Portada » Lengua y literatura » El beso de la mujer araña resumen por capitulo
Diamante, un caballo pequeño, con heridas, ventrudo, de largo cuello y huesudas ancas cumplió su ultimo día de trabajo en la mina arrastrando vagones con carbón en las galerías. Debido a una cojera ya no podía seguir su labor y fue alzado por medio de un cable a la superficie para que pasara sus últimos días en los terrenos aledaños a la mina.
Al verlo salir de la mina, el más viejo de los mineros, a quien le gustaba leer y siempre llevaba un libro entre sus ropas, hizo un pequeño discurso en honor al caballo. Señalo que también algún día los mineros viejos como el serian expulsados de la mina por ser inútiles. Los demás mineros lo escucharon en silencio. Cuando se acerco el capataz se dispersaron y el viejo callo.
Diamante fue conducido a la llanura donde descansaría pero le costo adaptarse a la luz del día, luego de pasar su vida en la mina. Pero fue atacado por un enjambre de tábanos (insectos) y al tratar de huir tropezó y cayó en una grieta y quedo ahí tendido. Mientras, los buitres comenzaron a volar en círculos en el cielo.
Un viejo lleva a su hijo a trabajar a la mina y luego de descender se lo presenta al capataz. Como solo tenia 8 años y era delgado, el capataz le dijo al minero que Porque mejor no dejaba que el niño siguiera en la escuela, a lo que el minero le contsto que en su casa eran 6 y solo el trabajaba y necesitaban otro ingreso.
Otro minero llevo a Pablo (el niño) a la compuerta No 12 en donde reemplazaría a otro niño que había sido aplastado allí el DIA anterior. Antes de retirarse el padre de Pablo fue amenazado por el capataz de que lo iba a echar Si no cumplía con la meta diaria de 5 cajones de mineral extraído.
El trabajo del niño consistía en abrir una compuerta cada vez que debían pasar los caballos tirando los carros con carbón. Como el niño quería irse su padre lo amarro con un cordel a un poste. El padre luego corrió mientras escuchaba los gritos y llantos de su hijo llamando a su madre.
Mr. Davies, el ingeniero jefe, algo obeso, alto, fuerte, de rostro colorado debido al whisky, debía inspeccionar la mina periódicamente, cosa que no le gustaba y, por lo tanto, castigaba y multaba a los mineros a su antojo. Por eso los mineros le tenían terror. Al llegar a la mina se subió a un vagón el cual era empujado por atrás y por delante por 2 uchachos. Luego de mucho arrastrar el carro el muchacho de adelante ya no pudo más y Mr. Davies debió continuar a pie.
Al encontrarse con el capataz Mr Davies le dio la orden de que la madre y los 3 hermanos del muchacho del vagón fueran echados de la habitación que ocupaban. Después los mineros le plantearon a Mr Davies que les subiera un poco el salario ya que les estaba costando mucho cavar por la dureza del material y así no podían llegar a la cuota mínima que les exigía la empresa, a lo que Mr Davies contesto indignado que eran unos flojos y solo les subió minimamente el precio. Un minero entonces le rogó que les subiera otro poco el salario y le mostró una herida en su brazo que demostraba el esfuerzo que hacían, pero Mr Davies le respondió al minero con un golpe.
Mas adelante, otros mineros trataban de cambiar unos maderos golpeándolos pero otro minero les dijo que tuvieran cuidado ya que con una sola chispa podía volar el túnel debido al gas grisú. Uno de los mineros que trataba de cambiar los maderos era conocido como Viento Negro, tenia 18-19 años, pendenciero y fanfarrón y abusaba de su fuerza con sus compañeros por lo que no era apreciado por estos. Al llegar Mr Davies a ese lugar con el capataz le aplico una multa injusta a Viento Negro, el cual se enojo y entonces el capataz lo golpeo por lo cual el minero se trenzo a golpes con el capataz. Mr Davies entonces golpeo a Viento Negro y lo obligo a trabajar. Pero al pegarle a la roca Viento Negro con su martillo estallo el gas grisú. Al oír la explosión, los mineros quisieron ir a ayudar a las victimas pero un capataz les dijo que primero debía ventilarse la mina. Sin embargo, Tomas, un minero alto y robusto dijo que bajaría de todos modos y lo hizo acompañado de otros hombres. Encontraron al capataz, a Mr Davies y a 4 mineros muertos. Mr Davies había sido atravesado por un fierro y lo sacaron a duras penas de la mina, es decir que, después de muerto, todavía seguía martirizando a los mineros.
Pedro Maria trabajaba en la mina y el último día, antes de terminar su turno, le puso todo el empeño posible para sacar más carretillas de carbón de modo de aumentar su salario.
Al llegar a su casa en la noche su mujer le dijo que no habría cena esa noche a lo que Pedro le respondió que no importaba porque al día siguiente seria día de pago. ( Los mineros y su familia estaban obligados a comprar víveres en la tienda de provisiones de la Compañía).
Al otro día Pedro acudió a la mina por su pago. Vio que un minero recibía como salario solo una moneda la que arrojo con rabia y unos niños se apresuraron a recogerla.
Pero Pedro no fue llamado al igual que otros mineros a la ventanilla de pagos. A medida que iban acercándose el centenar de mineros a efectuar sus reclamos, el encargado les decía que, a causa de las multas, eran ellos los que le debían dinero a la Compañía y si alguna mujer de minero reclamaba la echaban a la fuerza.
Cuando le toco el turno a Pedro resulto que le quedo debiendo dinero también a la Compañía. Su mujer pregunto: ¿Qué vamos a hacer? Y se devolvió a su habitación con sus 2 hijos. Pedro se quedo en el mismo lugar y soñó despierto que ya no le costaba extraer el carbón de la mina y este ya no era negro sino rojo como la sangre de generaciones de mineros y una vez trabajado se convertía en oro que al contacto con la tierra hacia aparecer palacios y parejas bailando. De pronto la música ceso en su sueño y toda la riqueza se transformo en sangre. Luego una multitud de esqueletos destrozaba los palacios y con los pedazos de murallas y columnas cubría sus huesos y estos se revestían de carne.
Un momento después Pedro despertó de su sueño. Se encontraba solo en la calle.
El capataz detuvo a 2 mineros: el Cabeza de Cobre (20 años, pelo rojo, bajo, fuerte y robusto) y otro (alto, flaco, huesudo, aspecto endeble y achacoso) y les dijo que se habían quedado sin trabajo. Los mineros sabían que era una táctica para obligarlos a trabajar en el Chiflón del Diablo y que aceptaran a pesar que sabían que era peligroso. Pero preferían morir rápidamente en un derrumbe que lentamente de hambre.
El Chiflón del Diablo era una galería peligrosa por lo blando del terreno que ocasionaba frecuentes derrumbes.
Para ahorrar dinero la Compañía había ordenado que no se usara tanta madera en sostener el techo de esa galería lo que la hacia mas peligrosa aun.
Cabeza de Cobre no le contó a su madre llamada Maria de los Angeles, que lo habían cambiado al Chiflón del Diablo ya que allí había muerto su marido y 2 hijos.
Durante el DIA sonó la alarma de la mina. Un derrumbe en el Chiflón del Diablo había cobrado 3 muertos. Pero la madre de Cabeza de Cobre no se preocupo segura de que su hijo trabajaba en otra parte de la mina. Sin embargo, al subir el carro con los cadáveres se dio cuenta que uno de ellos era su hijo. Enloquecida se arrojo al pozo de la mina y murió.
Rosa (16 años, ojos verdes, largas pestañas, bonita) se ocupaba en regar su huerto. De pronto apareció un individuo joven, de rostro pálido y pelo largo y lacio que le exigía que fuera su mujer a lo que Rosa le respondió: ¡ Primero muerta ¡
Entonces el hombre la arrojo al suelo y comenzaron a luchar pero apareció otro hombre y la pelea era ahora
entre esos 2 individuos.
El hombre que peleaba por defender el honor de Rosa era joven, más alto que su oponente, espaldas anchas, buenmozo, ojos claros, rizado cabello y rubios bigotes. De repente Rosa le lanzo a su atacante un puñado de arena a los ojos y este fue el momento que aprovecho su defensor para derrotarlo.
Rosa se dirigió entonces a su casa y le dijo a su madre que el huerto estaba destrozado y su mama la reprendió porque pensó que seguramente a su hija se le había quedado abierta la puerta del huerto y se había colado el chancho del vecino. Se dirigieron al huerto y Rosa vio que
su defensor le tiraba un beso oculto en un matorral. Este hombre era un minero que se llamaba Valentín, en tanto quien había perdido la pelea era otro minero llamado Remigio. Ambos rivalizaban por el amor de la muchacha y se tenían un odio mutuo.
Valentín llevaba ventaja pues Rosa había dejado a Remigio por el rubio minero.
Rosa era hija única y vivía con su madre y su padre que trabajaba en la mina.
Un día, para evitar que Rosa acarrease con esfuerzo el agua para regar el huerto, a su padre se le ocurrió hacer un pozo en el huerto. Los 2 rivales se ofrecieron a ayudar al padre de Rosa.
Remigio estaba en el fondo del pozo y Valentín recibía la arena que iba echando en un balde su oponente desde la parte superior del pozo jalándolo con una cuerda. En un momento Valentín se ausento con el pretexto de que quería agua pero solo fue a conseguir un beso de Rosa,
la que accedió.
Valentín se fue después a su casa pero Remigio se oculto en el pozo. Al descubrirlo Rosa, como broma subió el cordel con el balde. Luego llego Valentín y Remigio desde el fondo del pozo escucho a Valentín y Rosa besándose. Al rato apareció Valentín y le arrojo la cuerda de nuevo. Remigio salio del pozo con ansia de venganza. Un momento después vio que Rosa y Valentín se reían de el.
Cuando volvieron a trabajar en el pozo le toco a Valentín estar abajo y ahora Remigio retiro la cuerda. Remigio pensó que debía provocar un derrumbe para acabar con su rival y se le ocurrió ir a buscar a un grupo de hombres que se divertían allí cerca, los que al acercarse rápidamente al pozo harían que este se derrumbase con la vibración del terreno arenoso. Para lograr esto grito delante de los hombres: ¡ Se derrumba el pozo ¡
Los hombres llegaron donde Valentín y le arrojaron una cuerda pero no podían sacarlo porque estaba enterrado hasta el pecho. Llego la madre de Valentín que se arrojo al pozo para salvar a su hijo pero un nuevo derrumbe lo sepulto y murió.
Este capítulo trata de una abuela que compra un mate fino y un poco de azúcar. Hacia tanto tiempo que su paladar le pedía de manera obsesiva la hierba. La hierba del despacho era de muy mal sabor, pera la del pueblo era fina y aromática a 40 centavos pero con dinero constante y sonante, la del despacho costaba el doble pero lo cancelaban con fichas además estaba prohibido comprar fuera del despacho. Paso varios meses ahorrando centavo tras centavo, ahorrando de lo que le daba su único nieto. Ya por fin en el cuarto, el miedo cambia a alegría, por fin se daría un gusto. Cuando la tetera estaba a punto de hervir golpearon la puerta, era el jefe del despacho y su dependiente. El jefe entro, la abuela paralizada abierta mientras el dependiente comienza el registro, dieron todo vuelta pero no encontraban nada. Seguros de haberla visto siguieron registrando y encontraron el mate, pero le dieron otra oportunidad.
En este capitulo se ordenó llevar a Alto de Lotilla los mejores de cada sección. El ingeniero les reunió y les pidió su apoyo. Debían abrir un pique y continuar una galería paralela a la playa para cortar en cruz lo que traían los de Playa Negra. Se organizaron turnos día y noche. Al mes los ingenieros bajaron y ordenaron parar hasta nuevo aviso.Cuando por fin la barrena de los de Playa Negra atravesó la galería el capataz se lanzo y doblo como escuadra la barrena que quedo atascada en el orificio del muro. Les ordenaron salir rápidamente de la habitación y colocaron sobre el brasero un saco de ají cerrando la puerta, la picazón era insoportable. A los 10 minutos sonó la campana, todos los que salían no podían hablar por la terrible tos que les produjo el ají.
Pasaron los día , semanas, meses pero les fue imposible continuar los trabajos, además el techo de las galerías sin apuntalar se vinieron abajo entrando el mar. Seis meses después la famosa mina de Playa Negra era solo un pozo”.