Portada » Lengua y literatura » Caracteristicas de la poesia pura de los miembros del 27
El nombre Generación del 27 alude al año en que se celebró el homenaje a Góngora, con la participación de casi todos los poetas del grupo.
Forman una generación porque desde el principio, mostraron inquietudes y gustos comunes que les diferenciaban de los otros escritores del momento. Los rasgos que le cohesionan afectan tanto a lo biográfico como a las ideas y a la estética:
Salinas escribe una poesía intelectual, concebida como un diálogo que el poeta entabla con el mundo o con la amada. Su estilo es antirretórico; el lenguaje es familiar, moderno y cotidiano; las imágenes, sencillas, y el ritmo, ligero, con versos cortos, sin rima o asonantados.
Destaca su obra La voz a ti debida en la que predomina el tema amoroso como una fuerza prodigiosa que ordena y da sentido al mundo.
En su primera etapa, con Cántico, es el máximo representante de la poesía pura; es una obra optimista que expresa el gozo de la existencia. A partir de Clamor, escrita en el exilio, su poesía cambia profundamente: refleja el mundo moderno con pesimismo, con un estilo más sencillo.
La poesía de Cántico es deshumanizada e intelectual, que supedita lo emocional a lo artístico. Refleja una actitud vital y optimista, el placer de observar el mundo y de sentirse vivo.
Con Clamor supone un cambio intenso porque aparece la protesta contra el caos y la destrucción: la guerra, el dolor, la amenaza atómica, etc., con un lenguaje más coloquial.
Lo que caracteriza a Gerardo Diego es la maestría con que combina estilos muy variados: lo vanguardista y lo clásico, lo culto y lo popular, las formas tradicionales (sonetos, romance) junto al verso libre. La obra tradicional es muy variada en temas y formas. Destaca Versos humanos y Alondra de verdad, considerada su obra maestra, donde el soneto alcanza una extraordinaria perfección.
Lorca es un excelente poeta y dramaturgo. Su obra presenta unos temas constantes: el amor, la frustración y el destino trágico, y abunda los seres marginados, abocados al dolor, a la soledad y a la muerte. Su estilo es personal y brillante, con imágenes plásticas y sugerentes.
En la trayectoria poética de Lorca se distinguen dos etapas:
De sus últimos años son Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, una excelente elegía y Sonetos del amor oscuro.
Alberti se caracteriza por la variedad de temas y estilos, por el dominio de la técnica y por su fecundidad, rasgos que compare con Gerardo Diego. Al mismo tiempo, se le relaciona con Lorca porque aúna lo tradicional y lo vanguardista.
De sus obras destacan Marinero en tierra en poesía neopopular y Sobre los ángeles en poesía vanguardista.
La poesía de Cernuda es siempre intimista y de tono romántico. Plantea la imposibilidad de conciliar los anhelos personales, el deseo con la realidad. Ése es el tema que da el título a toda su poesía, La realidad y el deseo. También destaca Donde habite el olvido.
Para Aleixandre, la poesía es el medio de conectarse con el universo y con los seres humanos. Prevalece, así, la voluntad de comunicar por encima del anhelo de belleza. Su estilo se caracteriza por la riqueza de imágenes surrealistas y por el uso del verso libre.
Destaca de sus obras la Destrucción del amor y Sombra del paraíso, que es un canto a la naturaleza y al amor.
La poesía de Dámaso Alonso parte de la estética de la Generación del 27, pero evoluciona hacia una poesía existencial que culmina en la posguerra, con Hijos de la ira. Esta obra le convertirá en el poeta más representativo del momento.
MIGUEL HERNÁNDEZ
La poesía de Miguel Hernández se caracteriza por la riqueza metafórica y el tono apasionado, emotivo y cálido. Combina lo popular con lo culto, y su trayectoria refleja la evolución de la lírica de aquellos años, de la deshumanización al compromiso social.
En su obra se distinguen períodos claramente diferenciados: