Portada » Filosofía » En que consiste el metodo cartesiano de descartes
Son las ideas que provienen de los sentidos y como los sentidos me engañan y se equivocan, estas ideas no serán nunca fiables y no puedo conocerlas mediante mi conciencia.
Estas ideas proceden de la imaginación, por tanto, estas ideas serán derivadas de las adventicias, porque los elementos de la imaginación los construyo con elementos adventicios, por tanto, no podré conocerlas mediante mi conciencia y tampoco serán fiables.
Son ideas que están en la conciencia sin que ésta sea su causa. Son ideas que están en mi mente pero que no pueden proceder de mí, dado que me exceden, y así, hay que concluir que proceden de otro ser externo y proporcionado a ellas, es decir, Dios. Estas ideas innatas puedo conocerlas por reflexión.
Descartes, como se ha dicho antes, toma el método de las matemáticas porque es la ciencia que alcanza en mayor medida la verdad. Para él, las matemáticas alcanzan siempre la certeza siempre que no haya errores en las operaciones. De este modo, las matemáticas son el modelo de la certeza y el filósofo francés pretende dotar a la filosofía de esa misma seguridad. Por eso el método cartesiano sigue dos pasos fundamentales: el primero de análisis-intuición y el segundo de síntesis-deducción.
Des esta manera Descartes crea los cuatro pasos del método que se exponen a continuación:
Primero, partir de la evidencia, que curiosamente se alcanza a través de la duda metódica. Dudando de «todo» metódicamente, llegaré a una gran certeza resistente a toda duda. Y será, por tanto «evidente». No se trata de una duda escéptica sino metódica, es decir, una duda provisional y pasajera que me hará concluir con la gran certeza que se necesita para construir todo el sistema de las ciencias y la filosofía.
El segundo, descomponer cada problema en sus partes más simples.
El tercero, proceder desde lo mas simple, hasta lo mas compuesto.
Y el último, hacer un repaso para asegurarse del procedimiento correcto.
El criterio de verdad para Descartes es la claridad y la distinción. Claridad y distinción que una mente atenta ha de obtener mediante la intuición; una intuición intelectual que significa una relación inmediata sujeto – objeto a través de la inteligencia. No es una claridad y distinción a los sentidos porque entonces estaríamos ante un empirismo completamente alejado del pensamiento racionalista cartesiano. Claro y distinto es sobre todo el «cogito». El resto habrá que deducirlo de allí y será menos cierto en la medida que se aleje de la primera verdad evidente. Y así, las pruebas sobre la existencia de Dios que intentará mostrar para continuar su filosofía e intentar restablecer el mundo «perdido» por el rechazo del conocimiento de los sentidos, serán mucho menos claras, aunque necesarias.