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Movimiento obrero:Sobre el año 1868, en la época de la revolución burguesa y en la época de la república federal de los años 1873-74, nació el movimiento obrero español, el primer movimiento revolucionario de la clase obrera española. La Primera Internacional (1864) se organizó en España a través de la AIDS (Alianza Internacional de la Democracia Socialista). Así pues, el movimiento obrero español contó con una preponderancia de los sectores anarquistas, frente a la preponderancia socialista de la mayor parte de Europa.La principal característica de este movimiento sería la defensa de la «ausencia de restricción» y de la libertad total de los grupos locales. En definitiva se definen como partidarios de la «acción revolucionaria directa» y como abiertamente «antielectorales». Además, muchos anarquistas empezaron a defender el terrorismo individual como «excitante revolucionario».Influencia en ella, en el este y en el sur, de la Alianza Internacional de la Democracia Socialista, grupo que consiguió a la larga el dominio de la Federación, imponiéndose en el congreso de Barcelona de ese mismo año el programa anarquista: abstenerse de la actividad política (no crear partido obrero y no votar) y la defensa de la «acción directa». Mientras, el marxismo defendía la necesidad de una democracia obrera organizada y centralizada, y para llegar a ella defendía la necesidad de un partido político obrero.Mientras tanto, el minoritario grupo marxista trató de llenar ese vacío con la creación del partido obrero PSOE en 1879 y del sindicato de clase obrera UGT en 1888.Existían corrientes «puristas» antisindicales, corrientes partidarias del terrorismo individual y por último existían corrientes anarcosindicalistas, basadas en la teoría del sindicalismo revolucionario coherentemente formulada por teóricos revolucionarios franceses.En 1907 se funda la confederación sindical Solidaridad Obrera en Barcelona, de tendencia anarcosindicalista, y que publica un órgano de expresión de mismo nombre, periódico conocido popularmente como la «Soli». Con el llamamiento a filas de reclutas para la guerra colonial en Marruecos, esta huelga estalla. El resultado: la Semana Trágica de Barcelona.Acuerdan crear la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), que llegaría a convertirse en el principal sindicato de masas de la clase obrera española hasta la guerra civil, superando a la UGT. Compuesta de sindicatos «sin ideología» en principio, tienen poca disciplina organizativa, intentan evitar el fomento de la huelga como arma económica que frenara la «acción directa». El carácter anarcosindicalista o sindicalista revolucionario de la CNT quedaba claro.Esta gran central sindical, si en el conjunto del Estado superó a la UGT, en Cataluña se convirtió en casi la única central (especialmente importante porque Cataluña era la mayor región obrera española). La CNT y la UGT tenían un carácter casi exclusivamente obrero, con muy pocos intelectuales de clase media. Y, sin embargo, las revistas y bibliotecas que sus agrupaciones fomentaban contribuyeron decisivamente a la culturización de la clase obrera en esos años en que la enseñanza pública brillaba por su ausencia.Aunque, teóricamente, no se apoyaban las huelgas parciales ni económicas, obviamente los sindicatos miembros de la CNT se vieron inmersos en ellas. Si el sindicato CNT, en sus bases no hubiera apoyado estas movilizaciones nunca hubiera sido un sindicato de masas. Evidentemente, el carácter asambleario y federalista de la organización permitió que cada federación de la confederación, a nivel sectorial o local, tomara las decisiones que le parecieran pertinentes.La clase obrera española, como la mundial, quedó muy impresionada con la victoria de la revolución bolchevique soviética. El impacto en el PSOE y la UGT es bastante conocido, llevando a la creación del primer PCE; pero no se insiste tanto en el hecho de que produjo gran simpatía entre los medios confederales, llegándose a afiliar a la III Internacional, por un tiempo, la CNT.El hecho de que la república soviética funcionara en aquellos tiempos a través de las asambleas obreras o «soviets», permitió que los anarcosindicalistas españoles vieran en ella la encarnación de sus ideales colectivistas.El lugar donde la CNT tenía más influencia, Cataluña, tenía la parte más activa de la clase media y la parte más poderosa del movimiento obrero. El catalanismo burgués presionaba fuerte, y temía a la vez la fuerza de los trabajadores.La policía era desbordada por el movimiento obrero. Muchos obreros vieron el terrorismo individual anarquista como una maniobra de provocadores para justificar la persecución y la represión policial. El terrorismo «blanco» de los pistoleros de la patronal empeoró las cosas.El que en la I Guerra Mundial la economía de una España neutral creciera, fortaleció a la clase obrera y a la CNT.El gobierno prohibió la «Soli» (Solidaridad Obrera, órgano oficial de la confederación), cerró centros obreros y detuvo dirigentes. Victoria parcial de la CNT, tras una dura lucha. Y es que la movilización fue importante: el 24 de marzo de 1919 la CNT volvió a convocar una huelga general para liberar a los presos de la huelga anterior. Hubo tres semanas de lucha social en Barcelona y otras ciudades.El gobierno ordenó formar las comisiones mixtas de negociación. Eran triunfos arrancados por la clase trabajadora con su lucha. Pero la detención de sindicalistas llevó a la dirección de la CNT a anarquistas puros, que respondieron al terrorismo «blanco» con acciones de terrorismo individual. Esto fue criticado por muchos sectores de la misma organización. Antiguos policías de la «Brigada político-social» se encargaron de dirigir las bandas de pistoleros de la patronal contra los confederales y las organizaciones obreras en general.La patronal formó a obreros desclasados en el Sindicato Libre (ultracatólico y favorable a los patronos) contra los sindicatos únicos de la CNT. La extensión del terrorismo en 1920, junto con los «lock-out» y la huelga general convocada para el 24 de enero, produjeron una tensión extrema.El terrorismo y la lucha social se extendieron a toda España. En 1922 descendió la violencia por la victoria de la represión.Durante el primer bienio de la II República, el movimiento obrero goza de un periodo de bonanza relativa, por cuanto las autoridades eran favorables al mismo, aunque no así las circunstancias económicas. Son precisamente estas circunstancias las que hacen impacientarse a los obreros que no ven llegar todos los beneficios prometidos por los republicanos y se producen desórdenes revolucionarios, como los ocurridos en Arnedo, Castilblanco y Casas Viejas que a la larga habrían de perjudicar al movimiento obrero, por cuanto provocan la salida de los partidos progresistas del gobierno.La situación en Europa, con los regímenes nazi y fascista en el gobierno en Alemania e Italia respectivamente y aumentando su influencia en otros países, motiva la decisión de los sindicatos de izquierda de apoyar la coalición electoral