Portada » Filosofía » Teoría y contexto de Kant y Descartes
Para encontrar sus primeras verdades, Descartes usa la “duda metódica”, comienza a dudar de todas las cosas y considerar falsas todas de las que se pudiera dudar. El proceso metodológico de la duda consiste en considerar provisionalmente como falsos aquellas opiniones, creencias, conocimientos…tenidos por verdadero, ponerlos en tela de juicio y considerarlos como falsos. La duda es metódica y no escéptica Su actitud parece no dejar nada en pie. Empieza por dudar de los sentidos, porque observa que estos lo han engañado muchas veces, duda de la realidad exterior al no poder distinguirla del sueño. Pero aun si estuviera soñando, habrá algunas cosas más simples que sean verdaderas y existentes, y de cuya mezcla están formadas todas las imágenes de las cosas que residen en el pensamiento, esas cosas son la naturaleza corporal, la extensión, la figura, la magnitud y su número.
A pesar de su confianza en las verdades matemáticas, muestra que estas no son del todo indudables, dice que Dios puede hacer con nosotros lo que le plazca, pero como Él es la “bondad suma y la fuente suprema de verdad”, podemos suponer que un genio maligno sea quien nos engañe. Esto permite a Descartes dudar de todo, es entonces cuando encuentra la primera verdad: el “pienso, luego soy”. Esta duda cartesiana es universal, ya que somete a duda todas las certezas.; metódica porque pretende alcanzar una verdad firme de la que no se pueda dudar; y teorética ya que no se usa para dudar de las creencias, sólo en el plano de la teoría. Para Descartes la verdad es la certeza, la imposibilidad de dudar.
Una vez que Descartes aplicó la duda metódica sobre todas sus creencias fue consciente de la primera verdad sólida de toda su filosofía: aunque todo lo que pienso sea falso, es necesario que yo, que así lo pienso, sea algo. Por tanto, “cogito ergo sum”, pienso luego soy, representa la primera gran verdad que puede encontrarse una vez aplicada la duda metódica (particularmente la hipótesis del genio maligno).
El cogito se va a convertir en criterio de verdad: en la proposición “pienso, luego existo” no hay nada que asegure su verdad. Por eso podemos tomar como regla general que “las cosas que concebimos más claras y más distintamente son todas verdaderas”.
De esta forma, Descartes encuentra el fundamento para su filosofía: el ser humano es una realidad pensante. Por tanto, la aplicación de las reglas del método y la duda metódica han llevado a Descartes al descubrimiento de una verdad que confirma que las cosas que concebimos más claras y más distintamente son todas verdaderas.—Por tanto, a partir de ahora, la actividad cognoscitiva ha de buscar la claridad y distinción, que pasa a ser el nuevo criterio de verdad, ya que son cualidades que caracterizan a esta primera verdad, y que deberá poseer igualmente el resto de verdades. Y para llegar a tales verdades será necesario seguir el camino marcado por el resto de las reglas del método:
1. Regla (Evidencia) «No admitir jamás como verdadero nada sin conocer con evidencia que lo era; comprender en mis juicios lo que se presente clara y distintamente que no pueda ponerlo en duda»
2. Análisis «Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posible y como requiriese para resolverlas mejor»
3. Síntesis: conducir por orden mis pensamientos, comenzando por los más simples y más fáciles de conocer para ascender poco a poco hasta el conocimiento de los más compuestos, suponiendo incluso un orden entre los que se preceden naturalmente unos a otros». 4. Comprobación «Y el último, en realizar en todo unos recuentos tan completos y unas revisiones tan generales que pudiese estar seguro de no omitir nada»
El “criterio de verdad” no tiene total garantía hasta que no se demuestra la existencia de Dios y su bondad, y ello, por la radicalidad de la duda metódica: la hipótesis del genio maligno pone en cuestión incluso la veracidad de aquello que parece más evidente y llega a cuestionar la propia matemática. A su vez, la claridad y distinción como criterio de verdad, sólo queda justificada si Dios existe.
Este nuevo proceder filosófico y científico supone una radical humanización del conocimiento. Éste ya no está fundamentado en el ser, en los principios metafísicos que han regido la filosofía antigua y medieval, sino en la propia razón del ser humano, que está capacitada para encontrar la verdad.
Por tanto, todos los hombres pueden encontrar la verdad si utilizan su razón juzgando correctamente y distinguiendo lo verdadero de lo falso. El saber, por tanto, ha de estar fundamentado únicamente en la razón, que está capacitada para encontrar la verdad.
Este texto pertenece al Discurso del método (1637)apareció como introducción a tres tratados: Dióptrica, Meteoros y Geometría. Dividido en 6 partes; la primera realiza una crítica a la ciencia, en la segunda parte determina el método y sus reglas, en la tercera parte Descartes marca una moral provisional, la cuarta parte es la más importante pues crea una nueva filosofía y llega a establecer el “Pienso, luego existo” y demuestra la existencia de Dios, en la quinta parte se tratan temas científicos y termina hablando sobre la razón , finalmente la sexta parte habla sobre la utilidad de la ciencia y supone un análisis a la investigación científica.
En su libro también hace un recorrido por su biografía y critica las enseñanzas recibidas en sus años de educación en los jesuitas de La Fleche, enseñanzas que a su juicio no permiten establecer fundamentos sólidos para el conocimiento; escrito en francés para hacerlo más asequible al público, y en contra de la tradición. En él presenta sus preceptos metodológicos, afirma que su proceder es el mismo que emplean los matemáticos en sus demostraciones. El método consiste en una “serie de reglas ciertas y fáciles, gracias a las cuales todos los que las observen exactamente no tomaran nunca como verdadero lo que es falso y alcanzarán el conocimiento verdadero”; el problema de llegar a tener conocimientos sólidos y seguros, no es tanto una cuestión de capacidad racional sino del uso de esa capacidad, hay que utilizarla siguiendo el método adecuado.
Otras obras importantes del autor son las Reglas para la dirección del, Meditaciones metafísicas compuesta por seis meditaciones, en las que vuelven a aparecer los problemas fundamentales de su filosofía, en ocasiones aclarando y ampliando las soluciones propuestas en el Discurso, originaron diversas objeciones y respuestas, y los Principios de la filosofía(1644), que recogen lo esencial del no publicado Tratado del mundo.
Descartes, inicia una nueva trayectoria de la filosofía, y se le considera el padre de la filosofía moderna, está inscrito en una tradición de la que recibió múltiples influencias. De Platón, recoge la importancia de la razón en el conocimiento y la desconfianza en los sentidos, en la experiencia; en San Agustín se ve un precursor del cogito:. El filósofo francés determinara el curso de la filosofía del s. XVII, hasta el punto que ésta consistirá en el desarrollo más o menos fiel del programa racionalista cartesiano.
Descartes es el iniciador del racionalismo, caracterizado por pensar que la razón es la única facultad que puede conducir al ser humano al conocimiento de la verdad. La época que le tocó vivir estuvo marcada por la desconfianza en la explicación escolástica del mundo y por una serie de hechos que marcaron la aparición de una nueva visión. La Reforma protestante, el descubrimiento de América y la aparición de un estado moderno son elementos importantes que influyeron en la vida de Descartes, pero el más importante sin duda fue la Revolución Científica. La nueva filosofía iba de la mano de la ciencia y tenía que ser elaborada por una razón autónoma.
Kant nace en 1724 en Alemania y muere en 1804. Recibe una formación filosófica racionalista (fue racionalista cerrado; seguía la tesis del racionalismo cartesiano y confiaba en el papel de la razón) de mano de su maestro Wolff y entra en contacto también con las investigaciones de Newton y la filosofía de Hume, que le despertó de su “sueño dogmático”.
La Crítica de la razón pura, obraa la que pertenece el texto, plantea el problema de si la metafísica puede o no llegar a ser una ciencia. En ella se analiza el uso teórico de la razón, mientras que en la Crítica de la Razón Práctica se analiza su uso práctico. Esta obra consta de varias partes; prólogo, introducción, doctrina trascendental de los elementos y doctrina trascendental del método.
En esta obra Kant llega a la conclusión de que todo conocimiento científico debe contar con la experiencia, de lo contrario sería vacío. Por tanto, toda ciencia será conocimiento de fenómenos, de lo que tenemos experiencia, mientras que quedan fuera del campo de la ciencia las realidades de las que no podemos tener experiencia (noúmenos). Son noúmenos los tres objetos tradicionales de estudio de la Metafísica, alma, mundo y Dios y les niega que puedan algún tipo de conocimiento científico, niega que la metafísica pueda llegar a ser una ciencia.
Sin embargo, esta limitación resulta positiva para la razón en su uso práctico, podría decirse que la verdadera metafísica kantiana será la moral, puesto que ella exige tres postulados: la existencia de la libertad; la inmortalidad del alma ; la existencia de Dios.
Uno de los grandes resultados de la Crítica de la razón pura será precisamente permitir que la razón teórica y la razón práctica no se invadan mutuamente y que esta última ocupe el lugar que le corresponde.
Las distinciones más importantes que hay que recordar en la CRP son:
1.Distinción entre fenómeno y noúmeno, 2.Distinción entre intuición, concepto e idea, 3. Distinción entre conocer y pensar, 4. Distinción entre a priori (lo previo a toda experiencia) y a posteriori (lo que es posterior a la experiencia), 5. Distinción entre lo que puedo saber y lo que debo hacer ( responde en la Crítica de la razón práctica) Y 6. Distinción entre sensibilidad, entendimiento y razón
La obra de Kant se acostumbra a dividir en dos períodos separados por su lección como catedrático en 1770. El primero se denomina precrítico, el segundo crítico, a causa de los títulos de las obras principales y de la coherencia de los temas, centrados en una misma línea de investigación.
Las obras más importantes de este segundo período son: Crítica de la razón pura, 1781; Fundamentación de la metafísica de las costumbres, 1785; Crítica de la razón práctica, 1788; Crítica del juicio, 1790
Respecto al lugar que ocupa Kant en la historia de la filosofía, podemos decir que éste se sitúa en el centro de toda la tradición filosófica moderna. Es el más destacado representante de la Ilustración y su obra, la más importante de la Ilustración alemana.
Platón y su idealismo, Aristóteles y el problema de la metafísica, S.Agustin y Sto. Tomás con la problemática de la existencia de Dios, Descartes y Hume y la preocupación de ambos por el problema del conocimiento, son los antecedentes más claros de la filosofía kantiana.
A parte de la influencia de la ciencia moderna y, sobre todo, de la física de Newton como referencia.
En otro sentido, Kant será uno de los filósofos más influyentes en de él parten las principales corrientes del pensamiento moderno y contemporáneo y el idealismo romántico.
Kant vive una época en la que se produce el cruce de cuatro grandes corrientes filosóficas: racionalismo, empirismo, Ilustración y crítica de la Ilustración .
Para que un juicio sea considerado científico debe cumplir dos condiciones según Kant: que aumente nuestros conocimientos y que posea validez necesaria y universal. Su validez no puede proceder de la experiencia. Por lo tanto los juicios científicos han de ser sintéticos a priori, juicios en los que el predicado no esté incluido en el sujeto de la oración y que permitan establecer conexiones desconocidas hasta el momento. Las matemáticas tratan del espacio y del tiempo. La geometría analiza las propiedades del espacio, la aritmética las del tiempo. Dado que el espacio y el tiempo son las condiciones en las que ha de darse todo fenómeno, las propiedades del espacio y del tiempo han de transmitirse necesariamente a todo fenómeno que pueda darse en ellos. De este modo, todos los conocimientos de las matemáticas han de ser universales y necesario y también son posibles los juicios sintéticos a priori. Los juicios sintéticos a priori son posibles en las ciencias naturales porque se basan en las categorías.
En consecuencia, no podremos conocer nunca los objetos tal como son en sí mismos, es decir, como noúmenos, sino solamente tal como se presentan a nosotros a través de esas estructuras trascendentales de la sensibilidad y del entendimiento es decir, como fenómenos.
La metafísica es un conocimiento racional, que prescinde de los datos sensibles, es el intento de liberar a nuestros conceptos de las limitaciones de sólo la observación. Se reduce como mucho a un simple análisis de conceptos, que no consigue alcanzar la realidad y es imposible como ciencia. ((A la metafísica le queda un papel crítico que pretende eliminar el dogmatismo, para salvaguardar las pretensiones de la moral y de la religión, y evitar la especulación al señalar los límites del conocimiento científico. No es posible el conocimiento metafísico de la realidad pero sí conocer la fuente del error metafísico. Y positivamente impulsa al ser humano a seguir investigando, tratando de encontrar una mayor unificación y coherencia entre todos sus conocimientos.
La necesidad y universalidad del conocimiento no viene de la experiencia, el conocimiento científico no puede explicarse como una adecuación del sujeto, a los objetos, como hasta entonces suponían los filósofos. El entendimiento no es una facultad pasiva, que se limite a recoger los datos procedentes de los sentidos, sino que, configura la realidad. Para Kant el conocimiento es el resultado de la colaboración entre la razón y la experiencia: por la sensibilidad recibimos los objetos, por el entendimiento los pensamos.
La sensibilidad es la fuente de nuestras intuiciones. Si no necesitamos la sensibilidad, dice Kant, no podemos tener intuición. El entendimiento no es una facultad que nos permita intuir, nos permite pensar, es un conocimiento conceptual. La sensibilidad da las intuiciones a el conocimiento; el entendimiento suministrará los conceptos. Las intuiciones sensibles, si no son pensadas a través de un concepto no nos ofrecerían conocimiento alguno. Los conceptos, por su parte, si no se remiten a una intuición sensible, nos ofrecerían un conocimiento sin contenidos.
El entendimiento forma conceptos, crea formas bajo las cuales se pueden ordenar representaciones bajo una común a todas. Unifica bajo el concepto la multiplicidad de la sensibilidad. Cuando decimos que esto es una casa, o una mesa, lo que ocurre es que tras el concepto “casa” o “mesa” el entendimiento ha unificado los elementos procedentes de la sensibilidad, así se produce el conocimiento.
Si separamos la materia de la forma del entendimiento, distinguimos dos tipos de conceptos: los conceptos empíricos y los puros o categorías. Los primeros son el resultado de generalizaciones tomadas de la experiencia, casa o mesa. Los segundos no dependen de la experiencia: son a priori, y son puestos directamente por el entendimiento, al modo del espacio y el tiempo en la sensibilidad. Son las estructuras a partir de las cuales se generan los conceptos empíricos y podemos, formular juicios. ———— Pensar equivale a formular juicios, por lo que todos los actos del entendimiento pueden ser reducidos a juicios. Kant se plantea que los juicios sintéticos a priori son científicos ya que estos son los únicos que hacen avanzar a la ciencia, por lo tanto los juicios que se forman en un determinado espacio – tiempo son universales y necesarios porque se construyen a priori. A esto se le llama estética transcendental. La analítica trascendentalestudia la facultad del entendimiento osea la capacidad de pensar un objeto a partir de los datos dados por la sensibilidad. La Dialéctica Trascendentalexamina la facultad de la razón y demuestra que la metafísica no es una ciencia. La razón intenta unificar lo dado por el entendimiento en unidades supremas.
La razón es la capacidad de pensar, elabora razonamientos, relaciona juicios. La razón busca la construcción de juicios cada vez más generales, en busca de principios o leyes que abarquen el mayor número posible de fenómenos. Esta búsqueda es llamada la búsqueda de lo incondicionado —–Si analizamos las formas del silogismo podremos deducir los conceptos a priori de la razón. Para Kant razonamiento equivale a silogismo. Concluye que hay tres ideas trascendentales: alma, mundo y Dios. Mediante la idea de alma, dice Kant, unificamos todos los fenómenos del psiquismo; Mediante la idea de mundo unificamos todos los fenómenos de la experiencia; Mediante la idea de Dios unificamos la totalidad de los fenómenos psíquicos y de la experiencia en una única causa de la que dependen y por la que son explicados. –Estas ideas trascendentales nos ayudan a unificar en el pensamiento la totalidad de los fenómenos. La única forma posible de conocimiento, para nosotros, es el conocimiento de la realidad como fenómeno. Las categorías del entendimiento sólo se pueden aplicar a contenidos procedentes de la intuición sensible, ya que no hay ningún tipo posible de intuición intelectual.
Kant identifica experiencia con el conocimiento sensible. Existen tanto en la sensibilidad como en el entendimiento unas formas trascendentales que no dependen de la experiencia, y que son a priori. Por tanto la sensibilidad y el entendimiento adquieren a distinto nivel un papel que configura la realidad.Podemos construir juicios sintéticos a priori porque no todo nuestro conocimiento procede de la experiencia, pero si comienza en la experiencia.
Según Kant existen dos modos de la sensibilidad: el sentido externo por el cual nos representamos los objetos en el espacio, y el sentido interno, por el que intuimos en el tiempo nuestros estados psíquicos. El espacio y el tiempo son formas a priori de la sensibilidad o intuiciones puras. El resultado de la ordenación de las sensaciones (materia) en el espacio-tiempo (forma) es el fenómeno, que es el objeto de nuestra experiencia. Las matemáticas construyen sus juicios sobre las intuiciones puras del espacio (geometría) y del tiempo (aritmética). Esto explica que las proposiciones matemáticas tengan validez y sean aplicables a la experiencia, aunque no se construyan a partir de ella.
Si analizamos el contenido de cualquier conocimiento nos quedamos sólo con la forma del conocimiento sensible y tenemos la forma pura de la sensibilidad. En el caso de los objetos que representamos como exteriores a nosotros, (mesa, casa) podemos prescindir de cualquier representación sensible (tamaño, forma, color) pero no de representarlo como algo en el espacio. De modo similar, por lo que respecta a la intuición de los estados internos del sujeto podemos prescindir de todas sus características excepto de representárnoslos en relaciones de tiempo. El espacio no puede ser una cosa ya que lo tendríamos que concebir como absurdo y precede a la experiencia si no ha de ser una representación a priori.
El entendimiento es la facultad de pensar el objeto dado en la intuición empírica, el fenómeno. Pensar supone subsumir (englobar un caso particular dentro de lo general) los fenómenos bajo conceptos que les dan unidad y significación. Hay conceptos empíricos (caballo) y a priori, que se llaman categorías, que son las estructuras a priori del pensamiento y son las condiciones de posibilidad de pensar la experiencia De este modo, adquieren necesidad y universalidad, haciendo posible la física como ciencia. Las leyes físicas sólo tienen validez para el mundo fenoménico. No conocemos ni las cosas en sí mismas ni las leyes a que están sometidas.
Kant ve la metafísica como un conocimiento “cuyos principios jamás deben ser tomados de la experiencia, pues deben ser conocimientos metafísicos más allá de la experiencia. Es un conocimiento a priori o de la razón pura”. La metafísica trata sobre objetos no empíricos (Dios, el alma, el mundo) y es construida por una razón no empírica. En su época las dos posturas acerca de la metafísica eran:
1. Dogmatismo (Wolf). Pretende avanzar con puros conocimientos conceptuales de acuerdo a unos principios. Kant critica el dogmatismo ya que los excesos del dogmatismo conducen a la reacción contraria. 2. Escepticismo (Hume). Kant acusa a Hume de haberse quedado corto en su examen de la metafísica ya que solo es una necesidad objetiva. No sólo la metafísica es imposible, sino que las leyes físicas se convierten en leyes probables.
Kant señala que, cuando argumentamos especulativamente caemos en el escepticismo; por el contrario, si hacemos una crítica de la razón estamos haciendo Filosofía crítica. Y ése es el camino de la ciencia. —Kant no acepta las metafísicas desarrolladas por los filósofos anteriores ya que al ser echas dogmáticamente confunden los conceptos que constituyen a la metafísica, con el modo en el que son obtenidos a priori.
Kant tomará un nuevo camino, el método crítico, decidir acerca de la posibilidad o imposibilidad de una metafísica por medio de la razón que nos hace llegar a una metafísica natural que impulsa al ser humano hacia la especulación por tanto Kant propondrá que la metafísica trascendental modere estos impulsos a priori.
La constatación de que existe una metafísica natural no sirve para averiguar la verdad de los juicios acerca de cuestiones de la existencia. Si estos juicios son posibles, la verdadera metafísica investigará la capacidad o incapacidad de la razón para determinarlos. El conocimiento científico consta de juicios universales y necesarios y además incrementa el conocimiento. Por tanto los juicios que emplea la ciencia son juicios sintéticos a priori ya que amplían nuestro conocimiento y presentan necesidad y universalidad. —-Kant analizará la posibilidad de que la metafísica se convierta en ciencia ya para eso llevará a cabo una “revolución copernicana”, donde se considerará que el objeto es el que se adapta a las leyes del sujeto que conoce.
En la Dialéctica trascendental, Kant concluye que es imposible una metafísica como ciencia debido a que la síntesis a priori metafísica supondría un intelecto intuitivo diferente del humano (que solo Dios posee). También porque es imposible un conocimiento de las cosas en sí mismas (los noúmenos), y en concreto del alma, del mundo y Dios, ya que no poseemos intuición de estos seres. Y por último ya que la metafísica no puede aplicar a las cosas en sí mismas lo que solo puede ser referido a los fenómenos.
Tras conocer los errores de la metafísica, Kant concede a las ideas de la razón pura una función ya que poseen un uso regulativo en doble sentido. Negativamente, señalan los límites que no se pueden traspasar y positivamente, impulsan a ampliar la investigación hacia mayores conexiones entre nuevas experiencias. —-Para concluir diremos que según Kant puede depurarse toda metafísica desarrollada, pero no eliminar la metafísica, pues es indispensable para la razón humana, en la medida en que es expresión también de su modo de funcionamiento.