asesinado. Esto provocó a los policías, que respondieron asesinando a Calvo Sotelo.
El 17 de julio de 1936, la guarnición de Melilla se sublevó y se declaró el estado de guerra en Marruecos, disparando la guerra Civil. Desde Canarias, Franco voló a Tetuán, mientras el levantamiento se ponía en marcha en la península ante el desconcierto del gobierno, que no tomó medida alguna.
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15.- ESTATUTO DE AUTONOMÍA DEL PAÍS VASCO
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter jurídico, puesto que proviene de fuentes legales, concretamente, las Cortes: El Congreso de los Diputados ha decretado y sancionado la siguiente Ley:. Además, se trata del estatuto de Autonomía del País Vasco, mediante el cual el País Vasco consiguió una mayor autonomía frente al Gobierno.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, éste fue publicado en la Gaceta de Madrid, precursora del actual Boletín Oficial del Estado, el 7 de octubre de 1936. Dos días más tarde saldría en el Diario oficial del País Vasco. En cuanto a la fecha de publicación, nos encontramos en el periodo de la Guerra Civil española, que comenzó en 1936, con la sublevación del ejército, y finalizó en 1939, con la toma de Madrid por los sublevados. En la guerra se enfrentaron los nacionales, partidarios de un régimen fascista, y el bando republicano.
En lo referente al autor del texto, se trata de los diputados de las Cortes, que aprobaron el proyecto de estatuto. El proyecto fue redactado por varios ayuntamientos vascos en 1933. Sin embargo, éste quedó congelado por la política derechista del gobierno de la CEDA. No fue hasta 1936, con el ascenso al poder del Frente Popular, cuando se abrió la posibilidad de presentar dicho proyecto por parte de los ayuntamientos vascos.
El Estatuto de Autonomía va dirigido, principalmente, a los habitantes del País Vasco, quienes se beneficiarán de la legislación, por lo que tendrá carácter público y nacional. Sin embargo, debido a la guerra, el Estatuto sólo llegó a aplicarse en Vizcaya, que se mantuvo en el bando republicano hasta la ocupación de Bilbao por los sublevados en 1937.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Constitución: se refiere a la Constitución de 1931. De carácter liberal, esta constitución fue decretada en el bienio social-azañista (1931-1933). Establece un Estado con una cámara, cuyo presidente se elegirá mediante sufragio universal. Además, ofrece un cauce para resolver los problemas regionales mediante Estatutos de Autonomía, como el de este texto.
– Órgano legislativo y ejecutivo: se refiere al poder legislativo y ejecutivo. El Estatuto indica que ambos poderes deberán regirse de acuerdo con la Constitución. Además, el Estatuto señala la función del Presidente del País Vasco como representante de la región en sus relaciones con la República.
El Estatuto establece una serie de artículos en los que indica, primeramente, que el País Vasco estará constituido por las regiones de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Además, el euskera será lengua oficial. También realiza una división de poderes, legislativo y ejecutivo, además de la elección de los representantes mediante sufragio universal. Sin embargo, debido al periodo de la guerra civil, este estatuto sólo se podrá aplicar en Vizcaya, durante un período de nueve meses.
Las elecciones municipales del 12 de abril dieron como vencedores a los partidos republicanos en la mayoría de las capitales españolas. El día 14 ya se conocían los resultados y Éibar fue la primera localidad que proclamó la II República. El gobierno provisional convocó elecciones con el fin de crear unas Cortes Constituyentes, cuyos
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resultados dieron una amplia mayoría a los partidos de izquierda y socialistas, aunque en el País Vasco vencieron las derechas con un planteamiento unitario de defensa de la religión católica y de la autonomía vasca.
El bienio de izquierdas liderado por Manuel Azaña puso en marcha un gran proyecto de reformas, con el fin de atajar los problemas del país.
El régimen republicano trajo el derecho de reivindicar la autonomía, lo que abrió las puertas a los nacionalistas. Por tanto, José Antonio Aguirre, lehendakari y líder del PNV, junto con los carlistas, puso en marcha la aprobación de un proyecto de estatuto, conocido como Estatuto de Estella. Sin embargo, presentaba una conflictividad con el Gobierno, pues otorgaba el poder de establecer relaciones directas con la Santa Sede. Por esa razón el proyecto quedó en suspenso, al ser declarado anticonstitucional.
Ante la negativa, se propuso la reforma del Estatuto. Sin embargo, este estatuto no tenía que presentar puntos de fricción con la Constitución, lo que supuso una división entre el PNV, que aceptaba estas reformas; y los carlistas, que veían necesario la restauración del artículo de relaciones con el Vaticano. Estas modificaciones hicieron que al votarse el proyecto de Estatuto en junio de 1932, fuese rechazado por Navarra. Este hecho dio pie a la formación de un tercer proyecto de Estatuto.
En febrero de 1933 los ayuntamientos vascos aceptan el nuevo proyecto que excluía a Navarra del estatuto. La aprobación definitiva del estatuto requería la celebración de un referéndum, que fue aprobado por una gran mayoría en Vizcaya y Guipúzcoa pero sólo el 47% de Álava. Faltaba ahora la aprobación definitiva de las Cortes, pero el proyecto del estatuto quedó congelado durante el bienio radical-cedista por la oposición de centro-derecha.
En las elecciones de 1936, el Frente Popular incluyó la reivindicación del estatuto en su programa electoral. El triunfo del Frente Popular significó la activación del estatuto en las Cortes. El estallido de la Guerra Civil no paralizó el proceso, siendo finalmente aprobado el 1 de octubre de 1936. El estatuto estuvo en vigor durante nueve meses y sólo fue efectivo en Vizcaya hasta su conquista por fuerzas navarras, en junio de 1937.
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16.- DECRETO LEY DE ABOLICIÓN DE LOS CONCIERTOS ECONÓMICOS EN BIZKAIA Y GIPUZKOA
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos con un texto de carácter jurídico, puesto que emana de fuentes legales, concretamente, el general Francisco Franco; En su virtud, dispongo:. Se trata de un decreto-ley en el que se abolen los conciertos económicos en las provincias de Bizkaia y Gipuzkoa.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue redactado en Burgos, capital del bando sublevado, el 23 de junio de 1937. Al día siguiente se publicó en el Boletín Oficial del Estado. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos en el período de la Guerra Civil Española, que comenzó en 1936 y finalizó el 1 de abril de 1939, con la toma de Madrid por parte de los sublevados.
En cuanto al autor del texto, se trata de Francisco Franco, líder del pronunciamiento militar del 17 de julio de 1936. Eligió la carrera militar y ascendió rápidamente aprovechando la situación bélica de Marruecos. A los 34 años ya era general, y lideró el alzamiento de 1936. Tras ganar la Guerra Civil, en 1939, impuso en toda España una dictadura que duraría hasta su muerte, en 1975.
El decreto ley va dirigido a los habitantes de Bizkaia y Gipuzkoa, quienes se verán afectados por la medida, siendo dirigidas todas sus contribuciones al Estado, en vez de a los organismos del País Vasco. En consecuencia, se trata de un texto de carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Provincias Vascongadas: se refiere a las provincias que integran el País Vasco, es decir, Bizkaia, Gipuzkoa y Álava. Sin embargo, la medida abolitoria se aplicará únicamente a las dos primeras provincias, puesto que Álava permaneció fiel al bando nacional. Las rentas bizkainas y gipuzkoanas serán administradas por el Estado, en vez de por las Diputaciones.
– Concierto: se refiere a los conciertos económicos del País Vasco. Tras el fin de la Guerra Carlista y la supresión foral de 1876, Cánovas del Castillo implantó estos Conciertos, que permitían la administración de los impuestos por las Diputaciones, previo pago de un cupo preestablecido al Estado. Sin embargo, esta medida legislativa aboliría los conciertos en Bizkaia y Gipuzkoa.
Francisco Franco establece la abolición de los Conciertos económicos en las provincias de Gipuzkoa y Bizkaia, por resultar una ventaja económica respecto a las demás provincias españolas. Sin embargo, estos conciertos seguirán vigentes en Navarra y Álava, por permanecer leales al bando de los nacionales. Esta medida sería aplicada el 1 de julio, y con ello la recaudación de los impuestos y rentas por parte del Estado, y no por las Diputaciones.
La guerra civil surgiría tras una serie de conflictos en el gobierno del Frente Popular. Dos de los más importantes, probablemente los que dieron pie al inicio del conflicto, fue el asesinato del Teniente Castillo, de la Guardia de Asalto; y de Calvo Sotelo, líder el
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monárquico Bloque Nacional. La reacción inmediata fue el alzamiento de Franco en Melilla y la toma de Navarra por el general Mola.
Mola suponía que el PNV no iba a aliarse con el Frente Popular; sin embargo, los nacionalistas se aliaron con el bando Popular, hecho que llevó a que fueran considerados traidores por los carlistas. De este modo, el País Vasco quedaría dividido en el bando nacional, en Álava y Navarra, y en el bando nacionalista-republicano, en Bizkaia y Gipuzkoa.
Durante los primeros meses Gipuzkoa sufrió los ataques de requetés que avanzaban desde Álava y Navarra. El ejército nacionalista-republicano contaba con un cuerpo improvisado de milicias de los diversos partidos políticos. En julio los sublevados consiguieron entrar a Guipúzcoa y, a finales de agosto, comenzó la ofensiva final. El 5 de septiembre columnas de soldados y requetés tomaron Irún. A finales del mes, Gipuzkoa queda en manos de Mola.
La aprobación del Estatuto Vasco le dio a Bizkaia la oportunidad de formar el Ejército Vasco. Así, este afianzó posiciones con el Cinturón de Hierro, un sistema defensivo que pretendía aislar Bilbao.
Sin embargo, en 1937 las tropas franquistas bombardearon Durango y Gernika, lo cual debilitó a Bizkaia. Finalmente, los sublevados tiran el cinturón de Hierro, ocupando Bilbao. Días antes se ordenó la evacuación de la ciudad, pero se opuso a la destrucción de instalaciones y lugares estratégicos.
El Ejército Vasco se replegó hacia Santander, pero ante las ofensivas de los nacionales firmó el «Pacto de Santoña», tras una negociación secreta del PNV con los ejércitos italianos. En agosto de 1937, sin previo aviso, los batallones nacionalistas del Ejército Vasco se entregaron a las tropas italianas, con la esperanza de recibir de ellas mejor trato que con el ejército franquista, aunque después pasaron a manos del ejército nacional.
El gobierno militar de Burgos anunció la derogación de los Conciertos económicos en Guipúzcoa y Vizcaya por haber apoyado a la República. Sin embargo se mantuvieron en Álava y Navarra. Por otro lado, Franco suavizó la purga física y política, deseoso de poner en marcha la industria vasca.
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17.- LEY DE RESPONSABILIDADES POLÍTICAS
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter jurídico, puesto que emana de fuentes legales, concretamente, Francisco Franco, Jefe de Gobierno; el Gobierno…. Se trata de una ley en la que se condena a aquellos que permanecieron en el bando republicano durante la Guerra Civil.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, éste fue redactado en el Boletín Oficial del Estado, el 13 de febrero de 1939. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos prácticamente en el final de la Guerra Civil española, con Franco en el poder, quien ejercerá de manera dictatorial su mandato. España se encuentra en una situación desastrosa, tras la pérdida de muchas vidas y el destrozo de infraestructuras. Con una economía ruinosa, España no remontará esta situación hasta el final de la década de los 50.
En cuanto al autor del texto, se trata de Francisco Franco, líder del pronunciamiento militar del 17 de julio de 1936. Eligió la carrera militar y ascendió rápidamente aprovechando la situación bélica de Marruecos. A los 34 años ya era general, y lideró el alzamiento de 1936. Tras ganar la Guerra Civil, en 1939, impuso en toda España una dictadura que duraría hasta su muerte, en 1975.
La Ley de Responsabilidades políticas va dirigida a todos aquellos que se hubieran manifestado a favor del bando republicano, que posteriormente tendrán que demostrar su apoyo a Franco. En consecuencia, el texto posee un carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Subversión roja: se refiere al bando de los republicanos, quienes lucharon en contra del bando franquista durante el período de la Guerra Civil. Una vez finalizada la guerra, con la derrota del bando republicano, Franco decretó la Ley de Responsabilidades, con la cual ejercía una represión sobre los perdedores. Así, muchos republicanos sufrirían condenas, o serían fusilados.
– Falange Española Tradicionalista y de las JONS: partido político a finales del periodo de la Segunda República. Durante la Guerra Civil, y con la muerte del fundador, Franco toma el mando del partido, y será el único que exista durante la dictadura. Sin embargo, con la muerte del dictador, la Falange perdió poder, y acabo por desaparecer.
Mediante la Ley de Responsabilidades, Franco condena a todo aquel que haya pertenecido al bando republicano, o haya contribuido a que este se mantuviera durante el período de la guerra. Asimismo, partidos contrarios a la Falange, o de carácter republicano, como el Frente Popular, perderían todo su poder, y serían perseguidos por la ley.
Al acabar la guerra, España era un país arruinado, con grandes destrucciones en áreas urbanas, el tendido ferroviario muy dañado y centrales eléctricas destrozadas. El campo fue, sin duda, el peor parado, a causa de la necesidad de abastecimiento de los frentes. El sector industrial, sin embargo logró mantener muchas de sus estructuras.
Además, millones de personas se vieron obligadas a cambiar bruscamente su comportamiento conforme a las exigencias del nuevo Estado. El temor a la represión y la necesidad de trabajar dio lugar a una adhesión interesada al régimen. Una de las primeras medidas del Gobierno fue la creación de la Ley de Responsabilidades Políticas, con la que se verían afectados aquellos que permanecieron en la zona republicana.
El nivel de renta per cápita cayó drásticamente, y los tres años posteriores a la guerra fueron de hambre generalizada, dando lugar a la necesidad del racionamiento de los escasos alimentos
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disponibles. Esto generó un mercado negro que podía abastecer a aquellos que no tenían suficiente alimento. Al mismo tiempo, el régimen generó una burocracia gigantesca que multiplicaría las irregularidades y generalizaría la corrupción.
La situación empeoró cuando, por manifestarse amigo de los perdedores de la Segunda Guerra Mundial, la resolución condenatoria de la ONU daría lugar a la retirada de embajadores y el cierre de la frontera. En consecuencia, el Estado tendría que poner en marcha una política autárquica.
El régimen de Franco promovió la industrialización en España, y puso en marcha medidas, como la nacionalización de las comunicaciones telefónicas y el transporte aéreo o la construcción de pantanos o ferrocarriles. Por otro lado, la agricultura no recibió ninguna ayuda, y fue la que sufrió las consecuencias de la posguerra.
Sin embargo, el comienzo de la guerra fría favoreció el reconocimiento de España por la comunidad internacional puesto que, al considerarse un régimen anticomunista, se alió con los Estados Unidos. Aun así, las naciones democráticas siguieron sin aceptar la naturaleza autoritaria del franquismo, pese a acogerlo en sus organismos internacionales. Dos acontecimientos simbolizaron la aceptación internacional de España: los acuerdos con Estados Unidos y el Concordato con el Vaticano.
Los acuerdos con EEUUestablecían una política de defensa y ayuda económica en la que lo fundamental era la autorización española para instalar bases americanas en puntos estratégicos del país. Los acuerdos permitieron estabilizar los precios de los productos y sirvieron como prueba del reconocimiento internacional del régimen franquista.
En 1953, España y el Vaticano suscribían el Concordato. El Estado favorecía a la Santa Sede con la confirmación de la confesionalidad católica del régimen, dotaba económicamente a la iglesia y le reconocía derechos en la enseñanza. Por otro lado, el Gobierno se reservaba el derecho de nombrar los obispos, a favor de su tendencia ideológica falangista.
Sin embargo, la economía autárquica en los años cincuenta se estaba haciendo insostenible, por lo que se permitió la libertad de precios. En 1959 se pondría en marcha un plan de Estabilización que llevaría a España a la austeridad, recortando salarios o devaluando la peseta. Los efectos del plan aumentarían el desempleo y obligarían a emigrar a muchos trabajadores, pero permitió iniciar una etapa desarrollista que adquiriría fuerza en las décadas de 1960 y 1970.
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18.- LEY DE PROTECCIÓN DE LAS INDUSTRIAS DE INTERÉS NACIONAL
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter jurídico, puesto que emana de fuentes legales, concretamente, el Francisco Franco, Jefe de Gobierno; En su virtud, dispongo. Se trata de una ley en la que se realiza una serie de medidas para mejorar la industria española.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue redactado en el Boletín Oficial del Estado, el 25 de octubre de 1939. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos en el período de posguerra, tras el fin de la Guerra Civil Española, con Franco en el poder. España se encuentra en una situación desastrosa, tras la pérdida de muchas vidas y el destrozo de infraestructuras. Con una economía ruinosa, España no remontará esta situación hasta el final de la década de los 50.
En cuanto al autor del texto, se trata de Francisco Franco, líder del pronunciamiento militar del 17 de julio de 1936. Tras ganar la Guerra Civil, en 1939, ejerció su poder de manera dictatorial hasta su muerte, en 1975. En su mandato, España pasaría de ser rural y poco productiva, a ser industrial y con un desarrollo tecnológico importante.
La Ley de las Industrias va dirigida a todos los españoles que decidieran emprender y montar una industria, con el fin de beneficiarse de dicha ley, obteniendo reducciones de impuestos o la facultad de expropiación de terrenos. Por lo tanto, se trata de un texto de carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Gloriosa Cruzada: se refiere a la Guerra Civil española, que se dio entre 1936 y 1939. En el conflicto se enfrentarían los republicanos y los nacionales, a favor de Franco. La guerra finalizaría con la victoria del bando nacional, y dejaría a su lado una España asolada y arruinada, que sufriría sus peores años durante la posguerra. En consecuencia, Franco tendría que llevar a cabo la reactivación de la economía española, tarea que la costaría más de veinte años.
– Designación de un interventor y un consejero delegado: A cambio de las ventajas que la industrias recibieron en manos del Gobierno, éste designaría unos consejeros que actuarían como puente entre la empresa y el Gobierno, revisando las cuentas y los papeles oficiales. De este modo, el Estado mantendrá su hegemonía sobre la economía española.
Mediante la Ley de protección de Industrias, Franco pone en marcha un plan de desarrollo de la producción industrial en España, con el fin de sacar al país de la ruina y mejorar su estatus socioeconómico. Para ello, dota a las empresas de una serie de beneficios, como la reducción de hasta un 50 % de los impuestos, o facultad de expropiación de terrenos.
Al acabar la guerra, España era un país arruinado, con grandes destrucciones en áreas urbanas, el tendido ferroviario muy dañado y centrales eléctricas destrozadas. El campo fue, sin duda, el peor parado, a causa de la necesidad de abastecimiento de los frentes. El sector industrial, sin embargo logró mantener muchas de sus estructuras.
Además, millones de personas se vieron obligadas a cambiar bruscamente su comportamiento conforme a las exigencias del nuevo Estado. El temor a la represión y la necesidad de trabajar dio lugar a una adhesión interesada al régimen. Una de las primeras medidas del Gobierno fue la creación de la Ley de Responsabilidades Políticas, con la que se verían afectados aquellos que permanecieron en la zona republicana.
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El nivel de renta per cápita cayó drásticamente, y los tres años posteriores a la guerra fueron de hambre generalizada, dando lugar a la necesidad del racionamiento de los escasos alimentos disponibles. Esto generó un mercado negro que podía abastecer a aquellos que no tenían suficiente alimento. Al mismo tiempo, el régimen generó una burocracia gigantesca que multiplicaría las irregularidades y generalizaría la corrupción.
La situación empeoró cuando, por manifestarse amigo de los perdedores de la Segunda Guerra Mundial, la resolución condenatoria de la ONU daría lugar a la retirada de embajadores y el cierre de la frontera. En consecuencia, el Estado tendría que poner en marcha una política autárquica.
El régimen de Franco promovió la industrialización en España, y puso en marcha medidas, como la nacionalización de las comunicaciones telefónicas y el transporte aéreo o la construcción de pantanos o ferrocarriles. Por otro lado, la agricultura no recibió ninguna ayuda, y fue la que sufrió las consecuencias de la posguerra.
Sin embargo, el comienzo de la guerra fría favoreció el reconocimiento de España por la comunidad internacional puesto que, al considerarse un régimen anticomunista, se alió con los Estados Unidos. Aun así, las naciones democráticas siguieron sin aceptar la naturaleza autoritaria del franquismo, pese a acogerlo en sus organismos internacionales. Dos acontecimientos simbolizaron la aceptación internacional de España: los acuerdos con Estados Unidos y el Concordato con el Vaticano.
Los acuerdos con EEUU establecían una política de defensa y ayuda económica en la que lo fundamental era la autorización española para instalar bases americanas en puntos estratégicos del país. Los acuerdos permitieron estabilizar los precios de los productos y sirvieron como prueba del reconocimiento internacional del régimen franquista.
En 1953, España y el Vaticano suscribían el Concordato. El Estado favorecía a la Santa Sede con la confirmación de la confesionalidad católica del régimen, dotaba económicamente a la iglesia y le reconocía derechos en la enseñanza. Por otro lado, el Gobierno se reservaba el derecho de nombrar los obispos, a favor de su tendencia ideológica falangista.
Sin embargo, la economía autárquica en los años cincuenta se estaba haciendo insostenible, por lo que se permitió la libertad de precios. En 1959 se pondría en marcha un plan de Estabilización que llevaría a España a la austeridad, recortando salarios o devaluando la peseta. Los efectos del plan aumentarían el desempleo y obligarían a emigrar a muchos trabajadores, pero permitió iniciar una etapa desarrollista que adquiriría fuerza en las décadas de 1960 y 1970.
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19.- RESOLUCIÓN DEL CONGRESO DE MÚNICH
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter no jurídico, puesto que no emana de fuentes legales ni establece ninguna norma de derecho, sino que se trata de una resolución aprobada en Múnich, en la cual se exige la existencia de instituciones democráticas en los países europeos, concretamente en España.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue redactado Múnich, el 8 de junio de 1962, tras la celebración del congreso entre los días 7 y 8. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos en el período de la dictadura franquista en España. Con Franco en el poder, España está siendo reconstruida y, durante la década de los sesenta, comienza a vivir un aperturismo gracias al turismo y, principalmente, a la industria.
En cuanto al autor del texto, se trata de los delegados que participaron en el congreso de Múnich. Participaron políticos españoles de todas las tendencias; monárquicos, socialistas, nacionalistas, etc. El motivo de la reunión fue criticar al carácter antidemocrático que el régimen franquista presentaba. En respuesta, Franco criticó al congreso, y lo calificó como contubernio, reacción que causó un impacto en el extranjero, debido a la solicitud de asociación a la Comunidad Económica Europea, que sería rotundamente rechazada.
La Ley de Responsabilidades políticas va dirigida especialmente a España, que posee un régimen antidemocrático y, en consecuencia, debería cambiarlo para acceder Comunidad Europea. Por tanto, se trata de un texto de carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Libertad de personal y expresión: España es un país dictatorial y, en consecuencia, antidemocrático. De este modo, los derechos de expresión quedan anulados y desaparece, con ello, toda información contraria a la ideología del régimen. La privación de estas libertades es una de las principales críticas que se realizan en el congreso de Múnich.
– Libertades sindicales: al igual que con la libertad de expresión, en España estaban prohibidos todos los partidos y sindicación, con la excepción de la Falange. En consecuencia, muchos de estos sindicatos serían perseguidos y tendrían que actuar de manera clandestina.
En la resolución del Congreso de Múnich se aprueban una serie de condiciones que debería cumplir todo país que quisiera integrarse en la Comunidad Europea. Entre estas condiciones se encuentran la garantía de derechos y libertades individuales y de expresión, así como la libertad sindical, lo que se traduce en la posibilidad de organizar asociaciones y huelgas. Sin embargo, al tratarse España de un país antidemocrático, no cumple dichos puntos, por lo que debería reformarse y permitir las libertades citadas anteriormente.
El fin de la Guerra Civil trajo la ruina del país, de modo que muchas de las infraestructuras quedarían destrozadas, y millones de personas sufrirían un período de racionamiento debido a la falta de alimentos. El régimen evolucionó con una autarquía económica, que puso en marcha un aperturismo de los precios, pero que sumergió a España en la bancarrota. En consecuencia, Franco comprendió la necesidad de introducir cambios en la economía y eligió ministros tecnócratas, que pondrían en marcha planes de austeridad.
Superada la recesión de dicha etapa, se inauguró una etapa desarrollista, en la que se proponía como objetivo la subida de la renta per cápita. Entre 1962 y 1975, tres Planes de
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Desarrollo desarrollaron el crecimiento del producto nacional y estimularon las ventajas fiscales y la creación de los polos de desarrollo.
En consecuencia, la producción industrial aumentó y las inversiones extranjeras y el turismo aumentaron el flujo de divisas extranjeras. Sin embargo, esta etapa desarrollista sólo se dio en Madrid, País Vasco, Cataluña y Baleares, por lo que las demás provincias, con poco desarrollo industrial, no lograban salir de su atraso.
Al mismo tiempo, la Ley de Bases de la Seguridad Social permitiría acceder a pensiones de jubilación y la Ley Orgánica del Estado establecería la separación del jefe de Estado y presidente de Gobierno. En consecuencia, la mayor parte de la sociedad se encontraba inmersa en la cultura de evasión y existía una mínima oposición que no supondría ningún problema para el régimen.
A finales de los 60 aumentan los movimientos obreros, huelgas y se emprende la creación de sindicatos, como Comisiones Obreras, que actuó clandestinamente. También se radicalizaron los conflictos en las universidades dio pie a la formación de asambleas de alumnos. Además, políticos de diferentes tendencias se reunieron en Múnich para criticar la política antidemocrática del régimen.
En el mismo fondo, ETA se convirtió en una amenaza, debido a la creciente actividad terrorista de la banda, y el clero joven y progresista criticó la jerarquía eclesiástica, por resultar franquista, lo que desgastó las relaciones Iglesia Estado.
Ante el débil estado de salud del dictador, Carrero Blanco es designado Jefe de Gobierno, e impidió el crecimiento de la oposición democrática, actuando con medidas represoras ante la oposición. Sin embargo, Carrero Blanco caía muerto en un atentado de ETA, lo que originó un impacto en la sociedad.
El régimen consiguió remontar la muerte de Carrero con el sucesor, Arias Navarro, cuyo gobierno tuvo gran influencia civil. En sus comienzos, el gobierno de Arias parecía orientarse a la apertura, con promesas de reformas que, sin embargo, se quedaron en papel mojado tras la negativa del gobierno interno.
La crisis del petróleo afectaría fuertemente en la economía española y, a medida que el régimen llegaba a su fin, casi todos los sectores, incluida la Iglesia, se manifestaba a favor de nuevos derechos y libertades. Finalmente, Franco fallece el 20 de noviembre de 1975, dejando a su paso un nuevo país industrializado, pero con una incipiente crisis económica.
Alex Martínez
20.- LEY ORGÁNICA DEL ESTADO
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter jurídico, puesto que emana de fuentes legales, concretamente, Francisco Franco, Jefe de Gobierno; En su virtud dispongo:. Se muestra a través de una serie de artículos las leyes que definen la estructura del régimen de Franco.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue redactado en el Boletín Oficial del Estado,el 11 de enero de 1967. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos en el período de la dictadura de Francisco Franco, que comenzó en 1939, y finalizó en 1975, con la muerte del dictador. Franco gobernará antidemocráticamente, y la Falange será el único partido legal en el periodo de dictadura.
En cuanto al autor del texto, se trata de Francisco Franco, líder del pronunciamiento militar y vencedor de la Guerra Civil de 1939. La labor del dictador fue la de sacar a España de la situación ruinosa en la que se encontraba después de la guerra. En consecuencia, puso en marcha un plan de desarrollo económico que promovería la industria. Al final de la dictadura, España sería un país renovado, con un mayor bienestar social, y un desarrollo tecnológico importante.
La Ley Orgánica va dirigida a todos los españoles, que viven bajo el amparo de dicha legislación, por lo que el texto presenta carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Soberanía nacional: el concepto de soberanía nacional indica que el poder del Estado recae en el pueblo, es decir, que el pueblo elige a sus representantes de los órganos legislativo, ejecutivo y judicial. Sin embargo, la Ley Orgánica de 1967 indica que dicha soberanía recae sobre el Jefe de Gobierno, es decir, sobre Franco, por lo que él maneja el control de los tres órganos.
– Presidente del Gobierno: es la primera vez que aparece en el período de la dictadura la figura del presidente del Gobierno, separándose del Jefe de Estado. Según el artículo 14 de la ley, este deberá de ser español. Además, su designación vendrá dada por el Jefe del Estado, con la intervención del consejo del Reino.
Mediante la Ley Orgánica del Estado, Franco define la estructura del régimen. El Estado español será, en primer lugar, un reino; con la soberanía nacional personificada en el Jefe de Gobierno. Los objetivos del Estado son la defensa de la unidad , independencia y seguridad de la nación. Asimismo, el Jefe del Gobierno posee la facultad de sancionar leyes, controlar el ejército y administrar la justicia. Finalmente, designará, con el apoyo del Consejo del Reino, al Presidente del Gobierno.
El fin de la Guerra Civil trajo la ruina del país, de modo que muchas de las infraestructuras quedarían destrozadas, y millones de personas sufrirían un período de racionamiento debido a la falta de alimentos. El régimen evolucionó con una autarquía económica, que puso en marcha un aperturismo de los precios, pero que sumergió a España en la bancarrota. En consecuencia, Franco comprendió la necesidad de introducir cambios en la economía y eligió ministros tecnócratas, que pondrían en marcha planes de austeridad.
Superada la recesión de dicha etapa, se inauguró una etapa desarrollista, en la que se proponía como objetivo la subida de la renta per cápita. Entre 1962 y 1975, tres Planes de Desarrollo desarrollaron el crecimiento del producto nacional y estimularon las ventajas fiscales y la creación de los polos de desarrollo.
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En consecuencia, la producción industrial aumentó y las inversiones extranjeras y el turismo aumentaron el flujo de divisas extranjeras. Sin embargo, esta etapa desarrollista sólo se dio en Madrid, País Vasco, Cataluña y Baleares, por lo que las demás provincias, con poco desarrollo industrial, no lograban salir de su atraso.
Al mismo tiempo, la Ley de Bases de la Seguridad Social permitiría acceder a pensiones de jubilación y la Ley Orgánica del Estado establecería la separación del jefe de Estado y presidente de Gobierno. En consecuencia, la mayor parte de la sociedad se encontraba inmersa en la cultura de evasión y existía una mínima oposición que no supondría ningún problema para el régimen.
A finales de los 60 aumentan los movimientos obreros, huelgas y se emprende la creación de sindicatos, como Comisiones Obreras, que actuó clandestinamente. También se radicalizaron los conflictos en las universidades dio pie a la formación de asambleas de alumnos. Además, políticos de diferentes tendencias se reunieron en Múnich para criticar la política antidemocrática del régimen.
En el mismo fondo, ETA se convirtió en una amenaza, debido a la creciente actividad terrorista de la banda, y el clero joven y progresista criticó la jerarquía eclesiástica, por resultar franquista, lo que desgastó las relaciones Iglesia Estado.
Ante el débil estado de salud del dictador, Carrero Blanco es designado Jefe de Gobierno, e impidió el crecimiento de la oposición democrática, actuando con medidas represoras ante la oposición. Sin embargo, Carrero Blanco caía muerto en un atentado de ETA, lo que originó un impacto en la sociedad.
El régimen consiguió remontar la muerte de Carrero con el sucesor, Arias Navarro, cuyo gobierno tuvo gran influencia civil. En sus comienzos, el gobierno de Arias parecía orientarse a la apertura, con promesas de reformas que, sin embargo, se quedaron en papel mojado tras la negativa del gobierno interno.
La crisis del petróleo afectaría fuertemente en la economía española y, a medida que el régimen llegaba a su fin, casi todos los sectores, incluida la Iglesia, se manifestaba a favor de nuevos derechos y libertades. Finalmente, Franco fallece el 20 de noviembre de 1975, dejando a su paso un nuevo país industrializado, pero con una incipiente crisis económica.
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21.- PACTO DE BAYONA
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto que presenta un carácter no-jurídico, puesto que no emana de fuentes legales ni establece ninguna norma de derecho, sino que se trata de un pacto firmado por las fuerzas políticas y sindicales de Euskadi en el que se apoya el restablecimiento de la República y el Estado de Autonomía.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, este fue redactado el 31 de marzo de 1945, en Francia, país donde se exiliaron los representantes del pacto. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos en el periodo de la dictadura franquista, concretamente, al final de la Segunda Guerra Mundial. Con el fin de la Guerra, España sufriría la resolución condenatoria de la ONU y se sumergiría en un proceso de autarquía.
Los autores del pacto de Bayona fueron, principalmente, políticos exiliados de fuerzas políticas y sindicales, como PCE, PNV, UGT, Izquierda Republicana, ANV, CNT o PSE. Estas fuerzas se comprometían a luchar contra el gobierno franquista y contra todo intento de restauración monárquica.
El Pacto de Bayona va dirigido a los simpatizantes españoles de estos partidos, que también se manifestarían en contra del régimen franquista y de una monarquía. En consecuencia, el texto presenta carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Falange Española Tradicionalista y de las JONS: partido político a finales del periodo de la Segunda República. Durante la Guerra Civil, y con la muerte su fundador, Jose Antonio Primo de Rivera, Franco toma el mando del partido, y será el único que exista durante la dictadura. Sin embargo, con la muerte del dictador, la Falange perdió poder, y acabó por desaparecer.
– Movimiento insurreccional: el movimiento insurreccional fue el período de la Guerra Civil, que comenzó con el alzamiento nacional liderado por Franco el 18 de julio. Este conflicto bélico se produjo entre los nacionales, a favor de Franco; y los republicanos, a favor de la república y opuestos a la ideología franquista. El conflicto finalizó en 1939, con la victoria nacional.
El pacto de Bayona fue un acuerdo en el que las diferentes fuerzas políticas y sindicales, como PCE, PNV, UGT, ANV o CNT se unieron para luchar contra el gobierno de Franco y la restauración monárquica de los antidemocráticos. Ese acuerdo se manifestó en la creación del Gobierno de Euzkadi, una institución autonómica que trabajaría en el exilio hasta la muerte de Franco; y en la posterior formación de un organismo que desarrolle la labor de dicho Gobierno.
El País Vasco sufrió la dictadura de Franco con la misma intensidad que el resto del Estado. El régimen se basó en el totalitarismo, de ahí que la lengua, costumbres y, en general, toda la cultura vasca fuera reprimida y prohibida.
Con la victoria del bando nacional en la Guerra Civil, en los años de la posguerra el País Vasco sufrió los efectos de la represión. Tampoco debemos olvidar que carlistas, conservadores y falangistas apoyaron el alzamiento, mientras que los obreros, sindicalistas y nacionalistas, contrarios al régimen, sufrieron la represión.
En los primeros años, el régimen intentó anular la cultura vasca, pues consideraba que rompía la unidad nacional y su escisión podría causar un grave problema al régimen. Tras los
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duros años de represión, empezó a surgir una nueva cultura vasca, que se intentó unir a las corrientes culturales de Europa y sirvió como vehículo para manifestarse contra el régimen.
Políticamente fueron años de esperanza ya que, con el estallido de la II Guerra Mundial, se pensaba que la victoria aliada podía ayudar a derrocar al régimen de Franco. Así, los nacionalistas estrecharon sus relaciones con EEUU y, al mismo tiempo, se firmó el Pacto de Bayona, donde las fuerzas vascas y el resto de fuerzas españolas apoyaron el restablecimiento de la República y el Estatuto de Autonomía.
Con el fin de la Guerra Mundial y el estallido de la Guerra Fría, los aliados consideraron al régimen de Franco como amigo, debido a su carácter anticomunista. Esto, junto con el Concordato con el Vaticano y los acuerdos con EEUU supusieron el fin de las esperanzas del nacionalismo vasco por obtener apoyos internacionales.
Al mismo tiempo, el progreso del régimen permitió recuperar el poder de la burguesía vasca y el desarrollo económico favoreció un clientelismo confusamente apolítico, formado principalmente por la pequeña burguesía, el empresariado medio y los agricultores.
El país vivió la revitalización de los movimientos obreros y el incremento de huelgas, poniendo en apuros al gobierno. Sin embargo, este reaccionó únicamente con una fuerte represión, empeorando más la situación. Esta oposición, de tendencia socialista evolucionó junto con la Iglesia, que comenzó a cobrar una tendencia nacionalista y obrera, y será la principal propagadora de la cultura vasca y el euskera.
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22.- HOMILIA DEL OBISPO DE BILBAO ANTONIO AÑOVEROS
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter no-jurídico, puesto que no emana de fuentes legales ni establece ninguna norma de derecho, sino que se trata de una homilía pronunciada por el obispo Antonio Añoveros, en la que critica la represión del Gobierno a la cultura vasca.
En cuanto al marco espacio-temporal, el texto fue redactado en Bilbao, el 24 de febrero de 1974. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos al final de la dictadura franquista, período que duró entre 1939 y 1975. El final del franquismo estuvo marcado tanto por una crisis económica como social, donde la oposición, incluida la Iglesia, adquiría más fuerza y buscaba un cambio de régimen.
En cuanto al autor del texto, se trata de Antonio Añoveros. Fue considerado próximo a los nacionalistas vascos, y protagonizó la publicación del pastoral en el que se instaba al reconocimiento de la cultura vasca. Esto se realizó dos meses después del asesinato de Carrero Blanco. El nuevo presidente del Gobierno, Arias Navarro, presionado por la derecha, intentó expulsar a Anoveros de España, pero el obispo se negó.
La homilía de Añoveros iba dirigida a aquellos presentes en las iglesias de Bizkaia y, posteriormente, a los demás españoles. Consecuentemente, el texto presenta carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Lengua milenaria: Antonio Añoveros hace referencia al euskera con esta expresión. El euskera, lengua reconocida por su antigüedad, fue prohibida, al igual que otros elementos de la cultura vasca, durante el periodo de dictadura de Franco. Consecuentemente, debido a la represión, sólo se pudo hablar en euskera en la clandestinidad.
– Unos ciudadanos… otros grupos…: De acuerdo con el texto, unos habitantes del País Vasco, principalmente los nacionalistas, están en contra de la prohibición de los elementos de la cultura vasca. Sin embargo, hay otra fracción, a favor de la ideología franquista, que está a favor de la unificación de España, y rechaza, por consiguiente, el euskera y los demás elementos la identidad del País Vasco.
El objetivo principal de la homilía celebrada por Antonio Añoveros fue ir en contra de la política del Gobierno, y criticar la represión ejercida contra los elementos de la cultura vasca. Según el texto, estos elementos, y principalmente el euskera, no pueden ejercerse debido a la prohibición del gobierno de Franco y, por tanto, la legislación que los prohíbe debería de ser modificada.
En los años de la posguerra el País Vasco sufrió los efectos de la represión. Tampoco debemos olvidar que carlistas, conservadores y falangistas apoyaron el alzamiento, mientras que los obreros, sindicalistas y nacionalistas, contrarios al régimen, sufrieron la represión.
Políticamente fueron años de esperanza ya que, con el estallido de la II Guerra Mundial, se pensaba que la victoria aliada podía ayudar a derrocar al régimen de Franco. Sin embargo, con el estallido de la Guerra Fría, los aliados consideraron al régimen de Franco como amigo, por su anticomunismo. Esto, junto con el Concordato con el Vaticano y los acuerdos con EEUU supusieron el fin de las esperanzas del nacionalismo vasco.
El país vivió la revitalización de los movimientos obreros y el incremento de huelgas, poniendo en apuros al gobierno. Sin embargo, este reaccionó únicamente con una fuerte represión,
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empeorando más la situación. Esta oposición, de tendencia socialista evolucionó junto con la Iglesia, que comenzó a cobrar una tendencia nacionalista y obrera, y será la principal propagadora de la cultura vasca y el euskera.
Por otro lado, los grupos políticos tardarán en reaccionar. Las disputas internas en el seno nacionalista resultarán en el nacimiento de nuevos grupos políticos, como EKIN, que posteriormente se transformará en ETA, y tendrá gran importancia en la lucha contra el régimen.
El final del franquismo estuvo caracterizado por una oposición generalizada, debido al avance económico y social, pero no político del régimen. Además, la represión de este no hizo más que desencadenar una espiral de violencia. Al movimiento obrero se le sumó la crisis económica y la labor de sindicatos como CCOO, UGT o ELA. Además, partidos como el PNV o PSOE se acercarán al pueblo y lucharán contra el régimen.
Uno de los hechos más destacados fue el proceso de Burgos, donde 16 militantes de ETA, condenados a 8 penas de muerte y más de setecientos años de cárcel, recibieron el indulto del Gobierno, provocado por la oleada de oposición contra el régimen.
Otro hecho destacado fue el asesinato de Carrero Blanco en atentado de ETA, quedando así el gobierno privado de su apoyo principal. Arias Navarro sustituyó su lugar, e inició un tímido proceso de reformas, conocido como espíritu del 12 de febrero, que rápidamente se truncó por la oposición interna del régimen.
Desde ahora hasta la muerte del caudillo, los acontecimientos se precipitarán y la oposición se intensificará, mientras el régimen mantiene una dura represión con ejecuciones de activistas del FRAP y ETA.
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23.- CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter jurídico, puesto que emana de fuentes legales, concretamente, las Cortes; Las Cortes han aprobado, además de ser aprobado por el Rey; Don Juan Carlos I, sabed:. Se trata de la Constitución española de 1978, en la que se establece mediante una serie de artículos la estructura del Estado español.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, la Constitución fue redactada en el Boletín Oficial del Estado el 29 de diciembre de 1978, después de ser aprobada el 6 de diciembre del mismo año. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos en el período de la transición española, tras la muerte de Franco en 1975. La transición fue un periodo de creación de un régimen democrático, basado en acuerdos y sin violencia.
En lo referente al autor del texto, la Constitución fue redactada por una comisión de siete diputados de UCD, AP, PSOE, PCE y PDC, conocida como los padres de la constitución. Esta Constitución fue, por tanto, redactada mediante un consenso entre las principales fuerzas políticas. Después de su redacción y la posterior aprobación por las Cortes y el Rey, fue sometida a votación popular en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Tras su aprobación por el pueblo, sería puesta en marcha hasta la actualidad.
La constitución tiene como destinatario el pueblo español, quienes se encuentran bajo el amparo de la legislación. En consecuencia, el texto posee carácter público y nacional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Pueblo español (ha) ratificado: a diferencia de otras constituciones, la Constitución de 1978 fue sometida a votación popular, puesto que en la transición se buscó la creación de un régimen democrático, que contase con el apoyo del pueblo. Por lo tanto, el referéndum se llevó a cabo el 6 de diciembre de 1978 y, tras un sí mayoritario, la Constitución quedaría aprobada.
– Indisoluble unidad de la Nación española: En el artículo 2 se esclarece que la nación española es una e indisoluble. Esto daría pie a una respuesta de partidos nacionalistas, como el PNV, que buscan una autonomía plena del País Vasco. En consecuencia, el referéndum tuvo más de la mitad de abstenciones en esta región.
La Constitución española de 1978 establece mediante una serie de artículos la estructura político-legislativa de la sociedad española. España es un Estado democrático con monarquía parlamentaria donde la soberanía nacional reside en el pueblo español. La Nación española es indisoluble y está representada por las Cortes, formadas por Congreso y Senado.
La transición es el período en el que, tras la muerte de Franco en 1975, se procede a la creación de un régimen democrático, basado en acuerdos pacíficos y sin violencia. Dos días después de la muerte de Franco, Juan Carlos I sería proclamado rey, y su discurso dejaba entrever un espíritu de cambio.
Arias Navarro fue nombrado jefe de Gabinete por el Rey, que prefirió retenerlo en su cargo para no alarmar a los fieles del dictador, y a Torcuato Fernández Miranda como presidente de las Cortes. Sin embargo, las constantes disputas entre Juan Carlos y Arias hicieron que éste último dimitiese.
Ante la dimisión de Arias, el Rey nombró a Adolfo Suárez como presidente del Gobierno. El paso más decisivo del presidente fue la presentación del Proyecto de Ley para la Reforma Política para regular la convocatoria de las Cortes y acceder a un sistema democrático. Así, en 1977 se celebraron las
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primeras elecciones, siendo Unión de Centro Democrático quien obtuvo el triunfo, seguido del PSOE. La extrema izquierda fue barrida así como los partidos falangistas.
La coyuntura económica dificultaba los planes, debido a la crisis del petróleo y el agravamiento de los enfrentamientos sociales. Como solución, Suarez firmó acuerdos entre el Gobierno, empresariado, partidos y sindicatos para acometer dicha reforma fiscal y de la Seguridad Social en los que se conoce como Pactos de la Moncloa, cuyos efectos se tradujeron en el descenso de la conflictividad y la normalización de las relaciones laborales.
El ambiente de riesgo dejó entrever una inminente creación de una nueva constitución que creara un nuevo tipo de Estado. Así, se formó un consenso entre los partidos políticos más importantes para la creación de dicha constitución. El 6 de diciembre de 1978 se aprobó finalmente dicha Constitución, que establecía la indivisibilidad de la soberanía española.
La constitución de 1978, definía a España como un Estado democrático, y limitaba drásticamente el poder del Rey, para garantizárselo a las Cortes. Asimismo, enumeraba los derechos individuales y restituyó el poder a las regiones mediante la reivindicación histórica de la autonomía. Sin embargo, la defensa de la unidad nacional hizo que el País Vasco se abstuviera, puesto que este buscaba una autonomía plena.
Al aprobarse la Constitución, Suarez convocó unas segundas elecciones. Pese a la desilusión española ante la incapacidad del Gobierno de resolver los problemas, se volvió a dar la victoria para la UCD. A la hora de tratar sobre las reivindicaciones autonómicas, Suárez apenas tuvo problemas con Cataluña. Sin embargo, fue difícil llegar a acuerdos con los nacionalistas vascos para negociar para negociar el estatuto. Después de un duro proceso de acercamiento de posiciones, el estatuto de Gernika quedó aprobado en octubre de 1979.
El desarrollo de la Constitución en temas como el divorcio o la enseñanza, así como las tensiones internas en la UCD hicieron que Suárez renunciara a la presidencia del Gobierno. Para evitar un vacío en el poder, el comité ejecutivo de UCD nombró candidato a la presidencia del gobierno a Leopoldo Calvo Sotelo. El 23 de febrero se produciría un golpe de Estado que resultó fallido, liderado por el coronel Tejero. Este acontecimiento, sin embargo, desencadenó en conflictos internos de UCD, lo que provocó la celebración de elecciones anticipadas, con victoria del PSOE.
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24.- ESTATUTO DE AUTONOMÍA DEL PAÍS VASCO
CLASIFICACIÓN DEL TEXTO
Nos encontramos ante un texto de carácter jurídico, puesto que emana de fuentes legales, concretamente, las Cortes; Las Cortes han aprobado, además de ser sancionado por el Rey; Don Juan Carlos I, sabed:. Se trata del Estado de Autonomía del País Vasco, en el cual se establecen una serie de una serie de ventajas autonómicas para la región del País Vasco.
En cuanto al marco espacio-temporal del texto, el estatuto fue redactado en diciembre de 1978. En lo referente a la fecha de publicación, nos encontramos en el período de la transición española, tras la muerte de Franco en 1975. La transición fue un periodo de creación de un régimen democrático, basado en acuerdos y sin violencia. Asimismo, este proceso dio pie a la reivindicación autonomista, sobre todo en el País Vasco y Cataluña.
En cuanto al autor del texto, se trata de los representantes del Consejo General Vasco, una institución preautonómica cuyo objetivo era negociar las competencias del gobierno preautonómico. El estatuto fue redactado por el PNV, PSEE y EE, entre otras fuerzas; para luego ser presentado a la Cortes, tras una serie de acuerdos entre ambas partes.
El Estatuto de Autonomía va dirigido, en primera instancia, a los habitantes del País Vasco, quienes se encuentran bajo el amparo de dicha legislación, gozando de ventajas como un cuerpo de policía o una hacienda propias. En consecuencia, se trata de un texto de carácter público y regional.
A lo largo del texto nos encontramos con una serie de términos que precisan una aclaración:
– Territorios Históricos: anterior al Estatuto de Autonomía, el País Vasco ha sido una región que, a lo largo de la historia, ha estado constituida, principalmente, por Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y Navarra. Sin embargo, esta última región decidió no formar parte de la región autónoma del País Vasco y mantenerse como una autonomía separada, conocida hoy en día como Comunidad Foral de Navarra.
– Euskera: el euskera es conocida como una lengua histórica. En la transición, con el Estatuto de Autonomía, los habitantes del País Vasco tienen el derecho de conocerla y hablarla. El restablecimiento de esta lengua supuso para los nacionalistas un avance en la autonomía del País Vasco.
El Estatuto de Autonomía establece en una serie de artículos las ventajas administrativas y fiscales de las que goza la región autonómica del País Vasco. Entre estas se encuentran la integración de las provincias de Guipúzcoa, Vizcaya, Álava en la Comunidad Autónoma Vasca, la organización de instituciones de autogobierno (Diputación), o la policía autónoma (Ertzaintza).
La transición es el período en el que, tras la muerte de Franco en 1975, se procede a la creación de un régimen democrático, basado en acuerdos pacíficos y sin violencia. En este período, ETA multiplicó sus acciones, queriendo provocar la represión de las autoridades y el apoyo ciudadano. Tras la victoria de la UCD, Adolfo Suarez decidió responder a la demanda de un mayor autogobierno vasco y catalán.
Pero la situación era compleja en el País Vasco, debido a su delimitación geográfica y las competencias; y todo ello en un ambiente de terrorismo creciente. Suarez realizó, al mismo tiempo, procesos de legalización como el de la ikurriña o una serie de amnistías.
La UCD creó el Consejo General Vasco como una institución preautonómica a la que podían incorporarse diputados elegidos en Gipuzkoa, Bizkaia, Álava y Navarra. El objetivo era el de
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negociar las competencias del gobierno preautonómico, que solo le asignaban un carácter simbólico, en comparación con los deseos de autogobierno de los vascos.
A finales de 1978, el CGV abordó la elaboración del proyecto de estatuto, redactado concretamente por PNV, PSEE, EE y otras fuerzas, mientras que el sector de la izquierda abertzale, ligada a las tesis de ETA militar, presentó un proyecto propio.
La constitución de 1978, a pesar de reconocer reivindicaciones nacionalistas, no colmaba todas sus aspiraciones. La Constitución afirmaba la indisolubilidad de la nación española y, además dejaba a Navarra pendiente de un proceso difuso y controvertido. En consecuencia, el PNV realizó campaña por abstención al referéndum.
En marzo de 1979 tuvieron lugar las segundas elecciones de la democracia. La UCD siguió en el Gobierno, aunque el PSOE iba adquiriendo más fuerza. En el País Vasco, el PNV fue el partido más votado, aunque la izquierda abertzale representaba a un importante sector de la población vasca.
Con las segundas elecciones, el Gobierno de UCD comenzó a negociar las reivindicaciones autonómicas en el País Vasco y Cataluña. En el País Vasco, el proyecto recibió el no de la UCD, por no cumplir con la Constitución. Sin embargo, tanto PNV como Gobierno cederían y, la serie de acuerdos entre ambas partes se plasmó en el Estatuto de Gernika, que representaba un avance en algunas reivindicaciones históricas vasca, pues reconocía a la realidad nacional vasca como nacionalidad.
Así, el País Vasco pasaría a ser una comunidad autónoma, separada de Navarra, que poseería unos niveles de autogobierno no contemplados hasta entonces. Sin embargo, la campaña del referéndum no hizo más que polarizar las posiciones políticas y, el alto porcentaje de rechazo a este indicó la profunda división y el pluralismo de la sociedad vasca.
La aceptación del Estatuto supuso la conformación de instituciones autonómicas vascas, como el Gobierno Vasco. Consecuentemente, ante la creación de los nuevos órganos vascos, se celebrarían las primeras elecciones autonómicas, siendo Carlos Garaikoetxea el primer lehendakari de la Comunidad Autonómica Vasca.