Portada » Medicina y Salud » Piel seca en el pene
Es el trastorno por calor menos frecuente pero el más grave
Lenta respuesta a estímulos y deterioro rápido del nivel de consciencia.
Piel ardiente, enrojecida y seca (a veces brotes de sudor).
Taquicardia (pulso fuerte, a saltos).
Taquipnea (respiración rápida y superficial).
Dolor de cabeza, mareos, inquietud y confusión.
Flacidez muscular y disminución de reflejos.
Convulsiones.
Reducir la temperatura corporal tan rápido como sea posible:
Trasladar a la víctima a un lugar fresco, a la sombra, en decúbito supino.
Realizar la valoración primaria y secundaria.
Desnudar al paciente.
Mientras llega la ambulancia, tratar de enfriarle rociándole agua fresca o cubriéndole con una sábana mojada y ventilándole.
Cuando la temperatura parezca normalizarse – 37´5º medidos en la axila-, cambiar la sábana por una seca. Si la temperatura vuelve a subir, repetir el proceso.
Si está consciente, darle de beber.
Traslado urgente a un centro hospitalario.
DESHIDRATACIÓN, una alteración producida por la pérdida de agua y sales del cuerpo por una sudoración excesiva. Por lo general, progresa gradualmente
Dolor de cabeza, mareos y confusión.
Pérdida de apetito, náuseas.
Sudor, piel pálida y pegajosa.
Calambres en brazos, piernas o en el abdomen.
Pulso y respiración rápidos y débiles.
Reponer la pérdida de líquidos y sales: dar abundante agua; después, si se puede, un poco de agua con sal (una cucharilla por litro de agua).
Llevar a la víctima a un lugar fresco. Refrescarla si es necesario.
Tumbar con piernas elevadas.
Conseguir asistencia sanitaria si fuera necesario.
Acudir al médico aunque se reponga.
Si disminuye la consciencia colocar el PLS, atender los signos vitales y estar preparado por si fuera necesario realizar RCP.
Factores que favorecen el enfriamiento:
· Ambientales: Humedad y viento (sensación térmica).
· Personales: Edad (personas mayores por tener peor circulación, menor aislamiento corporal y metabolismo más reducido; bebés y niños pequeños porque pierden calor más rápidamente), mala alimentación (debilidad), alcohol, ropa inadecuada, inmovilidad.
Son lesiones en áreas localizadas causadas por un gran enfriamiento local
Se pueden clasificar en grados, al igual que las quemaduras, si bien para la atención temprana no es de mucha utilidad ya que no se puede valorar hasta que no se ha descongelado:
Palidez de la piel, coloración rosada, rigidez de los miembros, escozor, hormigueos y pinchazos.
Aparición de ampollas de color azul o amoratado e inflamación de la extremidad o de la zona. Al recuperarse la piel puede ponerse roja, caliente y dolorida.
Capas profundas lesionadas con grietas y pérdida de piel, color negruzco, endurecimiento, pérdida de sensibilidad y posible pérdida de la extremidad debido a la muerte de tejidos.
Valoración y mantenimiento de las constantes vitales (ABC).
Retirar y trasladar a un lugar cerrado, seco y caliente.
Aflojar las ropas para facilitar la circulación.
Calentamiento rápido pero progresivo de las zonas afectadas, introduciéndolas en partes calientes del cuerpo (axila, ingle) o en agua tibia con la precaución de no aplicar calor directo sobre la parte congelada. Dejar en remojo hasta que se caliente.
Cubrir con las manos nariz y orejas.
No frotar ni masajear la zona por posibles daños en la piel u otros tejidos.
No quitar guantes o calcetines si están congelados, esperar a que se descongelen junto con la zona afectada.
No romper ampollas si las hubiera y no aplicar ungüentos ni medicamentos.
No permitir que el paciente utilice la parte afectada (caminar si están congelados los pies), procurar que esté en reposo y en elevación para reducir la inflamación y el dolor.
Puede beber líquidos calientes dulces si está consciente pero no alcohol, ni fumar.
Después de entrar en calor, secar con cuidado y cubrir suavemente con apósitos, especialmente entre los dedos de las manos o los pies, antes de vendar.
Traslado urgente a un centro sanitario.
Se produce cuando la temperatura corporal interna cae por debajo de 35º C. Los efectos varían según la rapidez con que se produzca y el nivel al que descienda la temperatura.
Piel fresca o fría (colocar dorso de la mano sobre la piel del abdomen).
Escalofríos o tiritona reacción del cuerpo para producir calor).
Disminución progresiva de la atención y la coordinación: problemas de memoria o confusión, somnolencia, reducción o pérdida del tacto, cambios de humor, dificultad para la comunicación.
Pérdida de la capacidad de razonar: la víctima puede actuar de manera absurda o irracional, como quitándose la ropa.
Vértigos y mareos.
Rigidez.
Pulso y respiración, inicialmente rápidos, tienden a descender a medida que disminuye la temperatura, hasta hacerse lento, débil y entrar en PCR.
Disminución drástica de las funciones vitales (por debajo de 33º C) hasta la inconsciencia.
Alejar de la exposición al frío. Trasladar a un lugar caliente y seco y abrigar lo más aprisa posible, con atención de cubrir la cabeza.
Retirar las ropas mojadas y envolver o tapar con ropa de abrigo, mantas o saco, procurando un calentamiento pasivo, lento y progresivo: mediante el contacto directo cuerpo a cuerpo (sin frotar) o aportando fuentes externas de calor controlado mediante botellas o bolsas calientes.
Colocar en decúbito supino, calmado, cómodo y en reposo.
Comprobar constantes vitales. Si no respira, comenzar la RCP básica.
Evitar masajear extremidades: puede hacer que el sistema circulatorio movilice sangre fría en órganos vitales empeorando su estado.
Evitar un manejo brusco que puede causar una alteración en el sistema eléctrico del corazón desencadenando un ritmo letal o una parada.
El pulso y respiración pueden ser tan lentos que habrá que tomarlos durante 2 minutos.
Si está consciente puede tomar bebidas calientes, no alcohólicas, o comida calórica como chocolate.
Trasladar a un centro hospitalario en condiciones adecuadas.
¡Atención!: El frío protege a los tejidos del organismo tras una PCR y puede mantenerlo vivo, por lo que siempre (aunque lleve mucho tiempo en PCR) se comenzarán las maniobras de RCP y se mantendrán hasta que la víctima llegue al centro hospitalario. Un paciente hipotérmico no debe considerarse muerto hasta que haya sido calentado y la RCP haya fallado.
Casos especiales:
Hipotermia en ancianos: Pueden desarrollarla a lo largo de varios días; a menudo están mal alimentados, tienen enfermedades crónicas o movilidad reducida.
Si se les calienta demasiado rápido, la sangre puede desviarse repentinamente del corazón y el cerebro a la piel.
Hipotermia en lactantes: Los sistemas de termorregulación de un bebé aún no se han desarrollado, por lo que un bebé puede desarrollar hipotermia en una habitación fría. Su piel puede tener un aspecto normal pero estará fría. Estará quieto, inusualmente tranquilo y no querrá comer. La cabeza es especialmente vulnerable; cubrirla para evitar la pérdida de calor. Envolver en mantas y calentar la habitación.
HAY DOS CLASES DE AHOGAMIENTO:
También se denomina AHOGADO BLANCO por el aspecto pálido de la víctima.
La explicación consiste en que al producirse la inmersión, lo más probable es que la víctima sufra una crisis inicial de pánico y trague abundante agua que pasa al estómago. Por otra parte, al intentar penetrar agua en la tráquea se desencadena un poderoso reflejo laríngeo que produce el cierre de las cuerdas vocales (espasmo de glotis), que bloquea el paso de agua pero también el paso de aire hacia los pulmones produciéndose una parada cardiorrespiratoria por falta de ventilación e hipoxia. Aunque pueden permanecer más tiempo bajo el agua (hasta 30 minutos) sin respirar y ser reanimados.
Se denomina AHOGADO AZUL y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión.
En este caso, en los primeros instantes de la asfixia hay una apnea voluntaria, tratando de aguantar la respiración. Pero, a la vez, esto hace que no eliminemos el CO2 con la espiración y aumenta su concentración en el organismo. Esto estimula el centro respiratorio (por la hipoxia e hipercapnia) y obliga forzosamente a la víctima a realizar una inspiración profunda con el consiguiente paso de líquido a las vías aéreas.
Según el medio en que se produzca, la inmersión puede ser por:
Es igual al agua dulce, con el agravante del cloro que produce acción tóxica en la pared alveolar.
: presenta dos problemas añadidos: la contaminación bacteriana y la química.
En los primeros instantes, el agua queda depositada en los alvéolos pulmonares; posteriormente es absorbida a través de la membrana alveolar hacia el torrente circulatorio por ósmosis en el plazo de 1-3 minutos.
Consecuencias: hipervolemia y hemólisis (desintegración de los hematíes y liberación de la hemoglobina), arritmias cardíacas, y muerte por anoxia, edema pulmonar y fibrilación ventricular.
En este caso, se producirá el paso de líquido sanguíneo hacia los alvéolos pulmonares, dificultad del intercambio gaseoso e hipovolemia.
Consecuencias: muerte por edema agudo de pulmón, acidosis, hipoxia y asfixia en el plazo de 5-8 minutos si no se actúa.
VALORACIÓN, SOPORTE Y ESTABILIZACIÓN de ahogados:
Sacar del medio acuático.
Permeabilizar vía aérea.
Iniciar ventilación/oxigenación.
Si P.C.R, iniciar respiración cardiopulmonar.
Monitorización E.C.G.(electrocardiográfica)
Control segmento cervical.
Cuidar la hipotermia. (en todos los ahogados se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado de hipotermia que, en alguna medida protege al cerebro de la hipoxia).
Estos insectos presentan en su abdomen un aguijón que puede ser dentado y quedar insertado en los tejidos (abejas). Los abejorros rara vez pican (son menos agresivos que aquellas) y su picadura es idéntica. En las avispas el aguijón es liso y pueden realizar varias picaduras sucesivas. Por lo general no suelen ser graves, si bien hay que tener en cuenta:
– La localización (especialmente las bucofaríngeas). – El número de picaduras (viven en colonias y liberan sustancias que atraen a compañeras próximas).
– Hipersensibilidad al veneno.
SÍNTOMAS:Generalmente se provoca una reacción local muy limitada en forma de pinchazo doloroso, quemazón, picor, eritema y posterior desarrollo de una pápula (erupción típica de la piel con engrosamiento y descamación), resolviéndose el cuadro en pocas horas.
En el caso de multipicaduras, pueden aparecer náuseas, vómitos, diarrea, coma, convulsiones, shock y muerte.
En las picaduras bucofaríngeas se puede producir la muerte por obstrucción respiratoria (edema de glotis).
En las personas alérgicas puede tener lugar gran edema local, o bien, una reacción general con aparición de crisis broncoespástica, edema de glotis o shock anafiláctico, lo que podría causar la muerte en pocos minutos.
TRATAMIENTO:En primer lugar, lavado y desinfección de la herida. Extracción del aguijón con unas pinzas (picadura de abeja), pero sin exprimir para evitar una mayor inyección de veneno.
Si el dolor y el prurito son intensos, aplicar hielo o frío local para disminuir el dolor y la inflamación. Elevar la zona afectada si es posible.Aplicación de amoniaco como antiinflamatorio y analgésico.Preguntar al accidentado si es alérgico al veneno del animal causante de la picadura. En el caso de multipicaduras, picaduras bucofaríngeas (agua fría a sorbos o hielo chupado para retrasar la inflamación) y reacciones alérgicas, trasladar urgentemente a un centro hospitalario.
4.2. ANIMAL MARINO TRATAMIENTO:- Comprobar la picadura e intentar identificar el pez. Sentar o tumbar a la víctima y tranquilizar – Limpiar la herida con suero salino para arrastrar restos del aguijón. – Explorar la herida para extraer el aguijón o púa utilizando un desinfectante de amplio espectro para desinfectar. – Aplicar calor, sumergiendo la extremidad en agua muy caliente unos 30 minutos, lo que inactiva las toxinas de los peces, además de aliviar el dolor. En picaduras en tronco o cara, aplicar compresas o irrigaciones con agua caliente.- Elevación del miembro y reposo.
– Evitar el frío local, corticoides o antihistamínicos (no se han demostrado grandes ventajas). No obstante, revisión por un médico por si procede algún otro tratamiento.
TRATAMIENTO
– Retirar los restos cutáneos urticantes por medio de una gasa empapada en alcohol al 70%, vinagre o agua de mar (nunca agua dulce)
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– Aplicar frío local y algún analgésico.
– Desinfectar completamente y vendar.
– Mantener la vigilancia por si fuera necesaria oxigenoterapia o RCP básica.
– Revisión médica por si procede tratamiento específico.
TRATAMIENTO (arañas y escorpiones):
– Identificar la especie.
– Desinfectar la herida.
– Aplicar hielo, inmovilizar y elevar la extremidad.
– Especial atención a picadura en boca y garganta y a reacciones alérgicas.
– En casos extremos puede ser necesaria oxigenoterapia y RCP básica.
– Traslado urgente a un centro sanitario.
Los síntomas de la mordedura de una serpiente dependen de la cantidad, potencia y naturaleza del veneno, que a su vez varía según la especie de que se trate.
Del mismo modo, la gravedad es mayor: Cuanto más grande es el animal (inocula más veneno) Cuanto más joven (son más agresivas y concentran más el veneno)
Cuando la mordedura es en la cara, tronco o directa en un vaso sanguíneo. En personas debilitadas, niños y ancianos.
SÍNTOMAS:Los primeros síntomas generales son debilidad, mareo, náuseas y vómitos, temblores musculares, hormigueo en los dedos y sueño.
Enrojecimiento, inflamación y dolor no son significativos. En algunos casos, impotencia funcional, alteración de la visión, sudoración, respiración trabajosa y, en casos muy extremos, parálisis y gangrena.
TRATAMIENTO:– Alejarse de la zona de riesgo: hacerlo lentamente, sin correr.- Semisentar en reposo, calmar e inmovilizar la parte afectada.- Desinfectar. – El frío local retrasa la absorción del veneno. – NUNCA CHUPAR el veneno.- TAMPOCO HACER INCISIONES, .- Comprimir suavemente el miembro por encima de la herida con una venda.- Facilitar la administración de suero antiofídico lo antes posible (único tratamiento efectivo ante mordedura de una serpiente venenosa).
EFECTOS DEL MONÓXIDO DE CARBONO:
Exposición breve a niveles altos: Piel azulada con ligero tinte a rojiza. Respiración rápida y dificultosa. Semiinconsciencia o inconsciencia completa.
Exposición prolongada a niveles bajos: Dolor de cabeza, confusión, agresividad, náuseas y vómitos, inconsciencia.
EFECTOS INHALACIÓN DE HUMO: Respiración rápida, ruidosa y con dificultad. Tos y jadeos, quemaduras en boca o nariz, inconsciencia.
NUNCA intentar rescatar a alguien si al hacerlo se pone en peligro la propia vida. Los gases acumulados en un recinto cerrado afectan rápidamente a quien no lleve la protección adecuada. Avisar a los bomberos.
Apartar a la víctima de la fuente emisora.
Mantener erguida a la víctima y pedirle que respire con normalidad. Permanecer junto a ella hasta que llegue la ayuda.
Aplicar soporte ventilatorio o RCP si fuera necesario
Traslado urgente al hospital.
El concepto de sustancia tóxica es más amplio que el de un veneno ya que puede tratarse de cualquier sustancia que, en una determinada concentración, produce efectos dañinos. Muchas sustancias que no son venenosas en pequeñas cantidades pueden resultar muy peligrosas en grandes cantidades, como ciertos fármacos, medicamentos y el alcohol.
El tóxico puede ser ingerido, absorbido por la piel, inhalado, salpicado en los ojos o inyectado. Una vez en el cuerpo puede incorporarse a la sangre y ser transportado a órganos y tejidos con gran rapidez y actuar de inmediato o en el transcurso de días. Es habitual el vómito, sobre todo en tóxicos ingeridos; los inhalados suelen provocar dificultad respiratoria. Conviene guardar una muestra tanto del tóxico como del vómito para su análisis.
Causas frecuentes de intoxicación
Utilización inadecuada de medicamentos.
Almacenamiento inapropiado de medicamentos y venenos.
Consumo de drogas.
Consumo de alimentos en mal estado.
Manipulación o consumo de plantas venenosas, destacando setas y hongos.
Utilización inadecuada de insecticidas, pulgicidas, cosméticos, derivados del petróleo, pinturas, disolventes, productos de limpieza, etc.
Inhalación de gases tóxicos
Ingestión de bebidas alcohólicas, especialmente las adulteradas.
Alteración de la consciencia.
Mareos, vómitos y diarrea.
Dificultad para respirar.
Quemaduras alrededor de la boca, lengua o piel.
Alteraciones de la visión (visión doble o con manchas)
Pupilas dilatadas (alcohol) o contraídas (narcóticos).
Una mota de polvo, pestaña o lentilla pueden flotar sobre el blanco del ojo. Explorar de cara a la luz, separando cuidadosamente los párpados con el pulgar y el índice y pidiéndole que mire a los cuatro lados. Normalmente se pueden quitar sin problemas lavando con agua limpia o un colirio estéril.
Las salpicaduras de productos químicos pueden producir quemaduras y lesiones graves. Es prioritario irrigar el ojo con agua para diluir y dispersar el producto durante un tiempo. Usar guantes protectores y procurar que el agua contaminada no salpique al ojo sano. Identificar el producto y trasladar al hospital; si no es posible continuar lavando el ojo durante el traslado, colocar un apósito estéril. La córnea también puede dañarse por exposición a luz ultravioleta (reflejo del sol en la nieve, destello de un soldador) Esta quemadura se llama queratitis actínica. Los síntomas pueden tardar en aparecer (dolor intenso, sensación de “arenilla”, hipersensibilidad a la luz, enrojecimiento y lagrimeo) y la recuperación puede llevar hasta una semana. NO quitar las lentillas si las hubiera.
Puede provocar sordera temporal y bloquear el conducto auditivo. En ocasiones puede dañar el tímpano. Los niños se meten cosas en los oídos con cierta frecuencia; en adultos puede quedar un trozo de algodón; también puede introducirse un insecto (tranquilizar, rociar con agua tibia para que flote); si no sale, llevar a un centro sanitario.
NO intentar quitar un cuerpo extraño. Puede causar heridas serias o introducirlo aún más.
Los niños suelen meterse cosas pequeñas en la nariz (migas de pan, huesos de frutas, canicas, botones) que pueden pasar inadvertidas. Estos objetos pueden bloquearla y causar infecciones. No intentar sacarlos ni permitir que se hurgue para hacerlo. Mantener a la víctima quieta y tranquila; pedirle que respire por la boca a ritmo normal. Si se trata de un objeto pequeño se puede taponar la fosa nasal libre y sonar con la otra para empujar el objeto. Si no funciona, trasladar a un centro sanitario.
Su origen es la inflamación de los tejidos internos o su taponamiento. Puede venir asociado con la pérdida parcial o total de la audición, normalmente temporal. La causa más común, sobre todo en niños, es una infección por resfriado, gripe o amigdalitis; puede deberse a un forúnculo, un cuerpo extraño alojado u otras causas como un flemón en una muela cercana o los viajes en avión por los cambios de presión. A veces la infección provoca la acumulación de pus en el oído medio. El tímpano puede romperse, dejando salir el pus, lo que calmará temporalmente el dolor.
Lesión del corazón producida por la detención de su riego sanguíneo. La causa más común es la obstrucción por un coágulo en una arteria coronaria. El riesgo es que el corazón deje de latir y sus efectos dependen, en gran medida, de qué cantidad del corazón quede afectada.
A diferencia de la angina de pecho, el dolor no remite cuando la víctima reposa; tampoco va ligado a la realización de ejercicio físico. Además, en el infarto existe una “corriente de lesión” que se refleja en el electro-cardiograma (E.C.G.).
También se produce un aumento de la actividad de ciertas enzimas liberadas a partir de las células dañadas, lo que sólo se puede detectar por medio de pruebas analíticas.
El dolor es semejante al de la angina de pecho, pero más intenso y se alivia poco o sólo de modo muy temporal con nitroglicerina. En los episodios agudos, el paciente se angustia y puede tener sensación de muerte inminente.
Dolor visceral profundo, subesternal descrito como presión. Muchas veces con irradiación a espalda, mandíbula o brazo izquierdo.
El paciente suele estar inquieto, angustiado, pálido y con dolor intenso.
Piel fría y sudorosa.
Náuseas y vómitos.
Palidez intensa. Labios azulados.
Pulso rápido y débil o irregular.
Tratamiento (en ambos casos):
Llamada al 112 indicando sospecha de infarto.
Traslado urgente a un centro sanitario en posición semisentado. Mientras tanto:
Procurar que esté lo más tranquilo posible.
Acomodar recostado con la cabeza y hombros bien apoyados para aliviar la tensión sobre el corazón, las rodillas dobladas.
Aplicar oxigenoterapia si fuera posible.
Puede producirse un infarto con P.C.R., lo que implicaría realizar maniobras de R.C.P.
Se conoce con este nombre la laringotraqueobronquitis, un ataque grave que dificulta la respiración en niños de corta edad.
Es causada por una inflamación de la tráquea y la laringe; puede ser muy alarmante pero, por lo general, cesa sin dejar secuelas. Suele darse de noche y repetirse antes de que se reponga.
Si el ataque persiste y además hay fiebre es preciso llamar al 112. Puede tratarse de una epiglotitis, infección e inflamación de la epiglotis que puede causar la obstrucción completa de la vía aérea, necesitando atención sanitaria urgente. Sospechar de ella si, estando sentado, se levanta de repente con molestias y dolor al respirar.
Tos seca y entrecortada.
Pitos y ruidos al espirar.
Piel azulada (cianosis)
En casos graves, moverá los músculos que rodean boca y nariz, incluso los brazos, en un intento por respirar.
Fiebre alta.
Sentar sobre las rodillas sujetándolo por la espalda; tranquilizar.
Puede ser eficaz respirar aire frío en un primer momento.
Humedecer el ambiente. Respirar vapor (bien por agua hervida o abriendo los grifos de agua caliente). Colocar una toalla húmeda en un radiador puede evitar que el ataque se repita.
NO meter los dedos en la garganta: los músculos pueden sufrir un espasmo y bloquear las vías respiratorias.
Proceden casi siempre de estados febriles altos por infección de garganta, oído u otras. Se conoce como convulsión febril.
Fiebre alta: calor, piel ruborizada, quizá sudoración.- Contracción muscular violenta (puños apretados y arqueo de espalda).- Crispación en la cara, ojos desviados, fijos o en blanco.
– Respiración contenida.- Babeo incontrolado.- Alteración de la consciencia.
Igual que para adultos.
Además, poner almohadas o soportes blandos para no herirse y aplicar compresas de agua fría o tibia para refrescarlo empezando por la frente y bajando por el resto del cuerpo.