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1.3.2. ALIENACIÓN
La alienación es un proceso social en el que algo (el trabajo) que forma parte de la naturaleza humana, se hace extraño, ajeno al ser humano. El hombre es un “homo faber”, un ser material, dinámico, social. El hombre es su trabajo, praxis.
El hombre para desarrollarse a sí mismo, trabaja transformando la naturaleza. Al trabajar se proyecta en los productos de su trabajo, pone en cada producto algo de su ser, de su esfuerzo, de su imaginación, de sí mismo. El producto es una objetivización del trabajador, el trabajador se exterioriza y la naturaleza queda humanizada.
Si después esa distancia no se recorta, si no se reconcilian el trabajador y el producto de su trabajo, se produce la alienación, el trabajador se aliena, queda separadode sí mismo, el producto de su trabajo se concierte en mercancía y él mismo también es mercancía.
¿Qué ha pasado en la historia?, que lo que tiene que hacer que el hombre se libere no cumple su fin, que aquellos productos del hombre, los que hace mediante su trabajo y que deben servir para la producción social de vida (para comer, vestir, educarse, vivienda, sanidad ), no se utilizan para esto.
El hombre es su trabajo, y el trabajo es creador, mediante el que se crea su mundo y crea un mundo de objetos e instituciones sociales. Pero esto es así si:
Su actividad es objeto de su voluntadSi puede expresar sus facultades en élSi realiza su naturaleza social en élSi no es sólo un medio de supervivencia
Sin embargo…
El trabajo se ha convertido en una mercancía más. Ya no sólo tiene valor de uso (si sirve para satisfacer necesidades), sino valor de cambio (cuando es mercancía que se cambia por otras cosas). Si se convierte en mercancía, pierde su significación concreta, ya que su valor no está determinado por el uso. El obrero se ve obligado a vender su fuerza de trabajo, con lo que el trabajo es algo forzado y su actividad y productos ya no le pertenecen. El salario es el valor de cambio de su fuerza de trabajo. El trabajo se convierte en algo alienado y alienante.
El proceso de división del trabajo hace que se separe lo intelectual de lo manual, con lo que ya no se ponen en juego todas las facultades humanas. Además, se subordina el obrero a la máquina, y es ella quien marca el ritmo del trabajo. Tiene como consecuencia que hace surgir el conflicto de clase.
La propiedad privada de los medios de producción aliena respecto a lo producido, pues lo que hace el trabajador se lo queda otro. Debido a los medios de producción basados en la propiedad privada, los productos que hace el obrero no vuelven a él, , no sirven para la producción social de vida, se han quedado en manos de unos pocos, los dueños de los medios de producción. El trabajador se encuentra vaciado de sí mismo, roto. Los productos de su trabajo no le pertenecen, dependen de los dueños de los medios de producción. El hombre vaciado de sí es el hombre alienado, que en vez de atribuirse a sí mismo sus productos los considera como algo ajeno a sí. El trabajador está alienado porque atribuye a un ser fuera de sí (el producto) cualidades que son su propia personalidad.
De todo ello resulta que el hombre está alienado con respecto a:
al producto: Éste e la objetivación de su trabajo, pero al convertirse en «capital» de otros aparece ante el trabajador como un ser extraño, como un poder independiente que él no posee ni domina. Cuanto más produce, menos controla, y queda sujeto a la dominación de su producto, es decir, del capital.
a su propia actividad: El trabajo, donde debería realizarse, no le pertenece y se encuentra mal en él. Resulta la paradoja de que el trabajador es feliz fuera de su trabajo.
a la Naturaleza: que en vez de ser el cuerpo inorgánico del hombre aparece como algo ajeno al trabajador, como propiedad de otro.
con respecto a los otros hombres: mediante el trabajo se crean las relaciones sociales, pero el trabajo alienado encierra a los hombres en sí mismo, y el «otro» aparece como «el ser extraño al que pertenecen el trabajo y el producto del trabajo».
El trabajador vende su fuerza de trabajo a otro ser, que lo utiliza para fines lucrativos. Al hacer eso se vende a sí mismo, su propia personalidad, se convierte en instrumento de otro hombre. El trabajador se cosifica, es un instrumento manipulado por el capitalista. Las relaciones humanas se convierten en relaciones conflictivas, cosificadas, es la dialéctica del amo y del esclavo. El hombre se convierte en mercancía. En este sentido la alienación es negativa.
Hay que tener en cuenta que la alienación no es una situación natural, sino histórica, producto de una determinada organización social y económica, con lo que se impone la doble tarea de:
– estudiar y conocer esa estructura o modo de producción
– transformar esa realidad.
La propiedad privada es la consecuencia (o causa) del trabajo alienado: «la realización de la alienación». Por eso hay que abolir la propiedad privada, llegar al comunismo: abolición de la propiedad privada, del capital, de manera que se acaben con todas las alienaciones.